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domingo, 9 de marzo de 2014

GÉNESIS DE LOS GRADOS EN LA POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA







Este documento, busca recopilar y ordenar los antecedentes documentales y bibliográficos existentes sobre un tema que la mayoría de las veces, aparece difuso, de difícil comprensión y que en raras ocasiones, ha sido tratado en la forma de una evolución cronológica. 


Condottiere, por Artemisia Gentileschi .
Para ello, es necesario aportar algunas explicaciones etimológicas y el origen de los grados, muchas veces confundidos con cargos y empleos, a medida que fueron evolucionando las distintas organizaciones militares.

Los modernos grados utilizados en los ejércitos y algunas policías tienen su origen en las compañías de soldados del Renacimiento, en España e Italia, cuando los guerreros profesionales y Condottieri, comenzaron a reemplazar a los soldados de leva de la Edad Media.

Se puede afirmar, que el origen del nombre de los grados, está dado por el de las organizaciones militares que les dieron lugar.

Las de la época a que hacemos referencia, contemplaban el agrupamiento de los hombres en grupos de compañeros o compañías, a la cabeza de las cuales, se encontraban como jefes de la tropa o caudillos, los Capitanes, término derivado del latín caput(cabeza), del que derivaron también, los vocablos Hauptmann (en alemán) y Captain (en inglés).


Estas, también se llamaron Capitanías y su efectivo era de aproximadamente 500 hombres. La reunión de capitanías, constituía un ejército, a órdenes de un capitán de capitanes o Capitán General.




En España, desde la creación de las Guardias Viejas de Castilla, en tiempos de los Reyes Católicos, la Capitanía o Compañía, comenzó a ser considerada una unidad técnica, orgánica, táctica y administrativa. Su jefe o comandante, el Capitán, se elegía entre los guerreros de mayor prestigio e intachable conducta, que hubiera servido seis años en calidad de soldado y tres como alférez.



Tenía propiedad sobre esta y de hecho, también autoridad para nombrar a quienes le secundaran en el comando. 

De tal suerte, surge el grado de Teniente, o Lugarteniente, cuyo nombre tiene su origen en la acción de tener o aspirar el cargo o ministerio, en este caso, del Capitán, a quien incluso, accidentalmente puede reemplazar, proviniendo su etimología del término latino locum tenens



Esta facultad distintiva de los Capitanes de nombrar los cargos jerárquicos intermedios entre él y su tropa, abarcaba también el nombramiento de los responsables de ciertas funciones administrativas, estando entre ellos, los cargos o empleos de Alférez, los Sargentos y los Cabos de escuadra. 

aquilifer
El primero de ellos, era el oficial más joven, encargado de portar el estandarte, función de la que deriva el nombre de este grado, siendo su etimología de origen incierto, pero pudiendo provenir tanto del árabe (firis), del latín (aquilifer), y hasta del hebreo (pharaz), significando en todos los casos, un joven y aguerrido caballero, encargado de portar el pendón o estandarte, en el primero, el águila de las legiones romanas en el segundo y jefe militar, en el tercero.


En el caso del Sargento, su origen es también confuso, aunque muchas fuentes consideran que proviene del vocablo de raíz latina serviens, [...] hombre asalariado, asoldado, soldado, deformado luego por el francés en el término servient o sergient, cuyo significado está dado por el empleo de velar por las armas y los caballos del caballero.

En cuanto al Cabo de Escuadra o Cabos de Tercios, era quien encabezaba una Escuadra o fracción de la Compañía, pudiéndose encontrar el origen de este término, en el mismo que el del Capitán.

Los cabos de los Tercios


El oficio de cabo no es mencionado hasta la creación de los tercios bajo la denominación de cabos de escuadra. Este empleo surgió de la necesidad por parte de los capitanes de las compañías de disponer de gente de confianza que garantizasen el buen orden y la disciplina en los mil y un asuntos que, a diario, había que resolver. 

De hecho, en las patentes reales de los primeros tiempos de los tercios sólo se mencionan a los capitanes y los cabos, siendo los alféreces y sargentos rangos surgidos a posteriori.

El puesto de cabo de escuadra no se alcanzaba mediante un escalafón, sino que era confiado a discreción por el capitán de la compañía a los veteranos más fiables y que se distinguían por su buena conducta y que igual se otorgaba que, si con el paso del tiempo no mostraba ser merecedor del mismo, se quitaba. 

Cabo de escuadra armado con espada y partesana
En cualquier caso, había que acreditar al menos cinco años de servicio para optar al cargo. Obviamente, todo el que era nombrado cabo aspiraba a ir siempre un poco más allá y labrarse una carrera provechosa en el servicio de las armas, así que su siguiente meta era llegar a sargento, para lo cual debía permanecer al menos un año como cabo. Cuando hizo su aparición el grado de sargento, los cabos de escuadra pasaron a depender de estos en vez del capitán de la compañía.

Así pues, ser cabo no era un empleo en sí mismo, sino una especie de hombre de confianza del capitán. De hecho, su soldada era la misma que la de un piquero o un arcabucero, según fuese cabo de unos u otros, si bien el cargo conllevaba una ventaja como ya se mencionó en la entrada sobre los piqueros. 

Como distintivo de su rango portaba una partesana, aunque si lo estimaba oportuno utilizaba el mismo armamento que su escuadra, ya fuese la pica, el arcabuz o el mosquete. Ejercían el mando sobre una escuadra que, en teoría, era una cuarta parte de una compañía, o sea, 25 hombres. Sin embargo, estas escuadras estaban nutridas en la práctica por cinco o seis, y generalmente casi nunca más de doce.

