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jueves, 8 de junio de 2017

HISTORIA DEL COMANDO DE OPERACIONES ESPECIALES Y ANTITERRORISTAS (COPES)






















Génesis de los primeros grupos de operaciones especiales de la Policía Nacional



Nuestro País, durante décadas, se ha visto convulsionado por luctuosos acontecimientos en los que grupos adiestrados en conocidos métodos terroristas, han enarbolado la bandera de subversión para desatar el vandalismo, con la consiguiente pérdida de vidas, en un afán por alterar el orden ciudadano, fomentar el caos y la destrucción.

La Policía Nacional, fiel a sus principios y deberes, con denodada consagración a los intereses de la República, como factor trascendente para evitar los embates de estas organizaciones, ha asumido una serie de compromisos y responsabilidades, destinados a llevar la paz y la tranquilidad a los sectores oprimidos por la violencia.

Los grupos especiales de la Policía Nacional para enfrentar las diversas modalidades de criminalidad organizada se empezaron a forjar a mediados de la década de los años 60´s.

Una de las primeras agrupaciones se creó en 1963 con el nombre de Granaderos, en ella hicieron parte policías provenientes de las diversas regiones del país y su formación se hizo tanto en la Escuela de Lanceros del Ejército en Tolemaida ubicada en Melgar (Tolima).


 General Saulo Gil Ramírez Sendoya
Director de la Policía Nacional
En efecto el 6 de noviembre de 1.963, el General Saulo Gil Ramírez Sendoya, Director General de la Policía Nacional, mediante resolución 03636, crea la especialidad de Granaderos, con el objeto de capacitar adecuadamente a Oficiales, Suboficiales y Agentes, “Para su eficaz desempeño en la represión del bandolerismo y demás acciones criminales”. 

Así mismo, al tomar su nombre la Institución Policial, rinde homenaje de reconocimiento a los gloriosos Granaderos de Colombia, cuya historia se halla incrustada en la gesta emancipadora en la que, este puñado de paisanos, con arrojo sin par, cubrieran de gloria, honor y grandeza, de ellos, se dijo: “Apasionados por la patria y los preceptos, seleccionados y disciplinados, orgullosos de su agrupación, conscientes de su propio valor, poseedores de un alto sentido de la responsabilidad y de la dignidad humana, ejemplo sobre el cual modelar, capaces de acometer los mayores esfuerzos”.

Acorde a la tradición hoy, varios países, conservan unidades de granaderos, como fuerzas especiales de elite, cumpliendo tareas de seguridad pública.







En acertada determinación el Mando Superior, encomendó al entonces mayor Alfonso Barragán Salguero, como Director de la Escuela “ Gabriel Gonzales López “ , con sede en el circunscripción de El Espinal (Tolima), la responsabilidad de la organización, el desarrollo y la proyección de la nueva especialidad. Valioso fue su aporte al apreciar el carácter que imprimió al grupo, fijándole una definida mentalidad para la adopción de políticas y objetivos, con renovadas estrategias y diferentes procedimientos, encaminados a actuar con prontitud y efectividad ante la arremetida enceguecida de estos criminales.


Para integrar el primer curso fueron seleccionado los Tenientes: Octavio Vargas Silva como monitor, José Octavio Ruiz Reyes, Gonzalo Berdugo Gilbert y el Subteniente Nacin Yanine Díaz, por su entrenamiento en lanceros participo como alumno e instructor, Fortunato Abril Garavito, Alfonso Díaz Pardo, Evencio Villarraga Guerrero, José Antonio Salamanca Alba, Jorge Eliecer Ortega Villamil, Flavio Arango Bautista, Luis Alfredo Herrera Ocampo y Leonel Buitrago Bonilla.



Intengrantes primer curso de Granaderos:
Tenientes: Octavio Vargas Silva

Teniente José Octavio Ruiz Reyes

Teniente Gonzalo Berdugo Gilbert

Subteniente Nacin Yanine Díaz


Una selecta nómina de profesores se asignó al plantel contándose, entre ellos: Capitán Alfonso Quintero Sanmiguel comandante del curso, tenientes Gilberto Llano Ramírez. Hernando Guerrero Castro y Fabio Silva Cabrera, con la idónea asistencia de un puñado de suboficiales y agentes como auxiliares, especialmente para realización de los diferentes trabajos de campo.

El pensum académico estableció la instrucción en las siguientes materias: armamento y tiro, destrezas de supervivencia, alpinismo, natación y cruce de ríos, combate, defensa personal, cartografía y orientación, paso de pista, pruebas de confianza, gimnasia, técnicas de contraguerrillas, inteligencia policial, patrullaje y guerra psicológica.

Es propicio destacar la asesoría y el apoyo ofrecido por el Ejército, a través de la escuela de lanceros ubicada en el Fuerte de Tolemaida, ya con expertos como el uso de sus instalaciones.

