Antes de remitirnos a conocer la Génesis del Código de Ética en la Policía Nacional de Colombia, es importante conocer de donde surge la Ética. El
punto de partida para referirnos a la Ética, está en la teoría creacionista
o divina que se encuentra en la misma aparición del hombre en la tierra, tal como se señala en el libro del
Génesis del Capitulo I al Capitulo 2, hasta el Versículo 4, y de allí en
adelante se va dando el modo de convivencia y van apareciendo las normas interpersonales.
codigo de Hammmurabi |
Sin embargo se habla de la teoría evolucionista o materialista, a la que
algunos científicos e historiadores nos remiten a la homonizaciòn (proceso
evolutivo que se conduce desde una determinada especie animal Protohomìnidos
hasta el hombre moderno) uno de los precursores fue Charles Darwin, pero esta
teoría ha sido debatida y muy cuestionada.
De cierto
es que los grupos humanos
se fueron formando desde la formación de la familia, los clanes, las tribus, la
sociedad, todos ellos enmarcado en la búsqueda de la sobre vivencia por medio
de la agricultura lo que abrió las puestas al comercio y
en consecuencia a los regímenes legales basados en las normas divinas hasta
llegar a la ley mosaica,
que sigue existiendo, que luego dieron paso a la jurisprudencia de los pueblos. (Código de Hammurabi como primer código de leyes).
Concepto de Ética
Los primeros inicios del saber filosófico muestran que Sócrates fue
el creador de la ética (Tanto de la ciencia como de su nombre), y a partir del
término griego Ethos, que significa
carácter, enmarcó una definición que se debía entender como “la ciencia de
carácter y virtudes de los hombres”.
socrates |
Cicerón por su parte, introdujo la ética en Roma y
la denominó Philosophya morum, de mos-moris, que significa “Costumbre" con lo
cual en romance podemos disponer de dos palabras para una misma cosa.
El uso de ésta terminología ha venido imponiéndose en
el ánimo de sugerir su diferencia, por lo tanto para concluir, se puede afirmar
que la palabra castellana ética proviene
de la palabra griega ETHOS: con acento agudo ethos significa costumbre, con acento circunflejo ethos
significa modo de ser, carácter, segunda naturaleza.
Y el término utilizado por Cicerón, es de origen
latino mos-moris, que es una acepción
muy general, se puede traducir a nuestro
idioma castellano por “costumbre”.
ahora bien, de las múltiples definiciones de
ética la más acertada, clara, completa y contundente, que enmarca y precisa los
elementos esenciales, que conlleva realmente el contenido de la ética es:
Cicerón |
"ÉTICA
ES LA CIENCIA DIRECTIVA DE LOS ACTOS HUMANOS HACIA EL BIEN HONESTO, DE ACUERDO
CON LA RECTA RAZÓN”
ANÁLISIS DE LA DEFINICIÓN
Es ciencia: no simple colección de observaciones, o
de elucubraciones infundadas, se trata ante todo de un conjunto ordenado de
principios y conclusiones, que llevan a un actuar recto.
De los actos humanos: estas palabras denotan su
objeto material. Llamase actos humanos los que son específicos del hombre, a
saber, los hechos con advertencia y libre elección.
Directiva: esta palabra denota su objeto formal: La
recta dirección de los actos humanos. En esto se diferencia de la psicología,
que también los estudia, pero solo en su naturaleza, no en cuanto su dirección.
Hacia el bien honesto: puesto que es ciencia
directiva de los actos humanos, es claro que debe orientarlos hacia un fin
determinado. Este es el bien honesto, el bien propio y adecuado a la naturaleza
del hombre, en cuanto hombre.
De acuerdo con la recta razón: Dios da al hombre
una luz natural que lo rija en el ejercicio de su actividad y lo encamine hacia
el fin que le enseñó. Esta norma es recta razón, es decir, no desviada por
perjuicios, pasiones e intereses personales, sino de acuerdo con la razón
divina, última norma de nuestra conducta.
Etica profesional
Identificado ya el concepto general de ética, nos conduce a ahondar sobre el estudio de la ética profesional, en la cual se enmarca el accionar de los miembros de la Policía Nacional de Colombia. Ser profesional de Policía, se entiende entonces como una ocupación
que se desarrolla con el fin de colaborar con el bienestar de una sociedad. Para
realizar dicha labor es necesario que el profesional de Policía(persona que ejerce la
misma) actúe con responsabilidad, siguiendo los requisitos que la Constitución y la ley vigente
plantee para el desarrollo de esa actividad.
