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martes, 1 de agosto de 2017

GÉNESIS DEL CASCO PRUSIANO Y SU IMPLEMENTACIÓN EN LA POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA



No creo que haya mucha gente que, aún sin saber una palabra del tema, no haya visto alguna vez este peculiar casco rematado por un ostentoso pincho similar a la moharra de una lanza.

La icónica imagen del káiser Guillermo con su fastuoso mostacho y tocado por un pickelhaube es todo un símbolo del espíritu militar prusiano de la misma forma que la Estatua de la Libertad es un símbolo emblemático de  la Ciudad de New York, y hasta era especialmente puesto de relieve en las caricaturas con que los aliados se mofaban de sus enemigos germanos durante la Gran Guerra.
   


káiser Guillermo

 Hay diversas teorías sobre la paternidad del pickelhaube que, en cualquier caso, provenía de los antiguos cascos decaballería usados durante las guerras napoleónicas. 



Casco usado por un oficial de la caballería Napoleónica

Caballería Napoleónica





La más extendida es la teoría que afirma que, curiosamente, el origen de este casco no era prusiano, sino ruso. Esta versión dice que el Rey de Prusia Federico Guillermo IV vio un prototipo de un ejemplar rematado por un vistoso pincho encima del escritorio del zar Nicolás I durante una visita oficial. Al prusiano le llamo mucho la atención este modelo, así que a su vuelta a casa puso en marcha su eficiente maquinaria militar para fusilarlo mientras que el ruso se tuvo que fastidiar al ver cómo le habían pisado la idea porque la industria rusa estaba a años luz de la alemana.


El Káiser Wilhelm (Guillermo) del Imperio Alemán, y el Zar Nicolás II del Imperio Ruso. 
Guillermo viste un uniforme de húsar, y Nicolás un uniforme del ejercito alemán. 
En su momento, muestra de amistad entre los pueblos.

 Otra versión sugiere que el diseño no era de origen ruso, sino genuinamente prusiano; en concreto, se afirma que lo llevaron a cabo entre el pintor Heinrich Stilke y Wilhelm Jaeger, un fabricante de artículos de metal radicado en Elberstadt. También se relaciona con este diseño al pintor Moritz von Schwind, autor de unos frescos del castillo de Hohenschwangau en el que se ve a un caballero tocado con un casco muy similar a los pickelhauben. 



The Falkensteiner ride.
Obra del pintor Moritz von Schwind

Estos frescos, basados en "El Cantar de los Nibelungos",fueron ejecutados por encargo de la academia de Karlsruhe en 1839, tres años antes de la entrada en servicio del primer modelo provisto del pincho en cuestión.


Pickelhaube ruso. Como se ve, salvo por el pincho
 se asemeja mucho al modelo prusiano

Sea como fuere, la cosa es que en octubre de 1842 fue adoptado un casco que sería el antecesor directo del pickelhaube que todos conocemos. veremos en la foto de abajo el único ejemplar que se conserva del primer prototipo desarrollado por la firma Wilhelm Jaeger en 1839, el cual tenía la particularidad de tener una visera movible cuya finalidad era proteger los ojos en función de la intensidad de la luz. 

Primer protoripo del pickelhaube diseñado por la firma Wilhelm Jaeger

El cubrenucas en forma de cola de langosta estaba formado por tres láminas, y el barbuquejo era de cuero forrado por pequeñas escamas de metal. A cada lado, bajo el rosetón del barbuquejo, el casco estaba decorado con una escarapela con los colores de Prusia, y en el frontal lucía una ostentosa águila de bronce que, posteriormente, se trocó por el pájaro emblemático de cada estado alemán a medida que lo iban adoptando. El conjunto estaba rematado por un enorme pincho que le daba la característica silueta que distinguió a estos cascos durante más de 70 años. 

 Así pues, el 23 de octubre de aquel año de 1842 se adoptó este casco que, oficialmente, era un helm (casco en alemán), porque eso de pickelhaube (literalmente, algo así como gorro con pincho) era un mote ideado por el imaginario popular. 

La prenda en cuestión, a la que solo se suprimió la movilidad de la visera respecto al prototipo inicial, equipó inicialmente a varias unidades de coraceros, concretamente los regimientos de línea del 1 al 5, el 7 y el 8. Los cascos estaban fabricados de chapa de acero y la decoración de bronce, mientras que los del 6º regimiento y dos regimientos de la Guardia estaban hechos de una aleación de cobre y zinc que imitaba el oro con la decoración de plata alemana, o sea, lo que se conoce como alpaca. 



 A raíz de la adopción de este tipo de casco, los demás estados alemanes lo fueron adoptando en los años siguientes, siendo el segundo de ellos Oldenburgo, en 1843, y el último Baviera, que se resistió heroicamente a sucumbir a la moda prusiana hasta 1886, cuando murió el Rey Luis II y el príncipe regente Leopoldo se hizo cargo del gobierno. Curiosamente, el regente se negó a usar ese modelo de casco hasta que lo declaró reglamentario para los generales en 1902. Sin embargo, obligaba a sus ayudantes a usar otros tipos de prendas de cabeza antes que el pickelhaube. 


Pero no solo se destinó el nuevo modelo a las unidades caballería, sino también a las de infantería y artillería si bien estas últimas llevaban el pincho rematado por una bola en vez de ser puntiagudos. 
pickelhaube con pincho rematado por una bola

En este caso se trataba de una pieza de 37 cm. de alto fabricada con cuero hervido, siendo el emblema frontal de bronce, así como la espina que recorría la parte trasera tapando la costura que unía el cuero y, por supuesto, el pincho de 14 cm. de largo que estaba unido al casco mediante un soporte cruciforme remachado al mismo. En la parte inferior del mismo se abrían dos respiraderos, uno en cada lado, que permitía el paso de aire al interior de la guarnición. 

La parte frontal había una insignia de metal que presentaba el escudo del Estado del que provenía el casco. A cada lado del casco iba una insignia, la de la derecha era la nacional e incluía los tres colores de la bandera del Imperio Alemán (negro, blanco y rojo), la de la izquierda mostraba los colores de la provincia a la que pertenecía el soldado.

Casco con los colores de la bandera del imperio Alemán 


En 1856 se llevó a cabo la primera modificación de este casco, siendo recortada la altura tanto del casco en sí, haciéndolo más redondeado, como el pincho. Así mismo, se acortó la longitud de la visera y se modificó el barbuquejo, sustituyendo las chapas curvadas que se ven en el de la foto  por otras planas. Los cascos de infantería fueron recortados y vueltos a coser, por lo que se ahorraron el pastizal que les habría costado fabricar cascos nuevos para todas las testas germánicas destinadas a portarlos. 


Casco de 1856
En 1860 surgió el pickelhaube que todos conocemos, o sea, una modificación de los modelos anteriores a la que se rebajó notablemente la altura, dándole la apariencia achaparrada que mantuvo durante el resto de su vida operativa. 

Además se volvió a reducir la longitud de la visera, y el cubrenucas pasó a ser una pequeña pieza casi del mismo tamaño que la delantera.



Así mismo, para ahorrar costos, las unidades en servicio fueron nuevamente recortadas y recosidas, por lo que debían tener más costuras que un calcetín remendado. Solo conservaron del modelo anterior la gran base cruciforme para el pincho, que también fue ostensiblemente reducido en su longitud. En cuanto a la escarapela de los laterales, permanecieron iguales. 


Casco de 1866
Tras los violentos cambios de impresiones tenidas con los daneses en 1864 y con los austriacos en 1866 se llegó a la conclusión de que era preciso llevar a cabo una serie de modificaciones para abaratar y, sobre todo, facilitar la producción de cascos. 

Para ello, se eliminó la espina de bronce que, como dijimos anteriormente, estaba destinada a cubrir la costura trasera que cerraba el casco. A fin de no dejar dicha costura a la vista se desmontaron el cubrenucas y la visera y se giró el casquete de forma que quedase delante, siendo tapada con el emblema. 

Para fijarlo se eliminaron los tornillos que usaban desde siempre y se sustituyeron por dos pasadores que, la verdad, no proporcionaban ni de lejos la sólida unión de los tornillos. También se eliminó el soporte cruciforme para el pincho y en su lugar se puso una base circular, lo que permitía ahorrar grandes cantidades de bronce, material bastante caro por cierto, además de la mano de obra necesaria para colocar tanta virguería.





Pero estas modificaciones resultó un fiasco porque el emblema frontal se perdía constantemente y, además, la falta de refuerzo en la costura debilitaba demasiado el casco. 

Casco modelo 1871

Por lo tanto, tuvieron que reformarlo de nuevo y reponer los tornillos que sujetaban el emblema, así como la espina trasera ya que hubo que volver a poner la costura mirando hacia atrás. En una directiva fechada el 23 de noviembre de 1871 se tomaron en consideración esta serie de fallos, dando lugar al modelo que vemos en la foto de la derecha. 


Como podemos apreciar, la larga espina trasera recorría el casco desde el pincho hasta el borde de la cubrenuca. Esta pieza tenía en su parte interna unos tornillos soldados, los cuales eran fijados por el interior con tuercas. En cuanto al emblema frontal, salta a la vista que está mejor unido al casco gracias a los tornillos que sustituyeron a los pasadores que fueron la causa de dejar sembrado de vistosos wappen todo el camino desde Alemania hasta París. 




En 1887 se volvió a modificar el casco, buscando siempre abaratar el costo de cada ejemplar. Como vemos en la foto de abajo, el tradicional barbuquejo de escamas pasó a la historia para ser sustituido por uno de cuero mondo y lirondo que, según podemos apreciar, se fijaba en cada lateral con una argolla y un gancho con la finalidad de poder desmontarlo y reemplazarlo por el de escamas en desfiles y demás saraos militares. Así mismo se suprimió el borde de metal de la visera, que se sustituyó por un simple repujado. 
Casco de 1887


El pincho fue rebajado de altura una vez más, y se aumentó el número de respiraderos hasta los cinco orificios. En cuanto a la escarapela, solo permaneció la del lado izquierdo.

 Como vemos, este ejemplar ya había perdido la ostentosa apariencia de antaño. 


Simbolismo Heráldico del Águila Prusiana


Placa de 1887

El águila heráldica, representa el símbolo de las más altas deidades, de la Fuerza, el Valor y el Sol; al Dios Zeus de los griegos, a Júpiter de los romanos y entre las tribus germánicas, a Odín. Las alas extendidas se entienden cómo la protección que estas deidades, y sus valores intrínsecos, prestan a sus portadores, al estado y al soberano.  


