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martes, 9 de mayo de 2017

AGENTE LUCIO VENANCIO CAICEDO MORA, UN HÉROE DE LA POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA QUE NO PODEMOS OLVIDAR







Es un honor poder compartir la historia del señor Agente Lucio Venancio Caicedo, un héroe anónimo de la Policía Nacional de Colombia que ofrendo su vida en una misión de paz de las Naciones Unidas.
Fotografía del Agente Lucio Venancio Caicedo Mora

Con la caída del comunismo en Camboya, se inició un proceso para el restablecimiento de la gobernabilidad democrática en ese país. Por lo tanto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas creó la UNAMIC (Misión de Avanzada a Camboya) para ayudar al gobierno Camboyano a mantener la cesación del fuego con las guerrillas de los Khmer Rouge y para comenzar a impartir a la población civil una capacitación sobre los peligros de las minas.



La ONU para brindarle un matiz de mayor neutralidad y de una participación eminentemente observadora y verificadora en Camboya, amplío su invitación para que conformaran las fuerzas multilaterales de paz a los cuerpos de la Policía de los estados miembros, dentro de las misiones figuraba como “la Policía Civil” que asiste igualmente desarmada y está bajo el mando del comandante de la misión. Su labor, por lo general, consistía en acompañar con el componente militar el retorno a sus hogares de los desplazados que los conflictos internos provocan generalmente, apoyar los procesos electorales, asesorar la conformación de nuevos cuerpos de policía cuando existe un régimen en transición y recibir quejas de la población civil por atropellos o excesos que se  hayan llegado a cometer en su contra.







Para el año de 1992, el Gobierno Nacional atendiendo la invitación presentada por la Organización de las Naciones Unidas, dispuso que la Policía Nacional fuera en representación del país a conformar las fuerzas multilaterales de paz de la ONU, en especial para apoyar a la Autoridad Provisional de las Naciones Unidas en Camboya-UNTAC, para ello, se seleccionaron y enviaron a ese país 50 miembros de la Institución, entre los cuales se contaban 20 oficiales, 45 suboficiales y 85 agentes, divididos en dos comisiones, la primera al mando del Mayor César Camargo y la segunda comandada por el Mayor César Patiño Rivera. 

La primera de las comisiones cumplió su tarea a partir del mes de junio de 1992, permaneciendo un breve periodo de dos meses en el apoyo  de las misiones encomendadas por la UNTAC.

La segunda comisión fue enviada en septiembre de 1992, y sus componentes seleccionados por su dominio de idioma inglés o francés y por sus condiciones profesionales. Antes de viajar, el personal fue capacitado en historia y costumbres de Camboya, primero auxilios, orientación en el terreno, mecánica diesel, conducción y mantenimiento básico de vehículos de sistema diesel y reglamentación de la ONU para tareas de las misiones de paz; de este segundo destacamento hizo parte el Agente Lucio Venancio Caicedo. 
       

Recuerdo que conocí al Agente Lucio venancio durante el proceso de selección que la policía realizó con el objeto de integrar las comisiones que apoyarían las fuerzas multilaterales de paz de la ONU en Camboya, él me manifestó que tenía muchas expectativas con ese viaje y además que no le podía quedar mal al jefe que lo había propuesto para participar en tal evento y además que trabajaba como estafeta del despacho del director general; posteriormente lo volví a encontrar cuando publicaron los listados del personal que había superado el proceso y compartimos alegrías al saber que fuimos seleccionados.

Fue en el aeropuerto Internacional “El Dorado” de Bogotá, donde ya alistados para realizar ese largo viaje volvimos a vernos, allí me manifestó que estaba muy feliz pero nervioso debido a que su primer viaje en avión, otros compañeros le hicieron saber que no era el único en vivir esa situación lo que hizo que se calmara un poco.

El viaje fue una travesía muy larga, inició con un la ruta Bogotá a Miami (EE.UU) y de allí hicimos transbordo a un avión que nos llevó a Frankfurt (Alemania), ciudad europea donde llegamos a las primeras horas de la mañana y de acuerdo al itinerario de la aerolínea, nuestro próximo vuelo saldría en horas de la noche, eventualidad que fue aprovechada para conocer algunos lugares turísticos de esta ciudad Alemana, al finalizar la tarde, retornamos al aeropuerto para viajar a Bangkok (Tailandia), allí, pernoctamos la noche y la mañana siguiente nuevamente nos embarcamos en un avión de Cambodia Airlines  que nos condujo a nuestro destino final, la ciudad de Phnom Phen (Camboya).