La ética profesional pretende regular
las actividades que se realizan en el marco de una profesión. En este sentido,
se trata de una disciplina que está incluida dentro de la ética aplicada ya que
hace referencia a una parte específica de la realidad.
Cabe destacar que la ética, a nivel
general, no es coactiva (no impone sanciones legales o normativas). Sin
embargo, la ética profesional puede estar, en cierta forma, en los códigos
deontológicos que regulan una actividad profesional. La deontología forma parte
de lo que se conoce como ética normativa y presenta una serie de principios y
reglas de cumplimiento obligatorio.
Podría decirse, por lo tanto, que la
ética profesional estudia las normas vinculantes recogidas por la deontología
profesional. La ética sugiere aquello que es deseable y condena lo que no debe hacerse,
mientras que la deontología cuenta con las herramientas administrativas para
garantizar que la profesión se ejerza de manera ética.
Con fundamento en lo anterior, la profesión de policía al igual que la mayoría de profesiones consolidadas tiene un fragmento literario descrito en un "Código de Ética Policial" que resume lo esperado del ejercicio profesional de ser Policía.
Por ello, es importante conocer el origen de nuestro código de ética policial, cuyo texto se aprende en todos los procesos de formación institucional y que en ocasiones recordamos y recitamos en muchas de nuestras formaciones y documentos.
Génesis del "Código de Ética Policial"
Escudo de la Asociación Internacional de Jefes de Policía –IACP |
La Génesis de nuestro "Código de Ética Policial" data desde el momento que la Policía Nacional de Colombia adaptó el texto del “Código de Ética de Aplicación de la Ley” que fue aprobado en la 64ª Conferencia y Exposición Anual de la Asociación Internacional de Jefes de Policía –IACP (International Associatión of Chiefs of Pólice) en octubre de 1.957, cuyo texto original decia:
Código de ética de aplicación de la ley
Como oficial encargado de aplicar la Ley, mi obligación fundamental es servir a la humanidad; salvaguardar vidas y los bienes personales; proteger a los inocentes contra el engaño; a los débiles contra la opresión o la intimidación y a los pacíficos contra la violencia y el desorden; así como respetar los derechos constitucionales de todos los hombres para disfrutar de libertad, igualdad y justicia.
Mi vida personal será transparente, como un ejemplo para todos; comportaré una tranquilidad valiente ante el peligro, el desprecio o el ridículo; desarrollar el control de mí mismo; y constantemente tendré en mente el bienestar de los demás. Siendo honrado de mente y cuerpo en mi vida personal y en la oficial, seré ejemplar en el cumplimiento de las leyes del territorio y de los reglamentos de mi departamento. Mantendré en secreto todo aquello que vea o escuche de carácter confidencial o que sea confiado en mi capacidad oficial, a no ser que revelarlo resulte necesario para el cumplimiento con mi deber.
Jamás actuaré en forma oficiosa ni permitiré que los sentimientos personales, los prejuicios, las animosidades o amistades influyan en mis decisiones. Sin ceder ante la delincuencia y realizando una persecución incesante de delincuentes, aplicaré la ley cortés y correctamente, sin temor ni favor, malicia o mala intención, sin emplear jamás fuerza o violencia innecesaria y sin aceptar regalos.
Reconozco que la placa de mi oficio es un símbolo de la fe pública, y la acepto como la confianza del público la cual mantendré mientras sea fiel a la ética del servicio policiaco. Me esforzaré constantemente para alcanzar estos objetivos e ideales, dedicándome ante Dios, a la profesión que he elegido... la aplicación de la ley.
A este texto original le fueron realizados algunos ajustes para adaptarlo al contexto nacional colombiano, uno de ellos fue remplazar la “placa” por el lema “Dios y Patria”, teniendo en cuenta que solo hasta el año de 2.009 en nuestro país los oficiales no recibían una placa de identificación policial.
