Siendo director general de la Policía Nacional el Mayor General Víctor Alberto Delgado Mallarino ordenó dar inicio en diciembre de 1983 a la investigación en contra de Jorge Luis, Juan David y Fabio Ochoa Vásquez; Pablo Escobar Gaviria y
Carlos Lehder, quienes lograron embarcar desde Chicago, Illinois, 76 barriles de éter
para refinar cocaína, que fueron llevados directamente al complejo de
refinamiento de clorhidrato de cocaína, integrado por 7 sofisticados
laboratorios y 5 pistas aéreas clandestinas.
Por lo tanto, el 10
de marzo de 1984, la historia de la lucha contra el narcotráfico en Colombia
sufrió un viraje de 180 grados. Ese día, un comando de fuerzas especiales de la
Policía y agentes encubiertos de la DEA asestaron el golpe más contundente
–hasta entonces–, que había recibido el Cartel de Medellín: el allanamiento al
complejo cocalero de Tranquilandia.
Una
vasta porción de tierra selvática ubicada entre los departamentos de Meta y
Caquetá era el eje desde donde Pablo Escobar, los hermanos Ochoa y Gonzalo
Rodríguez Gacha producían y transportaban hacía el mercado internacional
grandes cantidades de cocaína.
Croquis de la ubicación del complejo cocalero de Tranquilandia |
La operación de los “comandos” para penetrar al campamentos de Tranquilandia, en los
Llanos del Yari, Caquetá, fue planeada y liderada por el coronel de la Policía Jaime Ramírez Gómez jefe de la Unidad Antinarcóticos, donde fue necesario el refuerzo del Grupo de Operaciones
Especiales-GOES, toda vez que, según investigaciones, se tenía conocimiento de
la presencia de guerrilleros de las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias deColombia (FARC), del Movimiento 19 de abril (M-19), y de otros grupos subversivos
quienes se encargaban de cuidar los laboratorios.
Coronel Jaime Ramírez Gómez |
Paralelamente, funcionarios
de la Policía Judicial e investigación, con sus grupos de asalto, practicaron en helicópteros
la incursión a Tanquilandia, días antes de dar el golpe final. Una vez
estudiado milimétricamente todos puntos neurálgicos, con base en fotografías aéreas,
se ordenó el desplazamiento a los campamentos donde se procesaba toneladas de clorhidrato
de cocaína.
Los pilotos de los helicópteros del servicio
aéreo de la Policía tuvieron que volar durante dos horas a escasos metros de
las copas de los árboles, para evitar ser detectados a distancia por los narcotraficantes
y guerrilleros.
Los helicópteros
en desplazamientos suicidas ocuparon las cabeceras de la Pista Tranquilandia,
mientras disparaban ráfagas de ametralladora contra los narcotraficantes que cubrían
la fuga de un helicóptero en seis personas, al parecer "los capos” de la organización.
Sin embargo,
la personal de Antinarcóticos y el GOES lograron ocupar la pista y despejar de esta
múltiples canecas de 55 galones que habían sido ubicadas en la mitad para
evitar el aterrizaje de otras aeronaves diferentes a las de los
narcotraficantes.
Una vez
despejada la pista aterrizó un avión de la policía con 20 Agentes del grupo operativo
de Antinarcóticos, que reforzaron a los que ya habían ingresado a los campamentos
y combatían con los delincuentes.
fotografía de policías antinarcóticos durante el operativo a Tranquilandia |
Fueron
tres horas de prolongado enfrentamiento armado, se combatió con los
delincuentes que huían despavoridos por la selva. Otros se aprovisionaron de
alimentos y huían por los caminos y trochas que existían en los campamentos.
Posteriormente
otros “obreros de la droga” se entregaron, sin oponer resistencia a la Policía,
dijo el comandante de la operación- una vez dominada la situación manifestó el
oficial, la sorpresa fue mayúscula: se encontró construcciones rusticas usadas
como viviendas y alojamientos para más de cien personas, dotados con sistemas
de agua potable, criaderos de cerdos, de gallinas y pavos; congeladores;
neveras, estufas, televisores, treinta y cuatro plantas eléctricas, cuatro tractores,
dos pequeños camiones, una motocicleta, diez lanchas, diez compresores y otros electrodomésticos.