Aunque su rango era el más ínfimo de la compañía, no por ello tenían gran importancia tanto en cuanto sus ocupaciones eran múltiples: entrenar a su escuadra en el uso de las armas, organizar las camaradas, cuidar del estado de policía de su gente, impedir violencias con las mujeres o civiles en general, duelos y pendencias entre ellos y, en definitiva y sobre todo, mantener la disciplina. 

Capitán de los Tercios
Esto último no era moco de pavo en un ejército en el que sus componentes se daban todos aires de grandeza, muchos eran hijosdalgo o incluso nobles (ser noble no implicaba entrar de oficial como ocurrió después), y eran por norma muy puntillosos en lo tocante a su honra, su honor y la opinión, no dudando en meter mano a la espada por cualquier cosa baladí si consideraban que eso les humillaba.

Así pues, y siendo el cabo en cierto modo un soldado más, tenía vedado castigar directamente a su gente, teniendo que dar parte al capitán de la falta cometida y que él decidiera o transmitiera el caso al barrachel del tercio. Obviamente, hablamos de castigos por faltas en lo tocante a las ordenanzas ya que nadie toleraba que fuesen por cuestiones que no concernieran a lo tocante al buen servicio a su capitán y el rey. Como dato curioso, no se podía castigar a un soldado con un azote, ya que eso era considerado como algo infamante, sino golpeándolo con el plano de la espada. 

Por lo general, se consideraba que los cabos no debían estar casados, ya que ello les impediría formar camaradas(1) con su escuadra. En los tercios se buscaba constantemente establecer una profunda relación de camaradería entre sus miembros, y de ahí que, siendo solteros, tuvieran más fácil el constante contacto con sus hombres. Por otro lado, así se evitaban peligrosas tentaciones, que eso de catar hembra ajena estaba a la orden del día y no se cortaban un pelo a la hora de poner cuernos al mismísimo maestre de campo si se terciaba. 

Acantonamiento de un Tercio
Finalmente, debían cuidar de la distribución de municiones, provisiones y demás bastimentos, procurando siempre ser equitativos en el reparto. Así mismo, cuando los furrieles repartían las boletas para pernoctar en cualquier población, procurar que su escuadra no robase, ni cometiesen desmanes tanto en las personas como en sus bienes. En fin, como se ve, aquello debía ser un sin vivir teniendo que lidiar a diario con una tropa de elementos con más ínfulas que un infante de Castilla y, en muchas ocasiones, sumamente cabreados por los sempiternos retrasos en el cobro de sus haberes y ventajas.

A medida que pasó el tiempo fueron surgiendo diferentes tipos de cabo en base a la función que desempeñaban. El más significativo era el denominado cabo de guzmanes, que mandaba la mejor escuadra de la compañía y por ello tenía una ventaja de dos escudos al mes. Además, fueron creándose los cargos de cabo de ronda, de presos, de gastadores, de guardia, etc., perdurando muchas de estas denominaciones actualmente, como recordarán los que tuvimos el honor de servir a la Patria cuando el servicio militar era obligatorio. 


Nota 1. Las camaradas eran los alojamientos para las tropas cuando estaban acantonadas.  La palabra viene a querer decir compartir cámara, y de ahí es de donde proviene el término camarada o camarada de armas al referirse a los compañeros de unidad.


Coronelias.

En el S. XVII se constituyeron cuerpos denominados Colunelas, (columnas), al mando de un Collunelo o Colonel (vocablo de origen itálico, del que deriva el nombre, utilizado para el mismo grado en las organizaciones militares italiana, inglesa y francesa y el de Coronel, en la española).



El Gran Capitán  recorriendo el campo de la Batalla de Ceriñola
 (Federico de Madrazo y Küntz)
Uno de los organizadores de las nuevas unidades fue Gonzalo de Ayorallamado por su excelencia en la guerra el Gran Capitán.

No tenía un número fijo de capitanías, sino que se agrupaban en el comienzo de las campañas y al terminar, se volvían a separar. De esta manera, el número no era fijo pero no excedían de 1.500 ni bajaba de 800, siendo lo normal, 1.000 hombres. 

Poco tiempo después, estas reformas, junto con las de Gonzalo Fernández de Córdoba darán lugar a la Coronelía. 

La Coronelía estaba formada por 10 "compañías" o "batallas", de 500 hombres, divididos en 200 piqueros ordinarios, 100 arcabuceros y 200 rodeleros. Además había 2 compañías de piqueros "extraordinarios".

Coronelía
1 Coronel
12 Capitanes
12 Alféreces
60 Cabos de batallas
600 Cabos de a diez
12 Tambores
2000 piqueros (incluyendo los cabos de a 10).
1000 piqueros extraordinarios (incluyendo los cabos de a 10)
2000 rodeleros (incluyendo los cabos de a 10)
1000 arcabuceros (incluyendo los cabos de a 10).

El ejército se componía normalmente de 2 Coronelías (o escuadrones que también recibía a veces este nombre), al mando de un Capitán General.
El ejército contaba con un escuadrón de 300 jinetes ligeros y 300 hombres de armas por Coronelía. En total un ejército estaba formado por 12.000 infantes y 1.200 jinetes.
Itegrantes de una Coronelia
Esta organización era la teórica, lógicamente en campaña era difícil de mantener y tampoco era rígida. 

Estas agrupaciones normalmente tenían la duración que tuviera la campaña y luego se disolvían, pero la experiencia demostraría la conveniencia de mantenerlas reunidas en forma permanente, para garantizar la integridad del país.

Con arreglo a estas experiencias, hacia 1504 / 1505, se organizaron veinte Colunelas con un efectivo de 800 a 1500 hombres en total, cuyos jefes recibieron la denominación de Cabos de Colunelas. El conjunto de estas, se ponía a órdenes de un Coronel General (por mandar la totalidad o generalidad de las colunelas).

