El Dragoneante Pinto, en una de sus entrevistas confiesa que cuando llegó a trabajar como policía en la Ciudad de Santa marta, no conocía la vida de Simón Bolívar, pero ante el gran compromiso que le había encomendado su superior, lo llevó a despertar su interés por investigar y conocer la vida del Libertador y también para evitar que fuera a quedar mal ante alguna pregunta, cuestionamiento o duda que le pudiese hacer el oficial. El tour por la hacienda fue apoteósico, debido a que el oficial disfrutó al máximo las historias que el dragoneante le narró y que parecían casi, como si las hubiera vivido de cerca siendo testigo de la vida del gran libertador.
Fueron tantos los elogios y felicitaciones que al momento de su regreso a Bogotá le hizo el oficial al superior del Dragoneante Pinto, que este tomó la decisión de asignarlo como comandante de la unidad policial en la Quinta de San Pedro Alejandrino donde inició funciones el 5 de febrero de 1968, cargo en el que se desempeñó durante 36 años, razón por la cual hizo parte de muchos acontecimientos y eventos en los que recibió a diferentes presidentes.
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Dragoneante Pinto inicia su servicio como guía
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El Dragoneante Pinto reconoció que a su llegada a prestar sus servicios en la Quinta
de San Pedro Alejandrino, no tenía mayores conocimiento sobre la vida del Libertador, pero en
la medida en que los visitantes y turistas lo interrogaban sobre la vida del general, vio
la necesidad de conocerla a fondo y fue allí donde comenzó a leer todos los
libros que hablaban de él. En sus inicios cuenta que alcanzó a leer unos 800 libros sobre la vida de Bolívar.
Fue tanto lo que indagó sobre la vida del libertador que quienes lo escuchaban no sabían que admirar más: si su conocimiento o su retentiva. Son cientos de fechas, nombres, situaciones y lugares que recitaba como si estuviera leyendo un libro.
Durante sus recorridos ponía un tono de voz que taladra el pecho de los asistentes. Imprimiendo, según el caso, drama, melancolía, suspenso y emoción a sus historias.
"Tengo la virtud de hacer llorar a la gente", decía. "Cualquier documento de Bolívar o narración hay que hacerlo literalmente. No se puede cambiar nada, si se omite una letra se distorsiona todo. Juré ser leal a Bolívar. Soy el portador de lo que fue, dijo y como lo dijo".
La compra de libros sobre
la vida del Libertador se volvió su afición. Incluso, compraba los escritos
de los detractores de Bolívar, porque algo positivo les sacaba. Su biblioteca
familiar llegó a tener más de 2.000 volúmenes que en su mayoría tienen que ver con
Bolívar.
Tanta fue su pasión por conocer la vida del libertador que el Dragoneante fue reconocido por muchos como la persona que probablemente más sabía sobre Bolívar en Colombia. Es por ello que, durante mucho tiempo fue miembro del Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo, desde donde defendía y promovía la vida del El Libertador Simón Bolívar y eran cientos los turistas y estudiantes de colegios y universidades que visitaban el lugar con el gran objetivo de escucharlo contar sus historias y realizar guiados por él, los amenos recorridos por los salones y pasillos de dicho monumento nacional.
Sus narraciones sobre las
hazañas y sinsabores de Bolívar cautivaron a reyes, reinas, presidentes,
embajadores, ministros, historiadores, profesores, estudiantes, turistas y, en
general, a todos los visitantes de la Quinta de San Pedro Alejandrino.
Entre las célebres personalidades que recibió en la Quinta se encuentran varios expresidentes de Colombia, tales como Belisario Betancourt, Virgilio Barco, Andrés pastrana entre otros, junto con presidentes de otros países.
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Belisario Betancourt, Presidente de Colombia (1982 a 1986),Dragoneante Luis Eduardo Pinto y Luis Herrera Campinas, Presidente de Venezuela (1979 a 1984), en
la Quinta de San Pedro Alejandrino. Fotos: Fundación de Periodistas
Bolivarianos de América. |
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Dragoneante Luis Eduardo Pinto Fuentes recibiendo a Virgilio
Barco Vargas, Presidente de Colombia (1986 a 1990), Calos Andrés Pérez,
Presidente de Venezuela (1974 a 1979 - 1989 a 1993). |
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Sarita Abello, directora Museo Bolivariano, Dragoneante
Luis Eduardo Pinto Fuentes y Andrés Pastrana Presidente de Colombia (1998 a
2002). Fotos: Fundación de Periodistas Bolivarianos de América. |
Cierto día le dijeron: "mañana viene un personaje, junto con otros personajes, y ya acordamos que usted es la persona que lo va a atender". Al día siguiente apareció
Germán Arciniegas, 'El sabio número 9 de América', 'El hombre de las Américas'.
