La presentación de este compendio histórico, busca hacer un homenaje a una institución que un 5 de noviembre como hoy fue fundada.
Son 130 años transcurridos de aquel momento que mediante Decreto 1000, se dio vida jurídica a la Policía Nacional de Colombia.
Para la realización de este trabajo me remití a una serie de documentos, libros históricos, legislación, normatividad
policial, revistas de la Policía Nacional, cuadernos históricos de la Academia
de Historia Policial, entre otros. Naturalmente, por tratarse de un resumen, no
fue posible incluir algunos temas que podrían resultar de interés.
La actividad de policía ha estado vinculada
directamente a la historia de Colombia. Es el resultado de la problemática
social, cultural, política y económica que ha vivido la nación.
En su cambio, desarrollo y destino ha influido poderosamente la cultura aborigen, la dominación española, la lucha por la independencia, las guerras intestinas, las ambiciones de poder, la militarización de su organización, la hegemonía de los partidos políticos, la delincuencia común y organizada y muchas veces la falta de visión y decisión política de los gobiernos de turno.
En su cambio, desarrollo y destino ha influido poderosamente la cultura aborigen, la dominación española, la lucha por la independencia, las guerras intestinas, las ambiciones de poder, la militarización de su organización, la hegemonía de los partidos políticos, la delincuencia común y organizada y muchas veces la falta de visión y decisión política de los gobiernos de turno.
Sin más preámbulos, estos son los eventos que durante 126 años marcaron hitos cruciales en la Policía Nacional de Colombia, Institución que, sin importar la
época, la organización, el gobierno o problemática social, siempre ha estado al
servicio del país, cooperando decisivamente al afianzamiento de las
instituciones legítimas, la protección de las personas, la salvaguarda de sus
bienes y la garantía del disfrute de los
derechos y libertades públicas en pos de la convivencia pacífica y ordenada de
la comunidad.
Origen
universal de la Palabra “Policía”
La
palabra Policía, que indica un servicio del estado, una función defensiva que
la experiencia política de los pueblos ha ceñido a fórmulas precisas de
administración, hoy no corresponde, ni remotamente, al sentido que las
comunidades de la antigüedad le asignaba.
Los
Griegos utilizaron la palabra “Polis”. Aunque su definición es apenas
una descripción muy vaga, pues se deriva
de Politeia,
conjunto de instituciones que integran una ciudad, involucra la función que
procura una vida cómoda y tranquila de los ciudadanos. La expresión pasó al
latín bajo la forma de Politia, de
donde se derivó el término de Policía.
El
término Policía envuelve dos órdenes diferentes aunque estrechamente
relacionados entre sí. El primero es el concepto jurídico normativo que regula el ejercicio de la
autoridad encargado de velar por el orden, el respeto a la ley y la protección
de las personas y sus propiedades. Está compuesto por el conjunto de leyes, disposiciones y normas dictadas por autoridad competente
para asegurar el ejercicio de las actividades ciudadanas dentro del ámbito de
una sociedad organizada.
El
segundo se refiere a los organismos establecidos con carácter preventivo y
coercitivo, para lograr el acercamiento a las normas contenidas en el primero.
El
vocablo de origen griego Politeia,
tiene parentesco inmediato con la política y significado paralelo, como
dirección de la actividad del Estado.
Referido al cuerpo u organismo encargado de hacer cumplir la ley, podría
definirse dentro del ámbito etimológico como el aseguramiento del buen orden y
la guardia de las naciones y ciudades, haciendo cumplir las leyes u ordenanzas,
conseguido por organizaciones especializadas. En el desarrollo histórico del
doble sentido del término Policía, es
evidente que la normatividad precedió a
la constitución del organismo que debería garantizar su cumplimiento.
La
función de la Policía
Poco
a poco la humanidad fue evolucionando, pasando por etapas de la familia, el
clan y la tribu. Así como vino el hombre a conocer el derecho de propiedad,
cuando el patriarca le fue señalando el brazo de tierra que le correspondía a
cada cual y que debía defender y conservar.Pasado Aborigen
No
obstante haberse realizado interesantes descubrimientos arqueológicos, no se ha
logrado con certeza establecer cuál fue la época en que comenzó a poblarse el
territorio colombiano. Se tiene como posible fecha los años 9000 y 10000 a. de
C.
Se
asegura que los primeros pobladores
tuvieron una vida nómada,
rigurosa y sacrificada, luchando contra la naturaleza para subsistir mediante
su natural instinto de conservación, con el cual irían buscando acciones para
protegerse contra múltiples fenómenos que les pudieran afectar ; milenios más
tarde integrarían una serie de medidas de tipo policial, que vendría luego a
asegurar la protección de los derechos consuetudinarios.
En
aquellos primeros tiempos se vivía una etapa de autodefensa, ejercida individualmente por el hombre, sin el apoyo
de una autoridad rectora y superior que distribuyera metódicamente la justicia
y defendiera a sus asociados.
La
función policial nació intuitivamente con el desarrollo de la sociedad, como
una necesidad que debería atenderse si se quería subsistir en relativa paz.
El
hombre primitivo se encontraba rodeado de una naturaleza hostil, para cuyo
dominio ideó su s primeras armas de protección y ataque: hechas de piedra y
lanzas de madera. Esta era una manifestación primaria que posteriormente
vendría a ser el complemento de sus labores de caza, pesca, agricultura, guerra
y paz.
La
aparición de uno o varios jefes propició el nacimiento de una autoridad en
cabeza de ellos, así como la agrupación de personas que les protegieran y
exigieran a los demás el cumplimiento de unos mínimos deberes familiares y
sociales.
Fueron
apenas rudimentarias organizaciones, en las cuales se tuvo más un sentido de
guerra que de policía, pero sí constituyeron una base para fundamentar su
tranquilidad individual y colectiva.
Periodo precolombino
En el periodo precolombino se encuentra la cultura
muisca o chibcha, que tuvo el mayor
avance en materia de organización sociopolítica. Tres eran los tipos de
gobierno en cuya organización se conocen las primitivas manifestaciones
policivas y la manera como impartían justicia entre ellos. Según el historiador
Miguel Triana, los gobiernos que imperaban en el territorio de los chibchas
eran: el zaque de Tunja, el zipa de Bogotá y el cacique Sogamoso, cada uno con
características diferentes.
Indigenas muiscas |
Imagen tomada de https://www.blogger.com/profile/17015010451587571092
Estructura de la sociedad muisca
De
conformidad con los estudios realizados hasta la fecha, fueron los grupos de
habla chibcha, Karib
y Arawk
quienes conformaron la mayor parte de la población prehispánica colombiana.
Los
Chibchas
y los Muiscas fueron el elemento más representativo en el complejo étnico y
cultural de Colombia en los tiempos aborígenes. su asentamiento se desarrolló
en el altiplano Cundiboyacense,
cuya antigüedad se remonta al año 310 d. de C., hasta 1537,
época en que legaron los conquistadores españoles cuando estas sociedades se
hallaban en pleno proceso de desenvolvimiento social y tecnológico.
Fue
entre el pueblo muisca donde se encontró el mayor avance en materia de
organización sociopolítica. Su mayor conductor militar y legislador fue Nemequene
, quien unificó y promulgó el régimen de Saguanmachica
, teniendo en cuenta la categorías sociales, políticas y religiosas,
complementado con normas de carácter fiscal y un sistema punitivo para reprimir
las relaciones incestuosas, los delitos contra la propiedad, el robo, el
homicidio, el adulterio y otros, que limitaban los privilegios de los señores y
caciques. La vigencia de algunas de estas normas en los territorios controlados
por el zipazgo
se mantuvo incluso después de la conquista española.
Las
Leyes de Nemequene,
inspiradas en un derecho vindicativo, ordenaban que: “Quien mata debe morir,
aunque los parientes del muerto lo perdonen”, o sea que por Ley se afirmaba lo
que antes perteneció a la costumbre: la venganza por injurias hechas a un
miembro de un grupo consanguíneo. Al mismo tiempo, la ley reconoce la
existencia de clanes o grupos, pues hablaba del perdón que pueden dar los
familiares, en este caso los miembros de la comunidad del occiso.
La
comunidad, como estamento social, era responsable ante la sociedad por el
comportamiento de sus miembros. así lo asegura el historiador Pedro Simón,
cuando afirma que “Al ladrón lo castiga n con azotes la primera vez, la segunda
con la ignominia y la tercera lo castigan a él y a sus familiares”.
La
comunidad en sus relaciones de mutua ayuda y recíprocos procederes era para el
muisca la institución social. Económica, cultural y legislativa más importante,
puesto que reunían en su seno una serie de individuos relacionados entre sí,
constituyéndose en el centro de su
subsistir social, económico y religioso.
Cada
clan tenía su parcela, la cual, aunque no era
propiedad privada sino de temporal utilización, incluía el derecho de
explotación y usufructo y se cedía generalmente a la siguiente generación.
Otras
características
de la organización social Muisca eran:
-La
comunidad, o sea la capitanía, era la unidad politicoeconómica
menor, reunía un grupo de individuos por lazos consanguíneos y formaba parte de
la unidad política mayor, que era el Cacicazgo.
-En
esta sociedad existía la propiedad comunal de la tierra, pero tal tipo de
derecho, con el transcurrir del tiempo, comenzó a ser socavado por el
surgimiento de formas de explotación que conllevaban la apropiación de la misma
por quienes hacían parte de la corte gobernante, unidos a otros miembros de la
comunidad que se desvinculaban de ella para implantar relaciones de nuevo tipo.
-La
tierra pertenecía a los gobernantes, pero los integrantes de la comunidad eran
los poseedores temporales y hereditarios; eran quienes la trabajaban unidos, en
parcelas familiares, sin que se efectuase un
reparto común del producto, ya que éste pertenecía al poseedor.
-Las
relaciones entre los componentes de la sociedad eras de colaboración y ayuda
mutua, pero ya se daban diferenciaciones de orden económico como consecuencia
de un primario desenvolvimiento de la división social del trabajo.
-Las
relaciones entre los clanes y los representantes del poder eran de sujeción y
dependencia, porque la clase superior se había adueñado en gran parte del
producto excedente, con lo cual se enriquecían y propiciaban una relación
social de tipo definitivamente clasista.
-La
esclavitud como tal fue desconocida en las relaciones de producción de la
sociedad muisca, sin embargo, se puede hablar de una servidumbre de tipo
domestico que no alcanzo a jugar un pale determinante en la producción.
Conceptos y niveles de autoridad
En
la
sociedad Muisca, según se ha expuesto, existían grupos sociales antagónicos.
Por un lado existía la comunidad general, cuya ocupación corriente era la
producción de bienes agrícolas, artesanales y minerales, y por otro, una capa
social de mayor categoría que la primera, con función directriz de la sociedad
global, en sus diferentes aspectos económicos, políticos, religiosos y culturales.
Esta
ultima estaba formada por los gobernantes, caciques, capitanes, caudillos
militares y por la casta sacerdotal. Los gobernantes, llamados Zaque y Zipa,
eran los administradores de las mayores unidades politico-administartivas,
llamadas “Reinos”; los caciques desempeñaban funciones politico-administartivas
en los llamados “Pueblos”; los capitanes eran los representantes del poder en
las comunidades que componían parte de los pueblos; y los caudillos militares,
que unas veces eran los gobernantes y
caciques y otras sus familiares, desempeñaban la doble función de defender las
fronteras y de servir de instrumento coactivo para aplastar las sublevaciones
de los caiques contra el poder Zipa.
La
casta sacerdotal cumplía las funciones de mantener y engrandecer la unidad
político-ideológica de la sociedad, a través de una serie de ceremonias y
ritos, en los cuales participaban tanto los miembros simples de las comunidades
como los representantes del poder. Además, los sacerdotes eran quienes
guardaban los secretos mágico-religiosos, que en esta etapa de su dinámica
social corresponden tanto al aspecto puramente mágico o religioso como a la
acumulación y aplicación práctica de los conocimientos positivos y ciencia
primitiva.
Los
términos Zipa
y Zaque tenían en si el triple significado de gobernadores, legisladores y
jueces. En orden de importancia estaban luego los pregoneros, que eran
conocidos como la “Boca del rey”, a través de la cual los subordinados conocían
la voluntad del gobernante
El Zaque |
El zipa de Bogotá,
cuyo origen era militar, conservaba su tradición guerrera manteniendo un
ejército disciplinado que conformaban los güechas; ejercía su gobierno en forma
muy distinta y antagónica a la del zaque. El código de los zipas declaraba indignos
a los cobardes y condenaba a muerte a los que desertaban ante el enemigo. Las
leyes de Nemequene que tenían en cuenta las
clases sociales, políticas y religiosas estaban complementadas con el
carácter fiscal y un sistema punitivo para reprimir las relaciones incestuosas,
los delitos contra la propiedad, el robo, el homicidio, el adulterio y otros.
El cacique de Sogamoso,
que ejercía un gobierno teocrático, era elegido por los Usaques de los pueblos
de su dominio. Las normas de Nomparen, cabeza de esta familia sacerdotal, se
reducían a cuatro: no matar, no hurtar, no mentir y no quitar la mujer ajena.
Sólo establecían pena de muerte para los asesinos, y para los demás
transgresores imponía el castigo de azotes por la primera vez, el de la infamia
personal por segunda vez y el de la infamia hereditaria por la tercera
reincidencia.
La administración de justicia correspondía en los
tres regímenes a los jefes de tales gobiernos y ellos eran los que imponían las
penas y concedían recompensas. Lo relativo a la Policía también estaba a cargo
de los mismos.
Los Güechas
Los
"Güechas"
(guerreros) eran una casta privilegiada. No podía ser de otra manera en una
sociedad que vivía en constante pie de guerra. Eran elegidos entre los varones
más saludables, recios, valientes y esforzados.
Conformaban
los
ejércitos de los Zipas,
ejercían funciones policivas, su código establecía penas para los cobardes (los
obligaban a vestirse y a hacer los oficios de las mujeres); condenaban a muerte
a los desertores; imponían la pena del talión, a los adúlteros, a los
incestuosos y sodomitas los sometían a horribles castigos. Existía también
leyes que defendían a la mujer casada contra la negligencia y malos tratos del
esposo.
Por
debajo
de los componentes de las comunidades, pero diferenciándolos de ellos más que
todo por su origen, estaban los esclavos, estamento compuesto por aquellas
personas que habían sido hechas prisioneras en guerras con pueblos no muiscas.
Tales
sujetos
eran utilizados para sacrificar a los dioses, en la construcción de templos o
en las grandes fiestas, para servir a sus captores, y algunos de ellos fueron
incorporados al ejercito como Güechas,
en cuyo caso debían hacer gala de sus habilidades en el uso del arco, que no
era utilizado por los muiscas.
Dentro
de
las actividades sociales de los muiscas se hallaba, así mismo, la mujer que
desempeñaba una función destacada muchas
veces, pues llegaba hasta ejercer el mando en el cacicazgos. Cuando se
declaraba una guerra, las mujeres iban tras las tropas con vituallas y como
cocineras de los guerreros; en los funerales hacían de plañideras; estaban
igualmente presentes en las inauguraciones de las casas de los caciques y de
los templos y asistían a las ceremonias de coronación del cacique o a los ritos
de incorporación de los sacerdotes.
Estado de
la nación Chibcha a la llegada de los conquistadores.
Después del descubrimiento de América en 1492 y
durante el periodo de la Conquista a partir de 1538, lo que existía era un régimen monárquico y arbitrario, no puede decirse
que existiera el ejercicio de las funciones policiales por parte de los
conquistadores.
Posteriormente, en la Colonia llegaron los
estatutos jurídicos y administrativos de la península ibérica, entre los cuales
merecen citarse Las siete partidas del Rey Alfonso el Sabio, el Fuero Juzgo,
los Fueros Reales y las Leyes de Indias. Los diferentes gobiernos
coloniales con algunas excepciones se preocuparon por imponer sistemas y normas
de legalidad y de orden, surgiendo la figura policial del alguacil encargado de
perseguir a los malhechores y en el año de 1755, bajo el gobierno del virrey
Solís, se organizó una especie de policía rural, guardias peajeros, quienes se
dedicaban principalmente a recolectar el impuesto de peaje o pago de una suma
determinada por cada cabeza de ganado que transitara.
Durante el gobierno del virrey José Solís Fols de
Cardona en l765, aparece la primera organización de vigilancia en Santafé, con
el nombre de Ronda de Comercio o Junta de Policía Nocturna, con la
función de prestar la seguridad por medio de rondas a los negocios durante la
noche. La integraban un cabo y tres guardas, cuyo pintoresco uniforme era:
ruana de agua y otra blanca encima, sombrero de anchas alas y alpargatas.
Después
de su llegada al altiplano cundi-boyacense,
los españoles, que iban en pos de saqueo después de conocida una parte del
territorio de Bacatá,
tuvieron la noticia de la existencia de otro poderoso gobernante llamada Hunza.
Esta conquista no quitaba la autoridad de los caciques dominados, en cuanto
éstos permanecían fieles al conquistador, pero cuando se rebelaron,
frecuentemente fueron destituidos y cambiados por personajes adictos al Zipa.
Muchos caciques permanecieron fieles por cuanto ya estaban en contradicción con
sus comunidades en calidad de élite gobernante, motivo por el cual la sujeción
al Zipa
significaba para ellos una alianza que afianzaba sus privilegios y les daba
mayor prestigio y autoridad.
En
el
caso de los caciques destituidos, éstos eran suplantados por personas del mismo cacicazgo que
demostraban listas a colaborar con el Zipa,
por algunos Güechas extraños al cacicazgo o por familiares del Zipa.
Junta de Policía
En 1791, durante el gobierno del virrey Espeleta,
por iniciativa de los patriotas, se creó la Junta de Policía de Santafé
con la función de velar por la seguridad de los santafereños. La integraron los ilustres granadinos Primo
Groot, José María Lozano y Antonio Nariño, el Precursor de la Independencia,
quien fue alcalde ordinario y tesorero de la ciudad que, por ese entonces ya
efectuaba tertulias de orden literario y científico. Muchas de estas reuniones
fueron de carácter clandestino para tratar
asuntos relacionados con la emancipación y los derechos del hombre. La
Junta de Policía tenía entre otras las siguientes funciones: 1º. Recoger y
concentrar los mendigos, 2º. Ayudar a la construcción de calles, 3º. Velar por
el embellecimiento de la ciudad, 4º. Velar por el ornato y aseo de las calles.
El sereno
Esta Junta de Policía estaba a órdenes del Cabildo
y tenía bajo su mando el histórico sereno, vigilante nocturno que
recorría las calles, anunciaba las horas y apagaba y encendía los faroles de
las esquinas. Narran los cronistas que el sereno, quien envuelto en su capa
recorría las calles Real y la Carrera y a veces llevaba sus pasos hasta Santa
Inés o al camino de Tunja, vio muchas veces a la tenue luz de su farolillo que
alumbraba portalones de piedra, rejas de hierro, geranios y claveles
florecidos, la elegante figura de don José Solís que buscaba a la Marichuela
por los lados de la Candelaria, y a don Ángel Ley, arrastrando espuelas y
espada, hallar aventuras galantes en las calles vecinas al antiguo panteón de
las Nieves.
Durante el gobierno del virrey Mendinueta, se
estableció en Santafé el servicio de aseo y de alumbrado. Los vecinos, todos
los sábados debían barrer las calles, y sobre las puertas de tiendas y
pulperías se ordenó colocar faroles en cuyo interior chisporroteaban las velas
de cebo o de cera de laurel. También se mandaron pintar las fachadas de las
casas. La policía del cabildo dio cumplimiento a todas las disposiciones de un
buen gobierno y sancionó con multas a los perezosos y renuentes.
Entre 1810 y 1819, y aún años más tarde, es
presumible, por no decir seguro, que no existió un cuerpo de policía
propiamente dicho. Los ejércitos patriotas y realistas debieron asumir esas
funciones porque el objetivo final era vencer en la contienda.
Santander y Bolívar establecen
las primeras normas de policía
Consolidada la victoria patriota, Santander, el
Hombre de las Leyes, vicepresidente de Cundinamarca, en noviembre de 1819 dictó
un decreto reorganizando el servicio de policía, con el fin de “velar por la
seguridad pública y el bien del país”, al mismo tiempo que creaba una policía
secreta. Posteriormente, bajo su gobierno, el Congreso dictó el 3 de mayo de
1826 la “Ley de ladrones”, por cuyo procedimiento a las 48 horas de encauzado
un ladrón, se sentenciaba a muerte.
Por su parte, el Libertador, en ejercicio de la
presidencia, dictó el decreto 183 del 22 de diciembre de 1827, mediante el cual
se intentó por primera vez reorganizar a fondo la policía, fijar las
responsabilidades de los funcionarios policiales y reglamentar todo lo
concerniente a la materia. El decreto, de 74 artículos, divide la gestión
policiva en tres áreas: seguridad, aseo, ornato y salubridad, y fija funciones para los jefes de policía,
establece los comisarios del ramo y presenta disposiciones generales para
regular el servicio.
En la Nueva Granada, durante el periodo presidencial de José Ignacio de Márquez (1837 a 1841), se expide el Código Penal, elaborado por el general Santander. Por decreto 24 de agosto de 1837, se dispuso suprimir el Escuadrón Guardia Nacional Auxiliar de Ubaté, en la Provincia de Bogotá, para organizar otro en el Cauca, con el fin de perseguir las bandas de malhechores que operan en Buga y Tuluá. Por el encabezamiento de este decreto se deduce que el nombre de la policía era “Guardia Nacional Auxiliar” con organización castrense. En 1839 le correspondió al ejecutivo afrontar la revolución acaudillada por el general Obando, que turbó la tranquilidad y manchó de sangre el suelo patrio.
Elegido presidente el general Pedro Alcántara
Herrán para el periodo 1841-1845, el Congreso expide la ley 8 de 1841, uno de
los mejores antecedentes legales sobe policía y se constituye en el primer
adelanto técnico jurídico del ente policial. Está integrado por tres títulos:
1º. De la policía, de sus empleados y atribuciones. 2º. De los diferentes ramos de la Policía General y 3ª.
De las penas. Esta ley creó igualmente el cuerpo de policía para cada
provincia, compuesto por 60 comisarios para cada una, bajo las órdenes de un
inspector y de los jefes de Policía.
En el primer gobierno del general Tomás Cipriano de
Mosquera, se expidió el decreto de fecha 16 de septiembre de 1846, por el cual
se dotó a la provincia de Bogotá de un cuerpo de policía integrado por seis
inspectores y 54 comisarios, divididos en seis secciones, tres para prestar sus
servicios a caballo y tres de a pie.
En los años 1849 -1857, los gobiernos de los
presidentes José Hilario López, José María Obando, José María Melo y Manuel
María Mallarino no se presentaron nuevas disposiciones de policía, y el
Ejército se encargó de la prestación de los servicios que correspondían a la
policía, precisamente por la marcada alteración del orden público que vivía
todo el país.
Durante la Confederación Granadina, que fue
efímera, la policía fue incorporada como parte de la fuerza pública mediante
disposición del Código Penal Militar. En 1861, el presidente Mariano Ospina
Rodríguez dictó un decreto con fecha 4 de febrero del mismo año, por el cual
creó un cuerpo de policía al servicio de la Confederación “con el objeto de
mantener el orden general”, pero con el carácter de red de espionaje, con la
intención de contener las fuerzas de los facciosos que atentaban contra la
seguridad del gobierno.
Por
ser
de gran importancia para nuestro relato, transcribo textualmente apartes del
Articulo 1 del Capítulo I de Código Militar.
“
Artículo
1-…hace parte de la fuerza pública la Policía, organizada conforme al Código de
la materia y regida por las disposiciones militares en cuanto dicho Código los
disponga.”
La Constitución de Rionegro de 1863, dio total autonomía a los Estados de la Unión para legislar y organizar la policía sin que se llegara a un desarrollo digno de mencionar.
La República de Colombia
Bajo la presidencia del ilustre mandatario Rafael
Núñez, una de las más vigorosas mentalidades de América española, al decir del
profesor López de Mesa, se expidió la constitución política de 1886, que
implantó el sistema de gobierno unitario y se inició una nueva etapa en la vida
del país. En el artículo 120, ordinal octavo, se establecía como una de las
atribuciones del presidente “conservar en todo el territorio el orden público y
restablecerlo donde fuere turbado”, facultades que, a las claras, dejaban ver
la necesidad de crear un cuerpo nacional de policía que cumpliera con este
propósito constitucional.
La Policía y sus inicios
Encargado
de
la presidencia de la República, Carlos Holguín (hombre
superior
y de alto prestigio moral) sanciono
la Ley 90 del 7 de noviembre de 1888, por
medio de la cual se creó un cuerpo de carácter policial, con la
denominación de Gendarmería, destinada, según su articulo 1º, para
“prestar los
servicios de alta Policía Nacional y a desempeñar las comisiones que en asuntos
nacionales tenga a bien confiarle el Gobierno”.
Sin
embargo,
tal vez por el carácter semimilitar
que
se asigno a la Institución, esta ley no tuvo vigencia.
La Ley 90 de 1888, fue derogada por la Ley 23 de 1890, que el mismo Carlos Holguín
sanciono el día 23 de octubre de ese año.
Constituyó esta norma un paso
decisivo y fundamental que viene a marcar la verdadera iniciación de la
institución de carácter nacional, para responder del orden interno de la
República, aunque en sus albores sólo lo fuese para la capital.
Dicha ley en su
articulo 3º dice: <facultase así mismo al Gobierno para emplear en el
establecimiento, organización y sostenimiento de un Cuerpo de Policía hasta
trescientos mil pesos ($300.000oo), que se consideran incluidos en el
presupuesto para la vigencia económica de 1891-1892>. Y en su articulo 4º
añade:< El Gobierno podrá contratar en los Estados Unidos de América o en
Europa, por conducto de un empleado diplomático o consular de la República, una
o más personas competentes que, bajo su dirección organice el referido Cuerpo
de Policía y secciones convenientemente a sus miembros>. Se inició, pues,
esta nueva etapa con halagadores presagios de bienandanza y seguridad.
En
el
mismo año, la Ley 62 atribuyó a la Policía el juzgamiento y conocimiento de los
delitos de hurto y otros contra la propiedad de menor cuantía.
En
desarrollo de la Ley 23,
el gobierno nacional contrató en Francia al técnico en policía Juan María
Marcelino Gilibert, versado funcionario y hábil organizador.
Quien era Juan María Marcelino Gilibert
Juan
María Marcelino Gilibert era de origen francés, (Nació en Fustignac,
Departamento francés de Haute Garonne,
el 24 de febrero de 1839), termino estudios en la Escuela de derecho de la
ciudad de Tolosa.
A los 22 años de edad ingresó al servicio militar. Estuvo en
campaña en África, atravesó el desierto del Sahara y fue distinguido por
exponer su vida para salvar a varios compañeros que se encontraban afectados
por una epidemia de cólera.
En 1870 participó en la guerra franco-prusiana y
fue herido en las batallas de Reichshuffen,
Sadán
y Orleans. Posteriormente cayó prisionero en tres ocasiones, pero en todas
escapo de los enemigos. Al terminar la guerra, fue condecorado con la medalla
militar y volvió con su regimiento a Constantinopla, donde fue designado
Comisario Especial de Quinta Clase de la Policía Francesa. Ascendió
gradualmente hasta alcanzar el grado de Comisario Primero, en la ciudad de
Lille.