Siempre en la idea de lograr una mayor unidad y fuerza, en 1534, se operaron en España, importantes reformas, particularmente en el arma de infantería.


Se organizaron unidades denominadas Tercios, compuestas por tres coronelías, o colunelas, las que en lugar de 20, contaron con 12 compañías de 200 hombres. Las coronelías continuaron al mando de un coronel y la jefatura superior, la desempeñó un jefe con el título de Maestre de Campo.


Maestre de Campo
Aparece también el Sargento Mayor, jerarquía superior a la de Capitán, pero que no constituía escalón obligatorio para que éste ascendiera a Maestre de Campo. Desempeñaba funciones administrativas y se convirtió en el Segundo Jefe de los Tercios durante los siglos XVI y XVII.

Así como el lugar en el que los sargentos desempeñaban sus misiones, se denominaba Sargentía o Detall, el lugar o local en el que el Sargento Mayor desarrollaba las suyas, se comenzó a llamar Mayoría o Tenencia Coronela , puesto que allí se llevaban a cabo las tareas que el Maestre de Campo, delegaba en el Sargento Mayor, de donde es fácil deducir, que éste es el origen del grado de Teniente Coronel.

El grado de General proviene de la misma época, en que – como ya hemos visto, surge la necesidad de poner un mando superior, sobre la generalidad o totalidad del ejército. 

De esta forma y particularmente en los ejércitos de tradición anglosajona, el cargo de General , transformado en grado, fue agregado a los ya conocidos de Teniente, Capitán, y Coronel, surgiendo así, los grados de Teniente General, Capitán General y Coronel General.

Al mismo tiempo, y siempre en las organizaciones militares anglosajonas, surgió la costumbre de agregar el cargo de Mayor, a algunos grados subalternos, para diferenciar determinadas funciones administrativas. Así, surgieron los grados de Capitán Mayor (actualmente, Mayor) y Sargento Mayor.

Este último, como vimos, en la organización militar hispana, era un cargo primero y luego un grado  de la jerarquía de Oficiales, creado para establecer otro intermedio entre los capitanes y los tenientes coroneles.

Del mismo modo, puede encontrarse posteriormente entre las tradiciones y usos anglosajones, el grado de Sargento Mayor General, cuya posterior abreviatura y transformación en Mayor General, explica el por qué de la subordinación de éste último en aquellas, al Teniente General.

El nombre del grado de Mariscal, antiguamente usado en la organización española y también, en la anglosajona, deriva de dos raíces alemanas: Marah (caballo) y Scalc (cuidador, sirviente). De allí, que en algunos ejércitos, como el italiano, sea un grado de la jerarquía de suboficial y paradójicamente, también, como lo explicamos más detalladamente abajo, en los más altos grados de la jerarquía de oficiales.

En las antiguas tribus teutónicas que invadieron al Imperio Romano, el principal sirviente de los jefes tribales, era su “maestro de caballos”, o Marah Scalc. Cuando estos jefes se convirtieron en reyes de los territorios conquistados, estos sirvientes, devinieron en “oficiales de la corte” y en tiempos de guerra, en los jefes o capitanes de la caballería.

Field Marshall
Con el correr del tiempo, en algunos países y particularmente en Gran Bretaña, el título derivó en una función o cargo administrativo civil, policial y protocolar, propia de un territorio o condado, (Earl Marshall), otro, en un grado militar, el Mariscal de Campo (Field Marshall) y también, en cargos / grados de la más alta jerarquía militar: Mariscal de Italia, por ejemplo.

Durante el S. XVII, en los países anglosajones, cuando los ejércitos se convirtieron en organizaciones permanentes del estado, la concesión de los grados constituía una prerrogativa real, usualmente conferida mediante una comisión del rey sobre personas de confianza o especialmente recomendadas.

Normalmente debía esperarse un turno para obtener estas comisiones, tiempo durante el cual, se desempeñaban grados menores dentro de las unidades, dando lugar a los llamados cargos de oficiales no comisionados (non commissioned o fficers o NCO), cargos o grados que en la organización militar hispánica tuvieron los llamados clases y posteriormente, los suboficiales.

En Gran Bretaña, los grados comisionados o cargos de oficiales podían ser vendidos, cosa que se acostumbró hasta 1870, como una práctica sobreviviente de la época de los ejércitos mercenarios. Solamente permanecían siendo designados, los grados del generalato, como el resto de los grados en otros ejércitos

Durante el S. XIX, la mayoría de los ejércitos, comenzó a aplicar el sistema de promoción o ascenso de oficiales, mediante exámenes de suficiencia y cursos de perfeccionamiento y entrenamiento. Quienes los superaban, inmediatamente eran distinguidos con una garantía que los promocionaba cuando se producían vacantes en los grados superiores. 

Esto también se convirtió en costumbre, al designar como garantizados (warrant), a los oficiales no comisionados (NCO) o suboficiales más antiguos, figura que se mantiene en algunos ejércitos como el norteamericano, que designa de esta manera (warrant officers), a una jerarquía del personal militar, intermedia entre los oficiales y los suboficiales.

Hacia principios del presente siglo, el sistema de graduación de los oficiales, se estandarizó en la mayoría de los ejércitos, con algunas variantes entre uno y otro país, como por ejemplo, el grado de Mayor, que entre otros, se denomina Comandante , en el español y en el francés, nombre con el que en nuestro ejército y en muchos otros, se denomina a un cargo en el que se ejerce el comando, de mayor nivel que una jefatura.