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German Arciniegas |
Imagen tomada de Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Germán Arciniegas». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/arciniegas_german.htm [fecha de acceso: 6 de octubre de 2023].
Llegó en compañía de integrantes de la Real Academia de la Lengua. "Me convino porque me corrigieron una cantidad de cosas", contó Pinto.
Lo que le llamó la atención de Arciniegas es que era más 'mamagallista' que Gabriel García Márquez, con quien habló personalmente antes que escribiera 'El general en su laberinto'.
"Era muy curioso que cada vez que me hacía una pregunta, él mismo la respondía. En una me preguntó que por qué una bandera de allí estaba a media asta, me la hizo luego de muchas otras y yo las respondía, pero al final me dijo: 'joven, pero no me ha respondido la pregunta de por qué la bandera estaba a media asta', y yo muy incrédulo le pregunté: '¿de verdad usted no lo sabe?'. Y me dijo: 'no'.
Ese día perdí el miedo que sentía cuando estaba enfrente de un profesor o un académico. Así que le respondí que se encontraba la bandera de la república en ese lugar para indicar que allí murió el Libertador, y está a media asta para indicar luto eterno, y me dijo: 'eso no lo sabía'".
De esa manera, contó que fue adquiriendo mucho más conocimiento, "y mi voz se fue tornando más interesante a la hora de narrar, porque mi voz, que ahora falla, era la que le taladraba el pecho a las personas que iban allí. Era el dominio del grupo y poderlos llevar a la época de la cual uno está narrando".
Fueron tantos los conocimientos adquiridos por el Dragoneante Luis Pinto sobre la vida del libertador, que el Director General de la Policía Nacional Víctor Alberto Delgado Mallarino lo invitó a la ciudad de Bogotá para que en el teatro del Centro Social de Agentes, realizara un ciclo de conferencias sobre la vida y obra del libertador Simón Bolívar, durante los días 29 de mayo y 5 de junio de 1984, asistiendo a cada una de ellas los oficiales generales y altos mandos de la Institución, oficiales, suboficiales, agentes y personal no uniformado de la guarnición de la ciudad capital.
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Ciclo de conferencias realizado por el Dragoneante Pinto sobre la vida y obra del libertador Simón Bolívar |
Otro aspecto que también lo caracterizó, fue el de lucir su uniforme verde aceituna siempre impecable, en el cual, portaba con orgullo y gallardía sus condecoraciones e insignia de Dragoneante y lo que más llamaba la atención era su fino acento español con que repetía una y otra vez la historia del Libertador permitiendo a los turistas que visitaban la Quinta de San pedro Alejandrino conocer detalles desconocidos de la historia de la Patria, en cada una de las campañas adelantadas por Simón Bolívar, legado histórico que dejó plasmado en algunos documentos y entrevistas como evidencia de sus 48 años de servicio de entrega y servicio en la Policía Nacional.
No contento con el trabajo pedagógico que realizaba, Pinto ambicionó ir más allá de la relatoría, y a los visitante le trasmitía su obsesión de los últimos años, manifestándoles los siguiente:
"La hamaca debe ser erigida en símbolo nacional, porque este elemento de descanso jugó un papel fundamental en la vida de Bolívar.
De los atentados de sus enemigos se salvó en tres por la hamaca. Allí descansaba mientras diseñaba las estrategias de guerra, y muchos de sus romances surgieron y se consolidaron en una hamaca.
Momentos antes de su muerte pidió que lo llevarán a una hamaca colgada en los árboles milenarios de tamarindos y samanes frente la edificación principal de la hacienda de su amigo Joaquín De Mier y Benítez, hoy convertida en la Quinta de San Pedro Alejandrino".
"He hecho esta propuesta, por muchos méritos", dice Pinto. "Entre otros, porque cuando el Libertador llegó a esta hacienda, la señora Isabel Rovira y Dávila, esposa de Don Joaquín, le ofreció su lujosa cama Luis XV enchapada en bronce y plata con adornos de vidrio Bacarat, para que estuviera a gusto, pero él rechazó el ofrecimiento y pidió una hamaca".
Además, según Pinto, al Libertador le hicieron 22 atentados y en 3 ocasiones la hamaca le salvó la vida. Uno de estos atentados ocurrió en El rincón de los toros, por parte de los españoles que, conociendo la costumbre de que dormía en hamaca, le dispararon varias veces. Esa noche no estaba allí.