Allí prestaba sus servicios, cuando el Ministerio del Interior de
Francia, a solicitud del encargado de negocios de Colombia, Dr. Gonzalo
Mallarino, lo seleccionó por sus méritos y conocimiento del castellano para
viajar a Colombia a reorganizar la Policía de Bogotá. Gilibert llegó a Bogotá
el 14 de octubre de 1891.
El 5 de noviembre de 1891, el presidente Carlos
Holguín dicta el decreto 1.000 por el cual fundó el Cuerpo de Policía
determinando el número de personal y asignaciones, suministro de prendas,
armamento y dotaciones administrativas pertinentes.
Primer reglamento orgánico
Creada la Policía Nacional, Gilibert procedió a
organizarla y para ello elaboró el primer reglamento general del cuerpo, el
cual fue expedido por el Ministerio de Gobierno el 12 de diciembre de 1891.
Este estatuto determinaba: “La Policía tiene por
misión especial conservar la tranquilidad pública y en consecuencia le
corresponde proteger a las personas y a las propiedades; hacer efectivos los
derechos y garantías que la constitución y las leyes reconocen; velar por el
cumplimiento de las leyes del país y las órdenes y disposiciones de las
autoridades constituidas y prevenir los delitos, las faltas y contravenciones y
perseguir y aprehender a los delincuentes y contraventores. La policía no
reconoce privilegios ni distinciones y obliga por tanto a nacionales y
extranjeros, salvo inmunidades reconocidas por la constitución y las leyes, por
tratados públicos y por el derecho internacional.”
Se establecen normas de comportamiento policial,
disciplinario, social, ético, y familiar. El personal, sus esposas y sus
representantes no podían tener establecimientos como cafés, tabernas, etc. “Los
agentes deberán ser siempre benévolos, enérgicos y corteses para el público;
débiles, nunca; Procurarán adoptar primero el medio de persuasión y no reprimir
sino después, evitando prometer a los sindicados una indulgencia que no estén
en capacidad de concederles. Deberán, así mismo, abstenerse de todo hecho
agresivo, de toda palabra grosera o injuriosa para el público y para todos los
individuos detenidos”.
El reglamento de Gilibert entró en una serie de
detalles que se traslucen en la mística institucional tendiente a prestar un
servicio eficaz, a crear una imagen positiva de la institución policial y a
solidificar la moralidad de sus miembros.
La organización inicial comprendía cinco divisiones
de vigilancia (distritos), una división de seguridad y división central. El
número de comisarios y agentes era el siguiente: cinco comisarios de primera
clase, jefes de distrito o división; un comisario mayor de segunda clase, jefe
del servicio de seguridad; cinco comisarios mayores de segunda clase para las
divisiones; seis comisarios de segunda clase; ocho comisarios mayores de
tercera clase; nueve comisarios de tercera clase y 400 agentes. Las oficinas de
los jefes de división debían estar abiertas al público desde las seis de la
mañana hasta las seis de la tarde y la de seguridad hasta las once de la noche.
Los cuarteles que ocupaban las distintas divisiones
estaban situados así: La División Central en la calle 10, donde funcionaba la
oficina del director; la Primera División en
el antiguo local de la plaza de mercado, la Segunda División en San
Francisco, la Tercera División en El Dorado (calle 24), la Cuarta División en
la calle 14, la Quinta División en la calle 4 y la Sexta División en Chapinero.
Primer desfile histórico de la Policía
Nacional - 1892
Concluido el periodo de instrucción y preparación
de la Policía, Gilibert organizó la primera revista para presentar a la
ciudadanía el nuevo Cuerpo de Policía, mediante un desfile que se realizó el
domingo diez de enero de 1892, en la Plaza de Bolívar, ante el presidente de la
República doctor Carlos Holguín, el ministro de
Gobierno doctor Roldán y las altas autoridades. La Policía, hasta el
momento desconocida, desfiló con marcialidad y elegancia constituyéndose en un
verdadero acontecimiento. Lucía los uniformes de la policía francesa, que
consistían en una levita de paño negro con abotonadura dorada, kepis francés
con trencilla de plata, sable niquelado con borlas doradas y cinturón de charol
con el Escudo Nacional, todo lo cual daba un aspecto elegante y suntuoso al
Cuerpo Policial.
Durante las cuatro ocasiones en las que el
comisario Marcelino Gilibert dirigió la Institución, se creó la Policía de
Fronteras, se otorgó a la Policía funciones de Policía Judicial, se creó la
Sección de Bomberos, la Caja de Gratificaciones, se dio a los inspectores de policía
la calidad de funcionarios de instrucción, se establecieron los servicios
médicos y de botica y se lograron muchos otros avances en el desarrollo
institucional.
El 23 de enero de 1895, la Policía pasó a depender
del Ministerio de Guerra por la grave situación de orden público que afrontaba
el país, hasta el 21 de enero de 1896 que volvió al Ministerio de Gobierno.
Esta misma situación ocurrió en 1904, 1908 y 1909.
Guerra de los Mil Días
En 1899, estando a cargo del gobierno el anciano
presidente Manuel Antonio Sanclemente, tuvo lugar la más sangrienta y dolorosa
guerra civil que asoló el territorio
patrio, la cual ha pasado a la historia
con el nombre de “La Guerra de los Mil días”.
Tuvo su origen en el departamento de Santander el 18 de octubre de 1899, extendiéndose luego a todo el país y prolongándose hasta el primero de junio de 1903. Las tres cuartas partes del selecto Cuerpo de Policía fueron enviadas a los campos de batalla, siendo reemplazados por personas ignorantes y de corta edad, situación que resintió notablemente la buena organización policial. El decreto 575, de mayo 16 de 1903, aumentó los sueldos de la Policía en un 50%, a pesar de la difícil situación fiscal que vivía el país.
Tuvo su origen en el departamento de Santander el 18 de octubre de 1899, extendiéndose luego a todo el país y prolongándose hasta el primero de junio de 1903. Las tres cuartas partes del selecto Cuerpo de Policía fueron enviadas a los campos de batalla, siendo reemplazados por personas ignorantes y de corta edad, situación que resintió notablemente la buena organización policial. El decreto 575, de mayo 16 de 1903, aumentó los sueldos de la Policía en un 50%, a pesar de la difícil situación fiscal que vivía el país.
Siendo presidente el doctor Carlos E. Restrepo,
demostró gran interés en mejorar y perfeccionar el Cuerpo de Policía para lo
cual nombró como director general al doctor Gabriel González
(1911-1914), distinguido jurisconsulto quien dejó huellas profundas de su
dedicación personal, iniciativas y realizaciones, por lo que fue llamado,
“Director excepcional”.
Organizó la escuela de preparación y selección de personal de la Policía Nacional. Fundó la Revista de la Policía Nacional (Decreto 39 de 1912), constituyó una Caja de Ahorros, creó el Auxilio Mutuo, nombró abogado defensor para el personal de la Policía incurso en acusaciones por actos del servicio, estableció el Reglamento de Inspectores de Permanencia, organizó la Oficina de Estadística, la antigua Caja de Recompensas, creó la primera Banda de Músicos, la División de Custodia de Cárceles; reorganizó el Gabinete Fotográfico; incrementó el personal a 2.024 hombres y obtuvo un reajuste de sueldos, actualizó la Policía de Ferrocarriles, inició la biblioteca con cerca de 800 volúmenes, creó el Museo Criminal, estableció una Escuela para detectives; destinó una sección de policía a servicios extraordinarios y otras muchas acciones para el desarrollo de la Institución.
Como se puede apreciar, el gran interés del
presidente Carlos E. Restrepo y el
excelente trabajo de director Gabriel González, recuperaron y tecnificaron la
Institución, poniendo fin a las medidas que habían sido tomadas
durante los diez años anteriores, producto de la descomposición social
que la guerra y sus consecuencias impusieron.
Gabriel
González
López nació en el municipio de El Agrado (Huila) en 19 de julio de 1875. Cursó
bachillerato en el Colegio de San Bartolomé de Bogotá y se graduó en
jurisprudencia en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Sus notables
conocimientos de las disciplinas jurídicas le serían muy provechosas en su
gestión como vigesimosexto director general de la Policía Nacional . En dos
ocasiones ocupo este magno cargo, con su lema de “servir y no servir” entre los
años de 1911 a 1914.
El
14 de enero de 1911 fue nombrado como Director General de la Policía, por
presidente Carlos Eugenio Restrepo, quien desde un principio le brindo su
irrestricto apoyo y le fijo los derroteros para la Institución; desempeño este
cargo hasta el 25 de febrero de 1913, período que se vio interrumpido por una
comisión de estudios sobre Policía a Estados Unidos. Mientras terminaba esta
destinación estuvo en su remplazo al frente de la Policía el señor Guillermo
González.
Las siguientes fueron, entre otras, las
fecundas y cultas labores de este ilustre director:
Organizó
la Escuela de Preparación y Selección de Personal de la Policía Nacional
(situada en el barrio Chapinero de Bogotá), mediante el Decreto de la Dirección
General No. 32 del 4 de marzo de 1912. su pensum comprendía: Instrucción
Militar, Física, Reglamentos, Derecho Civil, Moral y Religión y ,a demás, la
enseñanza de directorio de la ciudad de Bogotá.
Fundo,
mediante el Decreto de la Dirección General No. 39 del 14 de marzo de 1912, la
Revista de la Policía Nacional para que sirviera de órgano de publicidad de la
Institución ante el gobierno y el público.
Mediante
el Decreto No.338 del 13 de marzo de 1912 el gobierno constituyó una “Caja de
Ahorros” con el fin de <Capitalizar a cada miembro del Cuerpo una suma de
dinero de que podrá disponer íntegramente al retirarse definitivamente del
servicio>.
Mediante
Decreto No.42 de la Dirección General el 25 de marzo del año ya citado, creó un
“Auxilio mutuo” para casos en que falleciera un miembro de la Policía, siempre
que no fuera por suicidio: antecedente mediato del que existe hoy, aunque con
características diferentes.
Por
Decreto No. 444 del 15 de abril de 1912, se nombró a un abogado como defensor,
para que atendiera los juicios en que se vieran implicados el personal del
Cuerpo por actos del servicio. Los argumentos que le sirvieron para justificar
esta petición, decían en su parte más importante:< la obligada intervención
de los agentes de Policía en las frecuentes riñas que se presentan; la fuerza
que tienen que emplear muchas veces para hacer obedecer y establecer el orden;
los ataques de obra de que son víctimas y mil circunstancias más, inevitables
en el ejercicio de las funciones que desempeñan, son origen de que sea
envueltos en procesos criminales, y en ocasiones sindicados por heridas, mal
tratamiento y abuso de autoridad, ya por la naturaleza de los hechos, ya por la
acusaciones de los interesados…Escasos de recursos para pagar abogados,
tranquilas sus conciencias por el cumplimiento del deber, ignorantes de las
responsabilidades penales que suelden deducírseles, ocupados constantemente en
el delicado servicio, los agentes no se preocupan mayor cosa por su
defensa.>.
El
primer abogado en ocupar el cargo de defensor de los agentes fue el jurista y
parlamentario Adolfo León Gómez que, atacado por el mal de Hansen, murió en
Agua de Dios. .
Según
Decreto No. 705 del 10 de julio de 1912 se estableció el Reglamento de los
Inspectores de Permanencia de la Policía Nacional.
Mediante
Decreto
No.101 del 14 de junio del mismo año, organizó la Oficina de Estadística, con
el objeto de estudiar y publicar el movimiento del Cuerpo y de sus labores. Tan
importante actividad estuvo mucho tiempo suspendida hasta su reaparición
efectiva, y con órgano de divulgación propio, por el decenio de 1950.
Según
Decreto No.748 del 12 de agosto, se organizó la antigua Caja de Recompensas,
especialmente para estimular el personal que hubiese pastado diez, quinces y
veinte años de servicios consecutivos y también para aquellos que se
distinguieran por acciones extraordinarias de valor y abnegación.
Organizó
la primera Banda de Músicos cuyo primer director fue José del Carmen Aguilera.
Creó
una División de Policía con 220 hombres para custodiar las Cárceles de Bogotá,
Pamplona y Tunja, servicios que posteriormente se ampliaron a Cartagena y
Manizales.
Creó
y puso en ejecución un “Directorio” con destino a personal de vigilancia, el
cual contenía las direcciones más importantes para la albor policial.
Reorganizó y actualizó el gabinete fotográfico y
antropométrico siguiendo el método del francés Alfonso Bertillon.
Esta oficina venía funcionando muy irregularmente desde 1909 a cargo del
general Lubín
Bonilla, con la asesoría de Darío Vargas.
Aumentó
el personal a 2042 hombres y obtuvo un reajuste de sueldos que osciló entre los
$300.oo mensuales para el director y $20.oo para el agente de menor jerarquía.
Mediante decreto de la Dirección General No. 192 del 1 de octubre de 1913,
actualizó la Policía de ferrocarriles e integró una sección de 25 agentes de 3ª
clase para este servicio.
Llevó,
según el Decreto No.41 del 3 de enero de 1914, el servicio de la Policía de
fronteras a las poblaciones de Arauca, Guajira, Cúcuta, Orocué,
Tumaco e Ipiales.
A
principio de 1913 estuvo separado durante seis meses del cargo, debido a una comisión
oficial
a los Estados Unidos. En su ausencia le reemplazó el coronel Guillermo
González, subdirector del Cuerpo.
Al
regresar González López, próximas las elecciones presidenciales para el periodo
1914-1918, dirigió al personal de la Policía un diciente mensaje que reviste
actualidad y plena vigencia. Decía, en algunos párrafos:
<Alejado
de la política, que anda tiene que ver con ella, el Cuerpo de Policía está en
condiciones de llenar eficazmente las funciones que le corresponden. A pesar de
que su personal es todavía escaso con relación a las necesidades que les toca
atender, con una dirección inteligente como la que ahora tiene, puede,
multiplicando esfuerzos, garantizar los derechos de todos los electores, habida
la circunstancia favorable de que ninguno de sus miembros se ha de mezclar en
la lucha, puesto que es su principal misión la de dar garantía efectiva a todos
los ciudadanos, sin distinción alguna y velar por los intereses inmanentes de
la sociedad y el orden público>.
El
director Gabriel González, continuó con renovado empeño su obra restauradora
del prestigio y desarrollo institucionales. A su iniciativa se debieron
igualmente:
Una
biblioteca que se inicio con cerca de 800 volúmenes para que los miembros del
Cuerpo, en sus horas de descanso pueda instruirse. Con igual criterio cultural
dispuso como obligatoria la clase de ingles.
Un
museo criminal, en el cual ordeno reunir y clasificar toda clase de objetos o
instrumentos usados en la comisión de crímenes conocidos con el fin de
<fomentar la historia de la criminalidad, obtener y conservar datos,
documentos y objetos referentes a ella, estimular el estudio de la criminología
y facilitar medios prácticos para conocimiento y enseñanza a los empleados de
la Policía>
Una
Escuela de Detectives para la Policía Nacional, con el fin de instruir al
personal sobre la investigación de los delitos.
Una
Sección de Servicios Extraordinarios para prestar los servicios de
:Ferrocarriles, conducción de presos, comisiones, etc.
La
apoliticidad e imparcialidad de este hombre policía quedo plasmada en una
circular expedida a fines de 1913, en la cual se decía entre otros aciertos,
éstos que se transcriben: < La Dirección General de la Policía nacional cree
conveniente hacer conocer, tanto del público como de los empleados, el criterio
que la guía en el nombramiento y conservación de los empleados del Cuerpo, para
evitar malignas interpretaciones>.
<No
se tiene en cuenta absolutamente la calidad política de los empleados. Por eso
existen en el Cuerpo hombres de todos los colores y matices políticos como es
público y notorio, tanto en los nuevos como en los antiguos empleados>.
<
No se admiten ni se conservan empleados politiqueros, los que hacen propaganda,
los que a todo, le dan interpretación o sentido político, los que se valen del
puesto que ocupan con fines políticos, porque éstos son incompatibles con la
alta misión social de la Policía>.
Misión española
En virtud del decreto 1143 del 3 de junio de 1916,
el gobierno nacional autorizó una comisión española compuesta por dos
integrantes de la Guardia Civil: el comandante José Agudo Pintado y el capitán
Osuna Pineda, quienes fueron encargados de enseñar los nuevos métodos de
investigación criminal para la formación de detectives y la implantación del
sistema dactiloscópico monodactilar.
El 23 de noviembre de 1920, llega a Colombia la
segunda misión francesa para actualizar a la policía colombiana en los métodos
de vigilancia, enseñanza técnica, práctica del sistema antropométrico y de
investigación criminal. La misión estuvo a cargo de los profesores Albert
Bringué y Georges Drouot.
Palacio de la Policía
El
presidente de la República, General Pedro Nel
Ospina, mediante Decreto 1548 de 1922 nombró como director de la Policía
Nacional al General Celerino Jiménez, nacido en el Municipio de Santuario
(Antioquia), el 22 de julio de 1862.
Durante
su administración, en el año 1923 se inician
las obras de construcción del edificio “Palacio de la Policía” hasta su
inauguración oficial en 1926, convirtiéndose en su momento en uno de los
edificios más suntuosos y ricos en aspectos arquitectónicos. No obstante las
características monumentales y lo que socialmente represento no hubiese sido
posible - o serian otras muy distintas si su planeación y proyección no
estuvieses enmarcadas en lo que históricamente conocemos como estructura
temporal de evolución, se caracteriza, por que Colombia y especialmente Bogotá
se inscribe a una serie de factores de modernización industrialización y
primacía urbana.
La
construcción del edificio de la calle 9ª No.9-27, conocido como Palacio de la
Policía,, se habilitó para el servicio de la Dirección General de la Policía
Nacional. El arquitecto constructor fue Alberto Manrique Martin y el maestro
constructor Eugenio Galarza B.
Desde
la época de su construcción este edificio ha sido como un templo de la historia
policial. Desde 1926 hasta el año de 1983 funcionaron allí las principales
dependencias de la Dirección General de la Institución.
Por
iniciativa del señor Mayor General Francisco José Naranjo Franco, hacia el año
de 1984 las instalaciones fueron restauradas con el objeto de organizar en este
precioso inmueble la sede del Museo Histórico de la Policía Nacional. debido al
peculiar estilo arquitectónico, el palacio de la Policía fue declarado
“Monumento Nacional” por el Consejo de Monumentos de Bogotá, mediante el
decreto No.2390 de septiembre e 1984.
El
palacio de la Policía esta ubicado una cuadra abajo del Palacio de Nariño y de
un conjunto especial que integran también: el Convento de Santa Clara, el
Templo del mismo nombre, la Academia Colombiana de Historia y la Alcaldía Mayor
de Bogotá.
La
fachada principal de tres plantas se resolvió sobre el basamento o primero
cuerpo, en el cual se abrieron dos ventanales simétricos y dos puertas en los
extremos. Sobre el ático de la puerta principal descansan dos esculturas
alegóricas, elaboradas en piedra por los maestros escultores Félix María
Otálora y José Domingo Rodríguez. Representan a la diosa Minerva, diosa de la
Sabiduría, y a Marte, dios de la Guerra. Las esculturas están separadas por el
escudo de la República de Colombia, dicha obra recibió el nombre
de "El día y la noche", y simboliza el servicio que la policía le
presta a la humanidad.
El
segundo cuerpo, de doble proporción, involucra los pisos segundo y tercero que
en el tramo central se divide en tres arcos de medio punto, los cuales
descansan sobre columnas cuyos pedestales
corresponden en altura al antepecho de otras tantas ventanas que
representan tres tramos inscritos en columnillas corintias, soporte de unas
bases rematadas en pequeños pares de pilastras laterales. Termina la fachada el
ático lleno entre pedestales, que corresponden a los pares de pilastras ya
descritos.
Celerino Jiménez tambien firmó
un contrato con los hermanos del San Juan de Dios para hospitalizar y tratar a
los enfermos de la Policía en el hospital San José y se dictaron varias
disposiciones para la atención de los empleados de la Institución que hubieran
contraído la enfermedad de la Lepra; le dio una nueva organización a las
dependencias de la Policía, creó nuevos cargos y gestionó dotación de uniformes
para el personal de la Policía.
Creó
y organizó con autorización del gobierno, una sección de Policía que se encargó
de la inspección, vigilancia y fiscalización de hidrocarburos, para instalar
este servicio en Barrancabermeja y Teorama,
según Decreto 5490 de 1922.
En
1923 dispuso la creación de la Oficina de Estadística, la cual debía contemplar
lo relativo a criminalidad, personal, material y trabajo. Igualmente dispuso la
organización de la Biblioteca de la Policía Nacional, la cual funcionó en el
edificio de la dirección.
fotografia de Juan Maria Marcelino Gilibert |
Durante
su administración, el día
11 de septiembre de 1923, al medio día murió el fundador de la Policía Nacional
“Juan María Marcelino Gilibert en su quinta “La Gascuña”,
ubicada en inmediaciones de Chapinero, (carrera 7ª con calle 32)”; sus exequias se celebraron el
día 12 de septiembre de 1923 a las 10:00 am
en la Iglesia de las Nieves de la ciudad de Bogotá.
Se
expidieron normas sobre extranjeros y requisitos que debían cumplir para la
expedición del pasaportes (Decreto 1786 del 31 de diciembre de 1923).
A
mediados de 1924 fue tal la importancia de la Policía de Carreteras que se le
recomendó levantar los mapas o cartas geográficas de las regiones fronterizas y
la recolección de datos estadísticos. Destina un grupo de agentes al servicio
de ferrocarriles, también reorganizó la Policía Sanitaria, antes llamada
Dirección Nacional de Higiene y Asistencia Publica.
Al
finalizar 1924, un aumento de asignaciones favoreció a la Policía. Los sueldos
mensuales oscilaron entre $350 para el director general y $40 para los agentes
de tercera clase. Para el cuerpo de bomberos también hubo incremento de
sueldos.
Misión argentina
El Gobierno Nacional, en junio de 1928, contrató
como profesor de policía científica al técnico argentino Enrique Medina Artola,
quien implantó el sistema dactiloscópico ideado por el profesor Juan Vucetich,
reemplazando así el de la identificación antropométrica.
Gobierno de Concentración
Nacional
Después de una larga hegemonía del Partido
Conservador de más de 45 años, asume el poder el Partido Liberal con el triunfo
del presidente Enrique Olaya Herrera en 1930, con la propuesta de un
gobierno de “Concentración Nacional”,
que a pesar de su contenido social no fue ajeno a las confrontaciones políticas
que cubrieron de sangre el territorio nacional, con la natural afectación del
orden público.
Prohibición de deliberar
Bajo el mandato del presidente Olaya, se promulgó
la Ley 72 de diciembre 13 de 1930, para reglamentar el precepto constitucional
según el cual la Fuerza Armada no es deliberante. El artículo 1º señalaba: “La
Fuerza Armada no es deliberante. En consecuencia los miembros del Ejército, de
la Policía Nacional y los cuerpos armados de carácter permanente,
departamentales y municipales, no podrán ejercer la función del sufragio
mientras permanezcan en servicio activo”. Se daba así vida a un principio de
inapreciable valor para la purificación de la Policía, librándola de graves
peligros causados por el morbo político.
Guerra con el Perú
Cartel alegórico a la guerra
contra le Perú
|
Al finalizar el gobierno del presidente Olaya, el
país quedó en relativa calma pero dejando una policía casi exclusivamente
integrada por personal de filiación correspondiente al partido del gobierno,
sectaria e improvisada.
Nuevos procesos-1930
Durante
la presidencia el doctor Enrique Olaya Herrera. el
cuerpo
de Policía fue el primero en recibir una provechosa influencia de los nuevos
sistemas de gobierno. Se creó la Jefatura General de Vigilancia, estableció
pensiones y jubilación por enfermedades incurables.
Organizó la Policía en
doce secciones administrativas. El personal de vigilancia se aumento a 1.476 las guarniciones de fuera. También se
creó como unidad independiente el “Escuadrón de Carabineros” que tan excelente
servicio venia prestando a la capital del país .
Un Gobierno de Transformación Profunda
La
primera presidencia de Alfonso López Pumarejo ha sido denominada en Colombia
como la “Revolución en Marcha”, cuya dinámica despertó a la nación de su
prolongado letargo. La reforma constitucional de López inspiró hizo cambiar de rumbo al país, y los
colombianos se encontraron, sin pensarlo, con una patria optimista y más audaz.
La
Policía recibió, como era lógico, los beneficios del pensamiento y de la acción
del gran estadista y renovador, así
pues, lo primero a que se acometió en el nuevo gobierno fue la
instrucción a fondo de sus hombres y de la organización institucional, para
ofrecerle al país un servicio que le cubriera sus necesidades con eficacia e
imparcialidad. Para ello se había obtenido del parlamento la expedición de la
Ley 15 de 1935, por medio de la cual se facultó al gobierno para determinar la organización y
fundiciones de la Policía, como, igualmente, su dotación con material
indispensable para garantizar un servicio eficaz.
La
nacionalización del servicio de Policía en los territorios nacionales se
dispuso de acuerdo al Decreto 1237 de 1935 de julio 8. se dieron atribuciones
de Jefes de Policía, dentro de su territorio a los Intendentes y Comisarios.
Varios
decretos se expidieron e desarrollo de
esta ley. El decreto 2414 de noviembre de 1935 reestructuró las dependencias de
la Dirección General y del Departamento
de Vigilancia.
A través de sus disposiciones se buscó el mejor estar de sus
miembros y la prestación más efectiva de sus servicios. El decreto 1994 de la
misma fecha creo el Departamento Administrativo del Cuerpo de Policía, para
manejar independiente y ágilmente los fondos, valores y elementos que se le
asignaran y entregaran a las Cajas de la Policía Nacional.
Hacia la nacionalización real de la
Policía Nacional.
Haciendo
siempre uso de esas facultades, de la Ley 15, el gobierno dictó el decreto 1715
del 18 de julio de 1936, que en realidad es el verdadero antecedente de la
nacionalización de la Policía. Es cierto que desde el mismo día de su creación
en 1891 se vino hablando de la Policía Nacional , pero nunca antes se la
expedición del decreto 1715 se consideró con tanta seriedad el problema y, lo
que es más importante, la disposición no quedó, como tantas otras, simplemente
escrita, sino que de inmediato se inició su cumplimiento.
El
país no disponía, por entonces, de recursos suficientes para asumir el pago de
la totalidad de los cuerpos de la Policía y así, pues, se optó por empezar la
nacionalización mediante contratos que debían suscribirse entre los
gobernadores y alcaldes con el director de la Policía. Esta modalidad permitió
a los cuerpos departamentales y municipales extender su jurisdiccional a la
totalidad del territorio nacional, con excelentes resultados en el desempeño de
su misión para prevenir el delito y capturar sus responsables.
Tan
acertada
disposición fue inspirada por el entonces ministro de Gobierno, doctor Alberto
Lleras Camargo, quien a lo largo de su carrera política y de sus actos de
gobernante tuvo siempre en mente la eficacia del estado de Derecho a través del
orden y la seguridad, así como el buen manejo de las relaciones entre los
ciudadanos y entre éstos y el gobierno.