Al culminar las actividades académicas, los graduados, fueron destinados a los departamentos de la Policía que enfrentaban las mayores afectaciones del orden público, con la misión de participar como comandantes de patrullas de combate y extender, con la realización de cursos regionales, los conocimientos y experiencias adquiridos en el Centro Docente.


Muchos y apreciables son los servicios que los Granaderos le han prestado a la nación, en su difícil tarea de impedir, controlar y sofocas la agresión sediciosa. Estos movimientos han sido neutralizados gracias a la tesonera constante y patriótica labor de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional con sujeción a rigurosos modelos de disciplina, abnegación y cumplimiento, pensando siempre que el porvenir y el progreso del país tienen que ser conseguidos en un clima de orden y trabajo. 


Su instrucción se basaba en un entrenamiento teórico práctico ajustado a la situación de orden público que para la época se presentaba como alpinismo, combate y patrullaje, transmisiones, armamento y tiro, cartografía y orientación, gimnasia, defensa personal, paso de pista, explosivos y demoliciones, guerra psicológica, esgrima de bayoneta, escape y evasión y primeros auxilios.

Otros tantos grupos especializados surgieron entre la década de los años 70 y los 80, como el Grupo de Operaciones Especiales “GOES”, el Cuerpo Especial Armado “CEA”, los de Antiterrorismo “BLAUR” en Medellín y Bogotá, caracterizados porque no solo contrarrestaban la violencia urbana y rural, sino porque además servían de soporte para capacitar a policías de otros países como Argentina, Chile, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, México y Venezuela.

Con el incremento del fenómeno del narcotráfico en Colombia en la década de los ochenta, específicamente con el cultivo y exportación de la marihuana hacia los mercados clandestinos de Estados Unidos, la Dirección de Antinarcóticos se propuso la compleja misión de hacerle frente a esta modalidad delictiva y a quienes cohonestaban con este ilícito como la guerrilla y las mafias organizadas que surgieron en torno a la producción y tráfico de estupefacientes.

Es así, como con la cooperación de Gran Bretaña y la Dirección de Antinarcóticos se inició en 1989 el primer curso de Comandos Jungla, especializado en contrarrestar al narcotráfico en todas sus manifestaciones, a través de operaciones de interdicción contra los productores de la marihuana en zonas agrestes del norte de Colombia como la Sierra Nevada de Santa Marta y la Guajira.


La especialidad Jungla, única y primera en su género en Latinoamérica, se inició con la participación de 120 hombres, recibieron una preparación similar a los grupos especializados en antisubversión y supervivencia como lo fue paralelamente el Comando de Operaciones Especiales “COPES”, también en asignaturas prácticas en combate, explosivos, armamento y tiro, defensa personal, navegación socorrismo, operaciones helicoportadas, penetración y registro, entre otras.

Ya tendremos oportunidad en próximas historias conocer el devenir histórico de de los diferentes grupos especiales que la policía ha gestado al interior de sus estructura.


RESEÑA HISTÓRICA DEL COMANDO DE OPERACIONES ESPECIALES “COPES”



Bandera M-19
En la década de los ochentas, en nuestro país inicia la  ocurrencia hechos de tipo terrorista, protagonizados por un grupo armado ilegal de connotación nacional y de carácter subversivo denominado M-19, que desarrolló acciones tales como el hurto de la espada del libertador Simón Bolívar el 17 de enero de 1974 de la casa museo Quinta de Bolívar en la ciudad de Bogotá; la toma del almacén de armamento del cantón norte el 31 de diciembre de 1975 donde hurtaron 4076 armas del Ejército Nacional; Toma de rehenes de la embajada de república dominicana en la ciudad de Bogotá desde el 27 de febrero al  25 de abril de 1980.





Datos noticiosos sobre el robo de la espada de Simón Bolívar -enero de 1974

toma a la embajada de República Dominicana por el M-19


Distintivo de los Grupos GOES
Como respuesta a la necesidad apremiante de neutralizar los adelantos de la delincuencia y de elevar la capacidad operativa de la Institución, la Dirección General, mediante Directiva Permanente No.002 de marzo de 1978, organizó los Grupos de Operaciones Especiales –GOES-, como un nuevo mecanismo para la conducción de los operativos de carácter especial. Grupos que estarían  adscritos a la Dirección de Policía Judicial e Investigación-DIJIN, (antes DIPEC), ya acumulaban positivas realizaciones, especialmente en cuanto a rescate de secuestrados


En 1982, el Director General de la Policía Nacional dispuso que un grupo de oficiales integrados por los coroneles: Jaime Ramirez Gomez, Augusto García Plata y Pedro Nel Delgado Acosta, adelantan estudios de criminología en la Universidad Complutense de Madrid y fueron comisionados además para hacer contacto con la Dirección del Centro de Adiestramientos Especiales -CAE- (Con sede en San Lorenzo de Escorial), perteneciente a la Guardia Civil de España y como consecuencia de esta gestión se consiguieron seis (6) cupos para oficiales de la Policía colombiana.

