Desde tiempos inveterados, la representación de la autoridad investida en los funcionarios de Policía ha reposado en su uniforme y especialmente en su placa de identificación, la cual se convierte en el símbolo por excelencia de la majestad que encarna el servidor policial, como insignia preeminente del ser policía, la placa de identificación garantiza que quien la ostenta, es el portador de las más acendradas virtudes y valores propios de quien es garante de la convivencia y el orden social.
La historia de la placa policial, cuyo objetivo principal es identificar plenamente a los miembros de la Institución, se remonta a la misma creación de la Policía Nacional de Colombia.
El 29 de enero de 1892, el acta No. 14, emanada por el entonces director general de la Policía Nacional, comisario especial Juan Maria Marcelino Gilibert Laforgue, ordena que los agentes porten la placa al lado izquierdo del pecho:
"Sobre la placa policial: los señores comisarios harán que los agentes de su dependencia lleven la placa en un mismo lugar, que deben apuntar a la levita al lado izquierdo del pecho, frente del botón a dos centímetros de éste, para que haya uniformidad en todos".
Uniformes de la época con sus respectivas placas |
Otro antecedente importante sobre este ámbito se da para el año de 1910, con la expedición del Reglamento General de la Policía Nacional, en el cual, se determina en su articulo 171 inciso antepenúltimo lo siguiente:
"...Ademas, cada Agente traerá al lado izquierdo del pecho una Plancha de cobre plateado que indique el numero de inscripción.."
Reglamento General de la Policía Nacional-1910 |
Características de las primera Placas de Identificación-Policía Nacional de Colombia |
Nacionalización del Servicio de Policía-1935.
Antes de continuar con la evolución histórica de la Placa de Identificación Policial, es importante ahondar un poco en el tema relacionado con la Nacionalización del Servicio de Policía llevada a cabo por el presidente Alfonso López Pumarejolo, evento que se convertiría en el preámbulo que conllevara a la Nacionalización de la Policía en el año de 1959, por parte del presidente Alberto Lleras Camargo.
Inicialmente hablare un poco de la Nacionalización del Servicio de Policía y para ello nos remitiremos a la época de la primera presidencia de Alfonso López Pumarejo, la cual ha sido denominada en Colombia como la “Revolución en Marcha”, cuya dinámica despertó a la nación de su prolongado letargo.
Inicialmente hablare un poco de la Nacionalización del Servicio de Policía y para ello nos remitiremos a la época de la primera presidencia de Alfonso López Pumarejo, la cual ha sido denominada en Colombia como la “Revolución en Marcha”, cuya dinámica despertó a la nación de su prolongado letargo.
La reforma constitucional de López inspiró e hizo cambiar de rumbo al país, y los colombianos se encontraron, sin pensarlo, con una patria optimista y más audaz.
La Policía recibió, como era lógico, los beneficios del pensamiento y de la acción del gran estadista y renovador, así pues, lo primero a que se acometió en el nuevo gobierno fue la instrucción a fondo de sus hombres y de la organización institucional, para ofrecerle al país un servicio que le cubriera sus necesidades con eficacia e imparcialidad.
Para ello se había obtenido del parlamento la expedición de la Ley 15 de 1935, por medio de la cual se facultó al gobierno para determinar la organización y fundiciones de la Policía, como igualmente, su dotación con material indispensable para garantizar un servicio eficaz.
Varios decretos se expidieron en desarrollo de esta ley:
El Decreto 2414 de noviembre de 1935 reestructuró las dependencias de la Dirección General y del Departamento de Vigilancia.
El Decreto 2414 de noviembre de 1935 reestructuró las dependencias de la Dirección General y del Departamento de Vigilancia.
A través de sus disposiciones se buscó el mejor estar de sus miembros y la prestación más efectiva de sus servicios.
El Decreto 1994 del 14 de noviembre de 1935, creo el Departamento Administrativo del Cuerpo de Policía, para manejar independiente y ágilmente los fondos, valores y elementos que se le asignaran y entregaran a las Cajas de la Policía Nacional.