En
efecto,
mediante contratos entre el gobierno central y los gobiernos departamentales,
las policías del Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Huila, Magdalena, Nariño,
Tolima, Valle, Cauca y Cundinamarca pasaron a denominarse Policía Nacional.
Segunda Misión española
En 1935, para reorganizar los servicios de
identificación científica, vino al país el doctor Manuel Vela Arambari, experto
funcionario de la Policía Científica española, quien introdujo modificaciones
al sistema dactiloscópico de Vucetich y dio una magnífica organización al
gabinete central de identificación.
Misión chilena
En marzo de 1936, vino al país la misión de
Carabineros de Chile integrada por el coronel Armando Romo Bosa, capitán
Belarmino Torres Vergara y teniente Emilio Oelckers Hollstein, para la
reorganización de la Policía Nacional, implantando a su vez nuevos sistemas de
instrucción policial y militar para la Policía Nacional, con cursos para
oficiales, suboficiales y tropa, con marcada formación militar que contrastaba
con el carácter civil de la Policía Nacional.
La dotación de personal de la época fue fijada en 3.728 unidades distribuidas así: oficiales 114, suboficiales 406 y agentes 3.208 (Decreto 1960 de 1937). En 1939, fueron aumentados en 454 unidades más.
La dotación de personal de la época fue fijada en 3.728 unidades distribuidas así: oficiales 114, suboficiales 406 y agentes 3.208 (Decreto 1960 de 1937). En 1939, fueron aumentados en 454 unidades más.
Construcción Escuela de Policía General
Santander
EL 7 de julio de 1937, por decreto 1277, se dispuso
la creación y construcción de la Escuela de Policía que inició actividades
académicas el 16 de mayo de 1940, constituyéndose en la piedra sillar de la
institución policial, cuyas enseñanzas la convertirían en el alma mater de la
Institución y que hoy con orgullo se denomina la primera universidad policial
de América.
A partir de este momento histórico, la Policía inicia su verdadera profesionalización, consolida su filosofía y unidad doctrinaria que con el transcurso del tiempo se extendió a todo el país. El primer curso, integrado por 40 oficiales egresó el 20 de noviembre de 1940, denominándose promoción “Simón Bolívar”. Hicieron parte de este curso los que posteriormente fueron generales de la Policía, Bernardo Camacho Leyva (director general) y Juan Félix Mosquera Mosquera.
A partir de este momento histórico, la Policía inicia su verdadera profesionalización, consolida su filosofía y unidad doctrinaria que con el transcurso del tiempo se extendió a todo el país. El primer curso, integrado por 40 oficiales egresó el 20 de noviembre de 1940, denominándose promoción “Simón Bolívar”. Hicieron parte de este curso los que posteriormente fueron generales de la Policía, Bernardo Camacho Leyva (director general) y Juan Félix Mosquera Mosquera.
Creación división ferrocarriles
nacionales y circulación y tránsito-1939
Siendo
presidente el doctor Eduardo Santos, se creó el 17 de marzo de 1939 la División
de Circulación y Tránsito para Bogotá, estableciéndose lo referente al
personal.
Y el 1 de junio del mismo año y por Decreto 1182, el gobierno crea la
División de Ferrocarriles Nacionales, consecuencia al contrato celebrado con el
Consejo Administrativo de esa repartición.
Misión norteamericana
Para
organizar el Departamento Nacional de Seguridad, en el año de 1939, el gobierno
nacional contrató los servicios del técnico Edgard K. Thompson, quien además
instruyó a un grupo de detectives sobre materias de investigación y defensa
personal.
Una
nueva Misión contrató el gobierno del doctor Santos, encabezada por un experto
funcionario de la Policía Norteamericana, Edgar Thompson, quien llegó al país
el 5 de julio de 1939.
Miembro de la Oficina Federal de Investigación de
Washington, había cubierto este servicio en otros países de América Central y
América del Sur. Thompson presentó al gobierno una información muy completa
sobre los servicios de seguridad, luego de haber instruido a un grupo de
detectives sobre investigación y defensa personal. Su permanecía fue muy corta
en Colombia y por ello sus recomendaciones no se hicieron realidad.
La Escuela General Santander- 1940
Como
fuente inmediata de creación de este instituto, esta el Decreto 1715 de 1938
(18 agosto) en cuyo articulo 11 dice: “El Gobierno establecerá las escuelas o
escuela de la Policía Nacional, necesarias para atender a la formación de
Oficiales, Suboficiales y Agentes , como también para el perfeccionamiento del
personal en servicio; en consecuencia dictara los reglamentos que fueren del
caso”.
Con
fundamento en lo anterior el Presidente de la República dicto el Decreto 1277
de 1937, en cuyo articulo 1, crea la Escuela Nacional de Policía “General
Santander”, agrega también que funcionara como escuela de iniciación para la
preparación técnica del nuevo personal de la Policía Nacional en los ramos de
servicio urbano, rural, aduanas, fronteras terrestres y marítimas, sanidad
etc.. y como escuela para el perfeccionamiento del personal actualmente en
servicio.
El
articulo 8, autoriza al Director de la Policía para construir con fondos de la
Caja de Auxilios de la Policía, los edificios necesarios para el funcionamiento
de la escuela, en el lote denominado Muzu
que el fondo compro con tal objeto.
El
Decreto 505 de 1940 crea el Departamento Docente de la Policía, a cargo del
director de la escuela, cuyo fin es el de formar y educar al personal de la
Policía Nacional.
El
15 de mayo de 1940, se dicto el Decreto 945, bajo la administración de Eduardo
Santos se orgánico de la escuela “General Santander” a la que se le confiaron
las funciones docentes de la Policía Nacional, dándole funciones en el se
consignaron los objetivos fundamentales del plantel, se determinaron los cursos
que debían desarrollarse y se inicio la instrucción con modernas orientaciones
profesionales. Este decreto fue derogado ese mismo año por el Decreto 1158 que
reglamento en forma definitiva la escuela.
Primera
promoción
de oficiales
El 22
de noviembre de 1940 egreso la primera promisión de oficiales denominada “Simón
Bolívar, compuesta por 45 alumnos, quiénes iniciarían prácticamente el comienzo
de una organización competente y próspera para la Policía Nacional. De estos 45
oficiales egresados, solamente persevera en su existencia el señor General
Bernardo Camacho Leyva.
Para la vigilancia de algunos aeropuertos, se creó
la sección Avianca integrada por un capitán, un sargento y 12 agentes, mediante
contrato entre esta empresa y la Policía Nacional, oficializada por Decreto
1613 de 1941.
Un hecho desafortunado
En la segunda presidencia de Alfonso López
Pumarejo, cuando la Policía había alcanzado algún grado de desarrollo,
tecnificación y experiencia, se presentó uno de los más infortunados hechos
para el país y la Policía Nacional: el asesinato de Francisco A. Pérez, alias “Mamatoco”, el 15 de julio de 1943,
en el que resultaron implicados integrantes de los cuerpos de seguridad, leales
exageradamente al gobierno.
El país se encontraba en enfrentamientos políticos y existía una fuerte oposición al gobierno, situación que fue aprovechada para sindicar al propio gobierno del horrendo crimen. La crisis de la Policía era inevitable.
El gobierno, injustamente, dio de baja a la totalidad de oficiales superiores, dejando la Institución a la deriva y en manos de subalternos y capitanes del Ejército, sin experiencia policial, así como de abogados que tras un corto tiempo de estudio fueron destinados como comandantes a las divisiones de Policía, circunstancia que presagiaba pésimos resultados.
El país se encontraba en enfrentamientos políticos y existía una fuerte oposición al gobierno, situación que fue aprovechada para sindicar al propio gobierno del horrendo crimen. La crisis de la Policía era inevitable.
El gobierno, injustamente, dio de baja a la totalidad de oficiales superiores, dejando la Institución a la deriva y en manos de subalternos y capitanes del Ejército, sin experiencia policial, así como de abogados que tras un corto tiempo de estudio fueron destinados como comandantes a las divisiones de Policía, circunstancia que presagiaba pésimos resultados.
Génesis
de la Policía de Protección Infantil-1947
El
señor Sargento Mayor Luis Alberto Torres Huertas, nació en Turmequé (Boyacá),
presto su servicio militar en el Batallón Bolívar No1 de Tunja, ingreso a la
Policía Nacional el 26 de abril de 1924, vistió el uniforme de Agente de los
entonces llamados de Tercera Clase. Por las calles y barrios de Bogotá divago
de día y de noche cumpliendo la noble misión de proteger la vida, la honra y
los bienes de los ciudadanos, hasta 1933, en que se retiró el primero de
agosto, después de nueve años de buen servicio.
Pero
como su vocación era definitivamente policial, volvió a solicitar ingreso a las
filas que lo recibieron el 22 de septiembre de 1934, ya para ese entonces se
había casado, en su pueblo natal, con una hacendosa y distinguida muchacha
paisana suya, María Luisa Torres Bernal, quien había de acompañarlo en su
laboriosa existencia hasta 1960, año de su deceso.
Esta
segunda época fue breve para el Sargento Torres. No hemos podido enterarnos por
que se separó nuevamente de lo que constituía su vida misma, la Policía.
En
todo
caso el 4 de mayo de 1947, volvió a lucir las prendas de Agente, siendo
destinado a cumplir sus servicios en la VIII Division,
cuyo comandante era el Doctor Diógenes Osorio Quesada. El trabajo que le
encomendaron fue adecuado para su temperamento: la vigilancia de un parque, el
llamado “Hipódromo del Banco Central Hipotecario”, su reintegro ocurrió siendo
Director de la Policía el General Delfín Torres Guzmán.
Protección
a la niñez
La
sana mentalidad de este sencillo boyacense y su comprensión de que educando a
la niñez se formaban los buenos hombres del mañana, lo inclinaron a la tarea de
agrupar en torno a sí a los pequeños que visitaban este parque. Les enseño
canciones, rondas, juegos y a amar el bien. Les inculco el afecto debido a la
patria y a sus instituciones, el respeto a la ley y a los derechos ajenos y la
necesidad de ser buenos ciudadanos para adquirir valor personal y ser útiles a
la patria.
Lo
hizo como ensayo, primero y luego viendo que le daba resultado el
procedimiento, quiso extender su actividad de protector de los niños. Había que
atraerlos y entretenerlos y para esto lo ideal eran los juegos infantiles.
Mediante bazares y la colaboración de padres de familia que se dieron cuenta de
su significativa labor, allegó fondos para comprar e instalar columpios y otras
diversiones mecánicas.
El
parque
se llenó de niños que jugaban, cantaban y reían en un alarde de satisfacción
que impresionaba gratamente a los visitantes adultos. Sin temor al “qué dirán”,
este hombre, apuesto, lleno de salud y de vida, de cara siempre sonriente en la
que se reflejaba una bondad casi campesina, cantaba, bailaba, corría, se
agachaba para que los párvulos subieran en sus espaldas y lo utilizaran como
ágil corcel.
Pronto
su fama se regó por toda la ciudad y desde otros sectores de la misma pidieron
su presencia en parques y plazas públicas. Quienes no conocían su nombre le
decían “El Agente del maletín misterioso” . En realidad ,el Agente Torres
llevaba siempre un maletín, una especie de cartera ministerial, que nunca
abandonaba. Nadie sabia qué contenía aquel maletín. Nadie, acepto los niños.
Solamente delante de ellos lo abría para sacar deliciosos caramelos. Ese era el
misterio.
Su
amplio conocimiento en pedagogía y psicología infantil adquirida por la lectura
de libros y revistas, le permitió organizar juegos escalonados para los niños
según sus edades y aficiones de los pequeños, así como incentivos para los que
resultaran airosos en las pruebas deportivas que allí se relazaban; al poco
tiempo el parque se vio invadido de gran cantidad de niños de todas las clases
sociales, venidos de otros barrios en busca del Agente e la Policía inventor de
estas distracciones juveniles, el numero fue tal que a lo ultimo fue imposible
atender en aquel lugar a tantos niños.
Así
las cosas, la Junta de Mejoras Publicas del citado Barrio, la sociedad de amor
a Bogotá y la prensa hablada y escrita, emprendieron una decidida campaña en su
favor, reuniendo fondos necesarios para la adquisición de aparatos, elementos
de distracción y deporte infantil, los cuales fueron instalados por primera vez
en Bogotá en le parque “Julio Lleras”, hoy el Campin.
El
interés por la iniciativa se expandió por los demás parques de Bogotá llovieron
las solicitudes para que se organizaran en ellos las mismas recreaciones
infantiles lo que dio comienzo a la actividad que se denominaría “Policía de
Protección Infantil”.
Tal
evento propicio la necesidad de conformar e instruir a un personal que
cumpliera esta misión.
En
1950 el Agente Torres es ascendido a “Distinguido”, no siendo este escalafón un
grado sino, precisamente una distinción. Torres se lo merecía como el que mas
por su labor en pro de la niñez de Bogotá.
Junto
con
su distinción recibió la misión de vigilar el parque Central y la no menos
labor de fundar una escuela para la formación de Agentes, que compartieran
posteriormente con él la tarea de proteger a los niños de la capital.
La
escuela comenzó con 11 agentes, escogidos entre los casados de mejores
virtudes, hogareños y la mas solida preparación intelectual. Este grupo debería
tener un nombre para lo cual el Agente Distinguido Torres encontró que el más
adecuado sería el de “Protección Infantil”.
El 29
de enero de 1951, termino el primer curso de Agentes de Policía de Protección
Infantil, este mismo día nació como servicio especial de la Institución tal
actividad policial. Los once agentes fueron distribuidos correctamente quienes en compañía del
sargento Torres Huertas fueron distribuidos en los parques de la capital, a
estos doce policiales jocosamente los llamaban “Los Doce Apóstoles” ; el curso
de Protección Infantil siguió su marcha hasta completar un total de treinta y
cinco (35) unidades.
En
abril de 1951, Torres fue ascendido a Sub-inspector. Al año siguiente, el
primero de julio , obtuvo el grado de Sargento Segundo y el primero de agosto
de 1953, al de Sargento Primero. Con cada ascenso Torres recibía profusas
felicitaciones ya no solo de sus superiores sino de infinidad de familias y
entidades cívicas que le reconocían el valor de sus excelentes oficios a favor
de la niñez. Precisamente en este año s ele confirió la condecoración de la
Orden “Estrella de la Policía” en el grado de “Estrella Cívica”, categoría de
“Compañero” y se destaco ante la ciudadanía colombiana su mérito como ciudadano
ejemplar.
por otra parte la Dirección de Educación de
Cundinamarca, le otorgó en esa misma ocasión la “Medalla al Mérito”.
No
engreían a Torres las distinciones ni los aplausos, trasladaba sus triunfos a
sus compañeros de labor y daba razón de ellos a sus “Niños”. Entendiendo que no
solamente Bogotá necesitaba de una protección infantil organizada, sino que
ésta debía tener una cobertura nacional, se tomó el trabajo de viajar con el
visto bueno de los altos mandos de la Policía a diferentes ciudades del país
para organizar en ellas su noble y apreciada obra. Fue así como capitales de
departamentos y poblaciones menores tuvieron Policía de Protección Infantil y
millares de niños comenzaron a contar con “Ángeles Guardianes uniformados con
el clásico traje verde de los Agentes de la Policía Nacional”.
El
movimiento fue cobrando mayor impulso y acrecentando su prestigio a nivel
nacional, en tal forma que existió la necesidad de traer de todo el país 120
Agentes para que adelantaran el 10 de agosto de 1953, el curso de Protección
Infantil, con una duración de seis meses, personal que fue destinado a sus
lugares de origen con el objeto de cumplir dicha misión.
El
Sargento Mayor Torres se retiro el 18 de julio de 1965, después de 30 años de
servicios; se fue con la frente coronada de nieve venerado, pero joven aun, con
lozanía de aquellos seres quienes poseen bondad en el alma. Se fue también con
el pecho cubierto de medallas y distinciones, con el diario vivir de su vida
atestado de felicitaciones y votos de aplausos, con la historia de su
existencia rodeada de frescos laureles y mas que todo, con la justa y honda
satisfacción de haber sido el hombre que peregrinó por los senderos de Colombia
prodigando el bien, plasmando las mentes infantiles para que un día fueran
útiles a la patria y haciendo la caridad donde la pobreza, la incomprensión y
en general, la ausencia de felicidad, tenia sus dominios.
La gran crisis institucional- El Bogotazo.
Cuando la Policía se había repuesto y sus servicios
empezaban a ser reconocidos y elogiados
por el pueblo y los partidos políticos, se presenta otro hecho trágico de
funestas consecuencias: el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el 9 de abril
de 1948, que a la postre dio como resultado que todo el personal de la
Policía sin distingos de ninguna clase fuera dado de baja, estuviera o no
comprometido en los hechos.
Tal determinación fue una medida exagerada e injusta, pues nada tenía que ver con los hechos el personal de Policía que prestaba sus servicios en otras ciudades o regiones del país o quienes valientemente habían defendido el régimen constitucional y el gobierno.
Este fue otro rudo golpe político que de un solo tajo acabó con los largos años de formación, profesionalismo y experiencia, que hizo retroceder grandemente la Institución y el servicio policial. Posteriormente, en forma paulatina, fueron llamados nuevamente al servicio y reintegrados un gran número de policías inocentes y ajenos a los sucesos relacionados con el Bogotazo.
Una nueva etapa
Tal determinación fue una medida exagerada e injusta, pues nada tenía que ver con los hechos el personal de Policía que prestaba sus servicios en otras ciudades o regiones del país o quienes valientemente habían defendido el régimen constitucional y el gobierno.
Este fue otro rudo golpe político que de un solo tajo acabó con los largos años de formación, profesionalismo y experiencia, que hizo retroceder grandemente la Institución y el servicio policial. Posteriormente, en forma paulatina, fueron llamados nuevamente al servicio y reintegrados un gran número de policías inocentes y ajenos a los sucesos relacionados con el Bogotazo.
La
Misión Inglesa
La
“traición” de la Policía dio origen a un gran debate público sobre la necesidad
de dotar al país con una Policía que respondiera con técnica y apoliticidad a
las necesidades de seguridad y vigilancia ciudadana.
Se consideró, además que
la militarización dejada por la Misión Chilena había influido negativamente en
la formación de los policías, con principios y aires marciales que los hacia
altivos y arrogantes usando procedimientos contrarios a la idiosincrasia
nacional. para devolver la confianza a esta Institución, remozada en su
personal por el remplazo total de sus hombres, se quiso entonces darle más
vigor a esa circunstancias imprimiéndoles el carácter civil propio de su esencia y dotándola de un
estatuto que fuera pauta de sus acciones y garantía ciudadana. en esta forma el
gobierno tenía que producir un impacto político, necesario en ese momento de
tanta confusión y apeló a la Policía Inglesa para que se le enviara una Misión
con el fin de organizar en Colombia un cuerpo a imagen y semejanza de aquel
país.
La medida era de indiscutible efecto, pues las instituciones de la
justicia, del orden y de la investigación inglesa, han sido reconocidas
universalmente como la mejor garantía para el ciudadano de aquel reino.
La
Misión Inglesa fue contratada siendo Ministro de Gobierno Darío Echandia,
quien con sentido patriótico, despojándose de todo sectarismo político, había
concurrido a serenar los ánimos en aquel siniestro 9 de abril y había
encaminado el liberalismo a someterse a
la Constitución, a las leyes y al gobierno.
Le
correspondió, al ingresar al gabinete ministerial, superar la crisis de la
Policía y dictar las disposiciones que dieron origen a su liquidación total.
Con su firma y con la del presidente Mariano Ospina Pérez se expidió el Decreto
1403 del 30 de abril de 1948, que ordenó la “reorganización de la Policía
Nacional como Institución eminentemente técnica, ajena por entero a toda
actividad de carácter político” , y en cuyo artículo 3º dispuso: “El Gobierno y
el Director General de la Policía Nacional procederán a dar de baja a todo el
personal uniformado de la Institución”.
Así,
pues, se contrató una Misión Inglesa integrada por Sir Douglas Gordon como
jefe, el coronel Eric Rogers y doce funcionarios más. Los dos primeros llegaron
al país el 28 de agosto de 1948 y los restantes, en los primeros meses de 1949.
Una
de las labores más importantes que cumplió la Misión fue la de asesorar la
comisión de juristas creada por el gobierno nacional para elaborar el Estatuto
que regiría la organización y el funcionamiento de la nueva Policía Nacional.
la comisión estaba integrada por Carlos Lozano y Lozano, Jorge Enrique
Gutiérrez Anzola,
Timoleón
Moncada y Rafael Escallón.
Como secretario fue designado Hugo Latorre Cabal. Eran los más conspicuos
penalistas del momento, de ambos partidos, cuya aplicación a las disciplinas
juristas les permitió dejar enseñanzas luminosas que aún trascienden en el
ordenamiento penal colombiano.
Como
resultado de los estudios realizados pro la comisión se expidió el 18 de julio
de 1949 el Decreto Ley 2136, que determinó la finalidad de la Policía, fijó la
nueva organización y estableció sus funciones. El personal fue distribuido en
18 divisiones, una por cada uno de los departamentos en que políticamente se
dividía por aquella época el país y sendas divisiones para la ciudad de Bogotá,
los territorios nacionales (intendencias y comisarias) y Servicios Especiales.
Las divisiones se distribuía en distritos, los distritos en estaciones, las
estaciones en subestaciones y éstas en
puestos.
La
instrucción en las escuelas se impartía siguiendo normas y conferencias
preparadas por la Misión. Sin embargo
los textos elaborados no fueron comprensibles suficientemente para profesores y
alumnos, que no encontraban lógico el orden de las materias expuestas ni claro
el esquema general, dentro del cual se debía acomodar la enseñanza impartida.
Por esta razón, aunque Sir Gordon ejercía la vigilancia de los cursos dictados
para la formación de los nuevos oficiales, suboficiales y agentes, con los
profesores colombianos de planta en los
institutos, esos cursos no penetraban con la eficacia indispensable para
obtener de ellos el conveniente beneficio.
Desde
luego, lo que más influyó para el poco éxito de aquella Misión fue la
ignorancia de sus integrantes de la lengua castellana. No tuvieron así
comunicación directa con los miembros de
la Policía. Sólo el jefe de la Misión y el coronel Rogers lograron después de
un año entender y hacerse entender en español. Diferencia grande con la Misión
Chilena de los treinta, cuyos miembros trasmitían directamente sus enseñanzas y
aseguraban, por métodos prácticos pedagógicos, la comprensión de sus lecciones
y de su alcance filosófico-policial.
Otro
aspecto que puede destacarse para explicar el eficiente éxito de los ingleses,
fue que la mayoría de los oficiales instruidos, o que pretendían serlo,
procedía de la s reservas de las Fuerzas Militares, siendo imposible quitarles,
de un momento para otro, su mentalidad castrense, aparte de la transitoriedad
que asignaban a su servicio, en razón de que muy pocos pensaron escalafonarse
en la carrera de Policía, pues no se adaptaban a su filosofía. Todas esas
circunstancias determinaron cierta indiferencia por entender los sistemas que
se trataban de aplicar y la manera como debía desarrollarse el servicio.
Unos
de los objetivos considerados para contratar a los ingleses fue no sólo
aprovechar las ventajas de una Policía altamente calificada y experta como
pocas, sino desmilitarizar el Cuerpo de Policía, por cuanto estimaba que el
acento militar en su educación era causa de choques frecuentes con los
ciudadanos y determinaba que su efectividad fuese cuestionada en el servicio.
Pues
bien, ese objetivo fracasó, por la elemental razón que los directores y los
mandos institucionales permanecían en manos militares. La Misión sucumbió a ese
régimen y no propuso formula alguna que sustituyera en la practica a la milicia
en el manejo de los hombres. La verdad es que las clases de los ingleses
corrían paralelas con la instrucción militar, tanto en la Escuela como en las
divisiones. Cuando se expidió, por ejemplo el estatuto Orgánico con la asesoría
inglesa, y se trató de dar definición de lo que debía se la Policía, esa
definición fue simplemente anodina y repetitiva en sus términos, pero no
sustancial en su contenido: “La Policía es una institución civil con régimen y
disciplina especiales que se rige por legislación especial y a falta de ella
por el derecho común”.
Por
otra parte el decreto no prohibió la organización interna militar y, por otra,
la legislación especial para ordenar la disciplina, también especial de la
Policía, nunca llegó a dictarse, lo que trajo como consecuencia que se rija aún
por reglamentos militares o adaptados a las circunstancias diferentes del
servicio policial, pero sin carácter propio.
La
Misión Inglesa abandonó el país, por término del contrato, en el año de 1952.
Al retirarse, el propio señor Gordon se lamentó de la falta de apoyo de las
autoridades superiores que, al no poner en práctica el titulo III del estatuto
Orgánico, hizo impracticable el esquema general diseñado por la Misión y
reconoció el poco éxito alcanzado cuando escribió en la Revista de la Policía:
“La época en que le ha tocado trabajar a la Misión ha sido desgraciadamente muy
turbulenta y, por lo tanto, no la más propicia para el desarrollo de un vasto
plan que requiere la más completa
coordinación de esfuerzos para su implementación total” .
Nuevas
Insignias-Grados para los miembros de las Fuerzas de Policía- 1952
Mediante
Decreto
0645 del 3 de marzo de 1952, (siendo Presidente Roberto Urdaneta Arbeláez por
retiro del doctor Laureano Gómez, por quebrantos de salud), se expide el
decreto por el cual se cambian los grados en la Policía Nacional.
El trece de junio de 1953, al asumir el
gobierno el teniente general Gustavo Rojas Pinilla, la situación de la Policía Nacional
cambió radicalmente y podría decirse que su historia se parte en dos.
Una
de la primeras preocupaciones del nuevo gobierno fue restablecer la confianza
de la ciudadanía en las Fuerzas Armadas y principalmente en la Policía
Nacional, a la cual se sindicaba de tantos y muchas veces violentos
procedimientos que lesionaban a los opositores del gobierno conservador.
Impartió
instrucciones
al coronel Rojas Scarpetta,
entonces Director de la Policía Nacional, para que fuera proyectando la
reorganización del cuerpo; designo al capitán Telmo Acevedo como director del
SIC (Servicio de Inteligencia Colombiano), a petición del coronel Rojas Scarpetta,
dada la gran estima y confianza que tenía en él.
En
su
ánimo de darle a la Policía un tratamiento igualitario a las otras Fuerzas,
nombró al teniente Bernardo Echeverri Ossa
como el primer edecán presidencial de la Policía Nacional. tanto fue el interés del presidente por darle a la Policía
una imagen diferente ante el país y por terminar las rencillas muy frecuentes
con otras Fuerzas Militares, que el 10 de julio de 1953, o sea, un mes antes de
haberse hecho cargo de la Presidencia, dictó el Decreto 1814 mediante el cual
modificó la estructura del Ministerio de Guerra, suprimió el Comando General de las Fuerzas Militares y
creó en cambio el Comando General de las Fuerzas Armadas e incorporó la Policía Nacional como el
cuarto componente de esas Fuerzas, integradas por el Ejército, la Marina,
la Aviación y, ahora la Policía
Nacional.