Arribo al aeropuerto de Bangkok (Tailandia)

En el aeropuerto de Camboya nos recibieron algunos de nuestros compañeros colombianos, integrantes de la primera comisión, y  funcionarios de las Naciones Unidas que conformaban la misión de paz en ese país. 




Llegada a Cambodia 


En horas de la noche las Naciones Unidas habían programado nuestra participación en una gran cena de bienvenida en uno de los principales hoteles de la ciudad, estando en el restaurante volví a saludar al Agente Lucio quien se encontraba sentado en una mesa contigua a la mía, algo que me llamo mucho la atención de él, era que tenía dotes de cantante y que al mejor estilo de un Karaoke cantaba la Canción “Mi Guitarra” de Juan Pardo, interpretada por unos músicos que amenizaban la cena. Esa noche Lucio se robó el Show.


Cena ofrecida por la ONU, en la fotografía aparece con suéter blanco a rayas  en la parte izquierda 
en Agente Lucio Venancio Caicedo


Los días siguientes, fueron aprovechados por los funcionarios de la ONU para carnetizarnos,  seleccionar a los conductores de nuevos vehículos destinados para las provincias y  también para realizar chequeos médicos y aplicar todo el esquema de vacunación que faltaran.


Cuartel General de la ONU en Cambodia, lugar donde se realizaron los diferentes examenes médicos
antes de ser destinados a las provincias

Después de cumplir con todos los tramites programados por la ONU, el personal de la segunda comisión de policías colombianos fue distribuido en diferentes provincias, equivalentes, según el comandante de la misión, a los departamentos de policía en Colombia. Estas provincias se dividían en distritos equivalentes a las estaciones de policía en nuestro país, ubicándose a los miembros de la Institución en las de PHNOM PENH (la capital), KANDAL, KRATIE, BATTAMBANG, KONGPONG THOM , KAMPOT, CAMPONG CHANG, SIEM REAP y TAKEO.






Mapa de cambodia donde se señala con estrellas las provincias asignadas a los colombianos

Después de notificarnos los lugares de facción e informarnos que el plan de marcha para las respectivas provincias, iniciaría al día siguiente, procedimos a empacar y despedirnos de nuestros compañeros, fue esta la última vez que tuve la oportunidad de hablar con el Agente Lucio, quien me dijo que le había tocado en la Provincia de Battanbang con otro compañero oriundo del Cesar (Valledupar), yo también le manifesté que me habían  asignado para la provincia de  Kongpong Tong  con un Sargento y un Agente de Colombia. Y con un abrazo me despedí de él.

Listos para la partida a nuestras provincias


El tiempo pasó y a pesar que el grupo de policías colombianos estábamos repartidos por medio país, siempre existió una comunicación permanente entre nosotros. Por el radio de las Naciones Unidas nos enterábamos de las novedades presentadas diariamente entre la confrontación del ejército camboyano con los guerrilleros del Khamer Rouge, los muertos de ambos bandos eran constantes. Incluso a muchos de nosotros nos tocó dormir varias noches en los bunkers que bajo tierra habían construido para que nos resguardáramos de los bombardeos y ataques de la guerrilla, y sin forma de como defendernos toda vez que los cuerpos de policía o “Policía Civil” nos tenian prohibido portar armas de fuego.

A pesar de todos esos hechos desgarradores, nunca llegamos a pensar que la desgracia de la guerra  cobrara la vida de uno de nuestros compatriotas.

Sin embargo, ese nefasto día llego en el octavo mes de estar en ese país asiático, cuando recibimos la noticia del vil asesinato de cual fue objeto Lucio Venancio Caicedo, por parte de la guerrilla de los Khamer Rouge. 


Todos quedamos fríos, un compatriota había sido asesinado.