El Decreto 1994 del 14 de noviembre de 1935, creo el Departamento Administrativo del Cuerpo de Policía, para manejar independiente y ágilmente los fondos, valores y elementos que se le asignaran y entregaran a las Cajas de la Policía Nacional.
La nacionalización del servicio de Policía:
Este evento crucial para la Institución se presentó siendo Director de la Policía Nacional el Doctor Alberto Pumarejo Vengoechea, quien logró a través de su gestión que por Decreto 1237 del 8 de julio de 1935 se dispusiera la nacionalización del servicio de Policía en los territorios nacionales y ademas se le dio atribuciones de jefes de Policía a los intendentes y comisarios.
Doctor Alberto Pumarejo Vengoechea |
Por lo tanto, dicha nacionalización trajo consigo diferentes uniformidades de policía, dentro de las cuales se resalta que en cada circunscripción territorial, los cuerpos de policía allí existentes tuviesen su su propia Placa de Identificación Policial, donde se identificaba plenamente el departamento o especialidad, donde este personal estaba adscrito.
Otro aporte importante del doctor Pumarejo Vengechea, fue lograr que el Congreso de la República expidiera la Ley 15 de 1935, que autorizó al gobierno para reorganizar la Policía Nacional, aumentar el personal, reglamentar las áreas de oficiales, suboficiales y agentes, hacer dotaciones de materiales indispensables para garantizar un servicio eficiente, en esa Ley se recalca su dependencia del Ministerio de Gobierno.
También se estableció el oficial de guarnición y de servicio, con atribuciones precisas, además reglamenta la distribución de placas de identificación para agentes.
Orden del día de la Policía Nacional donde se dispuso la distribución de placas para agentes. |
Primeros pasos hacia la nacionalización de la Policía Nacional-Decreto 1715 de 1936.
Haciendo siempre uso de esas facultades, de la Ley 15, el gobierno dictó el Decreto 1715 del 18 de julio de 1936, que en realidad es el verdadero antecedente de la nacionalización de la Policía.
Decreto 1715 del 18 de julio de 1936 |
Es cierto que desde el mismo día de su creación en 1891 se vino hablando de la Policía Nacional, pero nunca antes de la expedición del Decreto 1715 se consideró con tanta seriedad el problema y, lo que es más importante, la disposición no quedó, como tantas otras, simplemente escrita, sino que de inmediato se inició su cumplimiento.
El país no disponía, por entonces, de recursos suficientes para asumir el pago de la totalidad de los cuerpos de la Policía y así, pues, se optó por empezar la nacionalización mediante contratos que debían suscribirse entre los gobernadores y alcaldes con el director de la Policía.
Esta modalidad permitió a los cuerpos departamentales y municipales extender su jurisdiccional a la totalidad del territorio nacional, con excelentes resultados en el desempeño de su misión para prevenir el delito y capturar sus responsables.
Tan acertada disposición fue inspirada por el entonces ministro de Gobierno, doctor Alberto Lleras Camargo, quien a lo largo de su carrera política y de sus actos de gobernante tuvo siempre en mente la eficacia del Estado de Derecho a través del orden y la seguridad, así como el buen manejo de las relaciones entre los ciudadanos y entre éstos y el gobierno.
Mistificación inconveniente
Cabe
dentro del contexto expresado hacer dos observaciones de carácter legal a las
normas expedidas que, de haberse concebido diferentemente en aquella época,
habrían podido evitar que afectaran la Institución.
En efecto, el Decreto 1715 de 1936, dijo en su articulo 1º <La
Policía Nacional es una Institución civil con régimen y disciplina militares,
que se rige por legislación especial y a falta de ella por el derecho común. El
objeto primordial de la Policía Nacional es conservar la tranquilidad pública
en cualquier lugar donde ejerza sus funciones, proteger las personas y las
propiedades; prestar el auxilio que reclamen las ejecuciones de las leyes y las
disposiciones del poder judicial y, en general, mantener el orden y velar por
el cumplimiento de la leyes y demás disposiciones nacionales>.
No se
presenta aquí, como puede advertirse de la simple lectura del articulo 1º, una
mayor diferencia con el texto consagrado en el articulo 1º de la Ley 41 de
1915, luego no se logró ningún avance jurídico-policial, lo cual contrasta con
los progresos técnicos del Cuerpo de Policía por vía de su organización.