Este
decreto
sustrajo, pues, a la Policía del Ministerio de Gobierno, al cual había estado
adscrita desde su fundación en 1891, con
breves períodos-durante las guerras civiles de 1895 y 1898 y, por algún tiempo,
en el gobierno del general Rafael reyes- en lo que, por razones de orden
público, pasó transitoriamente a formar parte del Ministerio de Guerra.
La
noticia fue recibida con alborozo por lo colombianos y con alivio por
integrantes de la Policía Nacional. no puede olvidarse que este Cuerpo era un emparedado entre dos partidos tradicionales , usado y abusado
sectariamente por el partido de turno en el gobierno para golpear al
opositor. Por lo demás, los frecuentes
roces por celos entre las Fuerzas Militares y la Policía, colocaban a ésta en
una Capitis
diminutio,
(Expresión latina equivalente a "disminución de capacidad“) , que la
perjudicaba en su operatividad y en el tratamiento económico inferior a los sueldos y prestaciones
sociales que regía en aquéllas.
Ya en condiciones de paridad, la Policía
adquiría un Status de responsabilidad,
pues bajo la jurisdicción militar se convertiría en una institución técnica que
se libraba de las servidumbres de los políticos, aunque, infortunadamente,
podría caer en el extremo de un exagerado militarismo, perjudicial para el
manejo de las relaciones cívicas con el pueblo.
El
Decreto 1814 fue aclarado días después
por el Decreto 3220 que rezó: “ Las Fuerzas Armadas están constituidas por las
Fuerzas Armadas y las Fuerzas de Policía. Las Fuerzas Militares son el Ejército, la Armada y la Fuerza
Aérea”.
Consecuencias de la incorporación al
Ministerio de Guerra
El
13 de junio fue la culminación de un largo y doloroso proceso político que
inundó de sangre el país, de pobreza las arcas nacionales por los altos costos
de la lucha armada y de lagrimas caídas del paño de luto tendido sobre la
patria como consecuencia de las desapariciones, los huérfanos y las viudas que
quedaron sin amparo. La llegada del general que ofreció la amnistía y pidió que
no se derramara más sangre colombiana, llenó de esperanzas a la sociedad y se
empezó a respirar otro ambiente.
El
país entró en una era de prosperidad y de mayor tranquilidad. La Policía no
tuvo actividad participativa en el Golpe
de Estado y miraba con aprensión la suerte que le esperaba por las
inculpaciones que le formulaban como gestora de la violencia y, también, por
viejas rencillas, aún vivas, con las Fuerzas Militares.
El
Decreto 1814 del 10 de julio de 1953 disipó la incertidumbre. Sin embargo, y
aunque ya se dijo que el decreto fue bien recibido, algunos recelosos
consideraron que esta unificación de las Fuerzas Armadas era una peligrosa
concentración de poder, atentatoria contra el funcionamiento de un gobierno
democrático.
Es
riguroso y honesto reconocer que durante la administración del general Rojas
Pinilla, la Policía vivió un gran auge. Se construyeron instalaciones modernas;
se adquirieron uniformes, equipos y armamento; a los oficiales de la Policía se les hizo miembros del Club Militar de
Bogotá, la instrucción y formación del
personal se intensificó. Se crearon las escuelas Antonio Nariño, de
Barranquilla; la Alejandro Gutiérrez, en Manizales; la Simón Bolívar, en Tuluá
y la Eduardo Cuevas, en Villavicencio.
El
2
de julio de 1953, por Resolución 1863 originaria de la Dirección General de la
Policía Nacional, se creó la sección de Bienestar Social, por
inspiración de la madre San Luis de la comunidad de la Presentación, quien
dedicó gran parte de su vida a un apostolado bellísimo al servicio de los
miembros de la Policía.
Nuevo Impulso
a la Policía (creación de la Policía Femenina)
Por
Resolución 3135 del 26 de octubre de 1953 de la Dirección General, se creó la
Policía Femenina. Su organización y su instrucción se encomendó a la sección de
Bienestar Social. La primera en ingresar fue la hija del presidente; María Eugenia
Rojas, a quien se otorgó el grado de teniente honoraria. Las insignias le
fueron impuestas el 5 de noviembre de 1953. más tarde, la resolución 3256 la
asigno como teniente primero, a la vez que nombró como teniente segundos a 68
damas de los diferentes departamentos del país
y de la ciudad de Bogotá. Lo que entonces se pensó que llegaría a ser un
avance institucional, tuvo una efímera vida ya que errores posteriores
obligaron a disolver este servicio.
Fuero especial para la Policía Nacional-1954
Importante fue el juzgamiento de los miembros de la Policía por tribunales militares. Por mucho tiempo había luchado no propiamente por un fuero, sino por un juzgamiento especial que le permitiera salir mejor librada contra los embates de sus detractores, con el anhelo justo de que quienes juzgaran a los miembros de la Policía estuvieran compenetrados con los problemas del servicio y desprovistos de toda prevención política, pues con frecuencia eran victimas de jueces parcializados o que se dejaban influir por oscuras pasiones políticas.
El gobierno así lo entendió al decir el Decreto 1426 de 1954, mediante el cual se dispuso:
“De los delitos que cometan los miembros de las Fuerzas de Policía en servicio activo conocerá la Justicia Penal Militar”. Esta norma consagró el fuero especial de juzgamiento para la Policía, la que desde entonces han venido ratificando todos los gobiernos, los tribunales y la propia Corte Suprema de Justicia.
Esto en el campo penal. En el campo disciplinario, la Institución también quedó cobijada por su propio reglamento, que señaló las faltas y fijó el procedimiento para juzgarlas y corregirlas. La Procuraduría General de la Nación designó un procurador delegado para la Policía Nacional.
Constitucionalidad del fuero militar
Aunque se ha visto la conveniencia del furo militar para la Policía, éste ha corrido permanente peligro de perderse por culpa de los opositores a él.
La sentencia del 26 de septiembre de 1985, dictada por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia al fallar una demanda instaurada para obtener la declaratoria de inexequibilidad del articulo 284 del anterior Código de Justicia Penal Militar, mediante el cual se asimila el término de militar a los miembros de la Policía, dirimió la materia favorablemente para la Institución. La Corte expresó: “Son constitucionales: Primero, los artículos 284 del Decreto 250 de 1958 (Código de Justicia Penal Militar) y la Ley 141 de 1961, en cuanto dio vigencia permanente a estas normas. Segundo, declara exequible , por no ser contraria a la Constitución, el articulo 18 del Decreto 2137 de 1983 por el cual se reorganiza la Policía Nacional”.
Lo declarado por la Corte es un estímulo y una protección para la prestación de un mejor servicio por parte de la Policía. No porque el fuero constituya juzgamiento de impunidad, sino porque el miembro de la Policía no queda expuesto a una cierta clase de antropofagia política o de animadversión, propensa para cometer toda clase de atropellos o de arbitrariedades contra quienes en un momento determinado queden a merced de desconocidas circunstancias.
Creación
de la
Policía Vial-1955
Debido
a las diferentes obras materiales en el País, particularmente en cuanto a
carreteras se refiere, el Ministerio de Obras Públicas promovió
la
creación de un cuerpo de Policía para control y defensa de las vías, así como
para la regulación técnica de las señales de ellas. Entonces, cuando,
por
el Decreto
2826 del 26 de octubre de 1955, crea la Policía Vial como cuerpo dependiente de
las Fuerzas de Policía, con el fin de ejercer vigilancia sobre el tránsito de
las carreteras nacionales. El personal de la Policía Vial disfrutara de una
prima especial de diez (10) por ciento de sobre sueldo y los viáticos a razón
de cinco pesos diarios.
El
Escudo y la Bandera fueron ideados por varios oficiales de la Policía adscritos
al componente del F-3, con base a normas internacionales que rigen para esta
clase de insignias.
Los
colores de la Bandera fueron escogidos de acuerdo con el significado heráldico
en donde el Blanco significa “Servicio, abnegación, sacrificio y honradez” y el
verde “Esperanza, firmeza y lealtad”.
El
Escudo y la Bandera de la Policía Nacional fue dados al servicio por medio del
Decreto 0149 del 25 de enero de 1957, originario de la Presidencia de la
República.
Junta Militar de Gobierno
Tras
el gobierno del teniente general Rojas Pinilla, el 10 de mayo de 1957, asume la Junta
Militar de Gobierno, entre cuyos integrantes se encontraba el general
Deogracias Fonseca, director general de la Policía, quien continuó rigiendo sus destinos. Una de las más trascendentales
decisiones de la Junta Militar, respecto de la Policía, fue la designación y
nombramiento como director general del teniente coronel Saulo Gil Ramírez Sendoya,
quien llevaba varios años de servicio en la institución como comandante de la
División Bolívar en Cartagena y en el Comando de la División Bogotá.
Naturalmente, era un nuevo reto, un desafío serio y comprometedor que se cumplió con decisión y gran éxito.
Iniciado
el 10 de mayo el período de la Junta
Militar e Gobierno como consecuencia de la caída del teniente general Rojas Pinilla de
la Presidencia, la Policía continuó sus actividades sin mayor alteraciones
institucionales. El general Deogracias Fonseca, que antes de aquella fecha era
director general de la Policía, al asumir el cargo de miembro de la Junta
Militar continuó orientando los destinos de la Institución. Poco después, el
coronel del Ejército Quintín Gustavo Gómez ocupó la Dirección de la Policía. En
manos suyas el cuerpo policial sufrió
otra de sus crisis que, si bien por algunos aspectos fue bochornosa, por otros
fue motivo para que la Policía se enrumbara definitivamente por caminos más
seguros y profesionalizados, que le abrieron promisorios horizontes dentro de las instituciones
nacionales.
La
crisis se presento el 2 de mayo de 1958, cuando el comandante dela Policía
Militar, coronel Hernando Forero Gómez, con un grupo de oficiales subalternos y
las tropas bajo su mando, apresó a cuatro de los cinco miembros de la Junta
Militar, habiéndose escapado solamente el vicealmirante Rubén Piedrahita Arango
, quien inmediatamente asumió la dirección del gobierno para debelar el
movimiento.
En la madrugada del mismo día, personal de la Policía Nacional apresó a Alberto Lleras Camargo, candidato a
la presidencia de la República en las
elecciones que se realizarían el día 4
de mayo. Al ser llevado en una radio patrulla policial al cuartel de la Policía
Militar situado en la calle10 con carrera 5ª, el personal de la Policía que lo
conducía pasó por frente al palacio de San Carlos, donde unidades del Batallón
Guardia Presidencial, que ya controlaban el sector, al mando del entonces teniente
coronel Alberto Camacho Leyva, lograron rescatar sin novedad al doctor Lleras y
conducirlo al despacho del presidente, donde se hallaba el almirante Piedrahita.
Fuente
innegable la participación de unidades de la Policía en tales acontecimientos y
por lo menos hubo en ellas la
complacencia de la Dirección General de la Policía, así como la de otros
oficiales , entre ellos, los comandantes de la Policía Bogotá y Cundinamarca.
Prueba de esta participación, fue la ocupación de las radiodifusora de la capital por destacamentos de la Policía para ponerlas al servicio de la rebelión, siendo recuperadas en forma incruenta por el batallón Colombia, al mando del Mayor Álvaro Valencia Tovar .
Prueba de esta participación, fue la ocupación de las radiodifusora de la capital por destacamentos de la Policía para ponerlas al servicio de la rebelión, siendo recuperadas en forma incruenta por el batallón Colombia, al mando del Mayor Álvaro Valencia Tovar .
Este
hecho produjo, como es natural, una gran conmoción en el país y la Policía
sufrió otro trance de graves consecuencias, que
le creó nuevamente desconfianza, no solo en el Gobierno, sino entre los
ciudadanos. Ello era natural. El país se disponía a elegir, precisamente el 4
de mayo, al presidente de la República que debía iniciar el gobierno del Frente
Nacional, con una duración de dieciséis años, durante los cuales se
alternarían, cada cuatro años, liberales y conservadores en la Presidencia de
la República. Lleras Camargo era el candidato que había sido señalado del común
acuerdo por liberales y conservadores para iniciar los gobiernos compartidos,
en búsqueda de la paz de la nación y de la estabilidad de los mandatos.
Se
explica
así cómo este suceso revestía carácter mucho más dramático por la actuación
irresponsable de quienes rompían los sueños de una Colombia diferente y grande.
La
desconfianza
en la Policía era manifiesta, al alinearse en el “rojaspinillismos”,
movimiento que debería volver a llevar al general rojas al poder.
Pese
a los temores que este hecho suscitó, las elecciones se realizaron en completa
tranquilidad y no hubo queja alguna sobre le comportamiento de la Policía. Sus
hombres cumplieron las instrucciones recibidas y el país dio ejemplo de lo que
puede lograrse en una democracia donde las autoridades brindaban las garantías
que consagraban las leyes. La elección
de Lleras Camargo no tuvo sombra alguna, y con él Colombia iniciaba una era que
por más de dieciséis años mantuvo la concordia entre los partidos
tradicionales, que respaldaron con entusiasmo y con fe el bipartidismo en la
Justicia, como el medio más eficaz para evitar que la violencia de los partidos
resurgiera.
Construcción del Comando de la División Bogotá y la Estación Modelo-1957
En
el
sitio comprendido entre las calles 6ª y 7ª y la Avenida Caracas y Carrera 15, fue construido
por la firma de arquitectos Claves, Nariño y Cía. Ltda, un bloque
de edificios destinado a la instalación de las dependencias del Comando de la
División Bogotá y Estación Modelo de Policía.
La
construcción
constaba
de
dos bloques: uno de seis pisos donde funcionara las oficinas del Comando y
otros tres pisos donde funcionara las dependencias de la Estación. El área
construida de la edificación fue
de
12.889
metros
cuadrados y al rededor de 6000 metros cuadrados destinado para parqueaderos,
patios y zonas verdes.
Edificio
se inauguró
el 11 de octubre de 1957
Coronel
Quintín Gustavo Gómez Rodríguez, Último Oficial Militar que comando
la Fuerza de Policía-1958
Nació
en
Cucutilla
(Norte de Santander) el 5 de septiembre de 1901. Su corta estadía como
Comandante de la Fuerza de Policía, le fue otorgada por la Junta Militar de
Gobierno. Comandaba la institución cuando ocurrieron los sucesos del 2 de mayo
de 1958, en que se presento una rebelión de altos oficiales del Ejercito armado
contra la Junta Militar de Gobierno, acontecimiento que puso en alto riesgo a
la Policía Nacional.
Siendo procedente a partir de ese momento la designación
para los puestos de director a un oficial de la misma institución.
En
tal sentido el Coronel Quintín Gustavo Gómez Rodríguez, se constituyó en el
último oficial militar que comandó la Institución.
De
sus obra es importante destacar la consecución de crédito en la vigencia fiscal
para la Policía Nacional y extensión de partidas a los diferentes departamentos
para el pago del personal, puso en funcionamiento la escuela de Suboficiales
Gonzalo Jiménez de Quesada, por Resolución 0995 del 19 de abril de 1958.
Se
retiró del
servicio el día 19 de julio de 1958. falleció el 12 de diciembre de 1975 en
Bucaramanga.
Segunda misión chilena-1958
Para fortalecer el servicio policial y la
especialidad de carabineros, el 10 de julio de 1958 llegó la segunda misión del
Cuerpo de Carabineros de Chile, integrada por el mayor Jorge Aranda Parra y los
capitanes Braulio Saavedra Morales y Arturo Toro Toro.
Escuela de Suboficiales Gonzalo Jiménez
de Quesada
La
Dirección General de la Policía Nacional a cargo del señor Brigadier General
Saulo Gil Ramírez Sendoya y su
atinada aspiración por la superación constante de todas y cada una de las
dependencias y ramos del servicio de la Institución con miras de preparar en
forma técnica, científica, moral, social y profesional a los suboficiales de la
Policía Nacional, denominó a partir de la Resolución 00995 de 1958, a la
llamada Escuela Gonzalo Jiménez de Quesada como Escuela de Suboficiales de la
Policía Nacional “ Gonzalo Jiménez de Quesada”; a partir de ese momento se
organiza y se reglamenta la instrucción para los cuadros de Suboficiales, con miras a intensificar su
preparación de manera que les permita cumplir a cabalidad con las imposiciones
de su jerarquía.
Solo hasta el 1 de
marzo de 1960 se empezaron estos cursos para ascenso dentro de los diferentes
grados, o para iniciación de la carrera en el escalafón de Suboficiales de la
Policía Nacional, haciendo el de Agentes a Cabos Segundos. Además se prepararon
aspirantes a Agentes, hasta el mes de febrero de 1960.
El Frente Nacional y la Policía
1958-1974
Dos
hechos que marcaron un destino claro a la Policía, se sucedieron en el año de
1958. El primero fue la iniciación de los gobiernos del Frente Nacional,
encargados de restituir sin traumatismo la democracia al país. El otro, ya
considerado, la designación que de la Juntar Militar, dos meses antes de
entregar el poder, hizo de un oficial de la policía, por primera vez en toda su historia, para que rigiera la
Institución.
La
policía entró con óptimos augurios en esta etapa de su vida. De una parte el
entusiasmo de sus hombres y de otra, que bajo gobiernos de responsabilidad
compartida y con alternación en la jefatura del Estado, las fuerzas políticas
tradicionales ya no podrían ejercer sus influencias y su poder para utilizar la
policía como instrumento de sectarios intereses y pasiones.
Influyó
en todo ello el carácter democrático y firme del primer magistrado de la nación
a quien le correspondió abrir el camino de este sistema , el presidente Alberto
Lleras Camargo.
En
admirable conferencia, que hoy se recoge como pieza antológica del manejo de
las Fuerzas Armadas, el presidente electo fijó, el 8 de junio de 1962, su
posición frente a ellas y dictó las pautas de su comportamiento, con relación
al régimen civil que inauguraba la República.
Aquellas
palabras del
presidente Lleras Camargo fueron sagradas, todo se cumplió estrictamente. Los
gobiernos posteriores siguieron la ruta trazada. La Policía se consolidó como
institución apolítica, quienes en otrora la manejaron a su talante y en
beneficio de proditorios intereses partidistas, no han tenido jamás influencia
en sus incorporaciones ni en su dirección ni en su empleo.
El
primer
paso que dio el Frente Nacional respecto de la Policía fue su definitiva nacionalización.
Atrás se dijo que en los orígenes del Cuerpo de Policía se pensó y se proyectó
todo para que tuviera un carácter nacional. Sin embargo, los problemas
económicos que siempre afrontó la nación, como también los intereses locales y
sectarios, impidieron la realización de aquel propósito.
Pero
Alberto Lleras Camargo no abandonó el proyecto, fue precisamente él quien, como
Ministro de Gobierno en la primera administración de Alfonzo López Pumarejo,
impulsó la expedición de la ley 15 de 1935, que dio base para la expedición del
decreto 1715 de julio de 1936, y él mismo, ya como presidente de la República,
patrocinó la expedición de la ley 193 del
30 de diciembre de 1959, por medio de la cual se ordenó a la Nación hacerse cargo
del pago
de
todo el personal de la
Policía Nacional en todo el territorio, a partir del primero de enero de 1960. asegurando
así su nacionalización que tantos bienes ha traído al país.
El
18 de julio de 1960 el presidente firmó el decreto 1705, mediante el cual se
devolvió a la Institución su nombre de Policía Nacional, que se le había
cambiado a raíz de su incorporación al
Ministerio de Guerra.
También
se dispuso que, en vez de comandante de las Fuerzas de Policía, la cabeza
visible de la Institución se denominara Director General de la Policía
Nacional.
Se
reafirmó así, en forma inequívoca precisa, el carácter eminentemente civil del
Cuerpo, prescindiendo del carácter de Fuerza. El mismo decreto contempla una disposición que
no deja duda con relación a la nueva fisonomía institucional. En efecto,
estableció la dependencia directa de la Policía Nacional al Ministerio de
Guerra, desligándola del Comando General, que volvió a ser de las Fuerzas
Militares no de las Fuerzas Armadas , como lo fue durante el periodo de Rojas
Pinilla.
Posteriormente
se dicto el decreto 1869 del 8 de agosto de 1960, como complemento del
anterior, por medio de la cual se creó la Junta Asesora de la Policía Nacional
para prestar asesoría al ministro en asuntos relativos a la organización y
preparación que en materia de seguridad interna corresponda a la Policía, en la
elaboración del presupuesto anual y en el estudio de clasificación, ascensos y
llamamientos al servicio y retiros de lo oficiales de policía.
En
este
mismo periodo, se expidieron normas que estructuraron definitivamente la
institucionalidad como el estatuto orgánico y los reglamentos internos, se
consolidó el Fuero Penal Militar para la Policía. Se ejecutaron acciones de
gran significado tales como la apertura de las escuelas de formación Eduardo
Cuevas y Carlos Holguín; se crearon los departamentos de Policía Tolima, Meta y
Chocó. Se creó la sección de Policía Gorgona, la Policía de ferrocarriles y
turismo y
la
Academia Superior de Policía.
En
1963,
se contrata una misión norteamericana con el fin de asesorar técnicamente a la
institución.
En
materia
de comunicaciones se terminó de instalar
la red de telex en
todo el país y se organizó la División de Transmisiones; en el campo de
bienestar social se construyeron colegios y los clubes de agentes y de
oficiales así como un considerable número de estaciones de policía y vivienda
fiscal.
Se
nombraron
capellanes para la Policía Nacional y se desarrollaron programas de
vivienda policial en todo el país a
través del Instituto de Crédito Territorial.
Defensa Civil
Por iniciativa de la Policía Nacional, en el año de
1960, se da inicio en la ciudad de Bogotá a la conformación y organización de
la Defensa Civil. La responsabilidad estaba a cargo de los comandantes de
Estación de Policía.
El presidente Guillermo León Valencia (1962-1966),
brindó un amplio respaldo a las Fuerzas Militares y a la Policía Nacional para
combatir la subversión comunista, el bandolerismo y la delincuencia común como
una política firme del Estado.
Durante su gobierno se iniciaron los cursos de
granaderos y se creó la Policía de Turismo por resolución 2211 del 18 de julio de 1963.
Igualmente, por Decreto 349 del 19 de febrero de 1964, se creó la Academia
Superior de Policía, para la formación y capacitación de oficiales superiores.
Del presidente Valencia se conoce la
siguiente frase: “La Policía es a un país, lo que la salud a la especie
humana; que sólo se aprecia cuando se ha perdido”.
Durante el gobierno de Lleras Restrepo (1966-1970),
la Policía recibió un gran impulso con el aumento paulatino de su pie de fuerza
en más de 5.000 hombres y la renovación de todo el equipo automotor. Al
concluir su gobierno y para efectos del control del orden público, en corta
alocución televisada anunció al país el estado de sitio y el toque de queda,
orden que la Policía cumplió con la mayor prudencia y serenidad sin incidentes
que lamentar.
Nuevo
Reglamento de Uniformes para la Policía Nacional-1960
Brigadier General Saulo Gil Ramiréz Sandoya, primer oficial de la Policía Nacional en ostentar este grado en la Institución-1961.
Creación
de la Academia Superior de Policía -1964
Uno
de los avances mas importantes para la Policía Nacional, fue la expedición del Decreto
349 de 19 de febrero de 1964,
mediante el cual se dio vida a la Academia Superior de Policía, instituto parea
la formación y capacitación de oficiales superiores.
Norma
que en su
articulo 2, disponía “
crease la Academia Superior de Policía”. Este curso deben adelantarlo y
aprobarlo los oficiales, en el grado de mayor, de conformidad con el Estatuto
de oficiales de la Policía Nacional.
Mediante
la Resolución No. 2175 de mayo de 1964, fueron llamados por primera vez a esta
academia los siguientes mayores, sin el plan de estudios, ni los exámenes, ni
las exigencias que posteriormente se establecieron:
LUIS H.
VALDERRAMA NÚÑEZ, LUIS
EDUARDO
HERNÁNDEZ LEÓN, JOSÉ JOAQUÍN CHACÓN HERNÁNDEZ, MARCO VINICIO PRIETO REYES, RENÉ
GORDILLO LOPERA, GERARDO ROJAS SERRANO, BERNARDO ECHEVERRI OSSA, FILIPO
VILLAREAL REVELO, MARIO ERNESTO ÁVILA MORA, CARLOS JULIO CORTÉZ GRACIA Y
FRANCISCO RODRÍGUEZ DELGADO.
Coronel
Bernardo Camacho Leyva nuevo
director de la Policía Nacional-1965
Nacido
en
Bogotá, el 6 de septiembre de 1919; descendiente de una familia de doce
hermanos, dos de los cuales fueron destacadas
figuras de la hoy denominada Fuerza Publica: él de la Policía Nacional; su hermano Luis Carlos, del Ejercito
Nacional quien llego a ser Ministro de
Defensa Nacional bajo el mandato del señor presidente Julio Cesar Turbay Ayala.
Realizó estudios en la Escuela Apostólica
y Escuela Nacional de Comercio. Casado con la señora Essy
Matamoros D´Costa y
padre de dos hijos, Jorge Enrique y Ana María.
Primer
oficial proveniente de la formación impartida en el seno de la Policía e
integrante de la promoción “Simón Bolívar” de la Escuela General Santander, fue
un defensor de la autonomía y estatus que la Policía debe tener respecto a las
Fuerzas Militares. Identificado cariñosamente por sus subalternos como el mote
del “Máster”, pues al preguntar la razón
le respondían “El mas terco”, en consideración a su carácter enérgico y estricto.
Su
vida esta llena de anécdotas y situaciones interesantes en pro de la
Institución; en un momento dado fue de mayor antigüedad que el Ministro de
Defensa, General Hernando Currea Cubides,
situación que manejo con diplomacia y
aceptación, mediante la expresión “Yo no le estoy obedeciendo al General Cubides sino
al Ministro”.
Siendo Mayor, fue encomendado por el Gobierno
Nacional para liquidar la Caja de
Protección Social de la Policía Nacional en el año de 1955, debido a su
presunta quiebra, después de estudiar su situación de orden
económico y financiero llego a la
conclusión de que la caja tenia un patrimonio solido y no había razón para
acabarla.
La
oportuna, acertada y firme intervención del entonces Teniente
Coronel
Bernardo Camacho Leyva ante la Junta Militar de Gobierno, el 7 de
mayo de 1958, días antes de posesionarse como Presidente de la República
Alberto Lleras Camargo, dio paso a que la Policía pasara a ser comandada
por un oficial de la Policía, el Coronel
Saulo Gil Ramírez Sendoya y en
su sucesivo hasta la fecha, por los mandos naturales, es decir por oficiales
egresados de la Escuela de Policía “General Santander”.
Participo
en el primer Congreso Latinoamericano de Policía, celebrado en la ciudad de
Lima; hizo parte de la comisión redactora del
Código Nacional de Policía, de 1970. Entre sus obras se destacan el
Estatuto Orgánico de 1966, Decreto 1667, en el cual se fijan el nuevo orden y
se concreta el carácter de nacional de
la Policía que se le había impreso años atrás, la reorganización de la carrera
de Oficiales, Suboficiales y Agentes;
ampliación de la Planta de Personal obteniendo la inclusión del grado de
Mayor General para la Policía Nacional.
Ascendió
al
grado de Brigadier General el 1 de junio
de 1966, y al de Mayor General el 1 de
junio de 1968.