Pero por
si fuera poco, la policía descubrió que los delincuentes tenían un sofisticado
sistema de comunicaciones, para “alertar” a los habitantes de otros campamentos
en caso de presencia de las autoridades.
Como la operación fue rápida, estos sistemas
de comunicación fallaron y se frustró las intensiones de los delincuentes de
destruir pruebas y escapar en su totalidad. Nunca esperaron ser descubiertos.
A diez
minutos de cada campamento existían otras pistas y los gigantescos laboratorios
para el procesamiento de la cocaína.
En desarrollo
de los choques armados la Policía logró penetrar al laboratorio de Tranquilandia y decomisar 15 toneladas de Base de Coca y tres
toneladas de Clorhidrato de Cocaína listos para su exportación, drogas avaluadas
en US$1.200 millones.
Horas después
los osados narcotraficantes sorprendieron a las autoridades, robaron una lancha
con motor fuera de borda y escaparon por el Río Yarí. Otros regresaron al
campamento y se entregaron a las autoridades policiales.
La operación tranquilandia permitió desarticular
siete gigantescos laboratorios para el procesamiento de cocaína, una decena de menor
importancia y la retención de cuarenta hombres y cuatro mujeres.
La estructura
de los campamentos y laboratorios era en madera. Tenían cinco pistas de aterrizaje,
algunas equipadas con luces para operaciones nocturnas, además se inmovilizaron
las avionetas Cessna HK 3064, HK 3007 -matriculadas en Colombia- N 3271 y YV
1085 P- matriculadas en el exterior y el helicóptero Huges 500, de matrícula
colombiana HK 2704 X.
Las
avionetas y helicópteros incautados allí, pero ante todo una libreta con las
iniciales de las personas propietarias de los cargamentos que se exportaban a
los Estados Unidos, puso al descubierto toda la organización del tráfico de
narcóticos en el país.
La
retaliación de Pablo Escobar y sus socios no se hizo esperar. El 30 de abril de
ese mismo año, cuando el Estado aún celebraba la hazaña, sicarios del Cartel de
Medellín asesinaron en el norte de Bogotá a Rodrigo Lara Bonilla, entonces
ministro de Justicia. Un líder político que, bajo las toldas del Nuevo
Liberalismo y en su condición de alto funcionario estatal, había emprendido una
cruzada contra las organizaciones mafiosas y también se ordenó el asesinato del Jefe de
la Unidad Antinarcóticos Coronel Jaime Ramírez Gómez el 17 de noviembre de 1986.
Eventos gráficos del asesinato de Rodrigo Lara Bonilla |
Este
agridulce episodio de la historia nacional se convirtió en el principio de una
guerra sin cuartel entre el Estado y los capos del –por esos días– descollante
movimiento del narcotráfico. Un fenómeno que durante los gobiernos de Alfonso
López Michelsen (1974-1978) y Julio César Turbay Ayala (1978-1982) –tal y como
lo relata el historiador Jorge Orlando Melo– no fue considerado un problema de
fondo para Colombia.
Quizás por eso, en 1982 el poder de los
principales carteles del narcotráfico alcanzó su apogeo. No en vano, para esa
época llegaron a manejar un negocio que les permitía “importar divisas que
oscilaban entre US$800 millones y US$2.000 millones, es decir entre 10% y 25%
de las exportaciones totales del país. Se trataba de ingresos muy concentrados,
con capacidad de influir la vida económica, pero a través de sectores reducidos
de beneficiarios”, dice Melo.
Así las
cosas, cuando las mafias de las drogas parecían saborear las mieles de su
riqueza, el revés de Tranquilandia no solo empezó a aguarles la fiesta, sino
que se convirtió en el día en que cambió de un tajo la lucha contra el
narcotráfico en el país.