Resolución No. 3373 del 26 de octubre de 2009 que adoptó el nuevo reglamento de uniformes, insigneas, condecoraciones y distintivos para el personal de la Policía Nacional |
(Nota: El entonces Mayor General Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, Director General de la Policía Nacional mediante Resolución No. 3373 del 26 de octubre de 2009, autorizó el cambio de la Placa de identificación policial la cual también fue entregada a todos los oficiales de la Policía Nacional de Colombia a partir de la entrada en vigencia dicha norma) .
Adicional a esto, el “Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley” aprobado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas mediante Resolución 34/169 de 17 de diciembre de 1.979, tambien se constituye un marco de normas de comportamiento que recoge unos principios de obligatorio cumplimiento para los funcionarios de policía de los países miembros y que constituye un marco normativo de aplicación para la Policía Nacional de Colombia.
Es de
anotar que tan loable labor de adaptar el código de ética de la Asociación
internacional de jefes de policía a la Policía Nacional de Colombia, la realizó
en 1.973 el entonces señor Coronel Fabio Antonio Londoño Cárdenas.
Una vez
culminado el nuevo código de ética, éste fue socializado ante el Director
General de la Policía Nacional señor Brigadier General Henry García Bohórquez
quien lo avaló y ordeno su publicación en la Revista de la Policía Nacional,
tal como consta en su edición 162 de los meses de noviembre-diciembre de
1.973, página 20.
Revista de la Policia Nacional edición 162 de 1.973 |
Pagina 20 con el nuevo código de ética policial |
Posteriormente,
en el año de 1.975 siendo ya Brigadier General señor Fabio Antonio
Londoño Cárdenas, publicó en la “Revista moderna de Policía” un
artículo en francés donde explica claramente cuál fue el contenido por él
tenido en cuenta la implementación de ese código moral para la policía
colombiana y cuyo aparte me permito trascribir:
“Deseo
demostrar la forma en que me figuro la realización de tal código.
La
obra debe tener una introducción que se inicie con la definición de la policía
y del policía. Después de ello deberá definirse la actividad de la policía y la
formulación de una regla fundamental de conducta. Esta regla fundamental de conducta debe constituir el núcleo del
preámbulo pues siempre servirá de
guía al policía en el caso de que las
leyes de su país no lo formen y cuando le corresponda apreciar por su cuenta.
(El resaltado hacer parte del texto original)
Las
recomendaciones de la ONU para el personal penitenciario se refieren a la concepción
social y humanitaria que el funcionario debe
tener. Baroin subraya la declaración universal de los derechos del
hombre y la actividad preventiva de la policía. En su estatuto internacional,
los abogados relievan el honor y la dignidad de su profesión. Los jefes de
policía destacan en sus reglas fundamentales la ética, la ausencia de
perjuicios, la propiedad, la estabilidad, la fidelidad y la moral, así como el
servicio a la nación. Baroin Califica muy justamente este preámbulo como
profesión de fe.
Sin embargo, no se puede decir que cuando las
palabras estén claramente definidas, tenemos allí un único valor de medida,
pues esa puede ser precisamente una dificultad mayor. Son mejores las nociones
flexibles, que permiten una conducta correcta. Su contenido está ligado, sobre
todo, a las circunstancias de tiempo y de lugar.
De las formulaciones generales que he
encontrado solo una me ha fascinado porque corresponde a mis propias ideas. El
estatuto de la asociación médica mundial,
dice: “El médico se comportará con sus colegas como desee que ellos se
comporten con él”, lo cual no es otra cosa que la aplicación limitada del
imperativo categórico de KANT (Obra de tal suerte que el máximo de tu atención
pueda ser convertido en ley universal).
Tal
máxima no aplica leyes externas, sino las leyes internas de la propia
conciencia. Ella es, consecuentemente, siempre
válida cuando las leyes externas desfallecen ante el momento crítico pero
no puede ser controlada desde fuera. Una presentación popular de tal principio,
puede ayudar al policía, cuando él solo, aprecia o juzga.
Una
idea parecida al imperativo categórico es aquella de la caridad cristiana,
proclamada en el Sermón de la montaña, pero
que se encuentra en el libro tercero de Moisés, del Viejo Testamento. Desde las sentencias de lao-Tse, de Kung-Tse y
de Buda se expresan ideas análogas, así como la noción de buena voluntad de
nuestros días.
De la
formulación de una regla fundamental, el código puede pasar a los diferentes derechos del hombre o a los derechos de todos los hombres.