A su vez, para los grados del generalato, el ejército francés y muchos otros, pertenecientes a países latinos, adoptaron el patrón napoleónico, de agregar la magnitud del elemento comandado: General de Brigada, General de División, etc.

Otras complicadas jerarquías también fueron adoptadas por algún tiempo, por ejércitos como el ruso y otros de países de su órbita, que luego fueron derogadas para adoptar el estilo común ya nombrado y generalizado.

Por último, no puede omitirse la mención del elemento esencial de cualquier ejército: el Soldado. El origen de su nombre se puede encontrar en la baja latinidad, en el término “solidum”, que significa sueldo o dinero y del que derivó “soldatus”, o persona asalariada. Posteriormente, a esta palabra universal, la encontraremos dentro del antiguo léxico militar español, acompañada de adjetivos calificativos, que le proporcionaban a la original, una mayor jerarquía: Soldado Aventajado y Soldado Distinguido.

Otro término de significado semejante, será el de Muchachos, con el que conocía a los actuales Aspirantes de nuestros institutos de reclutamiento. No podemos en esta escala jerárquica, dejar de lado, al grado de Dragoneante. Su nombre proviene de un antiguo verbo español (dragonear), que señala al que accidental o interinamente ejerce funciones de un empleo superior. En nuestro Ejército, este grado lo han llevado los Soldados Conscriptos que se distinguían por sus virtudes personales y militares, siendo conocidos en el mismo sentido, como Cabos Conscriptos.


GRADOS EN LA POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA


Para hablar del origen y evolución histórica de los grados que actualmente ostenta  la Policía Nacional de Colombia, debemos remitirnos al momento mismo de creación de la Institución en el año de 1891, por parte del señor presidente CarlosHolguín Mallarino quien sancionó la Ley 23 de 1890 y expidió el Decreto 1000 del 5 de noviembre de 1891, sendos documentos que dieron el origen de la Policía Nacional. 

Con esta base firme, se encarga para su organización al funcionario francés Juan María Marcelino Gilibert, quien gracias a su experiencia, tras una ardua actividad y en corto tiempo, logra conformar el primer cuerpo de Policía, para con fecha 15 de diciembre de 1891, convertirse en el primer director del cuerpo de Policía.







El Decreto 1000 de 1891, se convirtió el el primer Decreto Ejecutivo sobre organización de la Policía Nacional, en virtud de los dispuesto en el artículo 1 de dicho precepto, el Ministerio de Gobierno dictó el primer Reglamento General de la Policía Nacional de Bogotá, con fecha 12 de diciembre de 1891. Este Reglamento fue publicado en folleto, en edición oficial (Imprenta Nacional), en 1910, el cual en su artículo 144 establecía:






Marcelino Gilibert, una vez asumida la Dirección General de la Policía Nacional, procedió a dictar un reglamento, aprobado el 12 de diciembre de 1891, que rigió la organización hasta el año de 1912, cuando fue modificado por el entonces, y nunca bien ponderado Gabriel González.
Uniforme de Gilibert, ostentando su grado en las mangas del uniforme a la altura de las manos

El cuerpo quedaba estructurado, en tal momento por seis divisiones, cada una de ellas con dos subdivisiones y cada subdivisión con dos secciones.

En el reglamento se estableció que la Policía tenía por misión la de conservar  la tranquilidad pública, protegiendo a las personas y a las propiedades, así como salvaguardando los derechos y garantía que tanto la Carta Constitucional como las leyes reconocían. Igualmente debía velar por el cumplimiento de la leyes y  las disposiciones emanadas de las autoridades y prevenir la comisión de delitos y contravenciones, mediante la efectiva aprehensión de los infractores. La Policía sería imparcial y actuaría sin acepción de personas, salvo las inmunidades que señalaban la Constitución, la Leyes, el derecho internacional y los tratados públicos.



Uniforme con grados utilizados durante la época de Gilibert

Tal reglamento era, en detalle, una buena serie de pautas de conducta, disciplina, moral y ética. Además se instruyó previamente al personal que iniciaba  sus funciones el 1º de enero de 1892, día en el cual la Policía Nacional desfilo en Bogotá, con uniforme similar al francés , frente al presidente Carlos Holguín y su gabinete ministerial.

Juan María Marcelino Gilibert selecciono al personal de la institución de manera admirable; a la Policía no tenía entrada sino jóvenes distinguidos, de buena ilustración, que tuvieran facilidad para interpretar a conciencia  los deberes a su cargo.


Las directivas superiores de la Policía estuvieron integradas así: el director general, Juan María Marcelino Gilibert; el subdirector general, coronel Pedro María Corena; secretario de ambos, respectivamente, Antonio María Osorio y el mayor Pablo Martínez; el servicio de correspondencia con dos escribientes; un habilitado, Camilo Caro, y como secretario José Posada T.

Posteriormente en el año de 1896, se dictó el Decreto 10 del 21 de enero de dicho año el cual aumento la planta de personal de la Policía Nacional, pero es con el Decreto No. 230 del 8 de mayo de 1899 es que verdaderamente se organizó la Policía así:





En 1914, estando como Director de la Policía Nacional el Doctor Gabriel Gonzales Restrepo. se expide un nuevo Reglamento General de la Policía Nacional el cual estableció las siguientes jerarquías Institucionales:






características de los uniformes y sus grados 



Estando como Director de la Policía el Doctor Tulio Rubiano, se expide el Decreto no. 1934 de 13 de marzo de 1934, donde se estableció la jerarquía de los Oficiales Superiores, seguidamente en el año de 1935 mediante el Decreto Legislativo No. 2014 de noviembre 14,  en virtud de este decreto y por primera vez se remplazó o sustituyó la denominación de los oficiales de la Policía, de Comisarios por la de los grados o títulos existentes en el Ejército de Colombia. cambio que se logro siendo Director de la Policía el Doctor Alejandro Bernate.
  