Durante
su gestión como director, logro la mayor importación de vehículos para la
institución, 1.300 en total, realizó
numerosas construcciones de comandos, estaciones, subestaciones,
casinos, campos deportivos, colegios y vivienda fiscal en la mayoría de los departamentos de
Policía.
Le
correspondió garantizar el orden público
y la seguridad con motivo de la visita de su Santidad Pablo VI,
en el año de 1968.
Fue
fundador y primer presidente del Circulo de Historia de la Policía Nacional,
Presidente y Decano del Colegio de Generales de la Policía Nacional.
Se
retiro a solicitud propia el 1 de abril de 1971, después de haber servido a la
institución por mas de treinta y seis años, recibió el grado honorifico de
General en el mes de junio de 1999.
Fuente: Libro “Directores de la Policía Nacional”
Nuevo
Estatuto Orgánico-1966
Como
sucedió en casi todos los gobiernos, la Policía experimentó una reorganización,
mediante la expedición del decreto 1667 del 30 de junio de 12966. Esta
disposición la definió como “cuerpo armado, eminentemente técnico, de
personal jerarquizado que hace parte de la Fuerza Pública con régimen y
disciplina especiales, bajo la inmediata dirección y mando del Ministerio de
Defensa Nacional y tiene por objeto
prevenir la perturbación del orden y de tutelar loas derechos ciudadanos”.
En
cuanto a la subordinación y empleo este Estatuto Orgánico, contiene una serie
de artículos muy precisos que aclaran los equívocos que se presentaron con la
incorporación de la Policía al Ministerio de Defensa. Allí se dijo que en su
función preventiva actuará en coordinación con la autoridad política de lugar y
que los gobernadores y alcaldes son los jefes de policía tales no sólo pueden
requerir los servicios sino que la Policía está en la obligación de prestarlos.
A partir de entonces, ni las autoridades civiles ni los miembros uniformados de
la Policía pueden disculparse alegando que no fueron atendidos los que ostentan
la autoridad civil o que los uniformados no atendieron las órdenes porque ellos
sólo las reciben a través de sus respectivos comandantes.
De
igual forma, se contempla la reorganización
de la carrera de Oficiales, Suboficiales y Agentes y ampliación
de la Planta de Personal obteniendo la inclusión del grado de Mayor General
para la Policía Nacional.
Se
crea
la Procuraduría para la Policía-1967
Mediante
decreto 32 del 11 de enero de 1967 se creó la Procuraduría Delegada para la
Policía, en desarrollo de lo dispuesto en el articulo 12 del decreto 1667 de 1966.
el Ministerio Público ante la Policía era ejercido por el Procurador Delegado
para las Fuerzas Militares, lo que ocasionaba no pocos inconvenientes. Esta
disposición consolidó definitivamente el juzgamiento de los miembros de la
Policía por la Justicia Militar.
Se
crea la Procuraduría para la Policía-1967
Mediante
decreto 32 del 11 de enero de 1967 se creó la Procuraduría Delegada para la
Policía, en desarrollo de lo dispuesto en el articulo 12 del decreto 1667 de
1966.
Creación del grado de General -1968
La
carrera de los oficiales de la Policía Nacional llegaba únicamente hasta el
grado de mayor General. Mediante el decreto 2979 del 4 de octubre de 1968 se
creó el cargo de General completando así el escalafón.
El
gobierno de Lleras Restrepo dictó nuevos estatutos orgánicos de las carreras de
oficiales , suboficiales y agentes (decretos 3072 y 3118 del 17 y 27 de
diciembre), los cuales más tarde reglamentados por el decreto 1858 del 1 de
octubre de 1970.
Código Nacional de Policía-1970
La
policía en las escuelas y los estudiosos del derecho de Policía en sus
cátedras, habían venido insistiendo desde años atrás sobre la necesidad de
expedir un código nacional de Policía.
Correspondió al presidente Carlos Lleras
Restrepo expedir mediante el decreto 1355 del 4 de agosto de 1970 mediante el
cual se adopto tal Código, instrumento normativo valioso para quienes
tienen la facultad legal de aplicarlo, entre otros, los funcionarios de la
Policía Nacional. El citado código fue complementado con el Decreto 522 de
1971.
Es justo mencionar que este adelanto tan
significativo y tan avanzado en América se debe fundamentalmente a la tenacidad
y estudio del profesor de la escuela “General Santander”, doctor Roberto Pineda
Castillo.
Servicio Militar Obligatorio en
la Policía
entrega de armas |
Nuevo Estatuto Orgánico
Para modernizar la Policía, hacerla más funcional y
efectiva en el servicio a la comunidad,
el gobierno nacional expidió el Decreto 2137 de 1983, que benefició
significativamente al personal y a la Institución.
Incorporación
de personal femenino-1977
Un
hecho importante acaecido en el mandato
presidencial de Alfonso López Michelsen
(1974-1976) fue la incorporación al cuerpo de oficiales de policía de doce
damas profesionales que, después de realizar un curso intensivo en la Escuela
General Santander, recibieron el grado de oficiales con la especialidad de cada
una.
Estas damas conformaron la base que ha permitido a la Policía sacar
provecho del personal femenino uniformado, cuyo número ha ido en aumento y
presta servicios diversos con eficaz competencia.
Primeras
oficiales femeninas de los servicios-1977
El 15 de abril de 1977, siendo Director de la
Policía Nacional el señor Mayor General Luis Humberto Valderrama Núñez,
presidió la ceremonia de graduación de
las primeras oficiales femeninas de los
servicios quienes recibieron de manos del alto oficial el sable, signo de mando.
Las
oficiales graduadas fueron:
Nelly
Beltrán de Garcés,
Laura
M. Cajiao
Porras, Marcela Currea
Galvis, María Magdalena Forero Rincón. Gloria Isabel Lamo Jiménez, Cecilia Navarro Reyes, María
Victoria Ordoñez Quintana, Ana Consuelo Rodríguez Álvarez, Martha Wisner de
Ramírez, Gladys Castañeda de Beltrán con
el grado de Tenientes, y como Subtenientes Sonia Luz Gil Echeverry y Olga
Patricia Hernández Suarez.
Curso
que duro tres (3) meses
Primer
curso de suboficiales y agentes femeninos- 1978
La Señorita Cabo Segundo Guillermina Builes Builes ocupó el primer puesto del curso
de suboficiales
femeninas aspirantes a
Cabo Segundo - 1979
Nueva
categorías de agentes-1979
Por
medio de la ley 21 del 27 de abril de 1979 se crearon tres categorías de
agentes de Policía y se ordenaron unas bonificaciones para los mismos. Las
categorías determinadas por antigüedad y experiencias eran: El Cuerpo Auxiliar
de Policía, que se integraba por el personal que cumple servicio militar dentro
de la Institución.
El cuerpo Profesional integrado por los agentes que
ingresaban voluntariamente a la Policía y permanecen en ella hasta cumplir los
veinte o más años de servicio, y el Cuerpo Profesional Especial integrado por
lo agentes con más de veinte años de servicio y los bachilleres que sean dados
de alta como agentes, después de realizar el curso correspondiente y de cumplir
los demás requisitos que señala el gobierno.
Construcción de la nueva sede para la Dirección General de la Policía-1980
A raíz
del crecimiento y el desarrollo de la Policía, se vio la necesidad de
reemplazar las instalaciones del antiguo Palacio de la Policía donde funcionaba
la Dirección General, por otras mejor ubicadas, funcionales y suficientes.
El director
general de la época, mayor general Henry García Bohórquez, logró la
adjudicación del terreno en el Centro Administrativo Nacional CAN, donde hoy
funciona la Dirección General y el Hospital Central.
Después
de
innumerables gestiones de los siguientes directores y del mando institucional,
en el primer semestre de 1983 se dan al servicio las nuevas, elegantes y
cómodas instalaciones ubicadas en la Carrera 59 N. 26-21 CAN, de la ciudad de
Bogotá.
Graduación
del primer curso de Subtenientes femeninos-1981
En
1981, egresa el primer curso de oficiales femeninos del ramo de vigilancia, promoción No. 049, curso “Teniente Héctor Fernando Tinjaca
Rodríguez”, integrado por 7 subtenientes femeninos y 53 subtenientes
masculinos. De dicho curso hizo parte la entonces subteniente Luz Marina Bustos Castañeda, quien llegaría a ser la primera mujer General de la Policía Nacional.
Creación
de los Grupos de Operaciones Especiales
(GOES)-1981
Policía Antinarcóticos-1981
En el
año de 1980, a raíz del grave problema del narcotráfico en el País y su
influencia en el exterior, se ve la necesidad de crear un cuerpo especializado
que se dedicará por completo a la lucha contra esta actividad, siendo la Policía Nacional la encargada de
tal misión y mediante Resolución No. 2743 del 28 de abril
de 1981, nace la Policía de Control de Sustancias que producen adicción Física
o psíquica
adscrita a la Dirección Operativa.
En
este mismo año el Gobierno de los Estados Unidos de América asigna para la
Policía Nacional de Colombia dos (2) helicópteros Bell 206 y un (1) Helicóptero
Bell 212, los cuales fueron destinados para instrucción y entrenamiento, pero
en dicha época la Policía Nacional no contaba con una infraestructura adecuada
para la operación, motivo por el cual fueron cedidos a la Procuraduría General
de la República, con el objeto que colaboraran en la lucha contra el narcotráfico.
El 7
de enero de 1982, el Ministerio de Defensa Nacional mediante Directiva
Permanente No. 300/1 dispuso que la Policía Nacional asumiera en forma
exclusiva el control del narcotráfico en el país.
A finales
de este año los helicópteros cedidos a la Procuraduría fueron entregados
nuevamente a la Policía Nacional, pasando a incrementar la flotilla de
aeronaves ya existentes en el entonces Grupo de Transporte Aéreo, adscrito a la
Rama Administrativa; para esa época el comando Nacional Antinarcóticos.
Con
el Decreto 423 del 23
de
marzo de 1987, se agrupa el Servicio Especializado de la Policía de Control de
Sustancias que Producen Adicción Física y Psíquica y el Servicio Aéreo de la
Policía y quedan dependiendo de la Dirección General de la Policía Nacional,
estableciéndose funciones y estructuras mediante la Resolución 1050 del 9 de
marzo de 1987 que le da la denominación de Dirección de Antinarcóticos -DIRAN-.
Inauguración
del edificio de la Dirección General de la Policía Nacional-1982
Centro Automático de Despacho CAD
Para la modernización en que estaba empeñada la
Policía, en el año 1983, se instaló en la capital de la república el C.A.D.,
moderna combinación de los diferentes medios de comunicación a través de la
informática para un servicio ágil y eficiente. Se adquirieron nuevos equipos
para radio-comunicaciones, material técnico para la Policía Judicial y
vehículos que le dieron a la Institución una mayor capacidad de reacción y
cubrimiento.
Nueva
sede para el Museo Histórico-1984
Trasladada
la Dirección General de la Policía a las nuevas instalaciones en el CAN, se
dispuso que en el Palacio de la Policía funcionara el Museo Histórico de la
Policía Nacional.
Primer
oficial general de tres estrellas en la Policía Nacional-1983
El
año de 1983 fue para la Institución un hito histórico para nunca olvidar, por
primera vez un oficial de la Policía
Nacional llega al grado de general de
tres estrellas y este fue el señor
General Víctor Alberto Delgado Mallarino,
Director General de la Institución.
Servicio Aéreo de Policía
Mediante resolución 1427 del 2 de abril de 1986,
se da vida al Servicio Aéreo de Policía que mejora ostensiblemente la
operatividad policial y la eficacia en la lucha contra el narcotráfico, gracias
a la gestión del general Víctor Alberto Delgado Mallarino, director de la
Institución, ante el Gobierno de los Estados Unidos.
Se inician las construcciones de las bases aéreas policiales de Guaymaral, Valledupar, San José del Guaviare y Santa Marta y la adquisición de varios aviones y 23 helicópteros. El primer comandante de este servicio fue el teniente coronel Carlos Alberto Pulido Barrantes, quien a su vez fundó la Escuela de Aviación Policial en los predios de Guaymaral.
Se inician las construcciones de las bases aéreas policiales de Guaymaral, Valledupar, San José del Guaviare y Santa Marta y la adquisición de varios aviones y 23 helicópteros. El primer comandante de este servicio fue el teniente coronel Carlos Alberto Pulido Barrantes, quien a su vez fundó la Escuela de Aviación Policial en los predios de Guaymaral.
Centro Religioso-1987
El obispo castrense Monseñor Víctor Manuel López
Forero consagró el templo erigido en honor de Nuestra Señora del Carmen,
Patrona de la Policía, el 26 de mayo de 1987.
El Centro Religioso de la Institución cuenta igualmente, con salas de velación y cripta. Por decreto 033 del 26 de mayo de 1987, este centro ubicado en la calle 63 número 40 -65, de la ciudad de Bogotá, se incorporó oficialmente a la estructura institucional hoy dependiente de la Dirección de Bienestar Social.
El Centro Religioso de la Institución cuenta igualmente, con salas de velación y cripta. Por decreto 033 del 26 de mayo de 1987, este centro ubicado en la calle 63 número 40 -65, de la ciudad de Bogotá, se incorporó oficialmente a la estructura institucional hoy dependiente de la Dirección de Bienestar Social.
Comandos de Atención Inmediata
CAI-1987
Con el objeto de prestar un ágil y oportuno
servicio de vigilancia y seguridad para la comunidad, así como para establecer
una efectiva labor preventiva, se crearon en todo el país, a partir de 1987,
los Comandos de Atención Inmediata, con los cuales se redujeron notablemente
los índices contravencionales y delincuenciales.
En Bogotá se instalaron 50 CAI que fueron inaugurados y puestos al servicio de la comunidad el 6 de agosto de 1987.
En Bogotá se instalaron 50 CAI que fueron inaugurados y puestos al servicio de la comunidad el 6 de agosto de 1987.
Policía Aeroportuaria
Carlos Lehder |
Primer
Narcotraficante extraditado-1987
En 1987,
fue
capturado
por la Policía Nacional, Carlos Lehder
Rivas, uno de los narcotraficantes mas importantes a nivel mundial en el
trafico de drogas y que fuera posteriormente extraditado a los estados Unidos.
Nuevos Departamentos de Policía-1989
Por Resolución 3683 de junio de 1989, se crea el
Departamento de Policía San Andrés. Igualmente, en 1992 se crean los
Departamentos de Policía Vichada (Resolución 0554), Guainía (Resolución 0555),
Guaviare (Resolución 0556) y Vaupés (Resolución 0557). El 26 de agosto de 1992
se crea la policía Metropolitana de Bucaramanga.
Creación
del Cuerpo
Especial Armado de la Policía Nacional (CEA)-1989
El
conflicto interno contra los grupos armados organizados y el narcoterrorismo de
Pablo Escobar, que atentaron gravemente contra la seguridad y convivencia de lo
colombianos, que para los años 80 y 90 se conoció como circunstancias que
alteraron el orden público. Estas acciones se consideraron una amenaza directa
a los procesos de paz que se venían acordando e intimidación al Estamento a
partir de atentados contra funcionarios públicos, jueces, militares y policías,
lo que llevó al gobierno a declarar un estado de sitio con la expedición del
decreto 814 del 19 de abril de 1989,
que
creó el Cuerpo Especial Armado (C.E.A.) y cuyo objetivo era contrarrestar a los
escuadrones de la muerte, bandas de sicarios o grupos de justicia Privada.
Gracias
a
su acertada labor de inteligencia este grupo, el 15 de diciembre de 1989, logró
la ubicación y neutralizado uno de los más reconocidos narcotraficantes de la
época, José Gonzalo Rodríguez Gacha, alias el Mexicano, su hijo y cinco
guardaespaldas en una zona boscosa de la finca La Lucha, localizada en el
kilometro 2 de la carretera que conduce de Tolú a Sincelejo. -
Heroína
Policial-1990
Agente Rosalba Montes |
Policías Bachilleres-1991
El
Presidente de la República Doctor. César Augusto Gaviria Trujillo en desarrollo
de las facultades que le confiere la Constitución Política de Colombia dispuso
la creación del servicio militar
obligatorio en la Policía Nacional (Ley 4 de 1991), para el
fortalecimiento dela seguridad ciudadana, con una duración de un año.
Dicha
Ley estableció el servicio
obligatorio para bachilleres en la Policía Nacional “como una modalidad del
servicio militar que se prestará en los cuerpos de Policía local, bajo la
dirección y mando de la Policía Nacional
y con una duración de un año”.
La Ley 4 del 16 de enero de 1991, establece el servicio obligatorio para bachilleres en la Policía Nacional “como una modalidad del servicio militar que se prestará en los cuerpos de Policía local, bajo la dirección y mando de la Policía Nacional y con una duración de un año”.
Círculo de Historia Policial-1990/1992
Para conservar el valioso legado cultural e
histórico policial y revivir la historia institucional, el 24 de mayo de 1990,
se fundó el Círculo de Historia Policial, el cual, posteriormente, ascendió a
la categoría de Academia Colombiana de Historia Policial en 1992, sus
fundadores fueron el mayor general Bernardo Camacho Leyva, brigadier general
Fabio Arturo Londoño Cárdenas, brigadier general José Domingo Murcia Florián,
coronel Guillermo León Diettes Pérez, mayor Humberto Aparicio Navia, doctor
Rodrigo Escobar Navia, doctor Roberto Velandia Rodríguez y doctor Roberto Pineda Castillo. En la actualidad su
presidente es el mayor general (r) Carlos Alberto Pulido Barrantes.
Año de Centenario Policial-1991
Por Decreto 2087 se declaró 1991 como el “Año del Centenario de la Policía Nacional”,
para cuya celebración se realizaron 100 eventos entre culturales, académicos,
deportivos y protocolarios de carácter nacional e internacional, misión que
estuvo a cargo del gerente del programa, brigadier general (r) José Domingo
Murcia Florián.
Sede para la Seguridad Social de
la Policía-1991
En el año de 1991, el director de Sanidad, coronel
Carlos Alberto Pulido Barrantes inicia gestiones ante el Ministerio de Obras
Públicas y Transporte para la consecución de un terreno que hiciera posible
ampliar los servicios de sanidad. Con fecha 23 de noviembre de 1993, se hace
entrega formal y material a la Policía Nacional, en calidad de cesión del lote
de propiedad de la nación, ubicado en la diagonal 40 número 45-51, con una
extensión de 5.992,76 metros cuadrados. En el año 2000 se da al servicio el
edificio construido en este lote cuyo costo fue de 6.711 millones de pesos, en el cual funcionan
las direcciones de Sanidad y Bienestar Social de la Policía Nacional.
Centros vacacionales y
recreativos
En el mes de julio de 1992, se inaugura el Centro
Vacacional “Centenario” en el Rodadero
de la ciudad de Santa Marta y el 20 de noviembre, se da al servicio el Centro
Social de Suboficiales en el barrio Villa Luz
de la Ciudad de Bogotá.
La Constitución de 1991
Al
ser elegido Cesar Gaviria Trujillo como presidente de la República, se convocó
a una nueva Asamblea Nacional Constituyente, con el objetivo de reformar la
Constitución Política de 1986. Ante este panorama la Policía Nacional inició un periodo de análisis de sus principios
filosóficos y doctrinales y en octubre de 1990 efectuó una reunión con todos
los oficiales generales, coroneles y tenientes coroneles, incluyendo directores
de escuelas y comandantes, llegando a la conclusión de la necesidad de incluir
en la Nueva Constitución los principios rectores de la Institución.
Por
lo anterior, el General Gómez Padilla constituyó un comité de estudios
permanente, debidamente asesorado que preparó con el máximo cuidado y
detenimiento la propuesta que se
consagró en la Carta Magna y que dio vida constitucional a la Policía Nacional
mediante el articulo 218 de la Constitución Política de Colombia (1991).
La Policía recibe el más grande reconocimiento de todos los tiempos, la Carta Magna le dedica varios artículos, en los que de una vez por todas se definen aspectos vitales de su filosofía,organización, definición y funciones así: Artículo 216 “La Fuerza Pública estará integrada en forma exclusiva por las Fuerzas Militares y la Policía Nacional”; el artículo 218, define la Policía Nacional así: “La Policía Nacional es un cuerpo armado permanente de naturaleza civil, a cargo de la nación, cuyo fin primordial es el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas, y para asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz.” Las funciones constitucionales de Policía Judicial, las determina el artículo 250, numeral 3, al referirse a la Fiscalía General de la Nación, dispone : “Dirigir y coordinar las funciones de policía judicial que en forma permanente cumplen la Policía Nacional y los demás organismos que señale la ley.”; el fuero penal militar para la Policía Nacional quedó consagrado constitucionalmente en el artículo 221 así: “De los delitos cometidos por los miembros de la Fuerza Pública en servicio activo, y en relación con el mismo servio, conocerán las cortes marciales o tribunales militares, con arreglo a las prescripciones del Código Penal Militar”.
En esta extraordinaria tarea tomaron parte decisiva el mayor general Miguel Antonio Gómez Padilla, director general, el mayor general Guillermo Muñoz Sanabria, subdirector general y los coroneles abogados Carlos Alberto Pulido Barrantes y Edgard Peña Velásquez.
La Constitución Política de 1991 transformó el
país, estableció nuevas bases y fundamentos de la vida en sociedad y reformó
sustancialmente las instituciones. La Policía Nacional con este fundamento,
inició un proceso de reforma y modernización institucional con el apoyo del
gobierno y el acompañamiento de la sociedad civil, que dio lugar a la
expedición de la ley 62 de 1993, la cual fijó la estructura orgánica, los
objetivos y funciones. La reforma hizo énfasis en el carácter civil de la
policía, en la profesionalización de la actividad policial, en el sistema de
participación ciudadana y en el respeto de los derechos humanos. Así mismo, creó la nueva jerarquía del nivel ejecutivo.
Para afrontar técnicamente las diferentes
manifestaciones de la criminalidad, la Policía se vio precisada a crear nuevos
servicios, a fortalecer otros y a establecer nuevas especialidades para hacer
más eficaz su actividad en aras de garantizar la convivencia pacífica y
ordenada de la comunidad.
Policía
integra por fuerza multinacional de paz de la ONU-1991
En 1991
la Policía Nacional envió
por
primera
un
contingente de policías para hacer parte
de la Fuerza Multinacional de Paz de la ONU en Yugoslavia, Cambodia.
Bloque de Búsqueda
En las décadas de los años ochenta y noventa, la Policía colombiana fue
catalogada como la mejor del mundo en la lucha contra el narcotráfico. Su
mística, comportamiento, organización y valor permitieron el desman-telamiento
de las más poderosas, sanguinarias y terroristas redes del narcotráfico y de
las temidas bandas del capo de los capos Pablo Escobar, la de Gonzalo Rodríguez
Gacha y la de los hermanos Rodríguez Orejuela entre otros. Éxito que se logró
gracias a la decisión del mando institucional, a la creación del llamado
“Bloque de Búsqueda” y a la efectividad del Servicio Aéreo de Policía.
Muerte
de Pablo Escobar Gaviria-1993
El 2
de diciembre de 1993 a las 2:50 p.m. el Bloque de Búsqueda de la Policía
Nacional neutralizó a Pablo Escobar Gaviria, Jefe del Cartel de Medellín.
Comisiones interna y externa para
modernización de la Policía
La comisión externa o consultiva, fue creada por
decreto 591 del 30 de marzo de 1993,
emanado del ejecutivo, integrada por 33 personas, representantes de la Rama
Legislativa, los gremios y reforzada por el fiscal general, el contralor general
y el defensor del pueblo. Se le asignó la misión (art. 2) de realizar un
estudio sobre la Policía Nacional y su futuro, con el fin de aportar al
gobierno los elementos necesarios para elaborar un programa de modernización.
Se le fijó un plazo de 40 días para presentar recomendaciones.
La comisión externa, fue creada por la Dirección
General de la Policía, mediante directiva transitoria Nº 15 del 24 de marzo de
1993. Estuvo integrada por 50 miembros de la Institución de todo el país,
pertenecientes a todos los estamentos y grados, con un plazo de 40 días para
presentar recomendaciones.
Ley 062 de 1993 orgánica de la
Policía Nacional
El 12 de agosto de1993, al sancionar la ley 062 de
1993, el presidente de la República César Gaviria Trujillo manifestó: “La
reforma de la Policía es ante todo el resultado de un consenso nacional”. Para
llegar a esta reforma el gobierno lideró una amplia consulta entre los
distintos poderes políticos y sociales y por supuesto se escuchó la voz de los
miembros de la Policía.
En desarrollo de la ley, el gobierno expidió una
serie de decretos reglamentarios así: decreto 2.302 de noviembre 2 de 1993,
“Por el cual se desarrolla la estructura orgánica y las funciones de la Policía y se dictan
otras normas”; decreto 2.584 del 22 de diciembre de 1993 “Por el cual se modifica
el reglamento de disciplina y honor para la Policía Nacional”; decreto 354 del
11 de febrero de 1994 “Por el cual se reforma el reglamento de evaluación y
clasificación para la Policía Nacional”; decreto 352 de 11 de febrero de1994
“Por el cual se determina la estructura orgánica, objetivos y funciones del
Establecimiento Público encargado de la Seguridad Social y Bienestar para la
Policía Nacional y se dictan otras disposiciones” (Inssponal); decreto 353 del
11 de febrero de 1994 “Por el cual se modifica la Caja de Vivienda Militar y se
dictan otras disposiciones”, (por estar la Policía Nacional afiliada a dicho
Instituto).
Además de las reformas señaladas en los citados
decretos, se destacan otras dispuestas por la ley 062 así: mejores mecanismos de
interacción con la comunidad por intermedio de la Subdirección de Policía
Comunitaria; el establecimiento del nivel ejecutivo, reviviendo algunos grados
policiales que se ostentaban en el siglo XIX,
como los de comisario, agregando otros como los de subcomisario,
intendente, subintendente y patrullero, posteriormente se le agregó el de
intendente jefe, dentro de una carrera con duración de 25 años; para el control
interno de la Institución y la recepción y evaluación de quejas ciudadanas se
creó la figura del Comisionado Nacional para la Policía; se trató el tema de
los servicios de vigilancia privada, actividad de control que realizaba la
Policía y que pasó a la Superintendencia del ramo. La citada reforma fue
identificada como “Policía: Una nueva era”.
Consulta ciudadana
Para determinar qué pensaba y qué quería la
ciudadanía de su Policía y lo que experimentaba el policía ante su Institución,
se contrató la “Consulta Ciudadana” para la Ciudad de Bogotá, cuyos resultados
alertaron sobre la necesidad de emprender acciones, para lo cual se diseñó el
plan denominado:
Para hacer efectiva la nueva legislación policial y
llevarla a la práctica, así como para atender los requerimientos de la comunidad,
en 1995, la Dirección General conformó un equipo de trabajo especializado,
integrado por 20 personas, orientado a producir una renovación en el pensar, el
sentir y el actuar, para transformar el pensamiento del policía a favor de una
gestión efectiva que satisfaga las necesidades de la ciudadanía, mediante la
capacitación orientada a una nueva cultura del trabajo, bajo los parámetros del
sentido de pertenencia, solidaridad, mística, iniciativa y responsabilidad,
bajo el lema:” El cambio policial, un compromiso de todos”.