Sin embargo, no
es de extrañarlo. Las facultades de derecho en Colombia jamás habían tenido en
sus curriculum de estudio las materias de Derecho de Policía ni de Derecho
Penitenciario, como tampoco de Política Criminal.
Por ello en este sentido, los juristas han improvisado sin coger vuelo ni profundizar en tan delicada materia, lo cual les ha impedido, cuando lo pretendieron, poner al país sobre el camino de una legislación policial y penitenciaria apta para avizorar las medidas de prevención que eviten el delito y resocialicen al hombre que delinquió, con un tratamiento que lo devuelva a la comunidad en estado de no perturbarla más.se incurrió, pues, en un desacierto que ha hecho maligna carrera al someter la Institución a <un régimen y disciplina militares>, quedando así la policía como un híbrido inextricable, cuando en el mismo articulo la define como una <Institución civil>. Aquí, como la cebra, no se sabe si es blanca con franjas negras o negra con franjas blancas, es decir, si la Policía es militar o es civil.
Se
extraña que en la clara concepción libre de estos tiempos de la “revolución en
marcha” se hubiera incurrido en semejante ambivalencia que, proyectada en el
devenir nacional, ha dado origen a confusiones y tareas perniciosas para la
Policía en su disciplina y en la mentalidad de sus integrantes, determinando
que alguno de sus miembros actúen con ímpetu agresivo en ves de hacerlo con la
compostura que manda las normas de la intervención policial. Este
desacierto se debe corregir. La Disciplina de la Policía no debe expresarse con
circunloquios, sino denominarse “disciplina policial”, indicativo de todas las
características y valores propios de una institución eminentemente civil.
La
segunda observación recae sobre el articulo
8 de la misma Ley, al disponer que <elaborado el escalafón de jefes,
oficiales y suboficiales, no podrán ingresar a la Policía Nacional, a prestar
servicios como tales, personas ajenas a la Institución, salvo en casos de
extrema gravedad, como conflicto exterior o conmoción interior. Los ascensos se
producirán exclusivamente dentro del
personal en servicio, de conformidad con los requisitos que establezca el
reglamento respectivo>.
La
norma anterior contradijo el avance que se había experimentado y vivido en el
conflicto con el Perú e igualmente, fue el semillero de futuros enquistes que,
con el pretexto <de la grave conmoción interior>, dieron al traste con al
seriedad del escalafón policial, pudiendo colocar la Institución en manos de
personas extrañas a su organización o descomponiendo su ordenamiento interno.
Esta
norma “borraba con el codo lo que se había escrito con la mano”, pues quedaba
destruido el esfuerzo de la formación policial que se estaba haciendo para ese
entonces, a la cual se le había puesto todo el interés, hasta el punto de haber
traído a la Misión Chilena que
desarrollaba sus programas por la misma época.
Piedra sillar de la Institución policial.
Con
base en el mismo Decreto 1715 de 1936 se dictó el Decreto 1277 del 7 de julio
de 1937, mediante el cual se fundó la Escuela General Francisco de Paula Santander, cuyas
enseñanzas debían convertirla en el Alma Mater de la Institución y a la que hoy
se deben el respeto, la admiración y la gratitud que los buenos ciudadanos
profesan a la Policía.
Dice
así el articulo 1º de aquel decreto: <Dependiendo de la Dirección General de
la Policía, créase la Escuela Nacional de Policía General Santander para la
formación y perfeccionamiento del personal de oficiales, suboficiales y agentes
de la Policía de la República. Este instituto funcionará como escuela de
iniciación para la preparación técnica del nuevo personal policial en los ramos
del servicio rural, urbano, aduanas, fronteras terrestres y marítimas,
ferrocarriles, sanidad, etc., y como escuela de aplicación para el
perfeccionamiento del personal actualmente en servicio>
En el
articulo 3º dispuso: <Con el fin de preparar a los oficiales y suboficiales
que ha de formar la planta directiva y de instrucción de la escuela de Policía,
autorizase al director general de la Policía para enviar al exterior, por el
término de 18 meses, una comisión de oficiales y suboficiales que en misión de
estudios practique en servicios de policía y haga curso de perfeccionamiento en
una escuela especializada en la materia. Esta comisión podrá ser integrada
hasta por un mayor, uno o dos capitanes, dos subtenientes y cinco
suboficiales>
Tan
acertada disposición fue inspirada también por el entonces ministro de Gobierno, doctor
Alberto Lleras Camargo.