Debería
decirse que la violación a los derechos ajenos es fuente de una acción y que el
recurso de la fuerza debe ser reducido al mínimo.
Las indagaciones
y los registros no deben ser efectuados sino en casos de sospechas fundadas y
cuando los objetos puedan servir de prueba.
Todo acusado
debe ser interrogado sin retardo y así mismo debe dársele la oportunidad de
pronunciarse sobre las circunstancias por las cuales fue preguntado, de indicar
las pruebas que apoyan su dicho y de manifestar su opinión ampliamente.
Toda declaración
deberá consignarse por escrito.
Estas
exigencias se dirigirán, al mismo tiempo, a los gobernantes, con el fin de que ellos
dicten las disposiciones legales necesarias para facilitar a la policía la
observancia de tales reglas morales.
Pero también en código deberá remitirse al
público para demostrarle la necesidad de que se reconoce la autoridad o se
va al caos, con mayor razón si el individuo se constituye en juez de sus
propios hechos.
Encuentro
justificado fijar en el código la necesidad de proteger al policía, ante todo con el derecho a un procedimiento disciplinario, en los casos de acusación
contra él.
La declaración
de los derechos del hombre de las Naciones Unidas se ocupa igualmente del derecho de trabajo. Podría incorporarse en esta materia la protección
del miembro de la policía.
La exigencia
más importante es la de crear un estatuto permanente que le dé al funcionario
la independencia necesaria de las influencias políticas del día. Otra necesidad
urgente es la de señalar: una remuneración proporcional a las condiciones de
trabajo y la asistencia en casos de enfermedad, de invalidez y de vejez.
Paralelamente
al código de moral, y separado de él a causa de que trata de una materia
diferente, pueden apoyarse las medidas tendientes a adoptar las disposiciones
de protección en caso de guerra para los policías, en calidad de combatientes,
como lo ha propuesto el Consejo de Europa.
La anterior recomendación, aplicable a los funcionarios de policía, presentada
en la IV convención de Ginebra el 12 de agosto de 1949, fue propuesta por la
Federación Internacional de Funcionarios de Policía…
Nota al margen: Aunque sobran mayores consideraciones con respecto a los
anteriores conceptos si debemos razonar en la importancia de estos trabajos y
proyectos, que nos demuestran:
- Un gran adelanto en las relaciones de los hombres para conseguir una mayor unión de los seres que buscan fines iguales.
- Las necesidades de conseguir un entendimiento a escala mundial. En el importante campo de la ética y de los derechos individuales correspondientes a los policías del mundo; y
- Las cuestiones o materias en las cuales nos encontramos muy adelantados y aquellas en las que debemos poner mayor empeño para alcanzarlas, colocándonos así. Dios mediante, en un lugar de avanzada policial universal.”
En el año 2.016 el Código de
Ética fue refrendado por los policías de Colombia.
El 4 de
marzo de 2.016, en
presencia de la ONU y la Secretaría de Transparencia de la Presidencia, la
Policía Nacional asumió el compromiso de refrendar su código de ética, en
desarrollo de la nueva política integral de transparencia que adelanta el
general Jorge Hernando Nieto desde que asumió la dirección de la
Institución.
General Jorge Hernando Nieto, refrendando el el Código de Ética Policíal (Foto Colprensa |
El señor general Jorge Hernando Nieto director de la Policía
Nacional aseguró que Colombia está "reclamando policías más humanos, más
íntegros, más disciplinados, más innovadores y más efectivos".
"Los
colombianos están reclamando policías más humanos, más íntegros, más
disciplinados, más innovadores y más efectivos", dijo el director de la
institución, general Jorge Hernando Nieto, a través de una videoconferencia a
través de la cual se dirigió a los policías del país.
Lo harán a través de una videoconferencia nacional liderada desde la Sala Estratégica de la Dirección General de la Policía Nacional, por el director general de la Institución, general Jorge Hernando Nieto Rojas.
El compromiso virtual lo hará cada policía sin distinción de rango a través de su computador. "Desde su computador, cada policía podrá oprimir Acepto. De inmediato, su respuesta quedará consignada en la base de datos de la Institución, donde reposan los correos electrónicos de cada uno de los 181.920 policías de la patria", explicó Nieto.