A través del proyecto Nueva cultura del trabajo, se
desarrolla la estructura orgánica de la Institución, mediante el decreto 2.158
del 1 de septiembre de 1997, se disolvió el Establecimiento público encargado
de la Seguridad Social y el Bienestar de la Policía (Inssponal) y se crean
las direcciones de Sanidad y Bienestar Social.
Por medio de la ley 180 del 13 de enero de 1995, se
creó esta dirección cuyo servicio siempre había existido en la organización
policial, pero que debido a la importancia de su misión, a su tecnificación,
incremento de actividades y a la multiplicidad de frentes que atendía en el
ámbito nacional se le dio la categoría de dirección.
Cambio
de
la Placa de identificación policial-1995
En el
año de 1995, siendo Director de la Policía Nacional el señor General Rosso José
Serrano Cadena, firma la Resolución No. 11187 del 19 de julio de 1995, por
medio de la cual se autoriza al personal de Nivel Ejecutivo, Suboficiales y
Agentes de la Policía Nacional el porte de la nueva placa de identificación
policial.
Se Crea la Dirección Antisecuestro y Extorsión-1998
En la segunda mitad de los años 90, se presentó el
exagerado incremento del secuestro y la extorsión, aberrantes delitos cometidos
no sólo por la delincuencia común y organizada sino por los grupos al margen de
la ley como las Farc, el Eln, el Epl y otros grupos disidentes, al igual que
por los grupos de autodefensa y del narcotráfico que lo utilizaron como
mecanismo básico de financiación o como instrumento de chantaje político e
intimidación. Estos delitos causan un grave impacto psicológico en los
individuos, las familias y la sociedad que viven con una permanente situación
de vulnerabilidad, a la vez que produce en el país el efecto adicional de ahuyentar
la inversión extranjera, razones suficientes para que se dispusiera la creación
de la Dirección Antisecuestro y Extorsión, mediante el decreto 864 del 11 de
mayo de 1998. Gracias a la eficiencia de esta dirección se ha logrado disminuir
paulatinamente estos flagelos.
Creación
Bloque de
Búsqueda Contra
el Contrabando-1996
En
1996 creó el Bloque de Búsqueda contra el Contrabando, cuyos resultados
sirvieron para crear la Dirección de Impuestos y Adunas Nacionales, el cargo de
Director Nacional de Aduanas, al mando de un Coronel de la Policía Nacional, lo
que mas tarde se convirtió en la Policía Fiscal y Aduanera.
.
Cómo
surgió Policía Comunitaria-1996
El
primer antecedente de la Policía Comunitaria en nuestro país surgió a partir de
una consulta ciudadana que realizó la Policía Metropolitana de Santa Fe de
Bogotá en 1996, cuyo objetivo era identificar las necesidades de la comunidad
con relación al servicio de Policía. Algunas de las conclusiones que arrojó
este estudio teniendo como base la opinión de la ciudadanía frente a este tema
fueron:
Mayor
presencia policial en las calles, organización de los barrios para trabajar
conjuntamente con la comunidad,
coordinación con la administración distrital en el desarrollo de acciones de
formación y participación ciudadana, concurso de las autoridades locales en la
solución de problemas de seguridad, asegurar que la Policía conozca la
problemática de cada localidad o barrio donde presta su servicio, integración
de la comunidad, prevención del delito, promoción de los programas
institucionales de participación ciudadana y fortalecimiento del rol policial
como educador cívico, que garantice confianza , solidaridad, amistad y mayor
acceso a la comunidad.
Creación
de la Fundación Corazón Verde-1998
La
Fundación Corazón Verde fue creada en 1998 por un grupo de empresarios
COLOMBIANOS que buscaban dar apoyo a viudas y huérfanos de
miembros de la Policía Nacional fallecidos en actos de servicio.
Durante
los años 90. aproximadamente mil policías eran asesinados al año
a manos de la delincuencia que imperaba en el país y los grupos al
margen de la ley.
Como
quiera que el estado no alcanzaba a satisfacer las necesidades de estas
familias y que gran parte de la sociedad ignoraba sus penalidades y
angustias, surgió Corazón Verde como una entidad privada encaminada a dar
amparo a esta comunidad de viudas y huérfanos que habían perdido a su padre y
esposo, arrebatado por actos de violencia. Ante la existencia de esta
desconcertante realidad, Corazón Verde se ha ido constituyendo en el soporte de
esas familias, a través de la atención psicológica y económica que
les brinda, para poder subsanar, en algo, la perdida que han
padecido.
En
los años más difíciles de la economía en la historia del país nace esta
Fundación cuyo capital fueron las ideas y la constancia.
La
Fundación Corazón Verde es una entidad sin ánimo de lucro cuyo propósito es
desarrollar iniciativas sociales que busquen mejorar integralmente la
calidad de vida de las viudas y huérfanos de la policía. Sus objetivos
primordiales son la educación, la vivienda y la asistencia psicológica.
Opera
en todo el territorio nacional y tiene cobertura hasta en los lugares más
apartados y desprotegidos de Colombia. Genera sus recursos
desarrollando proyectos innovadores y sostenibles, sin depender de
donaciones o contrataciones con entidades privadas y gubernamentales.
Cada proyecto
busca ser repetible y auto sostenible y se realiza en torno a
grandes eventos en el mundo del entretenimiento. Parte de una metodología en la
que se incluyen los intereses de los participantes de manera tal, que la meta
final se convierta en ganancia para todos. Desarrolla marcas propias que
generan credibilidad, reconocimiento y éxito.
Sus
actividades aportan a la ciudad eventos no tradicionales de muy alto
impacto, mejorando la calidad de vida de sus habitantes.La
Fundación Corazón Verde ha sido pionera en Colombia creando programas de arte
por una causa que generan recursos para proporcionar vivienda, educación y
bienestar a las viudas y huérfanos de la Policía Nacional.
Desde
el año 2001 ha desarrollado temporadas de arte en el espacio público.
En el
año 2001 “ARBORIZARTE - Una cosecha de arte por la paz”, en el año 2005
“ANIMARTE - El arte de transformar vidas”, en el año 2007 “EQUUS ARTE - Una
leyenda que construye esperanza” y este año 2009 lanza su IV temporada:
“FORMARTE - Siempre hay un lado mas”.
Estos
programas siguen un protocolo en el cual se realiza una gran convocatoria a los
artistas plásticos para que realicen obras de arte partiendo de un formato
predeterminado. La muestra se presenta en la Plaza de Bolívar y en los
diferentes espacios públicos de la ciudad para posteriormente subastar las
obras de arte con el apoyo de la casa Christie´s de
Nueva York.
Más
adelante, en un gran evento de presentan los múltiples de las obras originales
subastadas los cuales son comercializados generando una solidaridad colectiva,
en la que más de 2.500 personas han adquirido estas obras de arte apoyando los
fines de la Fundación.
Policía asume el control del
tránsito en la capital-1998
En 1998, la Policía Nacional asume el manejo
absoluto del tránsito en la capital de
la república; para tal evento contó con la asesoría de una comisión de
la Policía de Carabineros de Chile, integrada por el teniente coronel Nelson
Molina Fajardo y los capitanes Juan Carlos Segura, Alfredo Lagos Gana y Ramiro
Larraín Donado.
Plan
Estratégico de la Policía Nacional para 1998
En
1998 el gran reto propuesto por la Policía Nacional para el siglo XXI, era el
desarrollar la capacidad parea enfrentar el cambio y ser participe de él.
Para
asumirlo se propuso consolidar una especial condición para el aprendizaje,
tanto individual como organizacional, que le permitiera ser una institución
competitiva es decir, mantenerse con éxito en el entorno cambiante, aprendiendo
y desaprendiendo continuamente.
Por
lo tanto para ser competitiva, se requería además trabajar con calidad, pero
teniendo en cuenta que la cultura de la calidad en la Institución tenia
sentido, en la medida en que contribuyeran a la solución de los demás problemas
de la comunidad, los policías y la organización en general.
Todos
los esfuerzos al logro de la calidad integral, la cual solo se obtenía cuando
cada uno de sus integrantes la tienen dentro de sí, la comprenden y ponen
interés de trabajar por ella.
Uno
de esos factores para alcanzar este propósito era la existencia de una visión,
misión y valores corporativos claramente definidos y compartidos por cada unos
de sus miembros. Por ello se creo un plan estratégico que se constituyera en
una herramienta gerencial de la administración moderna, que concatena estos
principios con las políticas y metas institucionales, inyectándole un
ingrediente novedoso a la planeación por el enfoque de concertación y
direccionamiento que le imprime.
Por
lo tanto si se armonizaba el concepto de planeación con el de liderazgo se le daba a la Institución una dinámica de
propósitos comunes y de mejoramiento continuo.
Toma
de
la Guerrilla de la FARC a Departamento de Policía Mitú
1
noviembre de 1998
.
A las 4:45 AM aproximadamente,
cerca de 500 guerrilleros rodearon la población. Aproximadamente 1.500 hombres
de las FARC entraron a la capital del Vaupés fuertemente armados, lanzando
granadas y cilindros de gas cargados con explosivos en una población que al
momento contaba con cerca de 15 mil habitantes y solo 120 Policías para
defenderla al mando del Coronel Luis Mendieta. Las FARC coparon la población de
Mitú a las 4:30 de la tarde.
Con la dificultad de no poder
enviar refuerzos ni por tierra ni aire al general Fernando Tapias, entonces
comandante de las Fuerzas Militares de Colombia planeó pedir permiso a las
tropas vecinas brasileñas para pedirles que los dejaran abastecerse de combustible
allá y de esa forma llegaron por vía aérea a Mitú. El contra-ataque sorprendió
a los guerrilleros y según reportes sin confirmar, cerca de 800 subversivos de
las FARC murieron.
Las
FARC acabaron casi con la totalidad de las casas, la estación de Policía, la Registraduria, los
juzgados, las sedes de Telecom y la Caja Agraria, los ranchos, el parque, entre
otras estructuras. El gobierno ha reportado 17 muertos y 45 secuestrados
miembros de la Fuerza Pública.
La
toma perduró por 72 horas en las que el Gobierno no pudo enviar apoyos porque
la guerrilla había destruido la pista aérea de aterrizaje, y a esa zona no hay
acceso por tierra ya que se encuentra en medio de una tupida selva y remota con
relación al resto de centros urbanos.
Al
día siguiente del ataque, las FARC se llevaron por vía fluvial a 45 uniformados
que incluyeron en la lista de los llamados "canjeables", con los que
aun chantajean al Gobierno.
El 3 de
noviembre, 48 horas después del ataque, las Fuerzas Militares interceptaron una
comunicación en la que alias "Mono Jojoy", entregaba un "parte de
guerra" a todos los frentes. En la comunicación el guerrillero informó
acerca de los Policías muertos y retenidos durante la incursión, el botín
saqueado de la sucursal de la Caja Agraria y las bajas en los frentes
subversivos, mientras cerraba la comunicación con la frase: "Compañeros:
el mando central de la organización quiere recordarles a todos que estamos en
guerra y seguiremos en guerra.
Nada, ni
nadie, puede distraer nuestra actividad. Nosotros continuamos en posición de
combate". Tres semanas después de la toma, el gobierno del entonces
presidente Andrés Pastrana decretó la zona de distensión en San Vicente del Caguán. El
ataque a Mitú fue el primer y único ataque directo a una capital colombiana por
parte de las FARC.
General
Luis Ernesto Gilibert Vargas nieto del comisario Juan María Marcelino Gilibert
, nuevo director de la policía-2000
Nació
en Bogotá, ingresó a la Escuela de Cadetes General Santander el 1 de febrero de
1964; ascendió a subteniente el 16 de mayo de 1966, sus primeros cargos como
comándate los ocupó en la Sección de Vigilancia de la Cuarta y Decima Estación de Policía Bogotá, jefe de las subsecciones
del F2 y F3 de la época, subestación el Rodadero (Santa Marta), jefe de la
sección legislativa de la Policía
Bogotá, de la unidad de estupefacientes, administrador de la clínica de la
Policía, subcomandante de Antinarcóticos.
En el
grado de Teniente Coronel, ocupo en subcomando de Departamento de Policía
Cundinamarca, fue coordinador de la Policía ante el Congreso de la República y
de la Policía Portuaria.
Durante
su carrera policial ocupo cargos relevantes como fueron: comandante de la Sajín
en el Departamento de Policía Norte de Santander, Subdirector de Antinarcóticos, Director Docente, comandante del Departamento
de Policía Valle, de la Policía
Metropolitana del Valle de Aburra y Bogotá, jefe de la Oficina de Planeación de
la Dirección General, Director Operativo, Subdirector General y Director General de la Policía Nacional.
El 23
de julio de 2001 , el General Luis Ernesto Gilibert Vargas se posesionó ante el
entonces presidente de la República Andrés Pastrana Arango, a continuar con un legado que había dejado su
abuelo, Juan María Marcelino Gilibert Laforgue, 125 años
atrás. Aunque no conoció a su abuelo, ni a su padre Louis, la herencia de
sangre influyó en el General Gilibert a la hora de tomar decisiones sobre su
destino.
Acuerdo Humanitario-Liberación de Policías y Militares secuestrados-2001
A mediados
del 2001, Colombia cerro parcialmente las paginas de uno de los más crudos
capítulos de violencia escritos en cerca de veinte tomas y asaltos de las
guerrillas de las FARC. Este nuevo aire lo permitió el desarrollo del acuerdo
humanitario firmado por el gobierno del presidente Andrés Pastrana Arango y las
FARC en junio 2 de 2001, el cual culminó el 30 de junio del mismo año con la
liberación de 62 uniformados en Antioquia y Córdoba.
La
liberación es ese año en el marco del acuerdo humanitario se presentaron así:
liberación en Planadas (Tolima) del
Coronel Álvaro León Acosta y tres de sus hombres que cayeron después de ser
derribado el helicóptero en el que se desplazaban; junio 16 y 17, fueron liberados 55
uniformados entre soldados y Policías en Caquetá, Antioquia, Boyacá y Cesar.
En
junio 28 en el departamento del Meta recobraron la libertad 242 hombres, tanto
del Ejercito como de la Policía Nacional, dos días después, 52 uniformados más
son entregados ante una comisión especial en Antioquia y Córdoba. Durante su
gestión le correspondió asumir la organización para esquema de seguridad de la
Copa América, certamen que colmó la atención de todo el continente.
Policía Comunitaria
Empezando el siglo XXI la Policía orientó su
esfuerzo hacia una política de acercamiento a la comunidad, mediante la
creación de un modelo de Policía Comunitaria, con el fin de implementar un
sistema de seguridad, cultura ciudadana y de libertades públicas en el marco de
la concepción de seguridad democrática. Una de las metas establecidas para el
año 2005, fue el incremento en un 10% de los Frentes de Seguridad Local,
Escuelas de Seguridad, Red de Cooperantes y planes comunitarios.
Las Fuerzas Militares y La
Policía Nacional
En
cumplimiento de los fines del Estado y en especial el relacionado con el
mantenimiento del orden público que le corresponde a la Policía, ésta ha tenido durante todas las épocas un
aliado cercano y comprometido: las Fuerzas Militares de Colombia, quienes en
forma heroica han cooperado para el
cumplimiento de la misión policial. Son innumerables y permanentes las
acciones de apoyo y de auxilio que la Policía ha recibido a través de los años. En igual forma, la Policía Nacional, con espíritu patriótico
ha prestado una eficaz ayuda a las Fuerzas Militares en el conflicto
internacional con el Perú, en la Guerra
de los Mil Días y en la lucha contra la subversión durante las últimas cinco
décadas. Hoy más que nunca el Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza
Aérea Colombiana, cada uno desde su campo de acción dan lo mejor de sí en
respaldo de la tarea policial. Esta unión, este compromiso, esta solidaridad y
mancomunado trabajo de la Fuerza Pública se han convertido en el principal
soporte de la seguridad democrática y en la esperanza del pueblo colombiano.
Llaman
de la reserva a un general para que
asuma como director de la policía -2002
El
General Teodoro Campo Gómez fue nombrado como Director de la Policía Nacional
por el Presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez.
El
Presidente firmó los decretos 1855 y 1856 del 14 de agosto de 2002 luego de una
reunión entre la ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez y la cúpula de la
Policía que aceptó, sin ninguna excepción ni reserva, el nombramiento del
General (r) Teodoro Ricaurte Campo
Gómez.
"Todos
ellos coincidieron en que el General Campo es un Policía y un patriota que
tendrá sin duda todo el liderazgo para unir a la institución, trabajar con
ellos y hacer los ajustes necesarios para asegurarnos de que la Policía sea la
institución que brinda a todos los colombianos la más absoluta seguridad y
tranquilidad", afirmó la Ministra.
Para
reincorporar al General, la cúpula de la Policía, lo llamará de nuevo al
servicio, para que de esta manera asuma la dirección de la Institución.
"Se
hará en la Policía lo mismo que se está haciendo con las Fuerzas Armadas,
evaluar con cada uno de los comandantes quiénes serán las personas que
integrarán su equipo y en el caso de la Policía se hará tan pronto esté el
General Campo en ejercicio de sus funciones como director", concluyó la
Ministra de Defensa.
La Policía Nacional en el Siglo XXI, sus retos y estrategias
Misión de la Policía. Es bien
sabido que el fin primordial de la
Policía Nacional es el de garantizar el libre ejercicio de los derechos y
libertades públicas y asegurar que los habitantes de Colombia convivan en paz
(Art. 218 C.N.), ordenamiento constitucional que obliga a que todos los
habitantes del país reciban la misma
protección por parte de la Policía Nacional, previniendo el delito, reduciendo
la criminalidad común y desmantelando las orga-nizaciones terroristas y del
narcotráfico.
Desde el año 2002, durante la presidencia del
doctor Álvaro Uribe Vélez, se puede afirmar que la situación del país y
especialmente de la Policía han venido cambiando paulatinamente, por el gran
apoyo recibido del Gobierno y de las Fuerzas Militares, concretado en la
decisión política de fortalecerla en personal, medios y tecnología.
Seguridad Ciudadana. La
recuperación de la seguridad ciudadana es el punto neurálgico en que el
gobierno ha puesto todo su empeño. Se debe partir de la premisa de que la
seguridad no se alcanza sólo con el trabajo de la Fuerza Pública; debe ser un
esfuerzo de todo el Estado, de todos los colombianos, apoyada en la solidaridad
ciudadana, en el imperio de la ley y en el respeto de los derechos humanos.
Desde el punto de vista policial son numerosos los
factores que inciden en la seguridad ciudadana por cuanto no es solamente la
delincuencia organizada con sus grandes tentáculos, sino también la
delincuencia común y conductas menores que afectan la vida en comunidad. Para
efectos de este estudio centraremos la atención en las amenazas que ofrecen peligro a la democracia
colombiana y que han sido motivos de profundos estudios y grandes debates.
· El
terrorismo
· El
negocio de las drogas ilícitas
· Las
finanzas ilícitas
· El
tráfico de armas, municiones y explosivos
· El
secuestro y la extorsión
· El
homicidio
Imperativos Estratégicos
La Policía, para enfrentar estas delicadas y serias
amenazas, ha considerado como imperativos estratégicos los que tienen que ver
con la cobertura del servicio policial, la transparencia y la efectividad, la
oportunidad y calidad del servicio, la participación ciudadana, la coordinación
interinstitucional y el desarrollo integral del policía.
Metas institucionales 2003-2006
- Llevar la Policía Nacional a los 157 municipios donde no tenía presencia. Plan que se ha venido cumpliendo estrictamente.
- Ampliar el patrullaje en las zonas rurales mediante la creación de 62 nuevos escuadrones móviles de Carabineros.
- Construir 71 estaciones rurales fortificadas para contribuir al plan de soberanía en las fronteras colombianas.
- Fortalecer la Policía de Carreteras con incremento de 8.018 efectivos y con el cubrimiento de 11.218 kilómetros más.
- Fortalecer la capacidad técnica de la Policía Judicial en todos los departamentos.
- Coordinar planes de seguridad en las ciudades y reforzar el cuerpo de Policía con 10.000 patrulleros efectivos y 10.000 auxiliares regulares.
- Elaborar planes de seguridad local participativos y ampliar los frentes de seguridad local, hasta llegar a un total de tres millones de personas en diciembre de 2006.
- Promover el trabajo y la colaboración de la Policía Cívica.
- Construir redes de cooperación ciudadana para prevenir el terrorismo a través de un trabajo de acercamiento a la comunidad, a las empresas, al comercio y demás instituciones del Estado.
Las metas señaladas se encuentran en avanzado grado
de cumplimiento y existe el compromiso firme del mando institucional y la
irrevocable decisión de los policías de Colombia que, apoyados por el Gobierno
Nacional y la solidaridad ciudadana, en un futuro no lejano lograrán los
anhelados resultados que conlleven el
disfrute de la tranquilidad y la paz
Fortalecimiento de la
Inteligencia Policial
Con el convencimiento de que el éxito de las operaciones depende de
una adecuada y oportuna información, la Dirección Central de Inteligencia de la
Policía Nacional propenderá por le
reforzamiento de la profesionalización de sus integrantes, por el mutuo apoyo e
integración con las agencias de información del Estado para la producción y
análisis de la inteligencia estratégica y táctica.El trabajo de
contrainteligencia deberá proteger la capacidad técnica, el desarrollo
tecnológico y la seguridad financiera.
La prevención proactiva
El año 2004, se destaca por la política
institucional de la prevención, como la función más importante en relación con
el resto de funciones que le corresponden a la Policía, prevención que, lejos de ser una actitud pasiva, ha
pasado a ser una presencia
proactiva para enfrentar las amenazas,
aprovechar las oportunidades, disminuir las debilidades y potenciar las
fortalezas, anticipándose a cualquier hecho que pueda perturbar la convivencia.
Departamentos y Municipios
Seguros
El acercamiento e integración a las autoridades
civiles, gobernadores y alcaldes, así como la exigencia de la obligación
constitucional y legal de responder por el orden público policial que les
corresponde, es otro importante objetivo que ha llevado a la ejecución del plan
“Departamentos y Municipios Seguros”, que se inició en el año 2004.
Convenios internacionales
Cada vez son mayores y mejores las relaciones
internacionales que ha emprendido el gobierno en materia de Policía. La
historia nos remite al mismo momento en que nació la Policía, organizada por el
comisario francés Marcelino Gilibert en 1891, y a las posteriores misiones
españolas, francesas, argentina, chilena, norteamericana e inglesa que
asesoraron a la Policía colombiana. Debido al auge del narcotráfico y el
terrorismo que se ha internacionalizado e incrementado, en la actualidad, Colombia
tiene la presencia de más de 30 agencias policiales, aduaneras y de
inteligencia que trabajan con la Policía Nacional en la lucha contra todas las
manifestaciones del delito y para incrementar la cooperación internacional, a
su vez, la Policía Nacional envía a
diferentes países a sus oficiales como agregados a las embajadas colombianas y
suboficiales adjuntos para coordinar la investigación de los delitos
transnacionales. En el año 2004, se firmó un acuerdo de cooperación entre la
Policía colombiana y los países miembros de la Unión Europea para prevenir,
detectar e investigar el crimen internacional.
Sistema Penal Acusatorio
Con la aprobación del Código de Procedimiento Penal
Colombiano que empezó a regir en enero de 2005, la Policía Nacional fortaleció
la Facultad de Investigación Criminal, tanto en medios técnicos y científicos
como en la parte docente; incrementó el personal de Policía judicial y
especializó y aumentó considerablemente el número de efectivos de la Policía
judicial para coadyuvar, como siempre lo ha hecho, desde el siglo XVIII, con la
administración de justicia y en este caso, con el nuevo Sistema Penal
Acusatorio y el juicio oral que se implantó en el país.
Políticas institucionales año
2005
Se sintetizan en los siguientes puntos, advirtiendo
que cada una tiene un desarrollo lógico, claro y armónico. (Tomado de la
Revista de la Policía Nacional número 262).
- Articulación
permanente del pensamiento del mando institucional, con las acciones de
base, tarea fundamental de los comandantes y directores de escuela.
- Construcción
colectiva de los planes de seguridad local y regional, porque la
ciudadanía es un elemento primordial en la definición de la convivencia y
la seguridad.
- Cimentar
el sistema de seguridad comunitaria que propende por la inserción real de
la Policía con las autoridades territoriales, los habitantes de la zona y
los sectores empresariales.
- Mayor
compromiso de las unidades para hacer cumplir las normas del Código de
Policía y el de tránsito.
- Armónica
relación funcional entre las regiones de Policía, los comandos de
departamento y los grupos especializados.
- Búsqueda
de mejores niveles de convivencia y seguridad.
- Atacar la
fenomenología del delito desde sus raíces y de esta manera limitar la
capacidad desestabilizadora de los delincuentes.
- Cerrar
espacios a la subversión en los procesos de reclutamiento y
adoctrinamiento de jóvenes en las comunidades marginales.
- Desarrollo
humano integral del personal, por ser determinante el bienestar para
alcanzar las metas institucionales.
- Equidad y
objetividad en el otorgamiento de estímulos, en las evaluaciones y la
asignación de responsabilidades.
- Relaciones
humanas que permitan un trato con equidad a nivel interno y externo, que
respete los derechos, la dignidad y facilite la integración.
- Medidas
ágiles y contundentes contra todo integrante de la Institución que esté
cuestionado, tanto en su moralidad y ética como en el profesionalismo y
compromiso para cumplir sus funciones.
- Consolidación
de la vocación y del compromiso para que todas las actuaciones sean en pro
del beneficio institucional.
Con estas políticas se espera el afianzamiento de
la Policía Nacional de Colombia en el ámbito nacional e internacional,
mostrándola como una institución baluarte de la seguridad democrática
fundamentada en al ética, la mística y el profesionalismo en el ejercicio de
sus actuaciones.
Plan Estratégico
La Policía dentro del Plan Estratégico, denominó el
año 2005 como el de la consolidación de los resultados; se trata de un
compromiso de la Institución con el gobierno nacional y el país, en el que
todas las direcciones y comandos, escuelas, jefaturas y dependencias de la
Institución tienen responsabilidades concretas para el cumplimiento de las
metas y los planes de acción trazados para el mejoramiento permanente de las
condiciones de seguridad del país; en su desarrollo actualizó:
Misión institucional: Contribuir a
la satisfacción de las necesidades de seguridad y tranquilidad públicas,
mediante un efectivo servicio fundamentado en la prevención, investigación y
control de delitos y contravenciones, generando una cultura de solidaridad, que
permita a los habitantes de Colombia
convivir en paz.
Visión Institucional: La Policía
Nacional de Colombia será una Institución confiable, competente y sólida;
sustentada en el profesionalismo, motivación y comportamiento ético de sus
hombres y en los avances tecnológicos, e integrada con la comunidad en la
construcción de una convivencia solidaria, pacifista y segura.
Valores institucionales: Honestidad,
lealtad, respeto, justicia, tolerancia, responsabilidad y vocación de servicio.
El Plan Estratégico Institucional, determinó los
siguientes propósitos:
Primero: Garantizar la
cobertura nacional del servicio de policía, para lograr la presencia de la
Policía Nacional en las cabeceras municipales y sitios estratégicos del país.