La cabeza coronada y la cruz sobre ella, representa la elección por Dios del soberano, y la recompensa del cielo, de cumplir dignamente su misión.  El Cetro en su garra derecha, es un atributo real por excelencia, que representa la Autoridad, el Orden y la Potencia. 

Podía estar rematada por el águila, o por la fruta del pino, símbolo de la vida eterna. En su garra izquierda, el Orbe rematado por la Cruz de Cristo, representa al Imperio defendido por el soberano, garante de los valores y virtudes del cristianismo.  

Sobre su pecho, la cinta y el lema prusiano, conmemorativo de la guerra de liberación: “Mit Gott für Köening und Vaterland” o “Con Dios, por el Rey y la Patria”, la divisa de Federico Guillermo III, inserta en su famoso llamado contra los franceses, de 1813. 


A lo cual se agrega el monograma del viejo rey Federico  Guillermo I von Hohenzollern: FR, por “Friedrich Rex”.  El oro y la plata de estas placas, simboliza los metales nobles, según el rango de los esmaltes heráldicos, en dónde el oro simboliza la generosidad y altura de miras, y la plata, la paz y sinceridad.  


Placa de 1899 


La placa de 1899, es una modificación del águila heráldica prusiana, de alas extendidas, empleada por los Regimientos de la Guardia Prusiana (Garde-Regt. zu Fuß Nº 2, 3 y 4, y otros), en la cual un tipo de águila ha sido adaptada como cóndor, mediante la adición de un cuello repujado sobrepuesto. 


Porta la Corona Naval, o Corona Navalis,  distinción de origen romano, segundo en rango, concedida a los capitanes y soldados que eran los primeros en abordar los navíos contrarios, con espada en mano. Esta corona es un recurrente elemento heráldico, ampliamente usado por la Marina Real Británica, Italia, Brasil, Venezuela, y otros. 


En 1895 se efectuaron un par de modificaciones más, consistentes en la sustitución de los tornillos que fijaban la base del pincho por unos pasadores de aletas y una pieza para regular el flujo de entrada de aire por los respiraderos. 

En 1905 se modificó el modelo prusiano, proporcionándole una cubierta de fieltro que protegía la bóveda de cuero hervido y que no tuvo especial difusión ya que su vida operativa fue bastante breve. 

Otras versiones más modernas eran completamente de metal, y eran sobre todo utilizadas por los temibles coraceros (jinetes que cargaban con el sable) y por otras personalidades con cierta relevancia militar y política. Ejemplo de esto último es el uso que Ottovon Bismarck le dio a ese casco, sin olvidar que también en España el casco fue utilizado por el dictador Miguel Primo de Rivera y algunos de los miembros del directorio militar.






Ottovon Bismarck


Dictador Miguen Primo Rivera
Fotografía tomada de http://revistadistopia.com/historia/historia-histeria/miguel-primo-rivera/

Los cascos para la infantería estaban hechos de cuero. Durante la Primera Guerra Mundial las reservas quedaron agotadas y tuvieron que ser importados desde algunos países latinoamericanos, como el caso de Argentina. Durante esa misma contienda las autoridades alemanas recurrieron a algunos materiales sucedáneos para fabricar más cascos, incluso se comenzaron a fabricar cascos de acero. 



Casco Prusiano en Acero
Finalmente, en 1915 se llevó a cabo la última reforma, consistente en sustituir las piezas de bronce o alpaca por otras iguales de acero mate o fieltro y papel prensado para los nuevos cascos y así evitar reflejos muy peligrosos para el personal. También se proveyó al pincho de un sistema de anclaje para poder removerlo con rapidez porque el emblemático accesorio era visible a gran distancia y delataba al que lo llevaba puesto. Pero a pesar de tanta reforma, el pickelhaube estaba ya obsoleto. Al igual que los british y los gabachos, los alemanes tuvieron muy claro por aquellas fechas que la época de los cascos elegantes había terminado, y que era hora de diseñar una pieza lo suficientemente sólida como para resistir las lluvias de cascotes que producían las explosiones, así como la esquirlas de metralla y las bolas de los metralleros.

Casco Prusiano en Papel Prensado


Lamentablemente para los soldados alemanes las nuevas tácticas de guerra desplegadas durante la contienda hicieron que el casco fuera muy ineficaz para proteger a los soldados, por ejemplo de los disparos de los francotiradores. Para evitar bajas los soldados cubrieron sus cascos con forros de tela para hacerlos menos visibles y brillantes, pero aun así, dada la voracidad del conflicto, pronto se dieron cuenta de que tampoco protegía a los combatientes de la metralla y las balas.


Casco Prusiano con forro de tela


Durante 1916 el pickelhaube fue sustituido por los nuevos cascos de acero Stahlhelm, que garantizaba la protección de la cabeza de los soldados ante las esquirlas de metralla. El stahlhelm fue adoptado por las tropas y relegó a un segundo plano al pickelhaube, que quedó para las ceremonias. Al caer los Imperios Centrales ante los aliados en 1918 este casco quedó definitivamente abolido, incluso para los agentes de policía.
Casco Stahlhelm

Soldado aleman usando el casco Stahlhelm
Imagen tomada de http://www.ordendebatalla.org/blog/2016/09/12/el-ultimo-stahlhelm/

En fin, ya vemos que la historia de este casco tiene mas relevancia de lo que parece y su utilizacion se mantuvo por mucho tiempo más que otros muchos modelos. Por otro lado, el hecho de que Prusia estuviese considerada en aquella época como el principal referente en lo tocante a la moda militar, así como por su presencia en muchos países sudamericanos como asesores militares, hizo que el pickelhaube fuese adoptado por muchos países incluyendo a España, Inglaterra e incluso los Estados Unidos. 

Por otro lado, no solo el ejército alemán hizo uso de estos cascos, siendo también reglamentarios en unidades de policía. Un accesorio aparte era el trichter que se usaba para sustituir al pincho y colocar unas vistosas plumas o crines de colores. Con todo, como podemos imaginar, este accesorio solo lo empleaban determinadas unidades en sus uniformes de gala, así como las bandas de música.
Casco prusiano con trichter 



 Aun a día de hoy hay países que equipan a algunas de sus unidades con este tipo de cascos. Este es el ejemplo de las academias militares de Chile, Ecuador, Venezuela, Colombia y Bolivia, además de ser utilizado por la Guardia Presidencial de Colombia.


Uso del Cascos Prusianos en el Ejército Chileno.




Para ilustrar aun más esta historia del casco prusiano citaré un articulo denominado "Cascos para la Escuela Militar" que encontré en la pagina http://www.cascoscoleccion.com/chile/chiesmil.htm que narra el como los cascos prusianos marcaron una constante germanización del ejército chileno y explican la razón de la futura adopción de los sucesivos tipos de cascos a lo largo de la primera mitad del siglo XX.

Guerra del Pacífico
El ejército chileno se ha mantenido permanentemente en guardia, prácticamente desde su creación, ante la reiterada amenaza creada por sus vecinos, disconformes con las fronteras establecidas. 

Fue al comienzo de la larga "Guerra del Pacífico", sangriento enfrentamiento fronterizo entre Chile, Perú y Bolivia, de 1879 a 1884, cuando los militares chilenos tuvieron casual acceso a los primeros cascos prusianos. 

El regimiento, a la sazón acantonado en las cercanías de la ciudad de Santiago, fue más tarde enviado a Antofagasta, importante ciudad estratégica y fundación chilena,  tomada a Bolivia, y en la ruta de este Regimiento hacia Perú. 


Pero, aun cuando los nuevos cascos se apreciaban como un elemento de modernización, se desestimó su utilización en el frente, cediéndolos al Regimiento Cívico de la ciudad en 1880. Pero dejando huella en el ejército, que recuperará su utilización con posterioridad, en su carrera por modernizar el equipamiento, pues la experiencia del largo conflicto influyó en un radical cambio de los uniformes, que habían evolucionado hacia diseños mucho más funcionales. 

 
Tropas Chilenas del batallón cívico movilizado “Chacabuco”, en el Cantón de San Bernardo en las cercanías de Santiago, 1879. Llevan cascos “pickelhaube” requisados al Perú y el chaquetón gris con capuchón desmontable (Fotografía Díaz y Spencer, Archivo Sr. Roberto Arancibia Clavel).






Capitán Emil Korner


La moda impuesta por Prusia, como potencia vencedora (siempre los vencedores marcarán las pautas de la moda militar internacional), y un cierto sentimiento anti-francés, como consecuencia de su actitud durante la pasada "Guerra del Pacífico", decidirán al ejército chileno a adoptar uniformes, técnicas y tácticas prusianas, desplazando en 1886 Comisiones Ministeriales y Delegaciones Militares a Austria para importar un estilo prusiano e inculcarlo en el nuevo ejército. 

Punta de lanza de esta nueva filosofía fueron las Escuelas Militares.  Chile había sido el primer país americano que estuvo decidido, desde el principio, en constituirse en una potencia militar. En 1832 ya se prepararon las bases para la primera Academia Militar, embrión de lo que luego sería la Escuela Militar. 

Al recurrir a Alemania para organizar un plantel de profesores, consiguieron del Emperador el envío del capitán Emil Körner, agregado al Estado Mayor Alemán, que fue nombrado subdirector de la Escuela Militar. Pronto el resultado fue el reconocimiento internacional de la Escuela Militar como modelo en su género.  

Llegan los prusianos.

Jorge Boonen Rivera
Sería el coronel Jorge Boonen Rivera uno de los principales impulsores de la transformación del Ejército, mirando el ejemplo de la organización militar prusiana. Y el otro puntal, el capitán del ejército prusiano, Emil Körner Henze, quien llegó a Chile en 1885, contratado por el Ejército como profesor de las asignaturas de Artillería, Infantería, Dibujo de planos, Historia y Tácticas militares para ejercer en la Escuela Militar. 


Fue bajo el mandato del Presidente Domingo Santa María cuando se inició el proceso de transformación que continuarían luego los Presidentes José Manuel Balmaceda y Jorge Montt Álvarez.



Presidente Domingo Santa María 
A cargo del capitán Körner se desarrolló dicha empresa en momentos que, en Chile, la crisis económica abierta en 1874 comenzaba a resolverse con el triunfo sobre Perú y Bolivia en la guerra finalizada en 1883. El control de la zona salitrera permitió el inicio de un período de acumulación importante para el país. 