“Nuestro Código de Ética Policial tiene que ser la brújula que a diario guie cada una de nuestras actuaciones”, afirmó el general. “Sé que somos capaces de ser mejores seres humanos. Sé que podemos ser mejores policías. Por eso, los invito a refrendar nuestro Código de Ética con el corazón, con grandeza, con amor por su familia, su Institución y su patria”, agregó.
Cada policía de Colombia tiene en su Código de Ética el mejor referente para ejercer su noble vocación con valor y calma frente al peligro, al desprecio, al abuso o al oprobio.
Esta carta de navegación data de 1975, cuando, acatando recomendaciones de las Naciones Unidas, sobre la creación de un código deontológico para las fuerzas de seguridad de cada país, la Policía Nacional de Colombia estructuró el documento y lo puso en práctica.
Así seguimos trabajando por una Colombia segura y en paz.
Video Código Ética Policial.
IMPORTANCIA DE LA ÉTICA EN LA PROFESIÓN POLICIAL
Es importante el estudio de tratados de ética para
la Policía Nacional de Colombia, porque la inmoralidad en la vida, como miembro
de institución está determinada no por el buen número de faltas cometidas en el
código de disciplina y /o ética o las enunciadas en el Código Penal Militar o
cualquier otro documento de carácter jurídico, sino por las acciones del devenir diario, cotidiano, en el decir de
las actitudes buenas hacia los
semejantes. A los miembros de la Policía Nacional, se les ha otorgado el poder
de actuar en beneficio de la sociedad, es decir esta revestidos aún más de un
privilegio, de un fuero, el de ser representantes del orden, de un
control, y como personas deben ejercer ese poder, pero entendiendo su
ejercicio como el sagrado deber de actuar dignamente, de enaltecer los valores
perdidos, de revitalizar la ética de buscar los ideales morales en aras de la paz y el bien común.
Ser miembro de la Policía Nacional de Colombia,
conlleva una gran responsabilidad social, significa ante todo, ser ejemplo vivo
de pulcritud, administrativa, honestidad, verdad, justicia, caridad, mística, patriotismo
y servicio, virtudes a las cuales no se puede rehuir, pues de lo contrario,
sería tanto como un sacerdote que de modo
absurdo rehúsa a ser ejemplo de honestidad, de caridad, de fe,
desfigurando su esencia y su misión consagrada y su ejemplo para la sociedad.
Cambiar la situación social del país no es fácil,
pero si podemos colaborar, la sociedad perfecta es utópica y ucrónica, pero en
algo podemos ayudar a revivir los
valores perdidos. No se trata de asumir
una actitud fracasada, derrotista o pesimista, frente a la problemática social
que estamos viviendo en nuestro país, sino por el contrario, se trata de asumir
la realidad tal y como es, comenzando por la educación y el trabajo continuo
para mejorar la sociedad, a partir del cumplimiento honesto de la misión que
Dios y la Patria a través de la Constitución Nacional, le ha encomendado a cada
miembro de la Policía Nacional de Colombia.
La Vocación Policial.
La palabra vocación, significa ante todo un
llamado, un llamado que exige una respuesta; es decir, alguien que llama y
alguien que responde, pero no es un
llamado cualquiera, sino que se trata de un llamado a la propia realización
personal y social, un llamado que proviene
necesariamente de un ser supremo trascendente que desea la realización personal
del llamado.
En el ámbito policial, el llamado es hecho a un
joven concreto, situado, del común de la
sociedad, para que se realice de manera personal, profesional y social
sirviendo a sus semejantes en el seno de
la Policía Nacional, por lo tanto, su respuesta entonces debe ser madura,
honesta y diáfana, lo cual hará de él un hombre seguro de sí mismo y de su
profesión; en pocas palabras, un “enamorado de su misión que Dios y la Patria
le encomiendan para defensa de los deberes y derechos fundamentales de sus
conciudadanos”.
Es una respuesta, que quiere de una lenta pero
segura maduración, con dificultades pero con éxitos, con angustias pero con
felicidad, que día a día va forjando y aquilatando la identidad e integración
de todas las dimensiones de la persona humana en virtud de la vivencia o experiencia
policial.
Pero esta vocación policial, necesita de un
fundamento ético, de un soporte bien cimentado, que la lleve a desempeñarse en
favor de la propia realización personal y del bien común; por eso, ha de ir
unida a la vocación religiosa, en donde el ser supremo es el punto de referencia,
los parámetros de conducta que no podemos separar.