Por Decreto 2383 del 13 de agosto de 1982, a partir del 11 de septiembre de ese mismo año y por el término de 10 meses, fueron asignados en comisión de estudios a España, para participar en el Primer Curso Internacional de Adiestramientos Especiales, en el Centro de Instrucción de la Guardia Civil, en San Lorenzo del Escorial de la Provincia de Madrid, los siguientes oficiales:

Mayor José Alberto Peroza Arteaga;
Capitán Arnaldo Sandoval Salamanca;
Capitán Héctor Aníbal Talero Cruz (q.e.p.d.);
Teniente Ricardo Enrique Valencia Copete (q.e.p.d.);
Teniente Cristóbal Antonio Vélez Gómez; y
Teniente Óscar Adolfo Naranjo Trujillo

Efectivamente, en el tiempo programado los oficiales recibieron capacitación de comandos, para lo cual tuvieron que cursar las siguientes asignaturas: Instrucción de combate, topografía, tiro y explosivos, subversión y terrorismo, legislación antiterrorista, tácticas policiales, transmisiones, vida y movimiento en montaña, defensa personal, socorrismo y fase de guerrillas.

Como era de obligatorio cumplimiento, tuvieron que desarrollar sobre los terrenos de las provincias vascongadas, situadas al norte del país de Cervantes, un complemento eminentemente práctico y para lo cual tendrían que pisar los dominios de la ETA, al tiempo que continuaban en horarios extendidos las siguientes materias complementarias: Tiro y explosivos, táctica policial, transmisiones, exploración física del terreno, servicios de seguridad y vigilancia, defensa personal, movimiento en montaña, información e inteligencia, e instrucción de combate (helicoportados).

En una segunda fase los seleccionados adelantaron cursos especiales y exclusivos de información e inteligencia antisubversiva, montañismo en motos «todo terreno» en ventalarrubia, explosivos y antiexplosivos en Valdemoro, donde obtuvieron los respectivos títulos a través de los cuales tendrían acceso en organizaciones de esta naturaleza, por convenios que sobre el particular existen internacionalmente.

Después de diez meses de preparación estos oficiales fueron destinados a la Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada con la tarea específica de diseñar una estructura similar a al mencionado CAE.


CRISTALIZANDO LOS SUEÑOS


La experiencia y los resultados obtenidos a lo largo de seis años de funcionamiento de los GOES, señalaron a los mandos la urgencia de "unir esfuerzos" y brindar apoyo a los oficiales venidos de España por lo cual se dispuso crear el Centro de Operaciones Especiales–COPES, como establecimiento destinado a impartir instrucción especializada al personal seleccionado para integrar las unidades de reacción, ante las acciones de sorpresa que en Colombia estaban resurgiendo, para la época, algunos delitos que por su espectacularidad causaba desasosiego en la sociedad como eran, por ejemplo: el terrorismo, el secuestro extorsivo, la toma de rehenes e instalaciones, las mal denominadas «pescas milagrosas» utilizadas por la guerrilla para seleccionar víctimas, bien para ejecutarlas en el sitio o para llevarlas consigo y asegurar así un pago por su posterior liberación.

El alma y motor de la creación del COPES fue, indudablemente, el  Mayor General Víctor Alberto Delgado Mallarino, quien ocupaba la Dirección General de la Institución entre 1983 y 1986.

Escuelas de Suboficiales
Gonzalo Jiménez de Quesada

La decisión de su creación la toma en enero de 1984 e imparte las órdenes necesarias para sustentar la cristalización de esta especialidad, concebida para contrarrestar una serie de actos terroristas urbanos que, por la época, empezaron a alterar el orden público de manera delictiva propia o como apoyo a grupos subversivos.

Adelantadas las gestiones iniciales, se decide crear el Centro en la Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada, como quiera que la amplitud, conformación del terreno, instalaciones y proyección, facilitaba la construcción, la destinación y utilización de los recursos para el proyecto.

El 11 de julio de 1984, el General Víctor Alberto Delgado Mallarino ordena al director docente, Brigadier General Luis Eduardo Pinilla Mendoza, ejecutar las acciones para crear la nueva dependencia, y al Director de la Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada, Coronel Víctor Hugo Ferreira Avella, asumir funciones adicionales como coordinador del proyecto para la adecuación de instalaciones y la estructuración del programa académico.

Brigadier General Luis Eduardo Pinilla Mendoza
Es importante resaltar el alto grado de profesionalismo, el entusiasmo y la dedicación que puso siempre y en todo momento el señor Coronel Víctor Hugo Ferreira Abella, director de la Escuela Nacional de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada  y quien por orden del señor Mayor General Víctor Alberto Delgado Mallarino, Director General de la Policía, se consagró a sentar las bases académicas y la organización estructural del nuevo Centro.