COMO FUERON LOS HECHOS

La historia trágica del deceso del Agente Lucio Venancio Caicedo, inicia cuando su coterráneo con quien viajó a Battanbang, enfermó por un cuadro clínico  de malaria, ocasionado por la mala calidad del agua, el exceso de microorganismos y mosquitos; problema que no pudo ser solucionado en la provincia donde trabajaban, por la inexistencia de un puesto de salud que contara con los medicamentos  para tratar esa enfermedad. 


El incremento del estado febril y el decaimiento en la salud del enfermo se arrecio en las horas de la noche, situación que  indujo a que Venancio tomara la decisión de trasladar al enfermo en un vehículo de las Naciones Unidas hasta la capital de la provincia, donde si había un hospital con los medios necesarios para el tratamiento de la malaria, sin embargo, esta decisión tenía un tinte de peligro, debido a que la guerrilla de los Khmer Rouge aprovechaban la noche para realizar retenes ilegales e incluso prohibían el tránsito tanto de personas como de vehículos por todas las carreteras que intercomunicaban ese país, sopena de dispararle a las personas e incendiar los vehículos que no lo cumplieran.


Para Caicedo, ese no fue un factor que le impidiera auxiliar a su compañero, fue así, que en una camioneta Toyota Hi Lux, de color blanco y con emblemas de la ONU, ayudo a colocarse acostado en la silla trasera a su compañero enfermo y a eso de las 20:00 aproximadamente  partió hacia la capital de la provincia.

El vehículo iba conducido por un Policía de Malasia y Caicedo como copiloto, ya habían recorrido unos 50 kilómetros, cuando sin aviso alguno, el vehículo fue atacado por guerrilleros del Khmer Rouge, quienes escondidos en la maleza aledaña a la carretera de forma cobarde les dispararon indiscriminadamente con arma de fuego de largo alcance (Fusil). Esa fatídica noche varios impactos segaron de forma inmediata la vida del Agente Lucio Venancio Caicedo, quien instintivamente alcanzo a abrir la puerta del vehículo y cayó a la carretera polvorienta. Otro proyectil hirió al conductor en su brazo izquierdo que le ocasiono la pérdida del conocimiento.

En cuanto al  enfermo,  este logro salvarse de ser impactado por los proyectiles debido a que venía acostado en la silla trasera del automotor, posición que le facilitó abrir la puerta del vehículo y lanzarse a un lado de la vía y de allí esconderse en la zona enmontada.

La penumbra de la noche fue su complice para poder escabullirse de los guerrilleros, y aunque existía el riesgo de que pisar una mina al caminar por el monte, ello no impidió que llegara hasta un sector poblado donde fue auxiliado por la comunidad y trasladado en una motocicleta al comando de la ONU del distrito, allí puso en conocimiento de los hechos ocurridos e  inmediatamente se armó un dispositivo que vinculaba a miembros armados de los Ejércitos Camboyanos,  de las Fuerza de Paz de las Naciones Unidas y Policía Civil. 


En el lugar, la comisión de la ONU encontró el cuerpo de nuestro compatriota Venancio Caicedo y aún con vida pero en estado crítico por la pérdida de sangre, al compañero Policía de Malasia, del cual, posteriormente se supo que debieron amputarle el brazo debido a los daños ocasionados por el proyectil.


Condolencias presentadas por Butros Brutos Ghali

Los restos mortales de nuestro compañero Agente Venancio Caicedo fueron cremados y a través de la  ONU y el consulado Colombiano en Bangkok, repatriados y entregados a sus familiares.
Sobre este evento el entonces Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, el señor Butros Butros Ghali presentó sinceras condolencias al Gobierno Colombiano y en especial a la Policía Nacional y  por ende a la afligida familia  del Agente Lucio Venancio Caicedo.

A finales de julio de 1993 terminó nuestra participación en las Fuerzas Multinacionales de Paz de la ONU en Camboya. Por nuestro aporte al restablecimiento de la paz y por las acciones destacadas desempeñadas en áreas de misión se nos otorgó la condecoración de las Naciones Unidas.



El regreso a Colombia fue motivo de una alegría a medias, la muerte de nuestro amigo y compañero Lucio Venancio Caicedo Mora afligió nuestros corazones, su legado de hermandad marcó nuestras vidas para siempre, por ello rindo honor a través de mi blog a su memoria y al santísimo elevo oraciones para que en su tumba exista paz y brille para él la luz perpetua.

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