Grupo de Comandantes de la Policía durante la Dirección del Doctor Alejandro Bernate en el año de 1935.




características de los uniformes y sus grados para 1937
El Doctor Alejandro Bernate como Director de la Policía Nacional expidió la Resolución No. 59 del 23 de febrero de 1937, por la cual se crea la Junta Calificadora de Oficiales y Suboficiales de la Policía Nacional, cuyo texto citaba:



Paralelamente, con fecha 17 de febrero, se dicta el Decreto No.395 de 1937, firmado por el presidente Alfonso Lopez, en el cual se determinaba el orden Jerárquico en la Policía Nacional.




Para el año de 1938 se expidió un nuevo Reglamento de Uniformes y Equipo para la Policía, fue uno de los más completos, detallado y minuciosamente elaborado, establecido por la Dirección General, mediante Resolución 66 de 1938 y aprobado por Decreto Ejecutivo 28 de 1939. para esa fecha se encontraba con director de la Institución el señor General Alfredo Azuero Arenas.







característica de los grados según el nuevo reglamento.


Elementos complementarios de los uniformes de Policía


Decreto de ascenso a personal de la Institución, documento donde se puede observar las diferentes escalas jerárquicas existentes para el año de 1939




Grupo Directivo de la Policía Nacional




Grupo de Capitanes  de la Policía Nacional




Grupo de Tenientes  de la Policía Nacional



Grupo de Subtenientes  de la Policía Nacional


Para el año de 1946, mediante el Decreto No 1021 del 2 de abril, se reglamento la carrera del personal de la Policía Nacional, documento que fue firmado por el señor Alberto Lleras Camargo quien fungía como Presidente de la República para la fecha. 


El estatuto de la carrera del personal  uniformado trajo como innovaciones: la ampliación del escalafón hasta el grado de Comandante; los comandantes segundos que aspirasen al ascenso, fuera de los requisitos comunes, debían “presentar una tesis sobre temas que interesen a la Policía” norma que, con algunas variantes, sigue subsistiendo para varios grados de la escala jerárquica policial; estar soltero y ser bachiller para optar el grado de teniente segundo; que los tenientes segundos y primeros necesitarían para ascender la aprobación de unos “cursos de especialidades necesarios a la Policía Nacional , en establecimiento de carácter militar, técnico o universitario” , para reemplazas así los cursos de perfeccionamiento que se le había programado a la Escuela General Santander.

Con el Decreto 475 de 1946 (febrero 14) se reglamento la Ley 74, principalmente en cuanto a los siguientes aspectos: el derecho de gozar de la prima de alojamiento se reconocería mediante una resolución motivada que debía dictar la Dirección General de la Policía Nacional; exigir la condición de ser legítimos a los hijos de los funcionarios de la Policía, para que, en los casos de menores de edad, pudiesen gozar de un aumento en un 2% del sueldo devengado por la prima mensual de alojamiento; establecer el procedimiento probatorio para la filiación;  señalar las causales que hacen perder el beneficio de esta prima; autorizar a la Dirección General de la Policía para investigar, breve y sumarialmente, las condiciones de vida de los favorecidos, lo cual podría dar  a causar la revocatoria o reforma de la resolución que concedía aquella prestación.

Otra disposición que marca un hito prestacional y que rigió por largo tiempo, fue el Decreto 981 de 1946 (marzo 29) con el cual se reorganizó la Caja de Protección Social de la Policía Nacional, definida por el artículo 1º del mismo, como una “entidad autónoma de carácter oficial, con patrimonio propio, independiente de los bienes y fondos del Estado, a cuyo cargo está el reconocimiento y pago de las prestaciones indicadas en la Ley 74 de 1945, las que contempla el presente decreto y las adicionales que llegaren a restablecerse a favor de los empleados y obreros afiliados a la Caja. 





El estatuto de la carrera del personal  uniformado trajo como innovaciones: la ampliación del escalafón hasta el grado de Comandante; los comandantes segundos que aspirasen al ascenso, fuera de los requisitos comunes, debían “presentar una tesis sobre temas que interesen a la Policía” norma que, con algunas variantes, sigue subsistiendo para varios grados de la escala jerárquica policial; estar soltero y ser bachiller para optar el grado de teniente segundo; que los tenientes segundos y primeros necesitarían para ascender la aprobación de unos “cursos de especialidades necesarios a la Policía Nacional , en establecimiento de carácter militar, técnico o universitario” , para reemplazas así los cursos de perfeccionamiento que se le había programado a la Escuela General Santander.

Con el Decreto 475 de 1946 (febrero 14) se reglamento la Ley 74, principalmente en cuanto a los siguientes aspectos: el derecho de gozar de la prima de alojamiento se reconocería mediante una resolución motivada que debía dictar la Dirección General de la Policía Nacional; exigir la condición de ser legítimos a los hijos de los funcionarios de la Policía, para que, en los casos de menores de edad, pudiesen gozar de un aumento en un 2% del sueldo devengado por la prima mensual de alojamiento; establecer el procedimiento probatorio para la filiación;  señalar las causales que hacen perder el beneficio de esta prima; autorizar a la Dirección General de la Policía para investigar, breve y sumarialmente, las condiciones de vida de los favorecidos, lo cual podría dar  a causar la revocatoria o reforma de la resolución que concedía aquella prestación.


para el año de 1952, mediante Decreto 0645 del 3 de marzo de (siendo Presidente Roberto Urdaneta Arbeláez por retiro del doctor Laureano Gómez, por quebrantos de salud), se expide el decreto por el cual se cambian los grados en la Policía Nacional.