Pese a que la victoria militar generó un impulso "ideal" del alma chilena, y lanzó adelante la mitología del vencedor, la realidad de los cuerpos militares era muy otra. A contrario sensu, la misma guerra demostró las debilidades de las Fuerzas Armadas: desorganización, inoperancia, retraso técnico y material.

El propio Körner haría un análisis descarnado sobre la situación de las fuerzas armadas chilenas luego de la guerra. 

En él se refiere ácidamente a la situación que cruzaba no sólo a la tropa sino también a los oficiales: “El Ejército, lejos de ser una mezcla de todas las clases de la sociedad, se componía de las personas que no tenían capacidad o vocación para otra ocupación... era corriente la bebida y el juego además del vicio de la "camaradería" -convivencia con mujeres sin mediar matrimonio.. y la corrupción habría sido total si no hubiesen existido castigos en la forma más brutal, con bastón -hasta 200 golpes- y grillos.” 

Presidentes José Manuel Balmaceda y Jorge Montt  Álvarez 


La transformación de esta situación, a la que observó críticamente, fue la misión que se confió a Körner,  quien iniciaría el proceso de profesionalización del Ejército de Chile. De esta experiencia se desprendieron importantes decisiones como la reorganización del Ejército, la formación de la Academia de Guerra, la reestructuración de la Escuela Militar y de la enseñanza de los oficiales, y la incorporación del Servicio Militar Obligatorio, en 1900.


Ley sobre servicio militar obligatorio en Chile


Con la asistencia de sucesivas nuevas misiones prusianas y el apoyo de algunos oficiales chilenos que habían conocido la experiencia formativa del Ejército de Prusia, el alto oficial sería influencia capital para la fundación de la Academia de Guerra, con la cual daría paso a la metamorfosis del ejército.

Algunos aspectos de la influencia militar prusiana.

1. La profesionalización de la formación de la oficialidad

Como es difícil reseñar todos los aspectos en los cuales se manifestó la influencia prusiana, tomaremos como referencia fundamentalmente el primer período, al que hemos llamado la primera modernización del Ejército de Chile.

Este proceso se dio en momentos de reflexión crítica de parte de la alta oficialidad. Los problemas que había dejado al descubierto la campaña de la Guerra del Pacífico no economizaban la situación de los oficiales, su poca formación y su desorganización.

Estos fueron algunos de los factores claves de la determinación de apoyar los aires renovadores (¿será mejor decir, refundacionales?) que portaban Körner y asociados. Al respecto, recordemos lo que señalan documentos oficiales del Ejército de Chile.

“La creación de un instituto de enseñanza superior para los oficiales del Ejército era una sentida necesidad en la alta jefatura de la institución. La guerra había dejado de manifiesto las deficiencias en los conocimientos militares modernos. La guerra franco-prusiana había sido analizada por los oficiales de ambos países y extraído consecuencias y lecciones que hicieron progresar la conducción táctica. (...) Cursos de oficiales chilenos en Europa dieron a conocer los adelantos de la época y permitieron evaluar el atraso de los conocimientos militares. Por ello se dieron a la tarea de impulsar la reforma”.

Como señalásemos anteriormente, el señor coronel Jorge Boonen Rivera jugó un importante papel, dada su amistad con el capitán  Emil Körner. Fue así como fueron ellos los encargados de redactar el proyecto para "las reformas que debían introducirse en el plan de estudios de la Escuela Militar y en la organización de un establecimiento de instrucción superior técnica, en el cual jóvenes tenientes y capitanes pudieran ir a completar sus conocimientos técnicos y a prepararse para el profesorado en la Escuela Militar y para ser los propagadores de la enseñanza de los reglamentos modernos en sus respectivas Armas". 

Dicho informe impulsaría al Presidente, don Domingo Santa María, y su Ministro de Guerra, don Carlos Antúnez, a firmar el decreto que dio nacimiento a la Academia de Guerra, al concluir el período presidencial.


Emil Körner Henze (* Halle an der Saale, Prusia, 1846 - † Berlín, Alemania, 25 de marzo de 1920). Militar Alemán. Heredero de una larga tradición militar prusiana, fue Comandante del Ejército de Chile con el grado de Inspector General desde 1900 a 1910. En la fotografía, al centro junto a oficiales del Ejército de Chile. Fotografía tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Emilio_K%C3%B6rner#/media/File:Emil_K%C3%B6rner.jpg.

2. Modernización del reclutamiento


Otro ámbito de influencia trascendente sería la instauración del Servicio Militar Obligatorio, que terminaría con los procedimientos de enganche tradicionales, estableciendo una fórmula de reclutamiento que había sido instalada por el ejército alemán en la década de 1870, para asegurar la existencia de un ejército permanente, nutrido por “contingentes sacados de todos los estados que formaban el imperio, tanto durante los períodos de paz como en los de guerra”.

Esta medida fue considerada una de las reformas más importantes en la modernización del Ejército, y se ganó expresiones como “eficacísimo auxiliar del progreso social para nuestra población”, “la reforma de mayor trascendencia introducida en el progreso de la República en estos últimos años”.

Tobías Barros Merino
Y ella no hacía más que concretizar anhelos surgidos por la influencia y seducción ejercida sobre algunos de los oficiales chilenos que visitaron Alemania. 

Uno de los testimonios que ha mostrado esta percepción fue el de Tobías Barros Merino, quien viajó a Estrasburgo en 1895 para conocer de cerca la experiencia prusiana y quien, luego de su viaje, escribió La Vida Militar en Alemania , un notable libro donde expresa claramente su admiración por la organización militar prusiana.

Las Repúblicas deberían estudiar este hecho (la alegría que manifiestan los jóvenes alemanes al ser reclutados) i talvez llegarian al convencimiento de que, léjos de ser atentatorio a la libertad el servicio obligatorio, es netamente nivelador i democrático.

El deber de defender la patria es uno para todos los ciudadanos, luego todos están obligados a aprender el modo de cumplirlo. ¿Por qué dejar, como entre nosotros, la defensa de las fortunas en manos de los que nada tienen que perder? ¿I por qué formar esa clase privilejiada, que se llama el Señorito, que compra con un puñado de monedas (que ni siquiera son el fruto de su trabajo sino el privilejio de la herencia) la vida de sus conciudadanos? ¿No seria mejor que poderosos i humildes se unieran bajo las sagradas banderas de la Nación, inspirados en un mismo ideal i cumpliendo iguales deberes? Al ménos así se conseguiria que el pueblo conociera a sus futuros mandatarios i éstos al lejislar desde el Congreso supieran sobre quienes lejislaban” .

Estos dichos se pueden comparar con algunas reflexiones del propio Emil Körner, para ver la coherencia entre la propuesta militar prusiana y su implementación en Chile.

“Los principios sobre que descansa la conducción de la guerra han experimentado una transformación completa merced á la institución de los ejércitos nacionales creados por el servicio obligatorio.

La guerra hoy ha dejado de ser un acto exclusivo de los gobiernos y de los ejércitos pagados con este objeto, pues de ella participan actualmente todas las fuerzas vivas y materiales de las naciones. Por consiguiente, la influencia que ejerce sobre la vida social y sobre el desarrollo de las naciones es mucho mayor ahora que antes, puesto que el ejército en pie de guerra quita á todos los ramos de la actividad humana, los elementos más vigorosos tomándolos en todas las clases sociales”.

El "Pickelhaube" y su implementación en 1900 en Chile.

Desde 1900, el "Pickelhaube" había sido adoptado por las escuelas militares (Academia de Guerra, Escuela Militar, Escuela  de Suboficiales). Aunque hay datos de su utilización en esos centros ya en 1885.




Este video muestra una recopilación de imágenes editadas en las cuales se pueden observar a efectivos del Ejército del 1900 y uniformados de la desaparecida Policía Fiscal (integrada a Carabineros de Chile) en diferentes momentos de la historia chilena. 


Su empleo se reglamentó, generalizándose su uso en el ejército a partir de 1906, fecha de importantes reformas en las Fuerzas Armadas Chilenas (Reglamento de Uniformidad de 1905, refundido el 6/2/1906). Por su parte, el Escuadrón de Escolta Presidencia y la Escuela Militar habían iniciado su uso ya en 1900.


Sería el 24 de marzo de 1919, cuando se fijó el límite de uso del casco "Pickelhaube" en el Ejército Chileno a otros cinco años, que posteriormente serían rebajados a tres. El Decreto del 24 de Marzo de 1919 también establecía que, tras completarse la prórroga de uso del"Pickelhaube", sería sustituido por un nuevo casco de corcho ( cucalón ) forrado con el mismo tejido que el de los uniformes.
Cucalón de Corcho

Su uso, no obstante, se prolongó un par de años en provincias. Hoy sólo lo usan la Escuela Militar y la Escolta Presidencial. El proceso de los cascos de Artillería con la esfera siguió el mismo proceso.

Se lució por última vez en Santiago en agosto de 1924, con motivo de la parada organizada en honor del príncipe Humberto de Saboya, en el parque Cousiño ( actual Parque O´higgins, "Campo de Marte" ). 

Los Cadetes de Artillería desfilaban, hasta 1930, con un casco similar, con una única característica diferenciadora consistente en que su casco ostenta una esfera donde el resto de los cascos "de punta" terminan en un remate cónico.






Izquierda: Detalle del montaje de la horquilla y de la base redonda. Derecha: Detalles de los picos utilizados en los cascos de la Academia Militar. Spike de "Cone" (84 mm.), "Short" Spike (82 mm.), "Long" Spike (91 mm) y Cavalry Spike (NCO, 73-90 mm). El Cone Spike se utiliza en la actualidad. Durante el uso del casco Spike por el Ejército (1900-1924), las tropas usaron un pico corto, y los Oficiales una larga.










Para esta progresiva instauración del "Pickelhaube", se cursaron pedidos a Alemania, que los enviaba desprovistos de emblema frontal. Una reproducción del escudo nacional, fabricado en Chile, ocupó el espacio inicialmente destinado al águila imperial. 

 El escudo chileno incluye un huemul, un tipo de ciervo que vive en los bosques andinos (Cervus, hoy en peligro de extinción) y el cóndor (Sarcochamphus). Los colores blanco, azul y rojo aparecen en un escudo central (el blanco representado en una estrella, en realidad de plata) y en un penacho de plumas que lo corona. Son los colores que aparecen en su bandera, que emula el diseño de la norteamericana, y que según su descripción representan, el color blanco, las nieves andinas, el color azul, su cielo, y el color rojo  la sangre de los que murieron en la defensa de la patria. Pero parece que los tres colores ya los utilizaban asiduamente los araucanos que, según Alonso de Ercilla en "La Araucana" (el poema nacional chileno) en el siglo XVI, que narra hechos anteriores al descubrimiento de su país por parte de los españoles. Cuenta Ercilla que los araucanos no poseían ninguna bandera pero que en las guerras utilizaban unas fajas tricolores, precisamente con blanco,  azul y rojo.  