La malla curricular se preparó para complementar de manera urgente clases teóricas y prácticas, con el fin de entregar al servicio excelentes policías de la nueva especialidad. Las instalaciones se conformaron con aulas dotadas de medios y ayudas didácticas; en campo abierto se construyeron la torre helicoportada, edificios y casas con simuladores para facilitar exigentes prácticas de tiro, pistas fijas, falso poblado y polígonos para armas largas y cortas de fuego.

Coronel Víctor Hugo Ferreira Abella
Luego de cuidadosa selección de personal, se amplió la planta de instructores, que hoy conocemos como oficiales fundadores del COPES: Mayor José Alberto Peroza Arteaga (primer director), los capitanes Héctor Aníbal Talero Cruz, Arnaldo Sandoval Salamanca, Ricardo Valencia Copete, Tenientes Cristóbal Antonio Vélez Gómez, Miguel Rodrigo Torrado Badillo, Óscar Adolfo Naranjo Trujillo y los Subtenientes Guillermo Pérez Monsalve, Wilson Aparicio Chacon y Edinson Calimán Hernández.

La legalización funcional y estructural del COPES se da mediante Resolución No 7174 del 18 de diciembre de 1984, que crea el Comando de Operaciones Especiales “COPES”, acto administrativo firmado por el señor Mayor General Víctor Alberto Delgado Mallarino Director General de la Policía Nacional.

Al segundo semestre de 1985 llegaron otros instructores, cuidadosamente seleccionados: Capitanes Carlos Alberto Orjuela Sánchez, Álvaro Castellanos de Vega, Álvaro Botero Mejía, Hernando Cano Castaño y Óscar Gutiérrez Sánchez.


oficiales fundadores del COPES




También se determinó la filosofía del COPES como un programa de instrucción eminentemente practico, al más alto nivel de especialización en técnicas de combate en áreas urbanas, orientado a elevar al máximo grado la capacidad operativa de la Institución para resolver situaciones de especial gravedad, imprimiendo así a la Policía Nacional una imagen de preparación y eficiencia equiparable a la de los cuerpos hermanos más desarrollados del mundo.

Primeros cursos

Luego de ocho meses de empeño y preparación, inició el primer curso teórico-práctico denominado "curso de experimentación", para lo cual la Dirección de Personal de la Policía Nacional, dispuso que 30 subtenientes graduados el 1ro de noviembre de 1984 (curso 54 de oficiales de la Escuela Francisco de Paula Santander- promoción Teniente Luis Eduardo Giraldo Delgado), asistieran a unas clases prácticas del COPES en formación.

Esta actividad sirvió para efectuar ajustes en la programación académica, mejorar técnicas especiales, regular intensidad horaria y resistencia de las pruebas físicas, y evaluar todo el proceso.

Con esa experiencia, al tiempo que se construían: bloques para rescate, campos de tiro, tanto de armas largas como cortas; pista fija; torre de helicoportados; se perfeccionaron los procedimientos y se adquirían los elementos especiales para el efecto.

Ante los primeros resultados con el personal exclusivo policial, que empezó a cumplir presentaciones muy exitosas ante el alto mando de la Fuerza Pública, se decidió adelantar cursos interfuerzas, para alumnos de las cuatro fuerzas (Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Policía).

 Así, se emprendió desde el 07 de enero y hasta el 30 de marzo de 1985, el primer curso denominado «Inter fuerzas», con participación de 4 oficiales y 7 suboficiales del Ejército, un oficial y 5 suboficiales de la Armada Nacional, un oficial y 5 suboficiales de la Fuerza Aérea y nueve oficiales de la Policía Nacional.


De este curso tres oficiales llegaron a ser generales, Brigadier General del Ejército Justo Eliseo Peña Sánchez, Mayor General de la Policía Nacional Carlos Rodriguez Gonzalez y de la Armada Nacional el Señor Contralmirante Fernando Ortiz Polanía.


Mayor General Carlos Rodriguez Gonzalez
El distintivo del primer curso del COPES fue particular: en lugar de tener los colores blanco y verde, como es en la actualidad, aquel era de colores azul y blanco. Todavía lo conservan con mucho orgullo y agradecimiento con la Policía Nacional.

El trabajo de los primeros instructores del COPES fue duro, extenuante, de gran compromiso institucional y de especial responsabilidad, teniendo en cuenta que en Colombia no existía un centro de estas características, hasta que el Ejército tomó posteriormente la decisión de construir uno propio en Facatativá, para aprovechar la formación de instructores experimentados en nuestro Centro de Operaciones Especiales.

El segundo curso «Interfuerzas» inició actividades el 22 de abril y terminó satisfactoriamente el 13 de julio de 1985. Hicieron parte de él un teniente del Ejército y cinco suboficiales; un teniente y cinco suboficiales de la Armada Nacional; un teniente, tres suboficiales y un técnico de la Fuerza Aérea Colombiana y dos tenientes y 9 suboficiales de la Policía Nacional.