Año de 1953, llega a la Presidencia de la república de Colombia el Teniente General Gustavo Rojas Pinilla.




El Coronel Rojas Scarpetta y el señor Presidente Rojas Pinilla




Una de las primeras preocupaciones del nuevo presidente fue restablecer la confianza de la ciudadanía en las Fuerzas Armadas y principalmente en la Policía Nacional, a la cual se sindicaba de tantos y muchas veces violentos procedimientos que lesionaban a los opositores del gobierno conservador. 

Impartió instrucciones al coronel Rojas Scarpetta, entonces Director de la Policía Nacional, para que fuera proyectando la reorganización del cuerpo; designo al capitán Telmo Acevedo como director del SIC (Servicio de Inteligencia Colombiano), a petición del coronel Rojas Scarpetta, dada la gran estima y confianza que tenía en él. En su ánimo de darle a la Policía un tratamiento igualitario a las otras Fuerzas, nombró al Mayor Bernardo Echeverri Ossa  como el primer edecán presidencial de la Policía Nacional. 

Tanto fue el  interés del presidente por darle a la Policía una imagen diferente ante el país y por terminar las rencillas muy frecuentes con otras Fuerzas Militares, que el 10 de julio de 1953, o sea, un mes antes de haberse hecho cargo de la Presidencia, dictó el Decreto 1814 mediante el cual modificó la estructura del Ministerio de Guerra, suprimió el Comando General de las Fuerzas Militares y creó en cambio el Comando General de las Fuerzas Armadas  e incorporó la Policía Nacional como el cuarto componente de esas Fuerzas, integradas por el Ejército, la Marina, la Aviación y, ahora la Policía Nacional. 




Este decreto sustrajo, pues, a la Policía del Ministerio de Gobierno, al cual había estado adscrita desde  su fundación en 1891, con breves períodos-durante las guerras civiles de 1895 y 1898 y, por algún tiempo, en el gobierno del general Rafael reyes- en lo que, por razones de orden público, pasó transitoriamente a formar parte del Ministerio de Guerra.



La noticia fue recibida con alborozo por lo colombianos y con alivio por integrantes de la Policía Nacional. no puede olvidarse que este Cuerpo  era un emparedado entre dos partidos tradicionales, usado y abusado sectariamente por el partido de turno en el gobierno para golpear al opositor.  Por lo demás, los frecuentes roces por celos entre las Fuerzas Militares y la Policía, colocaban a ésta en una Capitis diminutio, (Expresión latina equivalente a "disminución de capacidad“), que la perjudicaba en su operatividad y en el tratamiento económico  inferior a los sueldos y prestaciones sociales que regía en aquéllas. 

Ya en condiciones de paridad, la Policía adquiría un Status de responsabilidad, pues bajo la jurisdicción militar se convertiría en una institución técnica que se libraba de las servidumbres de los políticos, aunque, infortunadamente, podría caer en el extremo de un exagerado militarismo, perjudicial para el manejo de las relaciones cívicas con el pueblo.

El Decreto 1814 fue aclarado  días después por el Decreto 3220 que rezó: “Las Fuerzas Armadas están constituidas por las Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Policía. Las Fuerzas Militares  son el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea”. 

Cabe anotar, que el posicionamiento de la Policía Nacional como una fuerza autónoma, permitió de una vez por todas determinar sus grados jerárquicos tanto para oficiales como suboficiales.  


 La Junta  Militar y la Policía (1957-1958)


Iniciado el 10 de  mayo el período de la Junta Militar e Gobierno como consecuencia de la caída del general Rojas Pinilla de la Presidencia, la Policía continuó sus actividades sin mayor alteraciones institucionales. El general Deogracias Fonseca, que antes de aquella fecha era director general de la Policía, al asumir el cargo de miembro de la Junta Militar continuó orientando los destinos de la Institución. 


Poco después, el coronel del Ejército Quintín Gustavo Gómez ocupó la Dirección de la Policía. En manos suyas  el cuerpo policial sufrió otra de sus crisis que, si bien por algunos aspectos fue bochornosa, por otros fue motivo para que la Policía se enrumbara definitivamente por caminos más seguros y profesionalizados, que le abrieron promisorios  horizontes dentro de las instituciones nacionales.


Un dato importancia para la Institución policial fue la gestión del Doctor Alberto Lleras Camargo, quien se convertiría en el primer mandatario en ocupar la presidencia de la República después del Frente Nacional, su administración se caracterizó por acontecimientos de gran valor histórico para la Policía Nacional, toda vez, que a través de la Ley 193 de 1959 (Reglamentada por el Decreto No. 1217 del 15/05/1962) el Gobierno Nacional dispuso que la Nación desde el 1 de enero de 1960, tendría a su cargo el sostenimiento, dotación y pago de los sueldos de la Policía Nacional en todo el territorio de la República. 

El significado de esta Ley fue transcendental ya que estaba orientada hacia la nacionalización de la Institución, condición indispensable de su unidad de acción y de doctrina, perdiendo valides todos las unidades de Policía departamentales y municipales las cuales pasaron a depender a partir de esa fecha de la Dirección General de la Policía.

Otro hecho significativo para la Institución fue la promulgación del Decreto 0550 de 1960, por el cual la Policía Nacional fue objeto de reformas sustanciales no solo en la estructura orgánica sino en su direccionamiento y es por tanto que se estableció que la Institución debería ser presidida por un Director General el cual debía ser un Oficial de la Policía y no de otra fuerza, siendo este el directamente responsable ante el Ministerio de Guerra del cumplimiento de las funciones policivas en toda la nación.

