“CENTÉSIMO
VIGÉSIMO SEGUNDO ANIVERSARIO DE LA
POLICÍA NACIONAL”
El Ser supremo, en su
infinita bondad nos da el privilegio de celebrar un aniversario más de nuestra benemérita Policía
Nacional de Colombia, razón poderosa para testimoniar y dar fe a través de este
Blogger de los ingentes esfuerzos y de las fundamentales y heroicas acciones que
durante todas las épocas ha cumplido la Institución más cercana al alma del
pueblo colombiano.
Han transcurrido
ciento veintidós años desde que el
presidente Carlos Holguín Mallarino, con su visión de gran estadista y de
extraordinario dirigente fundara la Policía Nacional, cuya organización encomendó al comisario Juan
María Marcelino Gilibert, experimentado funcionario francés que con su entrega,
conocimientos y entusiasmo, en poco tiempo presentó el nuevo cuerpo de Policía
a la sociedad bogotana, Policía que, por su carácter nacional, progresivamente
a través de las décadas ha ido cubriendo todo el territorio patrio.
La historia de la
Policía está íntimamente ligada a la historia de Colombia con sus momentos de
luces y de sombras, de dicha y de dolor, de avances y retrocesos, de grandes
satisfacciones y enormes frustraciones, de ilusiones y desesperanzas, pero con la fe que nunca ha perdido.
Hoy
la institución orgullosamente se aproxima a los casi ciento setenta y cinco mil miembros, así los colombianos cuentan con una policía
de elevada dignidad y carácter, fortalecida por la mística de servicio, para la
defensa de la patria, la vida, honra, libertades y bienes de nuestros
conciudadanos.
Por
lo tanto, la filosofía policial se basa en que cada componente, cada integrante
de la Institución, lleve implícito en su mente, en su corazón y en su proceder,
la defensa del débil, del oprimido, la ayuda al necesitado, al débil, al niño,
al anciano, al enfermo y la educación al ignorante, pero esta tarea es larga y
cotidiana; millones de personas nos recuerdan a diario que nuestro emblema
simboliza la fe del público y que nosotros lo hemos aceptado en representación
del nuestros conciudadanos.
En
tal sentido, ser policía, es tener alma y espíritu de servidor, siempre
haciendo el bien sin consideraciones de raza, credo o estirpe. Para la policía lo primogénito es el
cumplimiento del deber y si al proceder en defensa de los derechos
fundamentales, es necesario el empleo de la fuerza así se actúa. Por eso el policía se desvela, le quita sueño
a sus noches, a su descanso y en ocasiones se cohíbe de estar con su familia,
porque tiene una misión muy grande que cumplir, como es la de proteger y velar
por la paz de su prójimo, por ello lo encontramos en ciudades, pueblos y
campos, siempre vigilante y enfrentado a la inclemencia de la naturaleza que
ayuda a defender su pueblo, a enfrentarse a los que están al margen de la ley. Son miles y miles los policías que diariamente
entregan todo su ser, su mente, corazón y trabajo, para cumplir con su sagrada
misión; otros tantos, nunca dudaron en arriesgar su vida y derramar su sangre,
fieles al juramento y a la oración patria que reza: “y llegado el caso morir por defenderte”.
Cabe
finalmente y como celebración del centésimo vigésimo segundo aniversario,
exaltar la gestión y gloria de quienes en un ayer glorioso orientaran los
destinos de nuestra institución policial, reconocer el trabajo ingente y
abnegado de nuestros hombres y mujeres proyectados siempre hacia los máximos
valores patrios y que esa
sangre que un día derramaron en el cumplimiento de su tarea, aún siga viva en
el corazón de cada policía y que seguiremos su ejemplo con arrojo y valor, para
que viva la patria y la vida y así nuestra Institución pueda llegar a cumplir muchos
cientos de años más.
Gracias,
Comisario Fernando García Fernández
Email:
fernando.garcia2412@correo.policia.gov.co
ferdinand3277@hotmail.com