La situación de turbación pública exigía mayores resultados a la Policía; el gobierno nacional apoyaba el proyecto y el alto mando policial aceptó el reto de ejecutarlo. Gracias a los recursos presupuestales inmediatos y de urgencia que enviaba la Dirección General, independientes del propio del Instituto, se pudieron adelantar las obras en un tiempo récord, porque se obviaron los trámites licitatorios que traban cualquier ejecución, cuando de rapidez se trata.

Al señor Coronel Víctor Hugo Ferreira lo sucedió en la dirección de la Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada el señor Coronel Alirio Peña Díaz, quien tomó posesión del cargo el 15 de abril de 1985.


Coronel Alirio Peña Díaz
Durante el tiempo de su permanencia, continuó con su apoyo y cumplimiento a las instrucciones del señor General Víctor Alberto Delgado Mallarino, quien fue el motor que dio vida al Centro de Operaciones Especiales, y este reconocimiento no admite ninguna discusión.

Durante el periplo del Coronel Peña Díaz se realizó un curso especial sobre intercambio de métodos y procedimientos contra la subversión y el terrorismo, entre el personal del Comando Antiextorsión y Secuestro – CAES - y del GOES con dos oficiales del Ejército y 8 suboficiales; 2 oficiales y 8 suboficiales de la Fuerza Aérea Colombiana; dos oficiales, seis suboficiales y dos agentes de la DIJIN y un oficial, dos suboficiales y siete agentes de la SIJIN de Bogotá. Estos ejercicios se adelantaron desde el 15 de abril de 1985 y hasta el 23 de mayo del mismo año.

La instrucción especial estuvo a cargo del comandante Peter Stankovich, del Teniente Gus Taylor y 28 miembros de las Fuerzas Especiales de Fort Davis (en Panamá) con el apoyo y colaboración permanentes de los instructores del COPES. En total, participaron en este intercambio 4 oficiales y 26 suboficiales del Departamento de Estado; 10 de la DIJIN; 10 de la SIJÍN de la Policía Metropolitana de Bogotá; y 30 hombres de las Fuerzas Militares y del CAES.

Aprovechando las buenas relaciones con miembros del SAS inglés, la Dirección General de la Policía Nacional consiguió con este organismo que tres oficiales dictaran un curso de Protección de Dignatarios y uso de armas cortas, que se desarrolló en la Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada desde el 08 de marzo hasta el 30 del mismo mes y estuvo integrado por dos oficiales del COPES (Peroza y Talero), 4 suboficiales y 3 agentes de la Policía Metropolitana de Bogotá.

Teniente Coronel Guillermo León Diettes Pérez
Desde el 24 de junio y hasta el 19 de julio de 1985 a los instructores del COPES le fue ordenado, desde la Dirección Operativa de la Policía, que debían realizar un curso acelerado de desactivación de explosivos a 16 miembros de la Policía Nacional y dos funcionarios especialmente comisionados por el Departamento Administrativo de Seguridad-DAS. La orden se cumplió a cabalidad.

Al señor Coronel Peña Díaz lo reemplazó el señor Teniente Coronel Guillermo León Diettes Pérez, quien asumió el mando de la Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada el 28 de junio de 1985 y quien se preocupó igualmente por el estricto cumplimiento de esta misión tan delicada e importante, involucrándose de lleno como aquilatado instructor, con una amplia experiencia en estas lides de la transmisión de conocimientos y con una trayectoria reconocida dentro y fuera de nuestras propias filas, ora como periodista, ora como comandante, ora como presentador de noticias en la televisión.


General John Galvin
El 12 de julio de 1985 se produjo la grata visita del señor General John Galvin, Comandante del Ejército del Sur de los Estados Unidos, con base en Panamá, quien estaba acompañado por el Brigadier General Jaime Neira García, Jefe del D-5 o EMC del Ejército; de los coroneles Campo Bocanegra Saavedra, ayudante general, y John Barnes, jefe del Grupo Militar de los Estados Unidos en Colombia.

Su intención no era otra que la de observar la clausura del segundo curso del COPES que se realizaba en esta misma fecha. Con ellos asistieron los siguientes personajes: el General Augusto Moreno Guerrero, comandante de las Fuerzas Militares; el señor Mayor General Rafael Samudio Molina, comandante del Ejército; el Almirante Tito García Motta, comandante de la Armada; Mayor General Gilberto Franco Vásquez, comandante de la FAC; General Víctor Alberto Delgado Mallarino, Director de la Policía Nacional; Mayor General José Guillermo Medina Sánchez, subdirector; Mayor General Pineda Osorio; Mayor General Óscar Botero Restrepo; Brigadier General Desiderio Vera Jaimes; Brigadier General Miguel Antonio Gómez Padilla; Brigadier General Eduardo Pedraza Neira de la Infantería de Marina de la ARC y, como anfitrión, el señor Teniente Coronel Guillermo León Diettes Pérez en su condición de director de la Escuela Gonzalo Jiménez de Quesada.