Tal precepto, partió en dos la historia Policial ya que hasta el año de 1958 el cargo de Director de la Policía Nacional lo habían ocupado militares en actividad o en retiro, otros políticos y civiles, especialmente abogados como el director excepcional Gabriel González López en 1911; un  presidente de la república durante la junta militar de gobierno, el Mayor General Deogracias Fonseca Espinosa; y finalmente, para fortuna y consolidación institucional, policías profesionales, iniciando por el señor Teniente Coronel Saulo Gil Ramírez Sendoya quien después de haber hecho parte de la Infantería de Marina, el Gobernador de Bolívar lo nombro como Comandante de la Policía de ese departamento y el 1 de marzo de 1955 fue escalafonado como oficial de la Institución en el grado de Teniente Coronel.

Teniente Coronel Saulo Gil Ramírez Sendoya, asume como nuevo Director de la Policía Nacional el 8 de mayo de 1958.










Un aspecto importante que destacar es que el señor Coronel Saulo Gil Ramirez Sendoya, fue el primer oficial de la Policía Nacional en llegar a ostentar los grados de Brigadier General y Mayor General respectivamente, ya que todos los anteriores directores habían sido militares o en su defecto civiles.







 Ascensos y uniformes para la época











CREACIÓN DE LA ACADEMIA SUPERIOR DE POLICÍA


La entidad así enunciada aparece en la Policía Nacional como un paso de desarrollo en la formación que ha de darse en el Alma mater  a su oficialidad superior. 

Es el Decreto 349 de 19 de febrero de 1965, en su articulo 2, el qué dispone “ crease la Academia Superior de Policía”. Este curso deben adelantarlo y aprobarlo los oficiales, en el grado de mayor, de conformidad con el Estatuto de oficiales de la Policía Nacional.

Mediante la Resolución No. 2175 de mayo de 1964, fueron llamados por primera vez a esta academia los siguientes mayores, sin el plan de estudios, ni los exámenes, ni las exigencias que posteriormente se establecieron: LUIS H. VALDERRAMA NÚÑEZ, LUSI EDUARDO HERNÁNDEZ LEÓN, JOSÉ JOAQUÍN CHACÓN HERNÁNDEZ, MARCO VINICIO PRIETO REYES, RENÉ GORDILLO LOPERA, GERARDO ROJAS SERRANO, BERNARDO ECHEVERRI OSSA, FILIPO VILLAREAL REVELO, MARIO ERNESTO ÁVILA MORA, CARLOS JULIO CORTÉZ GRACIA Y FRANCISCO RODRÍGUEZ DELGADO.





Seguidamente en el año de 1965, que llega al cargo de director el señor Coronel Bernardo Camacho Leyva, primer oficial proveniente de la formación impartida en el seno de la Policía e integrante de la Primera promoción “Simón Bolívar” de la Escuela General Santander y en lo sucesivo a partir de esta fecha hasta la actualidad, este cargo ha sido desempeñado por los mandos naturales, es decir por oficiales egresados  de la Escuela de Policía  “General Santander”. Por lo tanto el año de 1965 se convertirá en el hito histórico  la Policía Nacional.




Decreto de nombramiento  del señor Coronel  Bernardo Camacho Leyva,  como Director de la Policía Nacional


Acto protocolario de entrega del bastón de mando  del señor Mayor General Saulo Gil Ramírez Sendoya al señor Coronel Bernardo Camacho Leyva





Otra fecha importante a citar dentro de la génesis de los grados en la Policía Nacional, se da para los años 80´s, cuando por primera vez en la historia Institucional un señor oficial llega a ostentar el grado de General de tres estrellas y este fue el señor General Víctor Alberto Delgado Mallarino, Director de la Policía Nacional durante el periodo comprendido entre los años de 1983 a 1986.





En 1985, recibió el ascenso al grado de General, que lo convirtió en el primer General (tres estrellas), en la historia institucional. Con casi 35 años de servicio y con fecha 8 de agosto de 1986 se retiró del servicio activo. Por voluntad del gobierno del entonces presidente de la República Belisario Betancur Cuartas fue nombrado embajador extraordinario y plenipotenciario, cargo que cumplió ante los gobiernos de Rumania y Argelia, desde 1986 hasta 1991. (primer oficial de la Policía que fue designado en un cargo diplomático).





Oficiales Generales que conformaron los altos mandos de la Policía Nacional en los años 80´s 





Seguidamente en el año de 1993, ocurre un hecho de trascendencia institucional y fue el ingreso por primera vez de un grupo de suboficiales a la Escuela de Policía “General Santander”  para hacer curso de  Oficiales. Ellos integrarían la Compañía José Antonio Galán. 

 







El 3 de diciembre de 1993, mediante Resolución No. 13876, se graduaron como oficiales, promoción "Coronel Alberto Ramírez Gómez" del curso de oficiales 065



Nueva Carrera del Nivel Ejecutivo de la Policía Nacional



En el año de 1993, siendo Director de la Policía Nacional el señor Mayor General Rosso José Serrano Cadena, la Institución fue objeto de una gran reforma, la cual trajo consigo la propuesta de crear la carrera del Nivel Ejecutivo teniendo como fundamento la Ley 62 de 1993, precepto que  en el numeral 1º del artículo 35, le otorgo facultades al presidente de la época el señor Cesar Gaviria Trujillo para hacerlo; quien mediante Decreto 41 de enero 10 de 1994 desarrollo la carrera; decreto declarado inexequible por la Corte Constitucional mediante Sentencia No. C-417/94 del 22 de septiembre.