El
presidente López “El viejo” fue grande, sacó de la oscuridad espiritual al
país, le dio nervio, lo hizo brioso y emprendedor. Se dice que los presidentes
imprimen carácter a la nación, si esto es cierto, eso explica que el país, como
López, emergiera agudo, perspicaz y trabajador.
Para evitar discusiones largas y estériles, él decía cortante:< Al fin, se hace o no se hace y si se hace se empieza o no se empieza>. Tenía fino olfato político, sabía escoger sus colaboradores. Descubrió una pléyade de jóvenes ilustres, en los ignotos socavones del pueblo, que fueron después luminarias del Estado tras haber pasado por el tamiz de su examen minucioso y largo, acompañado de su protección generosa y noble.
La Policía fue su hija consentida. Como estadista de quilates, sabía que los primeros valores, después de la vida, son la seguridad y la justicia. Se explica así el influjo pródigo de su gestión en el progreso extraordinario que registró la Policía Nacional.
Para evitar discusiones largas y estériles, él decía cortante:< Al fin, se hace o no se hace y si se hace se empieza o no se empieza>. Tenía fino olfato político, sabía escoger sus colaboradores. Descubrió una pléyade de jóvenes ilustres, en los ignotos socavones del pueblo, que fueron después luminarias del Estado tras haber pasado por el tamiz de su examen minucioso y largo, acompañado de su protección generosa y noble.
La Policía fue su hija consentida. Como estadista de quilates, sabía que los primeros valores, después de la vida, son la seguridad y la justicia. Se explica así el influjo pródigo de su gestión en el progreso extraordinario que registró la Policía Nacional.
Nacionalización de la Policía-1959
Breve Biografía.
Para hablar sobre la Nacionalización de la Policía, debo remitirme primero a la fecha del 4 de mayo de 1958 donde se llevaron a cabo elecciones populares, que eligieron al doctor Alberto Lleras Camargo como presidente de Colombia, éste derrotó con más del 77% de los votos al candidato de Rojas —el exparlamentario bogotano Jorge Leyva— y se convirtió por segunda vez en el mandatario de los Colombianos y en el primer presidente en ocupar este puesto después de la junta militar de gobierno que remplazó en la presidencia de Colombia al Teniente General Gustavo Rojas Pinilla.
Durante
su segundo mandato se convirtió en representante de la unidad nacional,
garantizando el éxito del pacto bipartidista y emprendió la recuperación del
país tras el gobierno militar. Dio gran apoyo a la educación pública e impulsó
la aprobación de la Ley de Reforma Agraria de 1959. En el campo internacional,
fue uno de los principales promotores, junto a John Fitzgerald
Kennedy, de la Alianza para el Progreso; asimismo, su gobierno rompió
relaciones diplomáticas con Cuba. Uno de los logros más importantes de la
Alianza en Colombia fue la creación de Ciudad Techo, hoy conocida como la
"localidad de Kennedy" en Bogotá.
Su
administración esta caracterizada por acontecimientos de gran valor histórico
institucional, nacionalizo
la Policía mediante la Ley 193 de 1959, con
esta misma norma se terminaron totalmente las policías departamentales y
municipales que por esta época existían en Colombia, las cuales pasaron a depender de la Dirección General de la Policía.
En el mismo precepto, el Gobierno asume el sostenimiento, dotación y pago de sueldos dela Policía en todo el
territorio de la
República. El
significado de esta ley fue trascendental ya que constituyó la nacionalización
cabal de la Institución ,
condición indispensable de su unidad de acción y de doctrina.