Segundo: Mejorar la
oportunidad y calidad del servicio policial, para incrementar su efectividad y
la satisfacción ciudadana.
Tercero: Generar una
cultura de solidaridad y participación ciudadana, para lograr la vinculación
efectiva de la comunidad en las estratégicas institucionales en busca del
mejoramiento de las condiciones de seguridad y convivencia ciudadana.
Cuarto: Contribuir a
la potenciación de la coordinación y cooperación entre las instituciones que
trabajan para la seguridad y convivencia ciudadana, con el fin de incrementar
el número de acciones de cooperación inter-institucional orientadas al
mejoramiento de las condiciones de seguridad y convivencia ciudadana, mediante
la realización de convenios y alianzas de cooperación, entre muchas otras
acciones.
Quinto: Generar
desarrollo y satisfacción de la comunidad policial, para fortalecer el sistema
educativo policial, consolidar el sistema de gestión humana en la Policía
Nacional y desarrollar la política y lineamientos de la cultura de la
legalidad.
Sexto: Asegurar la
transparencia y efectividad en la administración de los recursos asignados a la
Policía Nacional.
Creación
de las Regiones de Policía-2004
El
Director General de la Policía en atención a las competencias otorgadas por el
Decreto 1512
del 11 de agosto de 2000, dispuso
mediante la Resolución 03257 del 16 de diciembre de 2004 crear ocho regiones de
policía para organizar
los Departamentos de Policía y Policías Metropolitanas requeridos para el
desarrollo de su misión constitucional.
Que la
implementación y funcionamiento de las Regiones de Policía, permitirá optimizar
los recursos que poseen las Policías Metropolitanas y los Departamentos de
Policía, a través de apoyos con medios humanos y logísticos de acuerdo a las
necesidades, aspecto que mejora la operatividad por la flexibilidad para
planear y ejecutar operaciones de gran magnitud tendiente a la desarticulación
de organizaciones terroristas, delincuencia organizada y común.
Las Regiones de Policía que empiezan a concretarse
a partir del segundo semestre de 2004,
obedecen a una vieja concepción y aspiración del mando institucional para
hacer más eficiente y oportuna la acción de la Policía, de acuerdo con
la idiosincrasia, la cultura y las necesidades reales de cada región del país,
así como para optimizar los recursos humanos y logísticos en favor de la
operatividad policial.
Las regiones en que se ha dividido territorialmente
el país son ocho, con ellas se busca la descentralización, desconcentración y
flexibilización para hacer más funcionales y coherentes los servicios y las
operaciones policiales.
La cobertura de las Regiones de Policía comprende
todo el territorio nacional e involucraba en ese momento a
3 policías metropolitanas, 32
departamentos de Policía, 182 distritos, 113 unidades del Plan Estratégico
Vial, 1.338 estaciones, 379 CAI y abarca 1.099 municipios con servicio de
policía.
Región No.1. Bogotá.
Comprende: La Policía Metropolitana con sus tres departamentos: Tisquesusa,
Bacatá y Tequendama, (hoy comandos operativos uno, dos y tres) y los
departamentos de Policía Boyacá y Cundinamarca.
Región No. 2. Neiva. Comprende:
Los departamentos de Policía Huila, Tolima, Caquetá y Putumayo.
Región No. 3. Pereira. Comprende:
Los departamentos de Policía de Risaralda, Caldas, Quindío y los distritos
del norte del Valle, Sevilla, Roldanillo
y Cartago.
Región No. 4. Cali.
Comprende: La Policía Metropolitana de Cali, los departamentos de Policía
Valle, Cauca y Nariño.
Región No. 5. Cúcuta.
Comprende: Los departamentos de Policía Santander, Norte de Santander, Cesar y
Arauca
Región No. 6. Medellín.
Comprende: La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá y los departamentos de
Policía Antioquia, Chocó, Córdoba y Urabá
Región No. 7. Villavicencio. Comprende: Los
departamentos de Policía Meta, Casanare, Amazonas, Guainía, Guaviare y Vichada.
Región No. 8. Barranquilla. Comprende: Los
departamentos de Policía Atlántico, Bolívar, Magdalena, Guajira, Sucre y San Andrés y Providencia.
Cada una de estas regiones de Policía está a cargo
de un oficial general de la Policía, quien dirige sus esfuerzos a la ejecución
de operaciones de tipo estratégico y táctico, sobre objetivos perfectamente
definidos, con la facultad de movilizar todos los recursos de personal y
logística de los departamentos y unidades que comprenden la región.
Lo anteriormente expuesto, es un breve y apretado
resumen de los principales hechos y actividades de la Policía Nacional a través
de su historia y de las estrategias que ha venido utilizando en todos los
tiempos, para combatir la criminalidad y la delincuencia, en busca del libre
ejercicio de los derechos y libertades para el desarrollo tranquilo y pacífico
de la vida en comunidad.
Departamentos
y
Municipios Seguros-2004
En
febrero de 2004 la Policía solicitó a los gobernadores y alcaldes del país una
reunión para un acercamiento. Los
resultados de un estudio hecho por la policía arrojaron la existencia de una especie
de divorcio entre el alcalde y el comandante de la Policía de cada localidad y
entre el gobernador y el comandante del Departamento de Policía, cuando para la
Institución está muy
claro que la primera autoridad civil del lugar es el encargado de la seguridad
ciudadana y jefe de la Policía.
Se
vislumbró que
cada quien iba por su lado a pesar del interés mutuo por la seguridad
ciudadana. Entonces surgió la idea de formar una sinergia porque
era la única forma de trabajar conjuntamente por la sociedad y ayudar a los
alcaldes y gobernadores a que cumplieran las promesas de seguridad que hicieron
en sus campañas.
Se
les propuso hacer parte
de sus gabinetes departamentales y municipales porque nadie mejor que el
comandante de la Policía, que conoce los problemas de todo orden de su
jurisdicción, para ser un asesor permanente y trabajar con ellos. Y así
fue como surgió el programa Departamentos y Municipios Seguros, DMS.
Departamentos
y Municipios Seguros es un programa liderado por la Policía Nacional y el
Ministerio de Interior y Justicia. Estas instituciones convocaron al Programa
Colombia de la Universidad de Georgetown, financiado por la Agencia de los
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, (USAID) para apoyar el diseño,
ejecución y cofinanciación del mismo..
Nueva
Estructura Orgánica para la Policía Nacional-2006
Mediante el Decreto 4222 del 23
noviembre de 2006, el cual se modificó parcialmente la estructura orgánica del
Ministerio de Defensa
Nacional,
y en el cual se definió la nueva Estructura de
la Policía Nacional,
así:
Dirección General de la Policía
Nacional de Colombia
Subdirección General
Dirección de Seguridad Ciudadana
Dirección de Carabineros y
Seguridad Rural
Dirección de Investigación Criminal
Dirección de Inteligencia Policial
Dirección de Antinarcóticos
Dirección de Protección y Servicios
Especiales
Dirección Antisecuestro y
Antiextorsión
Dirección de Tránsito y Transporte
Dirección Nacional de Escuelas
Dirección Administrativa y
Financiera
Dirección de Talento Humano
Dirección de Sanidad
Dirección de Bienestar Social
Dirección de Incorporación
Inspección General
Oficina de Planeación
Secretaria General
Oficina de Telemática
Oficina de Comunicaciones
Estratégicas
Certificación
ICONTEC para la Policía Nacional- Noviembre de
2009
El pasado
5 de noviembre de 2009, en el marco de la celebración del centésimo decimo
octavo (118) aniversario de su creación, realizada en el Escuela de Cadetes de
Policía “General Santander”, el doctor Fabio Tabón Londoño, Director Ejecutivo
del Instituto Nacional de Normas Técnicas
(ICONTEC), entregó al señor Presidente de la República Álvaro Uribe
Vélez, 27 certificaciones de calidad bajo los estándares de las normas NTCG
1000:2004 e ISO 9001:2008 para la totalidad de los procesos, procedimientos,
productos y servicios que presta y entrega la Institución a la Comunidad.
El
Instituto Nacional de Normas Técnicas
(ICONTEC), otorgo a la Policía Nacional 27 certificaciones que, en
conjunto, constituyen un alcance único dentro de las instituciones del Estado,
comparable solo con los sistemas de gestión de la grandes multinacionales.
Policía
Nacional de Colombia en Haití-2009
Salida
del Contingente de Oficiales,
Suboficiales, Miembros del Nivel Ejecutivo y Agentes de la Policía Nacional que
integran la comisión de estabilización de las Naciones Unidas en Haití
(MISUSTAH).
Por
primera vez en Colombia una mujer alcanza el grado de Brigadier
General-2009
Con
la presencia del presidente de los colombianos, Álvaro Uribe Vélez, el jefe (e)
de la Cartera de Defensa, General Freddy Padilla de León, los altos mandos de
la Institución en cabeza del Director General de la Policía Nacional, Mayor
General Óscar Adolfo Naranjo Trujillo, representantes del cuerpo diplomático,
autoridades civiles, militares y eclesiásticas, el Gobierno Nacional ascendió a cuatro Coroneles de la Institución al grado de Brigadier General, entre
ellos a la coronel
Luz Marina
Bustos Castañeda, quien se convierte en la primera mujer en alcanzar ese grado
en
Colombia.
FARC
entregar restos del Mayor de la policial Julián Ernesto Guevara-
2010
El
jueves 1
de abril del 2010,
las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) hicieron la devolución
del cadáver del policía Julián Ernesto Guevara (en la fotografía su madre
sostiene su retrato), que muriera en 2006 en la selva, por una enfermedad
adquirida durante el cautiverio impuesto por la guerrilla desde 1998, cuando
fuera tomado rehén, tras un ataque rebelde en Mitú, poblado colombiano,
fronterizo con Brasil.
Nuevo
reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y distintivos para la
Policía Nacional-2009
El
señor Mayor General Oscar Adolfo Naranjo Trujillo, Director General de la
Policía Nacional mediante Resolución No. 3373 del 26 de octubre de 2009,
expidió el Nuevo reglamento de uniformes, insignias, condecoraciones y
distintivos para la Policía Nacional.
NECESIDAD
DE UNA NUEVA PLACA POLICIAL-2009
Mediante
la Resolución No.
3373 del 26 de octubre de 2009, por la cual se aprueba el Nuevo Reglamento de
Uniformes, Insignias, Condecoraciones y
Distintivos para la Policía Nacional, la cual en su articulo 101 determina que
el uso de la placa de identificación policial, será para los miembros del Nivel
Ejecutivo, Suboficiales y Agentes.
Con la
entrada en vigencia del nuevo
reglamentos de uniformes, la Policía Nacional autorizó el cambio de la Placa de
identificación policial para lo cual se adquirieron inicialmente 6.000 placas
que permitirían hacer una prueba piloto en diferentes unidades del país, para
verificar especialmente la funcionalidad del chip RFID.
El diseño
de la placa de identificación policial ha sido desarrollado por la Dirección de
Talento Humano de la Policía Nacional, está compuesta por un gran sol central
en cuyo corazón (núcleo o centro) está el blasón de la Policía Nacional de
Colombia, sobre una estrella de cinco puntas y éste rodeado de un aro de
esmalte sinople, desde el centro del gran sol
parten unos rayos de luz en todas las direcciones, que reflejan la forma
como se irradia hacia todo el país la luz de seguridad, tranquilidad y convivencia que brinda el policía, cuando
con su servicio ofrece cobertura en todo el territorio nacional.
El escudo
de la República de Colombia fundido con la estrella de la Policía Nacional,
representa la unión que existe entre la sociedad, autoridades y Policía, como
el gran trinomio responsable de mantener las condiciones necesarias para el
ejercicio de los derechos y la contribución a la convivencia pacífica en
búsqueda de un país prospero y en paz.
El escudo
con la estrella de la Policía Nacional, está rodeado de un aro de esmalte
sinople (verde) que simboliza el origen de la tierra colombiana, protegida en
una sola unión por una cadena de esferas unidas entre sí, como representación
de la poderosa fuerza de una sociedad unida con su policía.
Sobre
este gran poder se encuentra en la cimera (o parte superior) nuestro Cóndor,
ave nacional colombiana que con sus alas abiertas representa la libertad y
soberanía, la posición de su cuello
indica la constante vigilancia que deben recibir todos los lugares de la
Nación, porta una cinta también sinople que dice REPÚBLICA DE COLOMBIA, la cual
simboliza la libertad y soberanía de la nación.
La
placa de color dorado representa la nobleza, la magnanimidad, la riqueza, el
poder, la luz, la constancia, la transparencia y la sabiduría de los hombres y
mujeres de la Policía Nacional.
Un hecho
trascendental en el uso de la nueva placa se dio en el mes de enero de 2011,
cuando el señor General OSCAR ADOLFO NARANJO TRUJILLO Director General de la
Policía Nacional, firma la Resolución No. 00042 del 13 de enero de 2011, por la
cual se modifica y adiciona la Resolución No. 03372 del 28 de octubre de 2009
"Reglamento de Uniformes, Insignias, Condecoraciones y Distintivos para la
Policía Nacional", Precepto a través del cual ordena implementar el uso de
una nueva placa de identificación policial para Oficiales, miembros del Nivel
Ejecutivo, Suboficiales y Agentes de la Policía Nacional.
Por
lo tanto, se puede decir que la Resolución No. 00042 del 13 de enero de 2011,
parte en dos la historia del uso de la placa policial, la primera etapa (desde 1891 a 2011) donde se
determina que el porte de la placa solo lo haría el personal subalterno y base
de la Institución y otra etapa ( a partir de 2011) donde hace extensivo su uso
al personal Directivo (Oficiales en todos sus grados).
Sin
embargo es importante hacer énfasis que en el articulo 1 y 2 de la citada
Resolución se clarifican las categorías y los uniformes en que se debe utilizar
la placa de identificación policial, tanto para Oficiales como para miembros del Nivel Ejecutivo, Suboficiales y
Agentes de la Policía Nacional.
La
Oficina Central Nacional OCN INTERPOL COLOMBIA
pasa a
hacer parte de la Policía Nacional-2010
Mediante
Decreto No.216 del 28 de enero de 2010, se crea en la estructura de la Policía
Nacional de Colombia la Oficina Central Nacional OCN INTERPOL.
Operación
Camaleón-
2010
Operación
Camaleón fue una operación militar conjunta de las Fuerzas Militares de
Colombia el 13 y 14 de junio de 2010 cuyo objetivo fue el rescate de cuatro
secuestrados en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia. Los rescatados fueron el general de la Policía Nacional de Colombia
Luis Mendieta, el coronel Enrique Murillo, el coronel William Donato y el
sargento del Ejército de Colombia Arbey Delgado. La operación se llevó a
cabo en al sureste de la población de Calamar, una zona selvática donde nace el
río Inírida, en el departamento de Guaviare, a 28 kilómetros de distancia de
donde tuvo lugar la Operación Jaque que rescató a otros 15 secuestrados en el
2008.
Tras
el éxito de la operación el gobierno colombiano anunció que recompensaría con
$2.500 millones de pesos (Aprox. $1 millón de dólares) a quienes dieron la
información que contribuyó a que se llevara a cabo la operación.
Sectores
de la oposición al gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe, aseguraron
que la Operación Camaleón fue pensada para influenciar la segunda vuelta
presidencial, lo cual fue desmentido por el mismo Uribe.
Rescatados:
Luis
Mendieta. Secuestrado en la Toma de Mitú el 1 de noviembre de 1998.
Enrique
Murillo. Secuestrado en la Toma de Mitú el 1 de noviembre de 1998.
William
Donato. Secuestrado en la Toma de Miraflores el 3 de agosto de 1998.
Arbey
Delgado. Secuestrado en la Toma de Miraflores el 3 de agosto de 1998.
Director
de la Policía Nacional nombrado mejor Policía del Mundo-2010
Con ocasión de la Asamblea
número 117 de la Asociación Internacional de Jefes de Policía (IACP- por sus
siglas en inglés), la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas
de Estados Unidos DEA, ha nombrado al Director de la Policía Nacional
señor Mayor General Óscar Adolfo Naranjo Trujillo, Agente Especial Honorario de
esa organización. Como parte de su designación, recibió una placa y una medalla
de reconocimiento de manos de la administradora general de la DEA, Michele M. Leonhart.
Primer General de Cuatro Estrellas de la Policía Nacional-2010
Con
la presencia del Presidente de los colombianos, doctor Juan Manuel Santos
Calderón, el jefe de la Cartera de Defensa, doctor Rodrigo Rivera Salazar, al
igual que el Alto Mando Policial, representantes del cuerpo diplomático,
autoridades civiles, militares y eclesiásticas; el Gobierno
Nacional ascendió al Director General de la Policía Nacional, Mayor
General Óscar Naranjo Trujillo, al grado de General.
Se le
impuso la cuarta estrella que le distingue con el nuevo grado de General, al
Mayor General Óscar Naranjo Trujillo, quien egresó como Subteniente el 19 de
mayo de 1978 y su trayectoria policial le ha merecido el Premio Portafolio 2008
a la Gestión Gerencial, uno de los cuatro colombianos premiados en la octava
entrega de los Poder Business Awards, en
asocio con la Fundación abc* y
le fue otorgado el galardón como el Mejor Policía del Mundo por la Asociación
Internacional de Policías, entre otros.
Lanzamiento
del Plan
Nacional de Vigilancia Comunitaria-2010
Etapas
de evolución del Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria-2010
El
concepto de un plan estratégico es un documento en el que se refleja las
estrategias de
una Institución, durante un periodo de tiempo, y unas de las principales estrategias
que ha
utilizado la Policía Nacional de Colombia en años anteriores era atender los
casos de
una forma de reacción más no preventivos o proactivas, con el fin de dar
respuesta frente
a un hecho o caso que se presentara.
En 1993
comienzan los
programas para
acercarse a la comunidad como fue Participación Comunitaria (PARCO),
en 2006
inicia la vigilancia comunitaria (VICOM), en el
año 2010, con el Plan Nacional de
Vigilancia Comunitaria
por Cuadrantes (PNVCC)
y
en año 2013 para terminar con el
Modelo de
Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes (MNVCC).
La
Policía Nacional ha realizado un acelerada transformación donde se reaccionaba
para atender
un caso, y cambiar al PNVCC basándose en la prevención, control de
delitos y
contravenciones, disuasión y educación ciudadana y convivencia, actualmente
su estilo
de trabajo es lo preventivo y proactivo, haciéndose necesarios ajustes en las
competencias,
procedimientos, cultura y en la parte tecnológica de la Institución.
Estos
cambios pudieron ocasionar desorganización, lentitud, ansiedad, rapidez,
competitividad táctica,
mejora del servicio, trabajo en equipo, excelente toma de
decisiones,
mayor eficiencia en las actividades organizacionales de la Policía Nacional, lo
que sí
es cierto es que esta estrategia demostró la reducción de los delitos y
promovió la
prestación de
un servicio de Policía encaminado a las problemáticas que más afectan a la ciudadanía.
El PNVCC
se inició en Bogotá en tres CAI:
La Gaitana en
la Estación Suba, El Virrey
en Chapinero
y Lucero Bajo, en Ciudad Bolívar, donde se desplegó en diferentes
ciudades y
distritos de Colombia.
El
PNVCC es la base para el Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por
Cuadrantes MNCVV,
(Dirección General de la Policía Nacional, 2014), determina que su
objetivo “es
dar solución a las problemáticas de seguridad y convivencia que se
presenten tanto
en el sector urbano como rural”.
Por
tal motivo este modelo es la
profundización y
cambios del PNVCC.
Primera
mujer Policía en dirigir una oficina de INTERPOL en América-2010
La mañana
del 5
de julio
de 2003,
el delito
le arrebató
a la
entonces
mayor de
la
Dirección de
Investigación
Criminal e
Interpol (DIJIN)
Juliette Giomar Kure
Parra a
su mejor
compañero institucional,
al padre
de su pequeña
hija,
al esposo amoroso.
Ese sábado,
en un cruento
y desigual
combate contra
guerrilleros de
las Farc, en El
Bordo
(Cauca), el mayor
Hernando Augusto
Sáchica
Rengifo perdió
la vida. En
su honor
se bautizó un curso
de oficiales
que graduó el
Presidente de
la República.
Desde
entonces, con
esa marca
imborrable en
el alma,
que con tan solo
mencionársela llena su
rostro
de tristeza,
esta fusagasugueña con ascendencia
libanesa,
se refugió en su condición de policía
y arreció su
lucha contra
las distintas
modalidades criminales,
en
especial las
relacionadas con
falsificación de
dólares y
tráfico de
moneda.
Para entonces,
su arduo
trabajo y
el de su equipo
ya había
sido ampliamente
reconocido públicamente, incluso por el Servicio
Secreto de
Estados Unidos, lo
que le
permitió a Colombia
abandonar el
deshonroso
primer lugar
en producción
y tráfico
de moneda (43 por
ciento)
y caer al tercero, con
menos de
un 15 por ciento,
después de
México e Israel.
En
una sola operación
incautó en
Bogotá más de 41
millones de
dólares, récord
mundial que
nadie ha batido.
En otra,
descubrió una fábrica
subterránea con
5 millones, y en
Medellín desmanteló
la primera
fábrica mundial
donde producían
los nuevos
billetes de
20 dólares.
Y no
solo dólares. En
la ‘Operación
Panorama’,
esta administradora
de
empresas,
especialista en
seguridad integral
y gestión
para el
desarrollo humano,
y próxima
a obtener su
magíster en
investigación
criminal,
incautó 5 mil
millones de
pesos falsos y 15
mil millones
más, en proceso
de elaboración. Estos resultados
la
catapultaron como
la
‘cazadora’
de billetes falsos
hasta llevarla,
en diciembre
de 2010,
a convertirse en la única
mujer que dirigía una
oficina de
INTERPOL en
América.
Desde
allí, en su oficina
de la
Avenida El Dorado en
Bogotá,
arreció la cacería de
pederastas internacionales
y
de criminales
relacionados con
el terrorismo,
narcotráfico,
tráfico de
armas y lavado de
dinero.
En tan solo un año
cruzó más
de 50 mil mensajes
con sus
homólogos del
resto del
mundo, que
culminaron con
más
de 300
extradiciones.
El propio
secretario
general del organismo, el estadounidense Ronald Noble, llegó a
decir que la
oficina dirigida
por
la coronel
Kure es
“ejemplo para
toda
la comunidad
de INTERPOL”.
Coronel
Mireya Cordon
López,
segunda mujer llamada a hacer curso para General-2011
En el
año 2011, el Ministro
de Defensa Juan Carlos Pinzón, y el Cuerpo de Generales de la Policía,
escogieron de
quince
aspirantes para ascender a brigadier general, sólo a dos
Coroneles para ascender al grado de Brigadier General, dentro
de los cuales esta la coronel
Mireya Córdon
López, quien
se desempeñaba como directora
de incorporación de la Policía, y quien es candidata para acompañar a Luz
Marina Bustos como las únicas mujeres generales en la historia de Policía
Nacional.
Su
ascenso al grado de Brigadier General se produjo en el mes de diciembre de 2012, ceremonia
que fue presidida por Juan Manuel
Santos, presidente
de la República.
Primera
mujer
policía en ser Jefe de contrainteligencia-2012
La teniente
coronel María Emma Caro Robles primero
fue
agente, luego suboficial y más tarde oficial,
hasta convertirse
en 2012 en la primera jefa
de Contrainteligencia
no solo de la Policía sino de
todas las
fuerzas.
Hizo parte
de un grupo especial
para dar
con el paradero de Pablo Escobar; luego
fue analista
de inteligencia, cuyos resultados se tradujeron
en grandes
golpes contra la mafia.
Más tarde fue llamada a ocupar la jefatura de la oficina de Protocolo, el equivalente a dirigir
las relaciones
públicas del
Director General.
Primera mujer en ser Subdirectora
General de la Institución-2013
El presidente
colombiano, Juan Manuel Santos, nombró el día 13 de agosto de 2013 a la general Luz Marina Bustos como
nueva subdirectora de la Policía, cargo que por primera vez ocupa una mujer en
esta institución con más de un siglo de existencia.
"Es un inmenso honor anunciar que para las mujeres de Colombia esta general es un orgullo y por eso se acerca a la primera posición que puede tener una mujer dentro de la Policía Nacional", agregó el Presidente Juan Manuel Santos Calderón, en la ceremonia de posesión del nuevo Director de la Policía Nacional, señor Mayor General Rodolfo Palomino López. (Agosto de 2013
Histórico
reconocimiento, dos héroes policiales en el altar de la DEA-2013
Esa
mañana de jueves dos de los mejores hombres de la Policía Antinarcóticos
avanzaban en una operación secreta contra la mafia. Se movilizaban en una
camioneta en los alrededores del Jardín Botánico de Medellín, cuando sicarios
en moto activaron sus armas y los asesinaron. En el sitio quedaron 25
vainillas. Eran los Intendentes Sergio Antonio Castro Castro y
Franklin Ferley
Moreno López, quienes tenían en jaque a la temida “Oficina de Envigado” y a sus tentáculos en las comunas de la “
Capital de la Montaña”, cuyos sicarios recurrían a la magia negra la santería.
El
crimen de los dos policiales estremecieron a la Institución a los integrantes
de la Drug Enforcement Administration
(DEA), la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Se
promulga la Ley “De inteligencia y contrainteligencia”-2013
La Ley
Estatutaria 1621
del 17
de abril de 2013,
conocida como
‘De inteligencia
y contrainteligencia’,
constituye el
marco jurídico
que
permite a los organismos
que llevan
a cabo estas actividades
cumplir su
misión constitucional
y legal.
Es la herramienta
jurídica por
excelencia que determina
el margen
de acción que
tienen los
que desarrollan esta
función prioritaria
para el mantenimiento
de las
condiciones de
convivencia y
gobernabilidad del
país.
En la
Policía Nacional el órgano
rector de
esta función es la Dirección
de Inteligencia
Policial, única
responsable de
la articulación
de este
proceso misional mediante
el desarrollo
de las actividades
enmarcadas en
un ciclo de inteligencia,
dirigidas a
la anticipación
y prevención
de amenazas
que atenten
contra la seguridad
pública,
especialmente frente a
los factores
que afectan la convivencia
y seguridad
ciudadana,
los
Derechos Humanos, el Estado
y la
institución policial.
Retos
y desafíos de la Policía en la
transición hacia
la paz
Creación
del Comité
Centro Memoria Histórica y Víctimas Policiales-2014
El Mayor
General Yesid Vásquez
Prada Inspector General de la Policía Nacional y el CoronelJohn Arango
Álzate proponen al Mando Institucional la creación de la “Alta Gerencia para la
Transición.
Sin embargo esta propuesta no tuvo eco y en su defecto se dispuso
la creación mediante Resolución 03907 del 260914, del
Comité Centro Memoria Histórica y Víctimas Policiales, con el fin de
establecer estrategias y líneas de
acción que permitan reconstruir la memoria histórica de los integrantes de la
Policía Nacional víctimas con ocasión del conflicto armado interno e
implementar la Política Pública de víctimas en los ejes de atención, asistencia
y reparación integral para los miembros de la Policía Nacional y sus familias.