Con los alféreces

Brigadier General Luis Eduardo Roca Maichel (q.e.p.d.)
En 1985 el señor Brigadier General Luis Eduardo Roca Maichel (q.e.p.d.), director de la Escuela Militar de Cadetes «General José María Córdova», consiguió que se le autorizará una instrucción especial y acelerada a los alféreces, para lo cual hubo la necesidad de modificar pénsumes y horarios de clase, amén que acondicionar alojamientos y comedores, porque se le sugirió al señor General que, por motivos de seguridad y para evitar los desplazamientos diarios desde la Escuela Militar hasta Sibaté en las mañanas y en las tardes, permanecieran estos alumnos en la sede la ESJIM, para evitar el exponer a los alumnos a un atentado y, más aún, cuando la carretera Bogotá-Sibaté para la época era de un solo carril. Durante tres meses en la Escuela Jiménez se les vio con el camuflado militar, pues allí no solo recibían las instrucciones especiales, sino que compartían con los policiales en los comedores y demás sitios comunitarios.

El plan de instrucción para los 309 alféreces era contraproducente y antipedagógico, motivo por el cual se hicieron cuatro grupos de 75 alumnos, todos y cada uno lo iniciaron el 29 de julio y culminaron exitosamente el 24 de agosto de ese mismo año de 1985.

El señor Teniente Coronel Guillermo León Diettes Pérez, Director de la Escuela Jiménez  se destacó desde un comienzo con los alféreces militares, hasta lograr en ellos una admiración y un reconocimiento por sus especiales dones como programador, orientador y motivador de las nuevas generaciones militares. Fue tanto el empeño y el amor puesto en el cumplimiento de esta misión, que muchos alféreces, reservadamente preguntaban:

¿cómo hago para pasarme a la Policía?

En ellos se sembró una amistad basada en la admiración, el ejemplo y el respeto. Muchos de ellos llegaron a ser comandantes de Batallón y hay por lo menos tres que ostentaron el grado de Brigadier General o Contralmirante.


LA PRUEBA DE FUEGO- TOMA AL PALACIO DE JUSTICIA 

El seis de noviembre de 1985, «un solitario agente de la Policía Nacional que por casualidad se encontraba en la zona, al parecer cuidando un banco cercano, fue el único digno representante de las autoridades – de las instituciones –que en forma heroica y valerosa tuvo que defender solo el Palacio de Justicia que en ese momento era invadido por 35 guerrilleros del M-19, en pleno corazón de Bogotá, en una toma que desde tiempos atrás había sido anunciada». El magistrado Humberto Murcia Ballén, quien logró salvar su vida de este horrendo holocausto, al ser consultado sobre el particular manifestó:


«Perdóneme que le diga que esta fue una toma del Palacio anunciada y consentida por el gobierno. Un mes, un mes antes se lo habían anunciado que lo iban a hacer y sin embargo nosotros no teníamos ningún medio de defensa, absolutamente ninguno, absolutamente nada»

Desde el punto de vista policial hay que reconocer que hubo una gran falla: ¡FALTÓ INTELIGENCIA!

Ese día el COPES hacía una demostración en la Escuela Nacional de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada-ESJIM, a varios generales venidos de Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela, invitados especialmente para la celebración de un nuevo aniversario de la institución policial y quienes, enterados de los éxitos del Centro, solicitaron al señor General Delgado una información sobre el terreno, ya que estaban interesados en enviar uniformados a adelantar el curso, porque se trataba del primer instituto de esta naturaleza en toda Latinoamérica.

La exhibición terminó aproximadamente a las 11:00 horas y en momento en que se encontraba en el Casino de Oficiales, el Director de la Policía fue informado por el Teniente Coronel Guillermo León Diettes Pérez: «mi General, el M-19 se tomó el Palacio de Justicia». El hombre tranquilo, mesurado, calculador y experimentado quedó frío y cuasi petrificado con la noticia.

-¡No puede ser! Fue lo único que atinó a decir el hombre con mayor poder y mando en la Policía Nacional. De manera inmediata y ante su primera reacción ordenó: «Diettes: Usted y Peroza se encargan de atender las delegaciones. Yo me voy para la Dirección General en el helicóptero. Adiós».
Antes de abordar el aparato el señor General Víctor Alberto Delgado Mallarino ordenó que alistaran a los alumnos del COPES y que se los enviará en otro helicóptero a la Dirección General de la Policía, para tenerlos allí como una reserva especial y para que lo asesoraran sobre lo que debía hacerse. 

Los instructores del COPES le hicieron ver al General Delgado Mallarino que tenían varias dificultades, tales como: los alumnos no habían culminado el curso; no tenían armamento como para una incursión de esta naturaleza; aún no se hallaban bien integrados los equipos de acción y reacción; no tenían información sobre el sitio en cuanto a especificaciones de construcción y divisiones y que lo más conveniente era que se apoyara con los miembros del GOES, que para la época existían, con muy buenos resultados, en la DIJIN. La orden se cumplió tal y como la había dispuesto el señor Director General.