Por lo tanto, la vocación policial no es otra que la defensa del bien, de la verdad y sobre todo de los que son agredidos injustamente.
La vocación policial, es por definición, una vocación de servicio, y aún más, un servicio que va hasta dar la vida por los demás.
Podria decirse entonces, que la ética es la ciencia del comportamiento moral, ya que determina y estudia la actuación de un individuo respecto a una acción o decisión. Aunque la ética no es coactiva (no impone castigos legales), el código de ética supone una normativa interna de cumplimiento obligatorio.
En la carrera policial existe una serie de
elementos cuya importancia es inculcar ideas de bien común y sobre todo, un
espíritu crítico y equilibrado, para saber actuar siempre en pos del
bien de la comunidad en general. Un policía sin ética será un profesional que
antepondrá el dinero al bien de la ciudadanía y esto supondrá un desorden moral
en el accionar y un serio riesgo para los sectores que asiste.
Es por ello que la Policía Nacional de Colombia se ha propuesto a consolidar el Sistema Ético Policial propendiendo por una sólida
formación ética y moral de todos sus miembros, es decir, que internalicen en su real dimensión
los principios éticos y morales que regulan la conducta humana y que les permitan en un momento dado rechazar tentaciones de diversa índole durante el
ejercicio de sus funciones.
La
obligación de todo profesional en materia policial es manifestar una conducta
impoluta donde la ética sea su principal objetivo. El policía esta frecuentemente
en contacto con la parte más conflictiva, las personas en situaciones de
emergencia, en los peores días de cada ciudadano, en resolver conflictos y
haciendo prevalecer en muchas ocasiones el interés global por encima de algunos
intereses particulares.
El
policía es un funcionario al servicio de todos los ciudadanos y no solamente
necesita unos conocimientos profesionales y excelentes aptitudes en el
desarrollo de su trabajo, necesita asumir normas estrictas para evitar
desviaciones, torturas y abusos de poder que pongan al policía ante el escarnio
colectivo.
Es por
ello, que en muchas ocasiones no es bien vista la policía, pero se pide
su actuación cuando nuestros intereses están en peligro. Es una
actitud ambivalente que el policía ha de saber sobrellevar como profesional.
El
policía tiene una autoridad delegada de la sociedad para hacer sobresalir los
intereses generales, para proteger a las personas más desfavorecidas y para que
sea la garantía del libre ejercicio de los derechos y libertades de todos los
ciudadanos, sean estos ricos o pobres, de una raza u otra, pertenecientes a
cualquier religión y actuando de manera neutral ante ideologías políticas.
Es importante señalar, el interés que el Policia debe tener de
recuperar el verdadero sentido de servir y proteger, de salvaguardar vidas y
propiedades, de socorrer al inocente de la maldad, al débil de la opresión o
intimidación, empleando la paz contra la violencia y el desorden. Respetando
los derechos constitucionales, velando por el bienestar de todas las personas
sin actuar de manera impulsiva y evitando que los sentimientos personales
influyan ante cualquier inclinación política, manteniendo la esencia y los
valores policiales activos, reconociendo a su vez los principios de la ética
policial para luchar constantemente por los objetivos e ideales de esta digna
labor, de manera que pueda cambiar de rumbo hacia una institución policial con
principios y valores éticos que permita el respeto y reconocimiento de su
propia sociedad, por lo que es necesario rediseñar una adecuada formación de
policías y recuperar el prestigio como POLICIAS EJEMPLARES, POLICIAS
RESPETABLES y POLICIAS SOCIALMENTE ACEPTABLES en este hermoso país cuna de hombres
y mujeres, valientes y honorables que luchan y llevan dignamente su uniforme.
Paguinas web consultadas:
Archivo Historico Revista Policía Nacional de Colombia.
El código de ética policial es hermoso. tiene toda la esencia del hacer profesional policial. interesante la información que encontré.
ResponderBorrarEL CODIGO DE ETICA ES EL ALMA EL SER Y LO MAS DESTACADO DEL PROFUNDO DE UN POLICIA EL SENTIR CON FUERZA QUE ES AMAR UNA VOCACION CON TANTO SENTIMIENTO ENTREGANDOLE A EL SU VIDA Y EN EL MAS QUE SE VUELVA ETERNO.
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