Los
Generales de la Paz-2015
En el
campo de batalla fueron los más duros contrincantes que
tuvieron las
Farc en
toda su historia y en la mesa de negociación de La
Habana se caracterizaron por ser los más acérrimos defensores del
Estado de Derecho, de la institucionalidad
colombiana y
de una salida negociada al conflicto armado.
Los
generales Óscar Adolfo Naranjo Trujillo, Jorge Enrique Mora Rangel
y Javier Alberto Flórez Aristizábal ya tienen
guardada una
página imborrable en la historia de Colombia por su trascendental
aporte a
la paz de Colombia.
El
general Naranjo, director general de la Policía Nacional entre 2007 y 2012 y
primer Ministro
del Posconflicto, fue reconocido en 2010 como el Mejor Policía del
Mundo.
Su talante democrático le permitió aportar toda su experiencia en la lucha
contra el
flagelo de las drogas para avanzar en temas tan sensibles como el tercer
punto de
la agenda de negociación: narcotráfico y cultivos ilícitos. “La firma del
acuerdo significa
que a partir de este momento todos los colombianos deberemos
empezar a
construir una paz estable y duradera”.
El
general Mora Rangel, comandante del Ejército Nacional, entre 1998 y 2002,
y de
las Fuerzas Militares, entre 2002 y 2003, es uno de los oficiales de mayor
ascendencia de
todos los tiempos. En sus 42 años de carrera hizo fama de soldado
sin tacha,
honesto y consagrado al servicio de la nación. “Yo les pediría a los colombianos
que,
así como han querido a sus soldados y policías, piensen que estamos
llegando al
final del conflicto y que esto lo hemos logrado por lo que esos hombres
y mujeres
de las Fuerzas Militares y la Policía han hecho. Son ellos los que han obtenido
la victoria
en el campo de combate”.
Y el
general Flórez Aristizábal,
jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares,
dejó este importante cargo para liderar el Comando Estratégico de Transición
y al
grupo de uniformados que en La Habana debatió temas tan complejos,
como dejación
de armas, cese al fuego y desmovilización. El excomandante de la
poderosa Fuerza
de Tarea Conjunta Omega se convirtió en el oficial activo de más
alto rango
en participar de los diálogos de paz.
Además
de estos tres titanes de la paz, otros cinco generales de las Fuerzas
Armadas se
sentaron frente a frente con la delegación de las Farc:
Álvaro Pico
Malaver,
Oswaldo Rivera Márquez, Alfonso Rojas, Martín Fernando Nieto y el
almirante Orlando
Romero Reyes.
Creación
del Comité de
Transición hacia el Posconflicto-2015
Mientras
el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc avanzaban en los diálogos de La
Habana, la Policía Nacional se fue preparando para contribuir a consolidar una
paz estable y duradera; en tal sentido,
la Policía Nacional crea mediante
Resolución No. 01857 del 4 de mayo de 2015 el Comité de Transición hacia el
Posconflicto, para consolidar el desarrollo del Marco Jurídico para la Paz,
como un medio de atención y coordinación con las diferentes unidades policiales
en los planes y programas que se requieran como elemento fundamental en un
escenario de transición, que refrende el aporte de la Policía Nacional a la
consecución de la paz, la seguridad y la protección de los ciudadanos.
Para
tal efecto, el Comité de Transición hacia el Posconflicto, fue el encargado de
diseñar, planear y proponer los mecanismos y líneas de acción de la Policía
Nacional en el proceso de transición; así como determinar los roles y misiones
de la Institución y prestar soporte y asesoría técnica durante el proceso, a
través de cinco (5) líneas de trabajo, así: a) Memoria Histórica Policial, b)
Desarrollo Normativo, c) Víctimas d) Desarrollo Institucional, e.) Comunicaciones Estratégicas.
Dirección
de Investigación Criminal e Interpol contribuye en la búsqueda de los
desaparecidos del conflicto-2015
El
reciente e histórico acuerdo de
La Habana,
entre el Gobierno Nacional
y la
guerrilla de las Farc,
para iniciar
la búsqueda e identificación
de al
menos 25 mil desaparecidos por
culpa del conflicto armado demandará
de todas
las capacidades humanas, técnicas y
científicas del Estado.
La
Policía Nacional, a través de su Dirección de Investigación
Criminal e Interpol
(DIJIN)
está en capacidad de contribuir al éxito de la
Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas
(UBPD) con sus 15.589
policías expertos
en policía judicial.
Entre ellos
hay 3 antropólogos, 2 médicos
forenses,
más de 700 peritos en química,
genética,
dactiloscopia, odontología, balística,
documentología,
retrato hablado, topografía,
fotografía,
acústica, entre otros.
Primer
conclave de Generales-2016
Con al
menos 42 decisiones
trascendentales encaminadas a optimizar el servicio de policía
y de
cara a cumplir las órdenes
perentorias del
señor Presidente
de la
República y dar respuesta
a los
reclamos de la ciudadanía
y a
los desafíos del posconflicto
culminó la
Cumbre Extraordinaria
del Cuerpo
de Generales,
convocada por
el nuevo director
de la
Policía Nacional, general
Jorge Hernando
Nieto Rojas.
El
cónclave de generales fue
instalado el
lunes 22 de febrero
de 2016 por el
señor ministro de Defensa
Nacional,
Luis Carlos Villegas,
en la
sede de la más moderna
central contra
el crimen de América
Latina,
el Centro Integrado
de Información
e Inteligencia
para la
Seguridad Ciudadana
(CI3*24/7),
adscrito a la Dirección
de
adscrito a la Dirección
de Inteligencia
Policial
(DIPOL).
Para
mayor eficacia y eficiencia,
crearon cuatro
mesas de trabajo
especializadas y
así responder a
igual número
de objetivos trazados:
Lucha Integral
contra Delitos
de Mayor
Impacto, Nueva
Política Integral
de Transparencia,
Bienestar Policial
y Modelo
de Policía
para el Posconflicto,
todo enmarcado
en el Plan Estratégico
Institucional,
que tiene
como objetivo
fundamental
construir Comunidades
Seguras
y en
Paz.
La
primera decisión fue institucionalizar
la Cumbre
del Cuerpo
de Generales
como mecanismo
para trabajar
más unidos, la cual
será convocada
cada dos meses
para evaluar
metas trazadas y
estudiar y
proponer soluciones
a temas
trascendentales encaminados
a mejorar
el servicio de
policía.
Refrendación
del Código de Ética Policial-2016
El
viernes 4
de
marzo de 2016, en
la Sala Estratégica
de la
Dirección General de la
Policía Nacional,
todos los
policiales refrendaron su compromiso con el Código de Ética
Policial,
en desarrollo de la nueva
Política Integral
de Transparencia,
impulsada por
el director
de la
Institución, Mayor
General Jorge Hernando
Nieto Rojas.
“Nuestro Código de Ética tiene
que ser
la brújula que a diario guié cada
una de nuestras actuaciones”,
dijo el
señor
general Nieto. “Sé
que somos capaces de ser
mejores seres
humanos.
Sé que
podemos ser
mejores policías.
Por eso,
los invito a refrendar
nuestro Código
de Ética con
el corazón,
con grandeza, con
amor por
su familia, su Institución
y su
patria”.
Y así
fue. El punto máximo del
evento ocurrió
cuando todos los
policías comenzaron
a pronunciar
el Código,
en voz alta y con
mucho amor
patrio.
Creación
de la
Unidad Policial para la Edificación de la Paz (UNIPEP)-2016
Mediante
Resolución
No. 01710 del 22 de abril de 2016 se creó la Unidad Policial para la
Edificación de la Paz (UNIPEP), como dependencia asesora de la Subdirección
General de la Policía Nacional, siendo esta la encargada de “asesorar, diseñar,
dirigir y coordinar las acciones institucionales relacionadas con el
pos-acuerdo”.
Uno
de los avances más trascendentales de la creación de esta Unidad Policial es
que cuenta con tres grandes áreas: la de Historia, Memoria Histórica y
Víctimas; la de Operaciones Policiales para la Implementación del Cese al Fuego
y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Estratégica para la
Implementación de los Acuerdos.
Esta
unidad especial y transicional hace parte del Modelo de Policía para el
Posconflicto, fundamental para romper el ciclo de violencia y evitar su
repetición, para de esta forma contribuir efectivamente a la consolidación de
la paz, trabajando de manera coordinada y armónica con las Fuerzas Militares,
los ministerios y demás autoridades.
Una
de las principales responsabilidades de la UNIPEP, que contará con al menos
3.000 integrantes, consiste en acompañar, en seguridad y protección, a los
delegados internacionales que participen en la comisión de verificación de las
Naciones Unidas, en los términos que defina el Gobierno Nacional.
Como
la paz debe ir de la mano con la seguridad de los territorios, a través del
Sistema de Seguridad Rural (SISER), recientemente implementado en 65
municipios, y del programa T.GER+, Transformación de la Gestión Bajo un Enfoque
Regional al servicio de la comunidad, la Policía Nacional también decidió crear
55 nuevas unidades básicas de Carabineros, que estarán ubicadas en lugares
estratégicos del ámbito rural, donde se pueda evidenciar concentración de
fenómenos delictivos y contravencionales.
Todo
está enmarcado en el Plan Estratégico Institucional, que apunta a construir
‘Comunidades Seguras y en Paz’, trabajando en cuatro frentes fundamentales:
consolidación del servicio de policía en el campo, fortalecimiento de la
seguridad ciudadana, optimización de la investigación criminal y dinamización
de la cooperación internacional.
Por
eso, dentro de su visión y concepción estratégica hacia el posconflicto, la
Policía Nacional creó toda una arquitectura que le permitió prepararse y
proyectarse a los retos del presente y el futuro, entre ellos la tan anhelada
paz.
Además
de
la UNIPEP, la Institución, con el apoyo de universidades y otros expertos, puso
en marcha toda una estrategia para capacitar a sus integrantes en temas de
posconflicto, para que contribuyan a construir una Colombia segura y en paz.
Vinculación
de la
Policía Nacional en el foro “Retos y desafíos de la Policía en
contextos de transición hacia la paz” - 2016
La
Policía Nacional de
Colombia tiene
norte
estratégico,
sabe para
dónde va,
se está modernizando
y proyecta
transformaciones
dentro de
su proceso de
mejora continua,
para satisfacer
las necesidades
de seguridad de
los colombianos,
en el presente y
futuro del
país.
La
Institución se viene vinculando
a una
serie de eventos académicos,
dentro de la apertura al
diálogo social
y especializado,
buscando fortalecer
su proyección
en razón
y función de una
mejora integral
frente a su compromiso
con la
seguridad y convivencia
de los
colombianos.
El foro
“Retos y desafíos de la
Policía en
contextos de transición
hacia la
paz” constituyó una
oportunidad para
que la Policía
presentara en
la Universidad de
los Andes
sus capacidades, consolidación
institucional por
más
de 124
años al servicio de los colombianos
y su
proyección en un
renovado Plan
Estratégico 2015–
2018,
que busca Comunidades
Seguras y
en Paz y que proyecta
sobre cuatro
horizontes estratégicos:
el fortalecimiento
de la seguridad
ciudadana,
la seguridad
rural,
la investigación criminal en
la lucha
contra el delito y la cooperación
internacional.
Nuevo
Código Nacional de Policía y Convivencia-2016
El
Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, sancionó
la Ley 1801 de julio 29 de 2016 “Código de Policía y Convivencia”,
cuyo objeto determina: Las disposiciones
previstas en este Código son de carácter preventivo y
buscan establecer las condiciones para la convivencia en el territorio nacional
al propiciar el cumplimiento de los deberes y obligaciones de las personas
naturales y jurídicas, así como determinar el ejercicio del poder, la función y
la actividad de policía, de conformidad con la Constitución Política y el
ordenamiento jurídico vigente.
Antecedentes
Colombia
tenía
un Código Nacional de Policía (Decreto- Ley No. 1355) obsoleto que fue expedido
en el año 1970 y que estaba pensado para las realidades sociales de esa época,
que sin duda son muy distintas a las del presente, por lo que fue necesario que
las normas de policía se adecuaran a la Constitución Política de 1991 y a las
dinámicas y cambios sociales.
Policía
incluyente
La
mejor demostración de lo
incluyente que
es la Policía parte
con la incorporación a las filas policiales de la mujer en 1953 y desde esa fecha ha
estado presente
alcanzado
metas
insospechadas.
Comenzaron 46
y ya van 11.498
uniformadas,
destacadas en todos
los grados
y en todas las especialidades.
El
aporte de los afrocolombianos ha sido invaluable. Ya son 6.471
que portan
el uniforme e incluso
cuentan con
una escuela, como
la de
Yuto, para brindar oportunidades
a los
jóvenes del Chocó
y sus
alrededores.
A
ellos se suma la sabiduría de
nuestros ancestros.
Ya 696 indígenas
son
policías y se han convertido
en el
puente entre su cultura
y el
resto de sociedad.
No
podían faltar nuestros niños,
niñas y
adolescentes, que gozan
de un
programa especial, como
es la
Policía Cívica Juvenil, creada
por un
dragoneante a quienes
los pequeños
de Manizales llamaban
‘Papá Oso’.
En la
Policía se valora la experiencia
y por
eso cuenta en sus
filas con
el oficial activo más
veterano del
mundo, el mayor
Humberto Antonio
Aparicio,
con 79
años de edad.
Y
como su lema lo indica, Dios y
Patria,
no pueden faltar los guías
espirituales.
La
Institución
cuenta
con 71
capellanes, entre ellos
5 oficiales
activos
de los cuales el señor Coronel Silverio Suarez fue llamado a , más 9
seminaristas.
El
deporte no puede faltar: desde
el intendente-atleta
que brilló en un mundial
y también
participó en los Olímpicos de
Brasil
2016, hasta
el ciclista con la pierna
de oro
y la escuela que forma
a 200
pequeños futbolistas.
Incluso,
Colombia fue sede de los Primeros
Juegos Mundiales
de Policía de los cuales salió campeona.
También
hay espacio para hombres
de la
talla del patrullero William
Roa Cárdenas,
quien, pese
a haber
perdido su vista en un
combate,
ingresó a la universidad,
fue el
mejor entre 150 estudiantes
y hoy
es un laureado
abogado de
la Policía Nacional.
En su
visión humanística y afán
de interpretar
las necesidades de
personas en
condición de discapacidad,
la Policía
hoy cuenta
con un
grupo de uniformados
expertos en
lenguaje de señas. Y
la lista
de la inclusión sigue.
Hasta
hoy,
la Policía Nacional ha
escrito y
protagonizado páginas
de oro
y de sacrificio de la historia
de Colombia
y seguirá haciéndolo
en tiempos
de posconflicto,
hasta ver
un país en paz.
Policía
Nacional pone en marcha el plan estratégico “Comunidades Seguras y en Paz”-2016
El 26
de septiembre de 2016 siempre será recordado en la historia de Colombia como el
día en que quedaron sentadas las bases para silenciar los fusiles de un
conflicto armado que por mas de 50 años enlutó al pueblo colombiano.
La
Policía Nacional consiente de los desafíos del posacuerdos creó
un Modelo de Policía para el Postconflicto, acorde con su Plan Estratégico
Institucional, que tiene como objetivo fundamental construir Comunidades
Seguras y en Paz.
Para
lograr este objetivo, los más de 180.000 policías de la patria trabajan en
fortalecer cuatro horizontes estratégicos: seguridad rural, seguridad
ciudadana, investigación criminal y cooperación internacional.
Para
atender de forma inmediata los acuerdos de la Habana, la Institución puso en
marcha la Unidad Policial para la
Edificación de la Paz (UNIPEP)
El
Director General de la Policía en el
Vaticano-2016
El
domingo 18 de septiembre de 2016, se convirtió en otro día memorable para la
Policía Nacional. El papa Francisco no solo recibió en audiencia privada al
director general de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto Rojas.
También lo hizo participe de la homilía que él mismo presidio en la Basílica de
san Pedro, en la que el oficial leyó ante los feligreses la Oración de los
Fieles.
En el
citado evento, el general Nieto compartió con pontífice el histórico acuerdo
firmado con la Gendarmería de la Santa Sede.
Según
el acuerdo, la experiencia de la Policía Nacional de Colombia en la lucha
contra las distintas manifestaciones del crimen organizado llegará hasta las
calles de la Ciudad del vaticano para cooperar con la Gendarmería del papa en
el combate contra el terrorismo, el tráfico de drogas, el lavado de activos, el
ciberdelito y otras expresiones del crimen transnacional.
Así
quedó estipulado en el acuerdo, luego de que el director general de seguridad
de la Santa Sede, general Doménico Gianí, y el general Jorge Hernando Nieto
Rojas, firmaran una declaración de Intensión en ese sentido.
Padre
Silverio Suárez fue llamado para ser General de la Policía-2016
El
padre Silverio Ernesto Suárez, capellán y coronel de la Policía Nacional ha
sido llamado, junto a 11
coroneles,
para que inicie el Curso Estratégico de Seguridad Pública (CESEP) que le
permitirá iniciar curso de ascenso al grado de brigadier general, alcanzando la
primera estrella en diciembre de 2017.
El
Coronel Silverio, nació el 26 de enero de 1961, después de haber trabajado en
el periódico El Tiempo en su rol de
Comunicador Social, ingresó a la Policía Nacional en donde desarrolló su
trabajo profesional como Jefe de Prensa de la Escuela General Santander y de la
Dirección General de la Policía Nacional, allí es donde surgió su vocación
sacerdotal, la cual cristalizó en la Universidad de la Sabana, Seminario Mayor
de Bogotá y el Seminario Castrense “Jesucristo Redentor”.
El
padre Silverio Suárez sirve a la Policía hace 23 años y ejerce el ministerio
sacerdotal hace 17. Con esta primera estrella del generalato, el Padre Silverio
es consciente que estará enfocada al fortalecimiento de los valores, la
consolidación del Proceso de Paz y el fortalecimiento de las familias al
interior de la Policía Nacional.
El
sacerdote ha manifestado que su labor como General de la Policía Nacional será
la de fortalecer los valores, animar la espiritualidad en la institución
policial y ayudar a la reconciliación y la paz en Colombia.
Proceso de Modernización y Transformación Institucional (MTI)-2017
Los retos que plantea el
nuevo contexto socio cultural del país para la consolidación de la paz se
constituyen en las bases fundamentales de la Policía Nacional para la
construcción del norte institucional que orienta y visualiza los lineamientos
estratégicos que permiten contribuir eficazmente a fortalecer la confianza
social, a partir de un modelo de servicio más cercano al ciudadano,
fortaleciendo de esta forma la convivencia y la paz en Colombia.
A través de un proceso de revisión estratégico interno y alineados
con las recomendaciones del informe de la Comisión consultiva de alto nivel del
Gobierno Nacional, se puso en marcha la elaboración y el diseño de la gestión
del cambio, mediante un proceso de Modernización y Transformación Institucional
(MTI), proyectando a la Policía Nacional como un cuerpo de policía más humano,
íntegro, disciplinado, innovador y cercano al ciudadano.
Este proceso en su
fase de formulación, contó con la participación de 218 funcionarios de
diferentes unidades de la Policía Nacional, quienes integraron unos grupos de
trabajo denominados Círculos Estratégicos de Transformación Institucional
(CETIN), así como unos Planes de Desarrollo, Comités Técnicos Especiales y una
Secretaría Ejecutiva Ampliada, lo cual ha redefinido una metodología innovadora
de planeación estratégica para iniciar la ruta de las transformaciones
estructurales y funcionales que requiere la Policía Nacional para contribuir de
forma eficaz a la convivencia y seguridad ciudadana.
En este sentido, se consolida un portafolio de iniciativas,
colectivas y asociadas a varias dimensiones: estratégico, humano, operacional,
organizacional, administrativo y financiero, que serán la hoja de ruta para
conducir los cambios que requiere la institución en pro de contribuir de manera
acertada en la neutralización de amenazas que pretendan desestabilizar la
edificación de la paz, así como potencializar el servicio de policía conociendo
las problemáticas que aquejan a los ciudadanos, asumiendo de esta forma
el compromiso histórico de transformar las realidades sociales que demandan los
colombianos.
MTI “Inspirados en usted”
La institución reconoce que el camino
hacia la paz necesita una Policía mediadora, renovada y completamente transformada.
Para lograr este objetivo, diseñaron una estrategia que se basa en las
personas, con esta propuesta hacen parte de los finalistas del Premio de
Liderazgo de El Espectador con el proyecto (MTI).
Brigadier General Rabian Laurence Cárdenas Leonel. Jefe Oficina de Planeación Policía Nacional |
“Estuve en la guerra contra los
carteles de Medellín, era muy joven, fue una etapa muy dura, vi una guerra
atroz. La gente me decía que no quería a la Policía”. Con estas palabras,
el brigadier general, Fabián Cárdenas Leonel, rememora esos años de servicio
mientras que en su rostro se dibuja una expresión de dolor. Lleva más de 30
años en la Policía y por eso ha vivido todas las etapas críticas del país
producto del accionar del narcoterrorismo, las guerrillas, los paramilitares o
las bandas delincuenciales.
Una dura experiencia que ahora enfrenta
con una nueva perspectiva, la de observar la transición de un país que conoció
en guerra a otro en el que la paz es el baluarte. Un nuevo tiempo que requiere
de una Institución capaz de transformarse y de adaptarse a las realidades que
se presentan en el camino. Conscientes de esa situación, el año pasado
iniciaron el diseño de la estrategia que va a regir hasta el 2030, pero que se
va a implementar por etapas, con un enfoque claro: las personas son las que
importan.
De esta manera se inició el proceso de
Modernización y Transformación (MTI) “Inspirado en Usted”, que tomó fuerza
durante los Diálogos de los Acuerdo de paz y por las exigencias de los
ciudadanos. El proyecto es un reto para los integrantes de la Policía, pues, el
cambio es cultural. Van a pasar de una institución coercitiva a plasmar
liderazgos de consenso, mediadores y con alta vocación de transparencia y
legalidad.
El primer escenario se construyó cuando
el director de la Policía, general Jorge Hernando Nieto, los reunió con todo el
equipo de trabajo y ordenó que pensaran en un plan para “modernizar la
institución, proponer y no seguir en la misma manera porque estábamos en una
zona de confort”, aseguró el brigadier general Fabián Cárdenas. Se movilizaron
de inmediato para crear comités que debían investigar la situación del país,
entender las necesidades de las comunidades y construir desde una mirada
académica y más social.
Trabajaron con centros de pensamiento
como La Friedrich Ebert Stiftung (FESCOL) o el Instituto Holandés para la
Democracia Multipartidaria. Con la Fundación Ideas para la Paz y con el centro
británico AAS. Igualmente, con asesoría de los carabineros de Chile o las
buenas experiencias de México. Estos apoyos permitieron tener un panorama
mundial para adelantarse a los retos del pos acuerdo con ejercicios de
inmersión, foros ciudadanos para entender la opinión de las personas,
fortalecer la confianza y crear un proyecto no de Gobierno sino de país.
Después de un año de consensos, se
construyó la estructura del (MTI) “Inspirado en Usted”. Con una metodología de
Norton y Kaplan que consiste en un sistema operativo dual para entender las
coyunturas, pero visionando el futuro y fortaleciendo el desarrollo
estratégico. Así se impulsaron unos círculos estratégicos de
transformación institucional sobre siete puntos críticos: servicio de Policía,
modelo de servicio en la calle, impacto y rediseño, delitos de grandes
incautaciones de drogas, capturas producto del terrorismo y calidad de vida.
Y como todo cambio empieza por casa,
dentro de la organización surgieron círculos de trasformación para socializar y
capacitar a todos los integrantes de la organización, desde la cabeza hasta el
último cuadrante. Uno de los temas en los que se enfatizan ahora son:
confianza, transparencia, visibilidad, veeduría ciudadana a las actuaciones de
los policías, rendición de cuentas, también la participación de veeduría de los
ciudadanos.
Lo que viene es implementar el MTI en
varias etapas. Estabilización, en el que le dan manejo al crimen organizado,
capacidad en zonas rurales, institucionalidad y Policía más cerca al ciudadano.
“181.000 funcionarios serán los encargados de empoderarse del proceso MTI y
mostrar que estamos para construir mejores sociedades. Estamos trabajando por
el futuro de los hijos de nuestros hijos”, puntualizó el Brigadier General,
Fabián Cárdenas Leonel, con el propósito claro de trasmitir esperanza.
Policía
Nacional Guardiana de la Paz
La
tarea de los policías de Colombia
es uno
de los pilares sobre
los que
estamos construyendo un
nuevo país
en paz, con más equidad
y mejor
educado.
Si
logramos el fin del conflicto,
la Policía
–que junto al resto de
nuestras Fuerzas
Armadas ha sido
la gestora
de la paz– tendrá el desafío
inmenso y
apasionante de
ser guardiana
de esa paz.
El
posconflicto traerá consigo
nuevos
retos.
También nuevas amenazas
de la cual no hay duda de que todos los miembros de la Institución, estamos en
la capacidad
de enfrentar.
Poner
fin
al conflicto armado en
Colombia implica
que vamos a
seguir concentrando
esfuerzos
en garantizar
niveles cada vez
mayores de
seguridad en nuestras
ciudades.
Porque
la paz no es solamente
silenciar los
fusiles o firmar un
acuerdo.
La paz la construimos
–y la
cuidamos– entre todos con
acciones que
beneficien a nuestros
compatriotas.
Y en esa ecuación,
la seguridad
es un elemento
fundamental.
De
ahí el reto muy importante que
tenemos de
seguir fortaleciéndonos
a nivel
institucional. Innovar,
aprender y
adaptarnos.
Por
eso en estos 130 años de fundación de la Policía Nacional, me permito compartir este compendio
fotográfico e histórico como muestra de agradecimiento a la tarea incansable de todos nuestros miles de hermanos
policías. Porque donde quiera que haya un policía, ahí está el Estado colombiano.
Nuestros policías son guardianes de la convivencia pacífica entre nuestros ciudadanos.
Nuestros policías son guardianes de nuestra seguridad, y la
paz.
Fuentes consultadas
- Academia Colombiana de
Historia Policial. Cuadernos Históricos Números 1 al 10. 1994 – 2004.
Imprenta Fondo Rotatorio de la Policía.
- Caja de Sueldos de Retiro
de la Policía Nacional. Compendio Histórico 1891-2002, Imprenta Fondo Rotatorio de la Policía. 2002.
- Directores de la Policía
Nacional de Colombia 1891-2004. Imprenta Fondo Rotatorio de la Policía, 2005.
- Escuela Nacional de Policía
General Santander. Hechos y Crónicas 1940-1999. Impresión Panamericana.
- Escuela
General Santander. Revista. Edición especial. Editor Datamedia. Junio 2004.
- Guzmán
Gratz, Guillermo, Revista Policía Nacional, Nº 176, 1941. Imprenta Nacional.
- Historia
de la Policía Nacional de Colombia. Editorial Planeta S. A. 1993.
- Policía
Nacional, Una Nueva Era, 1994, Ed. Prolibros.
- Pulido Barrantes, Carlos A,
La Policía a través de la Historia, Revista
Fuerzas Armadas, número 189 y 190, 2004. Editorial X-Press.
- Revista
Policía Nacional, diferentes tomos y años.
- Rodríguez
Zapata, Amadeo. Bosquejo Histórico Policial de Colombia. 1971