Con la Ley 180 de 1995 (enero 13), el Congreso de Colombia, otorgó facultades extraordinarias al Presidente de la época Ernesto Samper Pizano, para desarrollar la Carrera Policial denominada "Nivel Ejecutivo"; el Decreto 132 de 1995 (enero 13), desarrolló la carrera del Nivel Ejecutivo, que estableció los grados, y los tiempos mínimos en los grados para el ascenso; este decreto fue modificado por el Decreto 1791 de 2000, mediante facultades otorgadas por el Congreso en la Ley 578 de 2000 al señor presidente Andrés Pastrana Arango.



Equivalencias y Homologación
Antes de la instauración de la carrera del Nivel Ejecutivo, la Policía contaba con tres carreras, de personal uniformado profesional, así: Oficiales, Suboficiales y Agentes; el Nivel Ejecutivo se concibió con el fin de suprimir las carreras de Suboficiales y Agentes empalmándolas en una sola carrera que contuviera a todos sus miembros, exceptuando la carrera de Oficiales que continuaba sin modificaciones; permitiendo al personal de Suboficiales y Agentes que lo solicitara, el ingreso al Nivel Ejecutivo, de acuerdo con las siguientes equivalencias:

Es de anotar, que la nueva carrera del Nivel Ejecutivo trajo implícita la modificación de las Insignias de los grados con relaciona a las ya existente para los Suboficiales de la Policía Nacional y que habían sido creadas en el año de 1952, mediante el Decreto 0645 del 3 de marzo.







Por primera vez en Colombia una mujer alcanza el grado de Brigadier General

Con la presencia del presidente de los colombianos, Álvaro Uribe Vélez, el jefe (e) de la Cartera de Defensa, General Freddy Padilla de León, los altos mandos de la Institución en cabeza del Director General de la Policía Nacional, Mayor General Óscar Adolfo Naranjo Trujillo, representantes del cuerpo diplomático, autoridades civiles, militares y eclesiásticas, el Gobierno Nacional fue ascendida en la Institución al grado de Brigadier General, la Coronel Luz Marina Bustos Castañeda, quien se convierte en la primera mujer en alcanzar ese rango en Colombia. 












PRIMER GENERAL DE CUATRO ESTRELLAS EN LA POLICIA NACIONAL

Con la presencia del Presidente de los colombianos, doctor Juan Manuel Santos Calderón, el jefe de la Cartera de Defensa, Doctor Rodrigo Rivera Salazar, al igual que el Alto Mando Policial, representantes del cuerpo diplomático, autoridades civiles, militares y eclesiásticas; el Gobierno Nacional ascendió al Director General de la Policía Nacional, Mayor General Óscar Naranjo Trujillo, al grado de General .






 Reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional (Resolución No. 3372 del 26 de octubre de 2009)








Finalmente, es importante citar que la Dirección General de la Policía Nacional actuando de conformidad con la Ley 1405 del 28 de julio de 2010, en la que se define la jerarquía de los Oficiales, Nivel Ejecutivo, Suboficiales y Agentes de la Policía Nacional, para efectos de mando, régimen disciplinario, Justicia Penal Militar, lo mismo que para todos los derechos y obligaciones, ha dispuesto modificar la Resolución 03372 del 26 de octubre de 2009, Reglamento de Uniformes, Insignias, Condecoraciones y Distintivos para el personal de la Policía Nacional.

En este sentido y con el propósito de fortalecer la institucionalidad y alinear nuestras insignias, se hizo efectiva la homologación de los grados de los señores Oficiales Generales de la Institución con los grados de los señores Oficiales Generales y de Insignia de las Fuerzas Militares de Colombia con su respectiva antigüedad, con lo cual se fortalece la imagen corporativa, los criterios de visibilidad y diseño que permiten armonizar la uniformidad en sentido integral, constituyéndose en uno de los lineamientos más importantes a considerar en el direccionamiento institucional en los siguientes términos.





























































































Paginas electrónicas consultadas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Escalaf%C3%B3n_militar_de_Colombia
http://sicer-policia.blogspot.com/2010/11/original.html
http://www.soldadosdigital.com/2009/militaria/militaria15-09-09.htm
http://razonyfuerza.mforos.com/827635/11087186-policia-nacional-de-colombia/




3 comentarios:

  1. Ante un eventual gobierno del presidente Gustavo petro es posible que los grados militares en la Policía nacional debe ser eliminados como parte de la transformación total de la Policía nacional además está institución podría ser retirado del ministerio de defensa para ser trasladado nuevamente al ministerio de interior a su vez se crea una nueva Policía nacional pero al estilo civil

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  3. En el programa de gobierno de Gustavo Petro dice
    Una Policía civil para la vida y la seguridad humana.
    El redimensionamiento de la Policía Nacional conforme al mandato constitucional implica que sea reubicada bajo el Ministerio de Interior o de Justicia (Alemania y Estados Unidos, son ejemplo de ello). Nuestra prioridad será recuperar, a nivel institucional y operativo, el carácter civil del cuerpo policial y de acuerdo con ello, redefinir sus funciones y prioridades, que incluyen el desmonte del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y el tránsito a una fuerza orientada a la solución pacífica e inteligente de conflictos.
    La reestructuración de la Policía Nacional debe contar con una amplia participación ciudadana que recoja tanto las experiencias como las propuestas, las particularidades de los territorios y la manera de enfrentar la corrupción al interior de la institución con un alto componente de veeduría ciudadana permanente en todas y cada una de sus actuaciones.
    La nueva Policía garantizará la convivencia y seguridad humanas, no cumplirá funciones exclusivas de las fuerzas militares,
    ni prestará servicios de escolta, o administrativos no relacionados con sus funciones constitucionales, como cargar maletas o hacer mercados.

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