Pero lo más asombroso para Pinto y que está plenamente registrado es que el Libertador tenía la particularidad de mecerse en su hamaca a gran velocidad. Y sin dejar de hacerlo comenzaba a silbar o a tararear. Era un mensaje para sus ayudantes a quienes, sin dejar de mecerse, dictaba proclamas, discursos y decretos.
"En pocas palabras, gran parte de la Historia de Colombia se ha forjado en la hamaca", insiste. "Por ello digo que merece este homenaje, que se le reconozca como un símbolo patrio no solo en Colombia sino en los países que fueron libertados por Bolívar".
Aunque a su propuesta algunos la han tildado como folclorista, Pinto hasta su ultimo día de vida siguió adelante con su obsesión: indicando que la hamaca fue factor importante en la gesta independentista de Colombia.
Un dato Curioso de los recorridos del Dragoneante Pinto
Sus recorridos siempre los hizo utilizando una varita de madera, pues consideraba de mala educación señalar con el dedo las estatuas. Además le permitía tener seguridad y espantar el miedo.
Un día se le partió. Pero para su sorpresa uno de los turistas que guiaba le envió una, con punta de lanza, una agarradera y la bandera de Venezuela.
Al final terminó con una antena metálica, era más práctica, la podía estirar y recoger dependiendo el relato. La mantenía en sus manos y a medida que hablaba le daba vueltas, lo que llamaba la atención de las personas que guiaba.
Exaltaciones Obtenidas durante su trasegar policial
Entre los reconocimientos que recibió el Dragoneante Pinto destacan: la Gran Cruz de Bastidas; la medalla de servicios por 15, 20, 25, 30 y 35 años en la Policía Nacional; la medalla del servicio distinguido del Ejército de Venezuela; la réplica de la espada del Libertador otorgada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez; la Gran Cruz al mérito policial refrendada por el presidente Andrés Pastrana, entre otras condecoraciones y reconocimientos como el hacer parte de la Academia de Historia de la Policía, de la Sociedad Bolivariana del Magdalena, y fue distinguido Doctor Honoris Causa en Ciencias Sociales, por parte de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla.
La Policía Nacional también lo asciende al grado de Cabo Segundo, grado que ostentó hasta su retiro en junio de 2004, reposando en su hoja de vida 41 felicitaciones y 6 condecoraciones, en su trayectoria como miembro de la Policía nunca recibió una suspensión y destacó siempre por su espíritu de cuerpo que lo destacaron como un policía ejemplar, además se le atribuye el dejar huella histórica a la ciudad de Santa Marta, que permitió conocer detalles desconocidos de la historia de la Patria, en cada una de las campañas adelantadas por Simón Bolívar.
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El Dragoneante Luis Eduardo Pinto Fuentes portando su nuevo grado de Cabo Segundo |
De Igual forma la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nocional, creo una medalla a su nombre denominada "MEDALLA DIRECCIÓN DE PROTECCIÓN Y SERVICIOS ESPECIALES, CABO SEGUNDO LUIS EDUARDO PINTO FUENTES"
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"MEDALLA DIRECCIÓN DE PROTECCIÓN Y SERVICIOS ESPECIALES, CABO SEGUNDO LUIS EDUARDO PINTO FUENTES"
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https://twitter.com/i/status/1400857103586189326
El Dragoneante Pinto aseguraba que con tristeza que no estaba preparado para el retiro. Y sentía amargura por la forma cómo se subestima a un pensionado con lucidez mental y bien físicamente. Pero lo que más le dolía es que todo ese conocimiento se perdiera por falta de uso mental.
Fallecimiento del Cabo Segundo Luis Eduardo Pinto
El Jueves 11 de noviembre de 2021 a los 81 años de edad, fallece en la ciudad de Santa Marta el Cabo Segundo Luis Eduardo Pinto Fuentes, ante tal hecho, las voces de condolencia y solidaridad para con su familia, no se hicieron esperar, sentimiento al cual se sumó la Directora de la Quinta de San Pedro Alejandrino para la época, Zarita Abelló, quien evidenció a través de un articulo publicado en el Diario del Magdalena, el lamentable deceso y destaca su saber sobre el prócer nacional, así:
"Falleció el historiador DG. Luis Eduardo Pinto
Amable, jovial, buen amigo, un caballero… así será recordado el Dragoneante Luis Eduardo Pinto Fuentes, considerado como uno de los historiadores que más conocía sobre El Libertador Simón Bolívar, cuyo fallecimiento en la mañana de este jueves lamenta toda la familia de la Fundación Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo-Quinta de San Pedro Alejandrino.
que alegria me da saber que existio un policia que disfrute servir a Colombia a traves de la historia de nuestro libertador! viva colombia!
ResponderBorrarAsí es, un gran referente a seguir por la nueva generación de policías.
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