La "prusianización" del moderno ejército chileno se prolongó hasta el inicio de la Primera Guerra Mundial. Aún en esas fechas, la formación de los nuevo oficiales chilenos estuvo en manos de un escogido equipo de instructores, principalmente austriacos, dirigido por el capitán Emil Körner  (llegó a ostentar el grado de General del Ejército Chileno). 

Estos cuadros incluían, además de instructores austriacos, profesionales de las diversas naciones del Imperio Alemán (sajones, como el Capitán de Artillería Emil Körner, prusianos, como el Capitán Hans Edler Von Kiesling, etc.). El resultado fue la consecución de un ejército disciplinado y perfectamente capacitado. 

El Ejército Chileno siempre ha despertado el interés internacional y, ya desde 1891, ha sido considerado como el mejor organizado de América de Sur.

Es interesante comprobar cómo, por sus particulares méritos, ha recibido desde su nacimiento el reconocimiento de numerosos profesionales. 

General Baden Powel
"He visto muchos ejércitos del mundo"- decía ya el general inglés Baden Powel, vencedor de Mafeking (Guerra anglo-boer, África del Sur, 1899/1900) y creador en 1908 de la institución de los Boy-scouts y a de las Girl-guides - "He estudiado los principales de Europa, y en ellos he observado los grandes progresos modernos de nuestra profesión. El Ejército Chileno es igual a los mejores del mundo por lo que toca a esos progresos, pero hay una pequeña diferencia: en todas partes hallé soldados que habían sido enseñados a ser soldados, y en Chile he visto al soldado natural, al hombre de pelea que ha nacido hombre de pelea. Esto es lo que yo buscaba, lo que deseaba hallar, y esto es lo que da a una nación hombres invencibles en la guerra." 

Sus analistas han intentado comprender la razón de las cualidades militares innatas en la juventud chilena ya que, curiosamente, cuando en Chile fue instaurado el servicio militar obligatorio en 1886 despertó el hecho tal entusiasmo en la población, que más de 50.000 soldados desfilaron ante el palacio presidencial de La Moneda y el Congreso aclamando a los autores de la ley. Luego se dirigieron a los cuarteles que fueron literalmente asaltados con el fin de alistarse en el ejército.

Situaciones semejantes se han producido siempre que han existido rumores de conflictos fronterizos. 

Independientemente del su acentuado fervor patriótico, algo frecuente en países jóvenes y, aún, en naciones cargadas de Historia, se recuerda que, a diferencia de los países europeas, el servicio militar obligatorio era en Chile de tan sólo un año de servicio activo, pues bastaban pocos meses para hacer del chileno un soldado sin igual.  Para explicarse esta cualidad se llegó a escribir que "La sangre de los valerosos conquistadores castellanos, unida a la de los indomables araucanos, ha producido ante todo un hombre de guerra en el que subsiste el atavismo de cuatro siglos de nunca interrumpido batallar." 

Tal vez sea por ello que, tras su independencia de España, Chile no albergó rencor al país colonizador, lo que se refleja en la primera estrofa de su Himno Nacional: "Ha cesado la lucha sangrienta -  ya es hermano el que ayer invasor..."

Por su parte, la Escuela Militar adaptó al águila inicial, una especie de peto plateado, para simular el plumaje del cuello del cóndor. 


La Escuela Militar incorporaría al casco un impresionante penacho de crines, para sus apariciones en paradas y desfiles, como elemento de gala.

En la actualidad los cascos con airoso penachos blancos son utilizados exclusivamente por los oficiales y cadetes de la Academia Militar. La banda militar dispone de estos mismo cascos, pero su penacho es de un color anaranjado cercano al rojo. 


El casco del Director dela Escuela difiere esencialmente del resto al adornarse con una cascada de plumas blancas. 



Los generales en traje de gala también portaron, con anterioridad estos mismos cascos. La totalidad de estos originales cascos se perdió en 1927, en el accidente ferroviario de Alpatacal (Argentina). No se procedió a su difícil renovación, por lo que fueron sustituidos por cascos similares a los utilizados por el resto del ejército. 

El casco más impresionante perteneció al Escuadrón de Caballería de la Guardia Presidencial. 

Sobre el espectacular casco de bronce que lucían estos jinetes, desplegaba sus alas un majestuoso cóndor, completando una pieza de gran belleza, que lucirían hasta bien entrados los años 30. 






Finalmente, este escuadrón adoptaría el casco Mº 35 de origen alemán, tanto metálico como de fibra.  Actualmente, en las paradas y ceremonias militares en que participan los cadetes de la Escuela Militar, los altos penachos de crines, realzan, si cabe, la espectacularidad de los actos.






Es importante decir, en breve, que la influencia prusiana importó para la generación de un Ejército profesional, preparado en tiempos de paz para enfrentar posibles situaciones de conflicto, presupuesto que se aproxima estrechamente al concepto de ejército desarrollado en el proceso de formación militar prusiana.

Todo ello hace al ascendiente que ejercieron las primeras misiones militares prusianas en dos aspectos claves de la profesionalización del Ejército: la formación de la oficialidad (con la creación de la Academia de Guerra y reformulación de la Escuela Militar) y la instauración, en 1900, del Servicio Militar Obligatorio, instituciones ellas que sellaron la impronta característica del Ejército chileno del siglo XX.

En momentos que el debate sobre las perspectivas de desarrollo de las Fuerzas Armadas, en este caso del Ejército, y de su profesionalización se abren a nuevas propuestas, como la del oficial ocupacional (tesis de Janowitz), es importante mirar con atención la cultura social del Ejército Chileno.

Al mirar a la modernización y profesionalización de la carrera militar no se debe olvidar que sus antecedentes los encuentra en la Escuela Militar Prusiana, y en ella se destacan factores sociológicos que le aproximan a la propuesta del oficial profesional (institucional): con un alto sentido corporativo, desarrollo acendrado de códigos militares formales y formativos y una formación en destrezas profesionales. Ellas serían las necesarias referencias en las que se encuentran los valores fundacionales de la actual profesión militar."

Primeras escuelas militares en Colombia




Presidente Rafael Reyes Prieto
Antes de la reforma militar durante el Gobierno de Rafael Reyes (1904-1909), ya se habían fundado escuelas militares, pero por diversos motivos fueron cerradas. Desde la guerra de la independencia el país mostró interés en crear una escuela militar, con planteles para la formación de oficiales, en un intento por contrarrestar el caudillismo político generado pro tantas luchas civiles durante la República.

La primera escuela militar que se organizó en Santa fé, bajo el mando provisional del coronel español José Ramón de Leyva, no produjo lo esperado.  


Coronel José Ramón Leyva


En 1814 en Rionegro se fundó otra escuela militar bajo la dirección de Francisco José de Caldas, cerrada en 1815, con motivo de la reconquista española. En 1848 se fundó el Colegio Militar y cesó en 1851 a causa de la guerra civil de ese año. 
Francisco José de Caldas
Fotografía tomada de
http://www.colarte.com/colarte/foto.asp?idfoto=99741


General Vicente Gutiérrez de Piñerez















En 1853 tomó la dirección el general Vicente Gutiérrez de Piñeres  para interrumpirse en 1854 debido al golpe militar del general Melo. 

En 1861, con Tomas Cipriano de Mosquera en la Presidencia, surgió la Escuela Civil y Militar bajo el mando del abogado Lorenzo Lleras, gasta su terminación en 1867 con la caída del general Cipriano de Mosquera. 


Presidente
General Tomas Cipriano de Mosquera

En 1883 el presidente Rafael Núñez ordenó abrir nuevamente la escuela bajo el mando del general Sergio Camargo Pinzón, hasta 1885, año de una nueva guerra civil, con la cual finalizaron las actividades en la misma.
Presidente Rafael Nuñez

Las escuelas militares constituidas en 1848, 1861, 1883, 1881 y 1896 tuvieron todas una vida corta debido a un conjunto de factores: 
inestabilidad en la vida política generada por las constantes guerras civiles locales y nacionales que afectaron el país, la competencia que ejercían sobre el Ejército central las diversas milicias de ambiciosos hacendados y terratenientes locales. 

Por otra parte, también influía en este la debilidad del Gobierno Central en un país deficientemente integrado y, finalmente, la ideología antimilitarista de la élite política que obstruyó constantemente la consolidación de un ejército permanente de importancia  y con autoridad.

Presidente Carlos Holguin Mallarino

De estas formas, en un estado aún precario, sin un mercado interno desarrollado, con predominio del poder local y un centro político realmente débil, la viabilidad de un Ejército Nacional era nula.

A pesar de las guerras y de la utilización partidista de las Fuerzas Armadas a finales del siglo XIX, se hicieron esfuerzos por realizar la reforma del Ejército. 

En 1891 Carlos Holguín Mallarino, siendo presidente de la República, abrió brevemente la Academia Militar para la formación de oficiales, contratando al coronel norteamericano Enrique Lemly como director y al alemán Sophus Hoeg Warming como instructor de artillería. 

El general Leonardo Canal González señaló la necesidad de formar oficiales científicos y relató el estado pobre en que se hallaba la escuela militar de entonces. 


Coronel Norteamericano Enrique Lemly
Fotografía tomada de
http://www.esmic.edu.co/esmic/index.php/proceres.html
Todos coincidieron en la necesidad de la reforma, aunque para llevarla a cabo los gobiernos radicales y regenadores que trabajaron en ella se encontraban con grandes inconvenientes, siendo el principal las frecuentes guerras civiles, que hacían fracasar los intentos de fundar una escuela militar e interrumpir la instrucción de las tropas por oficiales extranjeros, como sucedió en dos ocasiones con la escuela dirigida por un oficial americano y luego por la misión francesa de 1896.

El coronel norteamericano Lemby, antiguo instructor del Colegio Militar, sobresalió por sus condiciones profesionales, además de sus funciones como director de la Institución, se desempeñó como Inspector General del Ejército hasta cuando la revolución de 1895 obligó nuevamente a clausurar tareas. 