Capitán Héctor Aníbal Talero Cruz
El señor Capitán Héctor Aníbal Talero Cruz, quien, como se dijo en un comienzo, asistió al curso de Operaciones Especiales en España, era un policía de verdad; por su antigüedad estaba seleccionado para recibir la dirección del COPES, tan pronto como culminara el curso para mayor, que ya estaba próximo a terminar en la Escuela General Francisco de Paula Santander- EGSAN, y quien ese día asistía a la demostración en la ESJIM por razones obvias: él había comenzado el proyecto, había actuado como instructor, sentía un amor sin límites por esta obra, quería seguir en este empeño, y fue tanto su entusiasmo y preocupación por lo sucedido, que decidió tomar su vehículo particular y desplazarse hasta la Dirección General para apoyar cualquier acción o recomendación que fuese necesaria.


En la Dirección General se dispuso que el señor capitán Héctor Aníbal Talero Cruz,  saliera al mando del grupo de asalto Halcón I del Comando de Operaciones Especiales (Copes) de la Policía Nacional, asignandosele la misión especial  de entrar al Palacio por la terraza.
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Llegada del helicóptero al Palacio de Justicia  con el grupo de asalto Halcón I del COPES. 

Grupo del COPES incursiona en el Palacio de justicia por la azotea  



A las 2:40 de la tarde, las tropas comenzaron a ingresar al edificio, pero fueron recibidas por los disparos de los guerrilleros del M-19 que estaban en el interior.

De acuerdo con el informe de la Policía sobre los hechos, hacia las 4:30 de la tarde, mientras se efectuaba un avance hacia el costado norte, fue muerto el señor capitán Héctor Aníbal Talero Cruz  y pese a los continuos disparos de los guerrilleros se logró dominar la escalera del cuarto y tercer piso .

El informe agrega que en el intento por rescatar el cuerpo de Talero resultó herido el sargento Orlando Aldana Avila y que a causa del incendio provocado en el cuarto piso, el cuerpo del oficial quedó carbonizado antes de ser rescatado.

Con su sacrificio el señor Capitán Héctor Aníbal Talero Cruz, fue fiel a su sagrado juramento del Policía: «Si fuere necesario, prometo llegar hasta el sacrificio en cumplimiento de mi deber para con la patria y para con el pueblo».


La acción helicoportada que se efectuó el COPES para la retoma del Palacio de Justicia, se convertiría  en la primera operación especial realizada por personal de la Policía Nacional, enmarcada dentro de la misionalidad de esta unidad.

Grandes Operaciones

Los policiales que integran el Cuerpo de Operaciones Especiales “COPES”, son auténticos "Rambos" anónimos. tan solo el 30 por ciento de los aspirantes  alcanzan la cima de los rigurosos y extenuantes entrenamientos. Están preparados para descender desde un helicópteros, irrumpir en un edificio y entrar en combate con terroristas. Siempre están al filo de la muerte.

Son expertos en el manejo de armas cortas y largas y de explosivos, auténticos francotiradores. Son 162 héroes de la patria: 16 oficiales, 69 suboficiales, 75 patrulleros y 2 agentes.

Desde su base de operaciones, ubicada en la Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez de Quesada, en las afueras de Bogotá, los hombres del COPES han contribuido en la lucha contra los grupos armados ilegales y narcotráfico, participando en la desarticulación del los carteles del narcotráfico, de igual forma en lucha frontal contra los grupos armados ilegales actuantes en el país como  FARC, ELN, EPL y grupos paramilitares entre otros. de los más duros golpes contra el narcotráfico, la subversión, el terrorismo y las bandas criminales; dentro de sus principales operaciones de alto impacto están:

CARTEL DE MEDELLÍN

En los años 1980 y 1990, cuando el cartel de Medellín, liderado por Pablo Escobar Gaviria y sus secuaces, le declararon la guerra al estado, la Policía Nacional creó el Bloque de Busqueda, del cual hacía parte personal del COPES. Su concurso fue fundamental para desmantelar y neutralizar esta organización criminal. El 2 de diciembre de 1993 se logró la neutralización de Escobar Gaviria en la ciudad de Medellín.


CARTEL DE CALI

La Policía Nacional enfiló sus operaciones en contra del temido cartel de Cali y sus siete capos, los cuales controlaban el 80% del tráfico de cocaína a nivel mundial. También se creó otro cuerpo élite o Bloque de Búsqueda, con la activa participación  del COPES.

Los máximos golpes se dieron el 9 de junio y el 6 de agosto de 1995, respectivamente, cuando fueron capturados los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, presos actualmente en los Estados Unidos de Norteamérica.