El
coronel Ramirez Gómez declararía luego, bajo la gravedad del juramento, que el
ministro Lara Bonilla le dijo en varias ocasiones que el hallazgo de
Tranquilandia causaría su muerte según se le había hecho saber, y que en la
libreta de envíos de cocaína se mencionaban cargamentos de "Pacho"
para "P.E. y P.C.", iniciales que corresponden a lo que se conoce en
Medellín como "la banda de los Pablos", Pablo Escobar y Pablo Correa.
"Pacho" correspondería al nombre de Francisco Barbosa, lugarteniente
de los narcotraficantes en Leticia, socio de Evaristo Porras.
El
coronel Ramírez Gómez se retiró de la Unidad Antinarcóticos de la Policía y
esperaba ser llamado para ascenso a brigadier general.
EL
ASESINATO DEL CORONEL JAIME RAMÍREZ GÓMEZ
Fuente: información tomada del articulo publicado por la revista Semana el día 13 del abril de 1987 titulado "Quien Mato al Coronel Ramírez" el cual se encuentra en la siguiente Url. https://www.semana.com/nacion/articulo/quien-mato-al-coronel-ramirez/8791-3
"...En el
Tribunal Superior de Bogotá con ponencia del magistrado Pantaleón Mejía Garzón,
fue cambiado el llamamiento a juicio por el asesinato de Lara Bonilla contra
Pablo Escobar por un sobreseimiento de carácter temporal, lo cual implica la
reapertura de la investigación. En esta nueva etapa procesal, una de las
declaraciones que se debía ampliar era la del coronel Ramírez Gómez. La
providencia del Tribunal fue adoptada en junio de 1986.
Un
documento que lleva el nombre de "Memorando", y cuya autenticidad fue
ratificada por dos fuentes diferentes que confirmaron su existencia en la Policía,
permite concluir que desde el 25 de enero de 1986 elementos de esta institución
tenían conocimiento de la existencia de un plan para asesinar al coronel Ramírez
Gómez.
Fuentes
de la Policía consultadas en varias oportunidades aseguraron que la información
contenida en el documento pudo ser confirmada (incluso Carlos Espinoza, Cuco,
apareció asesinado luego en Medellín), pero que no lograron profundizar en
ella.
Uno de
los sujetos que iba a bordo de un vehículo Renault 18 verde, de placas KF 4491,
disparó contra el coronel Jaime Ramírez en la tarde del 17 de noviembre de
1986. El campero, en el que iba junto con su esposa y dos hijos, fue cerrado
por el vehículo desde dónde le dispararon de manera repetida. Como medida de
seguridad, el coronel alcanzó a frenar para que sus atacantes siguieran de
largo. Por el contrario, se detuvieron unos metros adelante y uno de ellos se
bajó y disparó varias ráfagas contra el coronel Ramírez Gómez, quien para
entonces ya había fallecido.
El día
en que fue asesinado el coronel Jaime Ramírez, no iba con escolta y sobre este
hecho se presentan dos versiones: en la primera se asegura que Ramírez Gómez
aceptó ir a la finca de un amigo personal y que rechazó el servicio de
seguridad por tratarse de un sitio seguro que no frecuentaba. En la segunda
versión se sostiene que, por el contrario, ese 17 de noviembre se le informó
por un alto oficial de la Policía Nacional que los narcotraficantes habían
cancelado la orden de asesinarlo.
Hasta
el momento, el asesinato del coronel Jaime Ramírez Gómez se encuentra en
completa impunidad..."
Fuentes web consultadas:
https://www.semana.com/nacion/articulo/quien-mato-al-coronel-ramirez/8791-3
https://youtu.be/4SkNOBP4EPM
https://es.wikipedia.org/wiki/Fuerzas_Armadas_Revolucionarias_de_Colombia
https://es.wikipedia.org/wiki/Administraci%C3%B3n_para_el_Control_de_Drogas
Otras fuentes:
Revista Policía Nacional
Libro 25 años de creación de la Policía Antinarcóticos