Después de la guerra de ese año, con el triunfo conservador y el reconocimiento de la calidad de los oficiales formados desde 1891, puestos a prueba en este último conflicto, Miguel Antonio Caro reemplazó en la presidencia a Carlos Holguín en el período 1892-1898 y restableció la Escuela Militar, designando para su mando a una misión militar francesa, que, fuera de mejorar el valor, localidad y producción del Ejército, incorporó palomas mensajeras en el sistema de comunicaciones.
General Leonardo Canal González

 La nueva guerra civil que estallo en 1891, determinó el cierre definitivo de la Escuela Militar y el siglo XIX terminó en medio de la confrontación armada que asoló gran parte del territorio nacional y cuya duración permitió distinguirla como la Guerra de los Mil Días, la cual tuvo lugar entre el 17 de octubre de 1899 y el 21 de noviembre de 1902. En aquella época la filiación política de la gran mayoría de los integrantes del ejército era conservadora y estaban dispuestos para reprimir por la fuerza cualquier acción revolucionaria que surgiera y que ante todo fuera oponente a los intereses del Gobierno.

Las aspiraciones de Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro por crear ese Ejército se quedaron en meras intenciones debido a la exclusión que se hizo tanto del partido Liberal como de una fracción del partido Conservador llamada “Los Históricos” de la gestación del Estado, lo cual generó gran inestabilidad política y polarización del aparato militar.

No se trataba de un Ejército de la “nación”, ni siquiera de la clase dominante, sino apenas de los sectores representados en el partido del Gobierno. El Ejército estaba desorientado  y la participación de las guerras civiles en la política no le dejaba ver claro el camino.

Situación del Ejército colombiano a comienzos del siglo XX

 Al concluir la Guerra de los Mil Días el Ejército colombiano arruinado pedía pronta atención, el gobierno de Rafael Reyes consiente de la urgencia de cambios en el plano castrense, para ello contó con el auspicio de los generales liberales Benjamín Herrera y Rafael Uribe Uribe, junto con el apoyo decidido del arzobispo primado de Colombia, Monseñor Bernardo Herrera Restrepo.


Benjamín Herrera y Rafael Uribe Uribe
Monseñor Bernardo Herrera Restrepo
Otro de sus propósitos fue la reforma de las milicias nacionales a partir de 1907, contemplándose también la creación de la Escuela Militar y de una escuela naval para formar a oficiales del Ejército y de Armada, y una Escuela Superior de Guerra dedicada al perfeccionamiento profesional de los oficiales de la institución castrense para los servicios de Estado Mayor y Alto Mando Militar, que el Ejército colombiano aun no poseía.  

La reforma también contemplo la organización de unidades especiales, orientación legal del servicio militar y la integración del Ejército Nacional, profesionalizándolo en todas sus órdenes y actividades.

Las razones de Rafael Reyes para iniciar el proceso de profesionalización de la institución armada fueron la necesidad de proteger el poder alcanzado; la imposibilidad de que las operaciones militares fueran dirigidas por los llamados “generales abogados”; la necesidad de unificar el país con miras a implementar una política de Estado como expresión del deseo de las mayorías; evitar otra secesión como la de Panamá, contando para ello con el ejército dotado y capacitado para enfrentar a enemigos externos sin quedarse atrás ante la modernización de organismos militares en Ecuador, Perú y El Salvador.

Rafael Uribe Uribe quien se encontraba fungiendo como Ministro Plenipotenciario ante los gobiernos de Chile, Argentina y Brasil, fue el encargado de estudiar la organización del ejército chileno con el fin de recomendarle al presidente Reyes la conveniencia de contratar una misión chilena para la organización militar en nuestro país.

Fue así que el modelo a seguir para implementar la reforma militar fue el chileno, ejército que sobresalía por su “probado profesionalismo heredado de sus formadores alemanes, cuyas virtudes militares ofrecían plena confianza para el futuro desempeño militar, pues Chile, vencedor en la guerra del Pacífico, gozaba de reconocido prestigio castrense”.

En ese entonces Chile era el país latinoamericano más avanzado en la aplicación de la Escuela Militar Prusiana, prototipo para las fuerzas militares de América Latina.

No se desconocieron los beneficios del método chileno, tomado a su vez del alemán, por ser racional y práctico y por sus resultados. Para Colombia. “ya que con ellos se salvaba el Ejército de su disolución o desaparición”, se trataba de una “prusificación de segunda mano” efectuada por el Ejército Chileno, en vista de que países como Venezuela, Colombia y Ecuador no podían costearse  misiones europeas. 

América Central y algunos países de América del Sur, tomando el modelo ya mencionado, creyeron que con la profesionalización de sus ejércitos no serían utilizados en la lucha política entre sus partidos y serían un apoyo seguro en la protección de la soberanía nacional contra Estados Unidos. 

Así, hubo consenso sobre las razones que motivaron a Colombia a elegir el modelo chileno para alcanzar la modernización de su Ejército.

Se inició entonces la relación castrense entre Chile y Colombia con un activo envío de jóvenes colombianos a estudiar en la Escuela Militar de Santiago, la autorización por parte de Chile para que oficiales colombianos se incorporaran en su Ejército y un intercambio de información sobre leyes, reglamentos y organizaciones militares.

Finalmente se contrataron dos oficiales chilenos Capitán Arturo Ahumada Bascuñan y Capitán Diego Guillén Santana, egresados ambos de academias militares alemanas y quienes se dispusieron trabajar en el primer objetivo; la creación de la Escuela Militar. Transcurridos dos meses, el Gobierno  colombiano impulsó la idea de crear dicho establecimiento con el apoyo del presidente Rafael Reyes y del general Rafael Uribe Uribe,  Así, el 13 de abril de 1907, por Decreto 434 se dispuso la fundación de la Escuela Militar.

Capitán Arturo Ahumada B.
Fotografía tomada de
http://www.esmic.edu.co/esmic/index.php/fundadores.html
Capitán Diego Guillen Santana
Fotografía tomada de
http://www.esmic.edu.co/esmic/index.php/directores.html

Según este decreto, dicha escuela dependía directamente del Ministerio de Guerra. Por lo tanto, quedaba como director de la escuela el oficial chileno Ahumada y como subdirector el oficial Guillén. A los alumnos que entraban a la escuela se les denominaba Cadetes y su número no pasaba de cien.



Planta de profesores en 1907
Fotografía tomada de la 
http://www.asisucedio.co/escuela-militar/#_ftnref3



Cadetes fundadores de la Escuela Militar en 1907
Fotografía tomada del
Libro Histórico de la Escuela Militar de Cadetes
General José María Cordova

En julio de 1907 el director de la Escuela Militar envió un plan de estudios al Ministro de Guerra en el que incluyó no sólo las materias a tratar, sino también una serie de recomendaciones sobre “lo que más conviene para mejorar los intereses del Ejército”. 

La escuela produjo el primer contingente de subtenientes en 1908. Además se organizaron los cursos de aplicación para jefes y oficiales antiguos que, una vez preparados, se repartieron en varias unidades militares en diferentes partes del país.



Claustro de San Agustín año 1908-Primera sede de la Escuela Militar
Fotografía tomada del
Libro Histórico de la Escuela Militar de Cadetes
General José María Cordova

Uniformes de la Escuela Militar de Cadetes


El uso del pickelhaube, comienza con la gran reestructuración de las Fuerzas Armadas Colombianas de 1907. El uso de los cascos prusianos de espiga fue infundido por la primera misión chilena que ayudó a fundar la Escuela Militar y profesionalizar el Ejercito Nacional Colombia.


En la Fotografía aparece en primer plano el Capitán Arturo ahumada portando un casco prusiano
elemento que fue adoptado por la Escuela Militar Colombiana 

Como resultados de esta influencia, se cambiaron los uniformes por los usados por tropas chilenas, los que a su vez habían sido adoptados del Ejército Prusiano, destacándose que el casco con virola y el casco con penacho de crin usado inicialmente por la Escuela Militar Colombiana cambiaba únicamente el escudo, primero prusiano, luego chileno y ahora colombiano.


Casco con escudos Prusiano, Chileno y Colombiano

Aún hoy el casco de punta y los uniformes para ceremonias realzan las presentaciones y el desfile de la Academia Militar, el Batallón de la Guardia de la Presidencia (Guardia Presidencial) y la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional.

En segundo lugar, se adoptaron las formas militares enseñadas por los chilenos, correspondientes a la doctrina de la escuela prusiana incluyendo la marcha, paradas, ejercicios con y sin armas y las voces de mando entre otros.

Actualmente, las Fuerzas Militares colombianas practican estos ejercicios todo esto denominado “Orden Cerrado”.

Así mismo, por primera vez en la historia militar colombiana una Escuela Militar no fue cerrada por guerras civiles o por problemas fiscales o económicos, como ocurrió con otras escuelas en el siglo XIX, que si fueron cerradas por motivos ya expuestos. La escuela Militar de cadetes se mantuvo y continúa funcionado hasta la fecha.  

Uso del casco prusiano en la Policía Nacional


Los archivos documentales de la Revista de la Policía Nacional de Colombia, dan fe, que el uso del casco prusiano y el traje de parada que en su momento introdujo en nuestro país la Misión del Ejército Chileno integrada por los Capitán Arturo Ahumada Bascuñan y Capitán Diego Guillén Santana fundadores de la Escuela Militar en 1907, no fue un uniforme de uso exclusivo para el Ejército Colombiano, sino que también lo empezaron a portar los oficiales superiores de la Policía Nacional desde el año 1928, cuando fungía como director de la Institución el doctor José María Dávila Tello.







La Policía Nacional en 1928- Grupo de oficiales superiores de la Policía Nacional en dicho año, portando uniforme de parada con cascos prusianos. sentados don Adán Hernández, Alberto Angulo Rueda y Oliverio Morales. de pie: don Casimiro Osuna, Carlos Páramo, Samuel Blanco, Alfredo Prieto, Luis F. Wandurraga y Rogelio Nieto. (Fotografía tomada de la revista de la Policía Nacional, edición numero 100 del mes de octubre de 1929, pagina 81.)



Otro dato que confirma aun más dicha aseveración, son las fotografías que la Revista de la Policía Nacional de la fecha, publicó en un articulo referente a la revista militar o desfile que realizó miembros de la  Institución en el mes de abril de 1928, en ellas se observan que tanto los oficiales superiores que lideran los diferentes bloques y un grupo de fusileros, portaban el uniforme de parada con su respectivo casco prusiano.








El citado articulo titulado "REVISTA MILITAR DE LA POLICÍA" anotaba: 

"La celebración de la revista militar o desfile público programado por el director de la Policía José Maria Dávila Tello, tenia como objetivo dar a conocer del público de la capital, no sólo la organización y presentación de diversos Cuerpos de Servicio de Policía, sino el espíritu militar y la disciplina que podían exhibir sus hombres.