En el mismo precepto, el Gobierno asume el sostenimiento, dotación y pago de sueldos de
Se expidieron ademas normas que estructuraron definitivamente la Institucionalidad como el estatuto orgánico y reglamentos internos, se consolido el fuero penal militar para la Policía, se creo la academia Superior de Policía, se crearon las Escuelas de formación Eduardo Cuevas y Carlos Holguín, se crearon los Departamentos de Policía Chocó, Tolima y Meta y la inauguración del Centro de Adiestramiento de Perros.
Otra de las obras de esta dirección, fue la creación de la Sección de Policía Gorgona, Policía de Ferrocarriles y Turismo y la Academia Superior de Policía .
El avance en el área de comunicaciones fue valioso, se termino de instalar la red de télex en todo el país y se organizó la División de Transmisiones que manejaría el intercambio de comunicaciones institucionales .
Nombro capellanes para la Policía Nacional. Desarrollo programas de vivienda policial en todos el país a través de Instituto de Crédito Territorial y logro para la Policía el 10% de los planes de vivienda a nivel nacional con cómodas opciones de pago.
La Nacionalización de la Policía se logra también a través de la excelente gestión realizada el señor Teniente Coronel Saulo Gil Ramirez Sendoya quien fungía para esa fecha como Director de la Policía Nacional.
El Teniente Coronel Saulo Gil Ramirez Sendoya, nació
en el municipio de Guadalupe (Huila) el 2 de noviembre de 1914. La Junta
Militar de gobierno, mediante Decreto
0809 de 1958, con fecha 8 de mayo lo designo
como Comandante e las Fuerzas de Policía.
En
1943 la Escuela Militar incorporó gran cantidad de personal, con motivo del
conflicto con Perú; a partir de entonces se vinculo a ella. Su gusto por el mar
lo hizo gestionar su traslado a la Infantería de Marina en Cartagena, al
batallón de infantería, donde permaneció hasta el grado de mayor.
Luego
de su retiro de la Infantería de Marina, el Gobernador de Bolívar lo nombro
como Comandante de la Policía de ese departamento, el 15 de octubre de 1951. el
1 de marzo de 1955 fue escalafonado como oficial de la Institución, en el grado
de Teniente Coronel.
Como
comandante de Bolívar creó la Escuela de Policía Pedro de Heredia en el
municipio de Turbaco, la cual desapareció posteriormente. Uno de sus
principales propósitos fue la transformación de la Institución, su lema
“Instruir sin pausa”, lo llevó a reeducar al personal que era vinculado sin
ninguna clase de entrenamiento y capacitación.
Su
traslado del Departamento de Bolívar fue ordenado varias veces pero nunca lo
cumplió, por cuanto al comunicársele, el solicitaba el retiro, y entonces el
mando superior optaba por no trasladarlo, hasta tanto que llegó al Comando de
la Policía el Coronel
Quintín Gustavo Gómez y enterado de la situación ordenó
el traslado al Departamento 4 de la Dirección General.
El
Teniente Coronel Ramírez, solicito su retiro, pero el Coronel Quintín Gustavo
Gómez manifestó que se lo concedía siempre y cuando cumpliera la orden de
traslado, de lo contrario debía enfrentarse a un consejo de guerra. Se presento
al Bogotá, y tal seria su sorpresa que a los 8 días, cuando ocurrió el
levantamiento de la Policía Militar, el 2 de mayo de 1958, el mismo Coronel
Quintín Gustavo Gómez, le comunicó su nombramiento como Comandante de la
Policía de Bogotá. En esa unidad debió afrontar diversos disturbios del
personal de agentes e incluso de los comandantes de varias estaciones.
Un
acontecimiento digno de resaltar es el relacionado con la orden recibida de la
Brigada de detener al Capitán Armando Becerra, Comandante de la VI Estación.
El
director lo llamo para que se presentara, pero éste le solicitó presentarse al
otro día en la primeras horas de la mañana. Al día siguiente el Capitán Armando
Becerra se había asilado en la Embajada del Perú; pasado algún éste tiempo
regreso al país y fue nombrado como Senador de la República.