NEUTRALIZACIÓN DEL MONO JOJOY

En septiembre del 2010, el COPES participó de la "Operación Sodoma" , en la cual la Policía Nacional y las Fuerzas Militares neutralizaron a Jorge Briceño, alias "El Mono Jojoy" uno de los más peligrosos jefes guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -FARC.


"HELMER TRIANA" o  "JAMES PATAMALA" 

En octubre de 2009, el COPES jugó un papel preponderante en la neutralización de Hélmer Triana, alias "Patamala", segundo cabecilla de la columna móvil "Teófilo Forero" de las FARC.






"SILVER"

el 26 de agosto de 2013, la Policía Nacional, con la participación directa del COPES y la Fuerza Aérea Colombiana abatieron en el Chocó a Virgilio Antonio Vidal Mora, jefe del frente 57 de las FARC, responsable del trafico de drogas y armas en la frontera con Panamá.





"CUCHILLO"

La noche de navidad de 2010, el COPES hizo parte de la operación de asalto policial que neutralizó en Mapiripán (Meta) a Pedro Oliverio Guerrero, alias "Cuchillo", cabecilla de las banda criminal Erpac, responsable de más de 3.000 asesinatos y quien usaba hasta brujas para huir de las autoridades. 



"ALFONSO CANO"

El 4 de noviembre de 2011, la Policía Nacional y las Fuerzas Militares le asestaron a las FARC el más duro golpe de su historia, al neutralizar a su máximo comandante, Guillermo León Sáenz, alias "Alfonso Cano". De la "Operación Odiseo", efectuada en zona montañosa del Cauca, donde participó activamente el COPES.






"DON MARIO"

En abril de 2009, el COPES participó de una gigantesca operación policial, en Necoclí (Antioquia), que culminó con la captura de Daniel Rendón Herrera, alias "Don Mario", máximo cabecilla de la banda criminal "Clan Úsuga".





"EL PAISA"

En septiembre de 2008, la Policía Nacional neutralizó a Aicardo de Jesús Agudelo, alias "El Paisa", guerrillero responsable de más de 500 crímenes, entre ellos los del gobernador de Antioquia Guillermo Gaviria. En la exitosa operación participó personal del COPES.




MUNDIAL SUB-20

En 2011, el COPES fue pieza fundamental en la exitosa estrategia integral de seguridad montada por la Policía Nacional para preservar la seguridad de los equipos de fútbol que participaron en el Mundial Sub-20, al igual que de todos los hinchas, tanto nacionales como extranjeros. Esta fuerza fue dividida en 8 grupos, para atender cualquier emergencia en igual número de sedes de la justa arbitral.


CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

En abril de 2012, la Policía Nacional desplegó 5.000 de sus efectivos en Cartagena (Bolívar) para proteger a los 30 presidentes y delegaciones que participaron de la VI Cumbre de las Américas. Del exitoso plan integral de seguridad hizo parte el COPES. 


Es importante resaltar que este comando, que en sus inicios se llamó Centro de Operaciones Especiales, mediante Resolución No 01725 del 11 de junio de 2009 pasó a denominarse  "Unidad de Comandos en Operaciones Especiales y Antiterrorismo “COPES" 

Ahora bien, es motivo de orgullo que la fama de Unidad de Comandos en Operaciones Especiales y Antiterrorismo “COPES" de la Policía Nacional de Colombia, haya trascendido fronteras: de los 1047 hombres COPES graduados en 50 cursos (26 nacionales y 24 internacionales), 191 son extranjeros, entre españoles, mexicanos, guatemaltecos,hondureños, panameños, peruanos, paraguayos, argentinos y bolivianos.

El final de la historia de la creación del COPES se complementa diciendo que esta ha sido una magnífica experiencia institucional. Los oficiales, suboficiales y agentes, al igual que los militares que se han especializado en esta casa de estudios policiales, han escrito páginas de gloria en la lucha contra la delincuencia organizada. La sangre derramada por algunos de ellos es la cuota de sacrificio que nuestros héroes han entregado por la paz de Colombia.

Fuentes consultadas:


  • Discurso de orden pronunciado por el señor Teniente Coronel (r) José Alberto Peroza Arteaga, para tomar posesión como Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de Historia Policial, (Cuaderno Histórico No 13 páginas  23 a 31) 

  • Libro de Oro- Cincuenta años de los Granaderos de Colombia.      
Subteniente Cristian Camilo Rozo
Subintendente David Enrique Samper
Subintendente William Hernán Pérez
Patrullero Oscar Enrique Quintero
Auxiliar Yesid Alexander Sánchez Pérez
Subintendente William Medina
Subintendente Jorge Mario Díaz
Agente ® Jaime Lombana

  • Archivo Docuemental Revista Policía Nacional

            Paguinas web:

            https://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_19_de_abril
            http://www.semana.com/especiales/articulo/la-ruta-de-la-espada/34708-3
            http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-18087
            http://www.revistacredencial.com/credencial/noticia/reportajes/la-toma-de-la-embajada-35-anos-despues


               






















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