El evento fue presidido por el Excelentísimo señor Presidente de la República Miguel Abadía Méndez, quien se hallaba acompañado por sus Ministros del Despacho, del Procurador General de la Nación y de algunos funcionarios militares.

El desfile militar fue dirigido por el Prefecto General de Policía de Vigilancia, Comandante Antonio Gómez Franco, quien portaba traje de parada con su respectivo casco prusiano, lo mismo que los demás oficiales y tropa que actuaron en él. 

La ciudad presenció este desfile de la Policía con singular adhesión y complacencia, prorrumpiendo la enorme concurrencia, en vitores y aplausos, no solamente al paso de las Divisiones por el frente de la tribuna presidencial en la Plaza de Bolivar, sino por dondequiera de las calles y avenidas de la ciudad que recorrió el gran desfile."



Uso del Casco Prusiano en la Escuela de Cadetes de Policía "General Francisco de Paula Santander" 



Antes de puntualizar sobre la fecha en la cual se da inicio al uso del pickelhaube (casco Prusiano), en la Escuela de Cadetes de Policía "General francisco de Paula Santander", es muy importante citar una corta reseña histórica del como se inicia la construcción y posterior fundación de dicha escuela.


Doctor Alfonso López Pumarejo
Presidente de la República

Corría la primera mitad de la década de los años 30’s, cuando el doctor Alejandro Bernate, fue nombrado director de la Policía Nacional mediante Decreto No. 1503 de 1935, en el gobierno del doctor Alfonso López Pumarejo y el ministerio de Gobierno del doctor Darío Echandia


El doctor Bernate en realidad fue quien dio el paso para la creación de una definitiva escuela de policía, con carácter nacional, como un centro docente con todas las características de orientación y preparación para lo que debería ser el semillero de los futuros miembros de la  Policía. Como Colombia lo esperaba.

En efecto, Alejandro Bernate, por intermedio de la Caja de Auxilios de la Policía Nacional, adquirió un lote de 14.719 metros cuadrados en el sitio que se denominaba hacienda “Muzú”, situada en el kilómetro 8 de la carretera que de Bogotá conduce aL Tequendama y con destino a la construcción de los locales de la escuela de Policía.  


Doctor Alejandro Bernate
Director de la Policía Nacional
1935-1936

En esta forma disentía, con toda razón, de  contratar la instrucción de los oficiales de la Escuela Militar de Cadetes. El doctor Bernate, al lograr está feliz adquisición, pensó que en realidad el mejor camino sería contar con unas verdaderas instalaciones para la Policía, propias para la formación del personal, porque precisamente, al poseer locales de su patrimonio no se vería más tarde el predicamento de disolverse como las anteriores escuelas creadas por la institución, por falta de ellos.

A la vez, el director Bernate señalaba con clara visión que era hora de iniciar la genuina carrera profesional del funcionario de Policía. 

Su iniciativa fue, pues, el comienzo de la estabilidad, principalmente de la carrera del oficial de Policía en Colombia y también del resto del personal, pues allí se capacitaría igualmente suboficiales, detectives y agentes.

El 18 de julio de 1936, el presidente de Colombia Alfonso López expidió el Decreto 1715, que se refiere a la creación de escuelas, pero es en el año siguiente, con el Decreto 1277 de julio 7, cuando se sienta las bases legales para la iniciación de la Escuela de Policía “General Santander”, destinada a la formación y perfeccionamiento del personal de oficiales, suboficiales, detectives y agentes de Policía de Colombia. El instituto funcionaría, como escuela de iniciación para la preparación técnica del nuevo personal de la Policía Nacional en la rama de Servicios rural, urbano, aduanas, fronteras terrestres y marítimas, ferrocarriles y sanidad, y, como escuela de aplicación para el perfeccionamiento del personal en servicio.






Decreto 1715 de 1936


En el citado decreto, sin considerandos, contenía 13 artículos de los cuales uno, el número 11, se refería a la creación de escuelas de policía. El texto decía: “el gobierno establecerá la escuela o escuelas de la policía necesarios para atender a la formación de los oficiales, suboficiales y agentes, como también para el perfeccionamiento del personal en servicio. En consecuencia, dictará los reglamentos que fueren del caso.”


MISIÓN CHILENA DE CARABINEROS


En el año de 1936, y compuesto por los distinguidos Oficiales Coronel Armando Romo Boza, Capitán Belarmino Torres Vergara y  Teniente Emilio Oelskers Holstein, contratados por el Gobierno Nacional para la organización e instrucción de la Policía Nacional, vino al país la Misión Militar de Carabineros de Chile.


Las labores desarrolladas por esta Misión fueron múltiples y variadas, destacándose, la del Teniente Emilio Oelskers Holstein, quien permaneció dos años más en Colombia que los otros miembros de la Misión Chilena.









La Misión Chilena llevó a cabo Cursos de Perfeccionamiento, Preparación e Información para todos los Jefes, Oficiales y Suboficiales de la Institución, implantando nuevos sistemas de instrucción policial y militar de la Policía fundada en la doctrina de la escuela prusiana, igual como lo hicieron sus coterráneos en 1907 cuando crearon la Escuela Militar.






Establecieron, con gran beneficio para la instrucción y los servicios, el turno de seis (6)  horas de vigilancia, dividiéndose cada Unidad en cuatro pelotones o secciones que, alternada y conforme a directivas especiales, prestaban el servicio de vigilancia.

Numerosas y variadas son las directivas sobre servicios, instrucción, documentación, administración y demás materias relacionadas con la función policial, que dejó la Misión Chilena de Carabineros para la Policía Nacional, y su colaboración entusiasta y eficiente para la labores de perfeccionamiento de la  Institución fueron de inapreciable valor.


El reconocimiento del valioso contingente prestado por la Misión Chilena en la organización de la Policía Nacional, fue hecho, por el señor Presidente de la República doctor Eduardo Santos Montejo, en la persona del  Teniente Emilio Oelskers Holstein a quien condecoró con la Cruz de Boyacá.


En 1938 Inician la construcción de la Escuela de Cadetes de Policía "General Francisco de Paula Santander"

Como fuente inmediata de creación de este instituto, está el Decreto 1715 de 1938 (18 agosto) en cuyo artículo 11 dice: “El Gobierno establecerá las escuelas o escuela de la Policía Nacional, necesarias para atender a la formación de Oficiales, Suboficiales y Agentes, como también para el perfeccionamiento del personal en servicio; en consecuencia dictara los reglamentos que fueren del caso”.

Con fundamento en lo anterior el Presidente de la República dicto el Decreto 1277 de 1937, en cuyo artículo 1, crea la Escuela Nacional de Policía “General Santander”, agrega también que funcionara como escuela de iniciación para la preparación técnica del nuevo personal de la Policía Nacional en los ramos de servicio urbano, rural, aduanas, fronteras terrestres y marítimas, sanidad etc.. Y como escuela para el perfeccionamiento del personal actualmente en servicio.

El artículo 8, autoriza al Director de la Policía para construir con fondos de la Caja de Auxilios de la Policía, los edificios necesarios para el funcionamiento de la escuela, en el lote denominado Muzu que el fondo compro con tal objeto.







La Escuela General Santander-  1940

El Decreto 505 de 1940 crea el Departamento Docente de la Policía, a cargo del director de la escuela, cuyo fin es el de formar y educar al personal de la Policía Nacional

Doctor Eduardo Santos Montejo
Presidente de la Republica

El 15 de mayo de 1940, se dicto el Decreto 945bajo la administración de Eduardo Santos Montejo se organizó de la Escuela de Policía “General Santander” a la que se le confiaron las funciones docentes de la Policía Nacional y donde también se consignaron los objetivos fundamentales del plantel, se determinaron los cursos que debían desarrollarse y se inicio la instrucción con modernas orientaciones profesionales. Este decreto fue derogado ese mismo año por los Decretos 1158 y 1216 del mismo año,  que dicto su reglamento y designo su personal.







Primer Director de la Escuela General Santander


Mediante Decreto 945 del 15 de mayo de 1940emanado por el doctor Eduardo Santos M., se nombro al primer Director de la Escuela “General Santander “ en la persona del doctor Luis Andrés Gómez, prestigiosos abogado santandereano (Vélez). Bajo cuya rectoría se iniciaron las labores docentes el 16 de mayo de dicho año. 


El 16 de mayo de 1940 inició labores docentes la Escuela de Policía General Santander, con 52 aspirantes a oficiales. Este primer curso se denominó “Simón Bolívar”,  de los cuales se graduaron solo 47 oficiales, ceremonia que se realizó en el mes de noviembre del mismo año. Entre ellos los que más tarde jugaron papel importante en la vida de la Institución fueron los coroneles Juan Félix Mosquera, José Ramírez Merchán y Ernesto Polanía Puyo, el mayor Luis Ospina Navia, el Capitán Antonio Arciniegas Castilla y el General Bernardo Camacho Leyva, quien como teniente asumió la defensa de la propia escuela en los días ácigos del 9 de abril, correspondiéndole luego instruir a los militares en el orden docente y administrativo, por haber sido señalados para organizar la Policía Militar como cuerpo de transición que había de llenar el vacío dejado por el licenciamiento de la Policía Nacional. 

El Oficial Bernardo Camacho Leyva llegaría a ser Director de la Policía Nacional, en momentos institucionales muy difíciles, logrando con maestría, inteligencia y carácter imprimirle rumbo a la Fuerzas de Policía, sobre una vía que abrió para ésta los caminos del progreso y de la independencia de sus propios destinos.






En la foto: Los Graduados en compañía del Doctor Eduardo Santos Montejo, Presidente de la República, el General Alfredo Azuero Arenas, Director de la Policía Nacional y el Doctor Luis Andrés Gómez Director de la Escuela. 

La Escuela de Cadetes de Policía "General Francisco de Paula Santander" después del Bogotázo-9 de abril de 1948.

En el tiempo transcurrido entre el 9 de abril de 1948, después de liquidada la Policía Nacional, la escuela fue tomada para instruir un personal militar para formar lo que se denominó "Policía Militar" a quienes se les señalo las funciones de vigilar a Bogotá en remplazo de la Policía Nacional.

Sin embargo, el Instituto, ya en 1949 se fue abandonando por parte del Ejército hasta que se dispone, en coordinación con la Misión Inglesa recientemente contratada por el Gobierno y con base en  un nuevo estatuto organizar la Policía Nacional (Decreto 2136 de 1949), el nuevo funcionamiento de la escuela con unos cursos extraordinarios de cadetes y otros de suboficiales, detectives y agentes, que se iniciaron en febrero del año 1950 y terminaron en diferentes fechas del mismo año.