Al
sexto día de estar desempeñándose como Comandante de la Policía de Bogotá, fue
nombrado Comandante de las Fuerzas de Policía. Con la poca oficialidad con que
contaba y en grados subalternos cubrió los comandos de los departamentos. Su
misión inicial fue dar de baja al personal cuyo nombramiento no obedecía a las
normas de capacitación institucionales y reeducar a quienes estuvieran
dispuestos a acatarlas. La relaciones con los demás comandantes de las Fuerzas
Militares fueron difíciles. Siempre hizo respetar la Institución, su antigüedad
y su jerarquía.
El
10 de julio de 1958, llegó a la Policía la segunda Misión Chilena, con los
oficiales del Cuerpo de Carabineros Mayor Jorge Aranda, Capitán Braulio
Saavedra y Eduardo Gordon Cañas.
En
1964 ascendió al grado de Mayor General y después de 6 años, 10 meses y 20 días
le entrego el cargo de Director General al Coronel Bernardo Camacho Leiva .
Su gestión finalizó el 31 de marzo de 1965, luego de haber realizado una dinámica labor en beneficio de la Institución.
Cambio y unificación de la Placa de Identificación Policial-1959
Como
ya es sabido, hasta el año de 1959 la policía contaba con una serie de
divisiones y departamentos, cada una de estas unidades tenía su propia placa
policial, pues tenía autonomía para ello, es así como se encontraban placas con
leyendas como “Policía Nacional división Cundinamarca, Policía Nacional
división Atlántico, cuerpo de guardias de Antioquia, Policía Nacional
trasportes, Policía Nacional división servicios especiales, fuerzas de policía
división Choco, Policía Nacional Cauca”, entre otras, es decir cada división,
departamento o unidad diseñaba y ordenaba la fabricación de su propia placa
policial y lo hacía en número que requiera según la cantidad de uniformados que
tenía.
Placas usadas por los diferentes departamentos y unidades Policiales |
Fotografías de uniformados de los diferentes departamentos y unidades Policiales portando la placa de identificación en el Kepis y a la altura del bolsillo.
Unificación de una sola placa de identificación para el Personal de la Fuerzas de Policía.
Con fundamento a lo expuesto en la Ley 193 del 30 de Diciembre de 1959, el señor Teniente Coronel Saulo Gil Ramiz Sendoya, Director de la Policía Nacional, expidió la disposición numero 005 del 11 de febrero de 1960, a través de la cual se aprobó el Reglamento de Uniformes para el Personal de la Fuerzas de Policía, en el cual se dispuso el uso de una única placa de identificación policial, por lo tanto la multiplicidad de placas que se venían usando en antaño por las diferentes unidades policiales del país quedaron obsoletas.
Nuevo Reglamento de Uniformes para la Fuerzas de Policía |
La nueva placa estaba elaborada en una aleación de estaño y zinc, fabricada en un troquel que permitía establecer altos y bajos relieves plenamente definidos, dando un modelo rectangular con bordes definidos, en el centro sobrepuesta en un gran sol, esta exhibida la estrella de cinco puntas, sobre la cual está el escudo de la república de Colombia, seguida de un blasón en forma de cinta donde se observa la palabra “policía” y en la parte inferior la numeración consecutiva.
Nueva Placa Única de identificación policial |
Troquel de la nueva placa policial |
El porte de la nueva placa de identificación fue igual al que se le venia dando en antaño, en el Kepis y a la altura del pecho lados Izquierdo.
Porte de la nueva placa de identificación en el Kepis.
Sin
embargo, el porte de la placa de identificación en el Kepis fue
abolido años más tarde debido a las constantes perdidas de este elemento
por parte del personal que la usaba de esa forma; y por ello se estableció
definitivamente su uso en el uniforme a la altura del pecho lado izquierdo a
dos centímetros del bolsillo.
Fotografías policiales con la nueva placa de identificación.
Cambio de la Placa de identificación policial-1995
En el año de 1995, siendo Director de la Policía Nacional el señor General Rosso José Serrano Cadena, firma la Resolución No. 11187 del 19 de julio de 1995, por medio de la cual se autoriza al personal de Nivel Ejecutivo, Suboficiales y Agentes de la Policía Nacional el porte de la nueva placa de identificación policial.