En su momento estos programas se consideraron el comienzo de una nueva policía y por ello el curso de oficiales de 1950, se graduó el 17 de diciembre del citado año (Decreto 3685) de donde egresaron ochenta y seis (86) "subcomisarios a prueba", lo cual demuestra que fue extraordinario por su corta duración y la necesidad que para ese momento tenia la Policía Nacional de nuevos mandos.

Entonces, este primer curso de cadetes de una "nueva época", fue llamado como "Juan José Rondón", y cuando por Resolución No. 1805 del 24 de mayo de 1954 se reglamenta la denominación y se establece el orden de las promociones de oficiales que egresaron de la Escuela de Policía "General Santander" desde su fundación en 1940, este ocuparía el octavo lugar en las promociones.  Aunque popular e irónicamente -para algunos- aun hoy, se les conoce como el curso de los sabios. Fue el primero en lograr que cinco de sus integrantes fuesen generales en el año de 1975, en lo cual tuvo influencia definitiva el mayor general Henry García Bohórquez.



En la fotografía  registra una visita realizada en el año 1953 al Capitolio Nacional; en su orden aparecen: CD. Álvaro Padua Vallejo, CD. Jiame E. Romero, CD. Carlos Jaimes Mogollón, CD. Alfonso Gómez García, CD. Guillermo Díaz Casanova, TE. Álvaro Tovar Tovar (centro), CD. Hernando Camelo Castro, CD. Óscar Held Klee, CD. Alfonso León Gómez Isaza, CD. Jaime Caballero Buitrago, CD. Gerardo Cortéz Muñoz.


Doctor Mariano Ospina Pérez
Presidente de la República
No es posible afirmar que esta reiniciación de labores significara de verdad una nueva época en la formación del personal policial, pues por razones de orden público y en la postrimerías del gobierno del doctor Mariano Ospina Pérez, todavía en medio del agitado ambiente de odio partidista y desorden. la dirección de la escuela fue dejada nuevamente en manos de oficiales del ejército que, aunque le imprimieron un importante énfasis a la formación en derecho, tambien le dieron continuidad a los aspectos militares, a la rigidez del mando  y al curriculo negativo del trato burdo y del sometimiento a los alumnos a bromas crueles y poco dignificantes que, posteriormente, estos nuevos mandos trasladarían a la forma de dirigir el personal de suboficiales y agentes.

Primer curso de perfeccionamiento de oficiales- 1953

Los cursos de perfeccionamiento se volvieron obligatorios para todos los oficiales, suboficiales, detectives  y agentes de la policía en servicio activo y serán eliminados los que no reúnan las condiciones que se determinaron; en consecuencia se dispuso que el departamento de instrucción y formación del personal, en el proyecto de reglamento de la carrera de oficiales, recogiera y detallara estos antecedentes, para erigir también como requisito indispensable para el ascenso en los diferentes grados, la aprobación de un curso de perfeccionamiento.

El primer curso de perfeccionamiento de oficiales se realizó en 1953, quienes ingresaron a la escuela el día 15 de junio. Por tal fin, la Dirección General de la Policía Nacional, por Resolución No. 1335 del 28 de mayo de 1953, aprobó el presupuesto de admisión para los oficiales que fuesen llamados a adquirir mayores conocimientos y a perfeccionar los ya adquiridos, en todo lo relacionado con la carrera policial.  


Llega el casco prusiano a la Escuela de Cadetes de Policía "General Francisco de Paula Santander"-1955

En el año de 1955 la Escuela de Policia "General Santander" fue objeto de una gran reorganización, el cambio de orientacion impuesto por el Gobierno Nacional pretendia dotar al país de una institucion policial altamente tecnificada y el deseo del Presidente de la República Teniente General Gustavo Rojas Pinilla y de sus inmediatos colaboradores en la Direccion de la Policia Nacional el señor Mayor General Deogracia Fonseca Espinoza y en la Escuela el señor Coronel Carlos Galindo Ruiz (ambos miembros del ejército nacional), era de trasnformar a la Policía, en un autentico instrumentos de cultura, de civilización y de progreso, no ya al servicio de un movimiento politico sino de la comunidad entera.


Teniente General Gustavo Rojas Pinilla
Presidente de la República



Mayor General Deogracia Fonseca Espinoza


Para ello la Institucion policial deberia tener una organizacion militar, como es lógico, al ingresar a hacer parte del Mnisterios de Guerra como una cuarta fuerza (Segun Decreto No. 1814 de 1953), debe seguir las normas que rigen en general para las Fuerzas Armadas. Por este aspecto la instrucción que riga a la Policía debe ser tambien completicima en armamento y tiro, orden cerrado y abierto, gimnasia y deportes, régimen  de instrucción, administracción y mando, táctica y lectura de cartas, con permanentes ejercicios de prácticas en terreno y en campaña.

Paralelo a los cambios anteriores, en 1955 se dispuso por parte de los mandos institucionales, la implementación de nuevos uniformes de gala para los cadetes de la Escuela de Policia "General Santander", el cual consistia en una guerrera gris, con pantalón negro o blanco con trabilla (color usado segun la ceremonia), chapa y botonadura plateada y guantes y fornitura blanca y los más relevante, fue la implementacion del uso de casco prusiano (pickelhaube) para portarlo con este uniforme:

Podria decirse enonces que la implementación del Casco Prusiano en la Escuela de Policia "General Santander", se deriva de las ideologias militares impuestas en 1907 por la Mision Chilena que ayudó a fundar la Escuela Militar "José Maria Cordova" y a profesionalizar el Ejercito Nacional Colombia, las cuales fueron heredadas por todos militares que egresaron de la misma y que para 1955 estos fungian como Presidente de la República, Director de la Policia Nacional y de la Escuela de Policia "General Santander" por lo tanto, era de suma importancia para ellos poderlas    aplicar  en la Policía Nacional.



Nuevo Uniforme de Gala 1955
Uniforme de Gala con Casco Prusiano-1955



Todos esos cambios trascendentales de los que  fue objeto la Escuela de Policía "General Santander" se encuentran publicados en el libro "Hechos y Crónicas 1940-1999", siendo importante resaltar la pagina 120, en la que aparece una fotografía con la leyenda " La escuela de Policía "General Santander", desfilando por las calles de Santafé de Bogotá. Estrenando cascos con penachos traidos de Alemania. Desfile con motivo del aniversario de la Policía Nacional el 5 de Noviembre de 1955".

Fotografía, que corrobora que el uso e implementación del pickelhaube o casco Prusiano como parte del uniforme de gala o de ceremonia  para los cadetes de las Escuela de Policía "General Santander" data desde finales del año de 1955, lo que indica que posiblemente fueron los integrantes del curso de oficiales No 14 Promoción "Camilo Torres Tenorio" los pioneros en portar este elemento.


fotografía tomada del libro "Hechos y Crónicas 1940-1999"









Tambien cobra importancia el artículo denominado "Bienvenido mi Alférez", publicado en  las paginas 131 a la 134 del referido libro, escrito por Ciro Oliveros O´meras Shehoroer quien fuese integrante del curso de oficiales No 16, promoción José Custodio García Rovira, donde manifiesta entre otras cosas, "el haber estrenado el uniforme de gala" asi como su participacion en tres ceremonias: la correspondiente a la graduacion de la promoción Camilo Torres Tenorio (Curso 14 de oficiales) y la del 5 de noviembre a la que asistió, el Presidente de la República el Teniente General Gustavo Rojas Pinilla vestido con uniforme de las Fuerzas de Policía.

Corrobora tambien lo anterior, los antecedentes fotograficos existentes en los archivos históricos documentales de la Revista de la Policía Nacional, que citan datos relacionados con dichas ceremonias y en las cuales se observa a los integrantes del curso 14 de oficiales, con uniforme de gala y portando el casco prusiano con penacho.

Por lo tanto no cabe duda que la implementación y uso del tan representativo elementos como lo es el casco prusiano se inció en el año de 1955 y se consolido aun más en 1957.






Uso del casco prusiano por los primeros Alféreces del Instituto


Cabe anotar que en virtud del Decreto No. 1339 de 1 de julio de 1957, fue conferido el grado de "Alférez" a distinguidos cadetes de la Escuela de Policía "General Francisco de Paula Santander",  por lo tanto tal distinción la ostentaron por primera vez los cadetes integrantes curso 16 Promoción José Custodio García Rovira, graduados como Subtenientes mediante Decreto 1919 del 18 de septiembre de 1957.

Fotografia en la cual se observa a los nuevos "Alfereces" portando uniforme de gala con casco prusiano.



Mosaico donde aparecen los integrantes del curso 16 "Custodio García Rovira"
primeros Alfereces de la Escuela de Policía

El Casco Prusiano que  es utilizado por la Escuela de Policía "General Santander" desde 1955 se diferencia con el de la escuela militar en el escudo.


Casco prusiano con penacho
Usado en la escuela de Policía "General Santader"



Para el caso de la Policía esta conformado por una estrella de cinco puntas con dos de éstas mirando hacia abajo, su simbolismo heráldico establece que es la estrella de cinco rayos, llamada de David y por otros atribuida a Salomón. Es la Estrella de la Policía Universal y puesta en sus escudos, es un acto de adoración al supremo Gobernador del Mundo. Representa los cinco atributos divinos de grandeza, verdad, luz, majestad y paz.

La estrella irá surmontada por el Escudo de Colombia a manera de escusón.




De otra parte el casco prusiano de la escuela militar consta solamente del escudo de Colombia al igual que el usado por el Batallón Guardia Presidencial.





UNIFORMES DE LA POLICÍA NACIONAL Y SU USO CON CASCO PRUSIANO.

(Conforme a lo establecido en el Reglamento de Uniformes, Insignias, Condecoraciones y Distintivos de la Policía Nacional-Resolución No.03372 del 26 de octubre de 2009)


UNIFORME DE GALA No 1

Definición y uso.

Corresponde al uniforme que usará el personal de oficiales, alféreces, cadetes y el personal de la banda de músicos para asistir a eventos formales y de especial trascendencia institucional tales como:

1. Visita a / de jefes de Estado.
2. Actos sociales a los que asisten los particulares en traje de frac.
3. Desfiles de honor.
4. Contraer nupcias, para oficiales (utilizará charreteras o caponas dependiendo del grado).
5. Ceremonias policiales y militares que exijan el porte de este uniforme.
6. Por disposición del mando.