La nueva placa constaba de un diseño elaborado en una aleación de cobre y zinc (a diferencia de la anterior que era en estaño y zinc), fabricada en una pieza integra donde resalta relieves altos y bajos su composición principal tiene que ver con dos círculos uno dentro del otro y en este espacio la leyenda “REPUBLICA DE COLOMBIA POLICÍA”, seguida de un blasón en forma de cinta donde se observa la palabra “policía”, dentro del circulo interior se exhibe la estrella de cinco puntas y sobre ella gravita el escudo de la república de Colombia y en la parte inferior lleva un rectángulo dentro del cual se expone la numeración.
Esta placa debido a su prolongado uso y el desgaste físico como consecuencia de aplicación de abrasivos para brillar la aleación de cobre y zinc, obliga a la Policía Nacional a dar inicio a una nueva generación de placas.
Este elemento del servicio al igual que la anterior, fue utilizado solo por funcionarios del nivel ejecutivo, suboficiales y agentes de la institución.
Fotografías de policiales con la nueva placa de identificación.
NECESIDAD
DE UNA NUEVA PLACA POLICIAL-2009
Para
el mes de agosto del año 2009, siendo Jefe del Grupo de identificación Policial
de la Dirección de Talento Humano el Intendente Jefe VICTOR HUGO BUSTOS RODRIGUEZ y
de soporte tecnológico del grupo el Intendente Jefe JESUS EDUARDO ORTIZ JIMENEZ, en
una de sus conversaciones identifican cuatro falencias que presenta la que para
la fecha era la placa de identificación policial resumidas de la siguiente
forma:
1.-
Un importante número de placas extraviadas.
2.-
Placas ilegibles como consecuencia de la aplicación de abrasivos y el desgaste
lógico de las mismas.
3.-
Fabricación de las placas con tecnología que en su momento fue de punta, pero
para el año 2009 es poco segura.
4.-
La nueva placa debería tener un valor agregado (el chip).
Al
analizar la problemática planteada, la única opción era presentar al mando
institucional una nueva placa de identificación policial que supliera estas
necesidades.
Los
dos mandos ejecutivos, realizaron una visita al museo de la policía, con el fin
de identificar las historia de este importante elemento y una de estas placas
llamaron profundamente la atención, la placa “policía nacional cauca” y sobre
ella, el Intendente Jefe VICTOR HUGO BUSTOS RODRIGUEZ centró la atención, un primer
boceto permitió retomar aspectos
importantes de las placas que la antecedieron y resume de forma física la
historia e identificación policial, como quiera que no se desconoció las placas
anteriores y contrario a ello se busco que la tercera generación de placas
policiales mantuviera aspectos físicos de cada una de las placas anteriores.
Este
primer boceto realizado por integrantes del grupo de identificación policial,
no estaría lejos de lo que hoy es la placa de identificación policial, sin
embargo los aportes importantes del Teniente Coronel CAMILO TORRES PRIETO, entonces Jefe del Área de Procedimientos de Personal quien sugirió dinamizar el blasón de la
placa y del también Teniente Coronel CIRO HERNAN CIFUENTES RODRIGUEZ, Subdirector de Talento
Humano para ese momento, quien sugirió que se modificara la posición del cuello del cóndor para
que se viera mas altivo y vigilante, atendidas estas sugerencias el prototipo
de la placa fue presentada al Director de Talento Humano para ese momento Brigadier General JORGE HERNANDO NIETO
ROJAS, quien a su vez la presento a la junta
administrativa para que fuera aprobada por los señores generales.
En
reunión que presidio el Mayor General OSCAR ADOLFO NARANJO TRUJILLO
Director General de la Policía Nacional en el mes de Noviembre del año 2009, realizada en el auditorio de la Dirección de Inteligencia de la Policía
Nacional, felicito y aprobó varios proyectos de la Dirección de Talento Humano.
Dentro de los cuales se resalta la expedición de la Resolución No. 3373 del 26 de octubre de 2009, por la cual se aprueba el Nuevo Reglamento de Uniformes, Insignias, Condecoraciones y Distintivos para la Policía Nacional, la cual en su articulo 101 determina que el uso de la placa de identificación policial, será para los miembros del Nivel Ejecutivo, Suboficiales y Agentes.