Los oficiales que acompañen en el matrimonio a otro oficial, utilizarán presillas en su uniforme.

Descripción

1. Cubrecabezas tipo kepis color azul oscuro con ribete verde esmeralda.
2. Camisa color blanco, sin cuello, manga larga, puño doble.
3. Guerrera color azul oscuro o blanco, según corresponda al clima, con ribete verde esmeralda y botones dorados con el escudo de la Policía Nacional.
4. Mancornas doradas con el escudo de la Policía Nacional.
5. Falda línea recta, que cubra la rodilla, color blanco o azul oscuro, según corresponda al clima, con abertura trasera y ribete verde esmeralda.
6. Calzado en charol color negro, de tacón.
7. Pantalón blanco o azul oscuro, según corresponda al clima, con ribete verde esmeralda.
8. Calcetines blancos para el pantalón blanco y negros para el pantalón azul.

9. Calzado liso de amarrar, en charol color negro.

Accesorios para oficial General


1. Casco con penacho cuando se participe del destacamento.
2. Carrillera en hilo dorado.
3. Laureles dorados en el cuello y puños de la guerrera.
4. Charreteras doradas con insignias de grado, tamaño grande en metal.
5. Escudos de Colombia pequeños con ramas de laurel, colocados en los extremos del cuello de la guerrera.
6. Joyas de las condecoraciones de acuerdo al título III del presente reglamento.
7. Cordón de mando dorado.
8. Guantes en cabritilla blanca.
9. Cinturón de gala en hilo dorado con banda tricolor y chapa con escudo repujado.
10. Tiro en hilo dorado.
11. Dragona en hilo dorado.
12. Espada para ceremonias policiales.
13. Bastón de mando de gala, para actos sociales.
14. Espolines dorados.


Accesorios para oficial superior



1. Casco con penacho cuando se participe del destacamento.
2. Carrillera en hilo dorado.
3. Charreteras plateadas con insignias de grado, tamaño grande en metal. Para Mayor se utiliza una barra; para Teniente Coronel, dos barras; y para Coronel, tres barras.
4. Escudos de Colombia pequeños, colocados en los extremos del cuello de la guerrera.
5. Joyas de las condecoraciones, de acuerdo al título III del presente reglamento.
6. Cordón plateado para oficiales diplomados en la Academia Superior de Policía (ASPOL).
7. Guantes en cabritilla blanca.
8. Cinturón de gala en hilo plateado con banda tricolor y chapa con escudo repujado.
9. Tiro en cuero blanco.
10. Dragona en hilo plateado y cuero negro.
11. Sable para oficial superior.
12. Espolines plateados.

Accesorios para oficial subalterno



1. Casco con penacho cuando se participe del destacamento.
2. Carrillera en hilo dorado.
3. Caponas doradas con insignias de grado, tamaño grande en metal.
4. Insignias de la modalidad pequeña, colocadas en los extremos del cuello de la guerrera.
5. Joyas de las condecoraciones, de acuerdo al título III del presente reglamento.
6. Guantes en cabritilla blanca.
7. Cinturón de gala en hilo plateado con banda tricolor y chapa con escudo repujado.
8. Tiro en cuero blanco.
9. Dragona en hilo plateado y cuero negro.
10. Sable para oficial subalterno.
11. Espolines plateados.



Uniforme para el personal de la banda de músicos

El personal de la banda de músicos de la Policía Nacional utilizará el uniforme social No 2; para actividades ceremoniales de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander utilizará el uniforme de gala de alféreces y cadetes, con los accesorios que correspondan a las insignias de grado y la modalidad, además de la fornitura charolada blanca, el casco con penacho y guantes blancos.


Descripción del uniforme de gala para alféreces y cadetes de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.

1. Cubrecabezas tipo kepis gris de presentación.
2. Camisa color blanco, sin cuello, manga larga, puño doble.
3. Guerrera color gris, con cuello y puños verde esmeralda con botones dorados con el escudo de la Policía Nacional.
4. Galón dorado en el borde superior de las mangas y cuello de la guerrera para alféreces.
5. Mancornas doradas, con el escudo de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.
6. Falda línea recta, que cubra la rodilla, color blanco con abertura trasera y ribete doble verde esmeralda.
7. Calzado en charol color negro, de tacón.
8. Pantalón blanco, con ribete doble, verde esmeralda.
9. Calcetines blancos.
10. Calzado liso de amarrar en charol, color negro.


 Accesorios para el uniforme de gala de alféreces y cadetes


 1. Casco con penacho para servicios.
2. Monogramas metálicos de la Escuela, colocados en el porta presillas de la guerrera.
3. Escudos de la Escuela pequeños, colocados en los extremos del cuello de la guerrera.
4. Charreteras distintivas para la banda de ceremonias.
5. Guantes blancos.
6. Fornitura charolada blanca, con chapa metálica dorada y escudo repujado de la Policía Nacional.
7. Tiro en cuero blanco.
8. Dragona en cuero blanco.
9. Sable para alféreces.
10. Daga para cadetes.



UNIFORME SOCIAL No. 2

Definición y uso


Uniforme que usará el personal de oficiales, miembros del nivel ejecutivo, suboficiales (a partir del grado de Intendente y Sargento Segundo, respectivamente), alféreces y cadetes para asistir a los siguientes eventos:

1. Graduación como oficial.
 2. Recepciones y eventos formales nocturnos, cuya etiqueta indique esmoquin, corbata negra o traje largo.
3. Acompañamiento al Santo Sepulcro.
4. Actos de especial solemnidad.
5. Tedeum.
6. Contraer nupcias en el caso del nivel ejecutivo y los suboficiales.
7. Cuando lo disponga el mando institucional.

 Descripción

1. Cubrecabezas tipo kepis color azul oscuro, con ribete verde esmeralda.
2. Camisa color blanco, sin cuello, manga larga, puño doble.
3. Guerrera color azul oscuro, con ribete verde esmeralda y botones dorados con el escudo de la Policía Nacional.
4. Mancornas doradas con el escudo de la Policía Nacional.
5. Falda línea recta, que cubra la rodilla, color azul oscuro, con abertura trasera y ribete verde esmeralda.
6. Calzado en charol negro de tacón.
7. Pantalón color azul oscuro, con ribete verde esmeralda.
8. Calcetines negros.
9. Calzado liso de amarrar en charol negro.

  
Accesorios para oficial General

1. Casco con virola (servicios especiales).
2. Carrillera en hilo dorado.
3. Laureles dorados en el cuello y puños de la guerrera.
4. Presillas trenzadas en color dorado para General, con insignias de grado tamaño grande en metal.
5. Escudos de Colombia grandes, en metal con ramas de laurel, colocados en los extremos del cuello de la guerrera.
6. Miniaturas o réplicas de las condecoraciones de acuerdo al título III del presente reglamento.
7. Cordón de mando dorado.
8. Guantes en cabritilla blanca.
9. Tiro en hilo dorado.
10. Dragona en hilo dorado.
11. Espada para ceremonias policiales.
12. Bastón de mando de gala para actos sociales.
13. Espolines dorados.


Accesorios para los grados de oficial superior

1. Casco con virola (servicios especiales).
2. Carrillera en hilo dorado.
3. Laureles dorados en el cuello y puños de la guerrera.
4. Presillas trenzadas en color dorado para General, con insignias de grado tamaño grande en metal.
5. Escudos de Colombia grandes, en metal con ramas de laurel, colocados en los extremos del cuello de la guerrera.
6. Miniaturas o réplicas de las condecoraciones de acuerdo al título III del presente reglamento.
7. Cordón de mando dorado.
8. Guantes en cabritilla blanca.
9. Tiro en hilo dorado.
10. Dragona en hilo dorado.
11. Espada para ceremonias policiales.
12. Bastón de mando de gala para actos sociales.
13. Espolines dorados.

Accesorios para los grados de oficial subalterno

1. Casco con virola (servicios especiales).
2. Carrillera en hilo dorado.
3. Presillas trenzadas para oficial subalterno con insignias de grado metálicas grandes.
4. Insignias de la modalidad pequeñas, colocadas en los extremos del cuello de la guerrera.
5. Miniaturas o réplicas de las condecoraciones de acuerdo al título III del presente reglamento.
6. Guantes en cabritilla blanca.
7. Tiro en cuero blanco.
8. Dragona en hilo plateado y cuero negro.
9. Sable para oficial subalterno.
10. Espolines plateados.








Uniforme social para alféreces y cadetes de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.

1. Casco con virola para eventos fúnebres.

2. Camisa color blanco, sin cuello, manga larga, puño doble.
3. Guerrera color gris, con cuello y puños verde esmeralda con botones dorados con el escudo de la Policía Nacional.
4. Galón dorado en el borde superior de las mangas y cuello de la guerrera para alféreces.
5. Mancornas doradas, con el escudo de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander.
6. Guantes blancos.
7. Falda línea recta, que cubra la rodilla, color negro, con abertura trasera y ribete doble, verde esmeralda.
8. Calzado en charol color negro, de tacón.
9. Pantalón negro, con ribete doble, verde esmeralda.
10. Calcetines negros.
11. Calzado liso de amarrar en charol, color negro.

Accesorios para alféreces y cadetes
                                                                    
1. Monogramas metálicos de la Escuela, colocados en el porta presillas de la guerrera.
2. Escudos de la Escuela colocados en los extremos del cuello de la guerrera.
3. Fornitura charolada blanca con chapa metálica dorada y escudo repujado.
4. Tiro en cuero blanco.
5. Dragona en cuero blanco.
6. Sable para alféreces.



ÁLBUM FOTOGRÁFICO USANDO UNIFORME  SOCIAL No. 2
(Casco Prusiano con virola)


















ÁLBUM FOTOGRÁFICO USANDO UNIFORME DE GALA No 1

(Casco Prusiano con penacho)






































































Fuentes consultadas:

http://www.taringa.net/posts/apuntes-y-monografias/19862803/Pickelhaube-un-simbolo-del-espiritu-militar-prusiano.html

http://guerrasnapoleonicas.blogspot.com.co/2011/03/caballeria-pesada-o-de-reserva.html

http://revistahistoria.udec.cl/wp-content/uploads/2015/12/Desercion-disciplinamiento-y-a-Felipe-Delgado.pdf

http://www.asisucedio.co/escuela-militar/#_ftnref3

http://www.esmic.edu.co/esmic/index.php/proceres.html


Revista Policía Nacional de Colombia

Libro "Hechos y Crónicas 1940-1999", Escuela de Policía "General Santander"