Nuevo reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para la Policía Nacional |
El
diseño de la placa de identificación policial ha sido desarrollado por la
Dirección de Talento Humano de la Policía Nacional, está compuesta por un gran
sol central en cuyo corazón (núcleo o centro) está el blasón de la Policía
Nacional de Colombia, sobre una estrella de cinco puntas y éste rodeado de un
aro de esmalte sinople, desde el centro del gran sol parten unos rayos de luz en todas las
direcciones, que reflejan la forma como se irradia hacia todo el país la luz de
seguridad, tranquilidad y convivencia
que brinda el policía, cuando con su servicio ofrece cobertura en todo el
territorio nacional.
El
escudo de la República de Colombia fundido con la estrella de la Policía
Nacional, representa la unión que existe entre la sociedad, autoridades y
Policía, como el gran trinomio responsable de mantener las condiciones
necesarias para el ejercicio de los derechos y la contribución a la convivencia
pacífica en búsqueda de un país prospero y en paz.
El
escudo con la estrella de la Policía Nacional, está rodeado de un aro de
esmalte sinople (verde) que simboliza el origen de la tierra colombiana,
protegida en una sola unión por una cadena de esferas unidas entre sí, como
representación de la poderosa fuerza de una sociedad unida con su policía.
Sobre
este gran poder se encuentra en la cimera (o parte superior) nuestro Cóndor,
ave nacional colombiana que con sus alas abiertas representa la libertad y
soberanía, la posición de su cuello
indica la constante vigilancia que deben recibir todos los lugares de la
Nación, porta una cinta también sinople que dice REPUBLICA DE COLOMBIA, la cual
simboliza la libertad y soberanía de la nación.
La
placa de color dorado representa la nobleza, la magnanimidad, la riqueza, el
poder, la luz, la constancia, la transparencia y la sabiduría de los hombres y
mujeres de la Policía Nacional.
REFORMA AL REGLAMENTO DE UNIFORMES, INSIGNIAS, CONDECORACIONES PARA LA POLICÍA NACIONAL (Resolución No. 3373 del 26 de octubre de 2009)
Un hecho trascendental en el uso de la nueva placa se dio en el mes de enero de 2011, cuando el señor General OSCAR ADOLFO NARANJO TRUJILLO Director General de la Policía Nacional, firma la Resolución No. 00042 del 13 de enero de 2011, por la cual se modifica y adiciona la Resolución No. 03372 del 28 de octubre de 2009 "Reglamento de Uniformes, Insignias, Condecoraciones y Distintivos para la Policía Nacional", Precepto a través del cual ordena implementar el uso de una nueva placa de identificación policial para Oficiales, miembros del Nivel Ejecutivo, Suboficiales y Agentes de la Policía Nacional.
Por lo tanto, se puede decir que la Resolución No. 00042 del 13 de enero de 2011, parte en dos la historia del uso de la placa policial, la primera etapa (desde 1891 a 2011) donde se determina que el porte de la placa solo lo haría el personal subalterno y base de la Institución y otra etapa ( a partir de 2011) donde hace extensivo su uso al personal Directivo (Oficiales en todos sus grados).
Sin embargo es importante hacer énfasis que en el articulo 1 y 2 de la citada Resolución se clarifican las categorías y los uniformes en que se debe utilizar la placa de identificación policial, tanto para Oficiales como para miembros del Nivel Ejecutivo, Suboficiales y Agentes de la Policía Nacional.
Características heráldicas de la nueva placa policial
Fotografías de oficiales de la Policía en todos los grados portando la nueva placa de identificación.
Agradecimientos especiales a las siguientes personas y dependencias que sin su ayuda no hubiese sido posible realizar este documento historico:
- Señor Capitán Hector Gerardo Daza Narvaez- Cetro de Pensamiento y Doctrina Policial-Oficina de Planeación.
- Señor Subcomisario (r) Victor Hugo Bustos Rodriguez
- Señor Intendente Aldemar Lozano- Museo Historico de la Policía Nacional.
- https://www.facebook.com/Policianacionaldeloscolombianos?fref=ts
- Revista Policía Nacional de Colombia
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